—Ya veo que estás bien así que me voy. Ten cuidado por ahí —Sin dar tiempo para respuestas comenzó a correr hasta perderse de la vista de Hani, quién se había quedado estupefacta. ¿En serio le gustaba a ese chico? Pero si nunca había hablado con él, ni lo conocía de nada, ¿como era posible eso?

Pasaron dos semanas, el muchacho no volvió al bar ni una sola vez y Hani se estaba impacientando. Necesitaba una respuesta.

—Namjoon, sabes... Ese chico de negro, el que siempre venía y se sentaba en el fondo. Sabes a quién me refiero, el muchacho misterioso que lleva dos semanas sin aparecer por aquí, ¿sabes quién es, o cómo contactarlo?

—¿Por qué lo preguntas? ¿Te gusta?

—No, no, ¿cómo crees? Es solo que... Que... Ay, ¿sabes qué? Olvídalo. Haz como que nunca dije nada.

—Espera, espera. Yo sí lo conozco, y es más, él a ti también... ¿Quieres que lo llame para que venga?

—¿Cómo? ¿Que me conoce? ¿Desde cuándo? ¿Dos semanas? ¿O desde antes?

—Tranquila, no te voy a decir nada porque me lo prohibió. Solo te diré que es mi amigo, que se llama Min Yoongi y que no es tan tenebroso como aparenta.

~Unas horas después~

Hani sintió que se le acercaban por detrás y que alguien susurraba en su oído. —Me dijeron que preguntabas por mí. ¿Me extrañabas?

Era él, el chico que llevaba tanto tiempo esperando y ahora no sabía que decir. "Vuelve en ti, Hani", pensó y sacudió la cabeza de un lado al otro por unos segundos. Lo miró fijamente, tanto que lo volvió tímido por unos instantes.

—¿Por qué no habías vuelto a venir? Te he esperado cada día con la esperanza de verte, pero tú no tenías intención de buscarme ¿Tanto te costaba venir cinco minutos y dar la cara? Me quedé preocupada por ti aquella noche, cuando te fuiste llorando... —Yoongi la tomó por la nuca y le tapó la boca con delicadeza, susurrándole.

—No es necesario que los demás se enteren de eso. No puedo parecer débil frente a los demás o estaría en problemas. —Al terminar la frase se percató de lo cercanos que se habían vuelto sus cuerpos, y una vez más, se alejó rápida y tímidamente—. ¿No habrá un lugar más privado para conversar? Digo, si es que realmente quieres una explicación.

Ella lo tomó del brazo sin vacilar y lo llevó al fondo del bar. El almacén parecía el mejor lugar; tranquilo y nadie iba a menos que fuera totalmente necesario.

—Ahora comienza a hablar y no omitas nada. ¡Quiero saberlo todo!

—No sabía que fueras tan curiosa. —Comentó con una risa pícara que hizo a la chica mirarlo fulminante—. Bueno, Ok. Te voy a contar solo lo que creo que debes saber. ¿Recuerdas aquella vez que tus padres se estaban peleando y tú quedaste atrapada en medio? Yo fui quien logró separarlos, solo que no me viste porque habías huido de casa. Yo no te conocía, pero mi primo sí, así que comencé a preguntarle cosas de ti y poco a poco me iba interesando más y más por lo que pasaba a tu alrededor.

—El noviecito ese que te engañó —continuó—, quién te lo hizo saber, una vez más fui yo, pero estabas tan destrozada que no quería que me conocieras de esa forma. Hasta que comenzaste a trabajar aquí. Ahí fue cuando vi al fin una oportunidad, por eso venía todos los días en que tenías turno, pero nunca tuve el valor de hablarte.

Hani escuchaba perpleja, nunca pasó por su cabeza que él realmente hubiese estado siempre allí sin ella haberlo notado. Se sentía rara, no sabía cómo describir ese sentimiento, nunca había tenido una experiencia con la cual comparar esto. Su cabeza daba vueltas con toda esta información, pero a él parecía como si desahogarse le hiciera bien, así que siguió escuchándolo hasta el final.

—Aquella noche hace dos semanas, Namjoon me llamó y me dijo que no podía venir a trabajar así que tú serías probablemente la que me atendería. Esto me puso un poco nervioso, pero en fin, en algún momento tenía que hablarte, ¿no? —Se detuvo unos segundos, suspiró y continuó—. Cuando llegó la hora de cerrar la tienda me escondí y esperé a que salieras para hablarte, pero cada vez que intentaba acercarme a ti, tú caminabas más deprisa. Como no te quería asustar no sabía realmente que hacer, allí fue cuando te caíste y mi instinto tomó el control. Ese es mi verdadero yo, así es como realmente me comporto hacia las personas que me importan, pero contigo no sabía qué hacer, me sentía en cierto modo avergonzado.

Hani se encontraba frente a Yoongi, en silencio y viéndolo fijamente. No tenía ni idea de que él hubiese estado cuidándola desde las sombras todo el tiempo.

—Pero... ¿Desde cuándo? —Al fin tuvo la fuerza y el valor de indagar.

—Desde hace aproximadamente dos años, cuando me mudé.

—Ahora que lo sabes todo, me siento más tranquilo. ¿Crees que podría invitarte a una cita el viernes? —Preguntó con temor a que la chica se negara.

¿Qué dicen?
¿Aceptará o no?

No olviden dejar sus estrellitas