Cap 10 - Idiota

Al terminar de cenar Hani entró a la ducha y el rubio se quedó lavando los platos, al acabar subió y al notar la puerta del baño abierta decidió entrar. Ella estaba tan concentrada en el agua caer que no notó su presencia hasta que unas manos tocaban su cintura, luego un cuerpo y un miembro acercándose a ella.

Yoongi besaba su espalda, su cuello, sus hombros con mucho cariño. Había pasado tanto tiempo desde que la había tocado que con estas simples acciones ambos ya estaban excitados, el rubio usó su dedo y lo introdujo en las nalgas de la chica, haciendo movimientos circulares para comenzar a dilatarla, delicadamente y con mucha paciencia.

El cariño que mostraba hacía que ella se sintiera mucho más especial de lo que él ya la hacía sentir, la excitaba mucho y él lo sabía, pues podía ver que estaba tan dilatada que decidió tomar su miembro e introducirlo entre esas nalgas tan deliciosas, a pesar del dolor que sentía Hani, el placer era mucho mayor, hacía que olvidara todo. A su alrededor solo existían ellos dos y solo existía ese momento.

Se dejaba llevar totalmente por él, los movimientos eran cada vez más placenteros y agradables, estaba a punto de correrse, pero él solo estaba empezando. Yoongi la dobló tomándola del cuello quedando de rodillas contra la pared, sentía como su pelvis chocaba contra las nalgas de Hani y esto le encantaba, lo volvía loco.

Comenzó a tomar los senos de la chica y la otra mano la acercó a su boca, a lo que ella respondió con suaves mordidas. En un momento de éxtasis Hani jadeó de placer pues acababa de llegar al orgasmo lo que causó que extrajera su hombría y la volteara para tenerla de frente. Ella decidió tomar aquel majestuoso miembro entre sus manos y darle placer al chico.

Él disfrutaba cada movimiento al extremo, se dejó llevar por las manos prodigiosas de Hani y sin siquiera poder evitarlo todo el líquido calló encima del pecho de su pecho, a lo que respondió con una sonrisa pícara acercándose a él y besándolo en los labios, terminando con un pequeño mordisco en su labio inferior. 

Se acabaron de duchar y se fueron a dormir, abrazados como recién casados.



En el salón de baile solo se encontraban Hani y el profesor Jeon, era hora de ensayos extras.

–¿Sabes? Creo que podrías llamarme Jungkook.

–No profe, creo que no sería adecuado –respondió seca y enfocándose en el baile.

–Cuando estamos solos no debería haber ningún problema –insistió el hombre.

–Bueno profe, está bien –susurró para ver si la dejaba en paz.

–A ver, prueba... –pidió con una ligera sonrisa que no pasó desapercibida por ella.

–Jungko... Jungkook.

Jeon se acercó al escuchar su nombre dicho tan tímidamente por la chica y preguntó con mirada intrigante– ¿Por qué crees que te obligo a estas clases? 

–¿No dijo usted que yo era demasiado mala?

–Tonta, ¿en serio te creíste eso?

Hani quedó un poco confundida, no sabía qué más podría ser.

–Solo quería pasar tiempo a solas contigo –dijo acercando su cuerpo al de ella, obligándola a reposarse en el espejo de la pared–. ¿No te diste cuenta que me gustaste desde que chocamos aquel día?

–Profe... Lo siento, pero esto no puede ser. Usted es un profesor y yo una estudiante. Ambos tendríamos problemas por esto –trató de usar la razón a modo de escudo, pero no funcionó.

–En estos momentos no me importa nada –respondió agarrando su cara y besándola a la fuerza, por mucho que trató de librarse, las enormes manos del profesor de danza no la dejaban moverse, simplemente esperó a que él se apartara para luego reclamar.

Al notar que ella no estaba mostrando resistencia, Jungkook lo tomó a modo de aprobación besándola aún más fuerte y con pasión, de modo que Hani ya no pudo soportar y por alguna razón inexplicable le siguió el beso. Cuando necesitaron aire, se separaron y allí fue cuando ella aprovechó para alejarse.

–Profe, esto nunca pasó, ¿vale? No lo intente de nuevo o tendré que reportarlo –dijo firme con esperanza de que Jungkook accediera, pero para su sorpresa él solo sonrió.

–No te preocupes, nena. Yo te voy a hacer mía sin necesidad de obligarte, vendrás solita porque sé que te gustó el beso.

Hani no sabía qué hacer, así que decidió pararse e irse. Salió súper indignada aunque un poco confusa. ¿Por qué respondió el beso? ¿Si a ella le gustaba Yoongi, como pudo...?– Ay, no seas tonta. Fue un simple desliz –dijo en voz baja tratando de darle una explicación a lo que acababa de ocurrir. 

Al llegar el horario de la salida se encontró con Jimin.

–¿Jiminie, quieres ir a mi casa hoy? Te invito a mi casa –dijo con una sonrisa buscando olvidar todo lo malo del día, pero para hacerlo debía desahogarse primero.

–¿Qué me vas a ofrecer? ¿Comida o bebida? ¿Porno? –bromeó.

–Ay, que pesado eres. Lo que tú quieras, menos porno –respondió cariñosamente tomándolo del brazo–. Vamos, que queda cerca. Ah, deja contarte algo, pero no se lo puedes decir a nadie, ¿ok?

–¡Ok! –Jimin amaba el chisme.

¿Qué creen que pase en casa de Hani y Yoongi?

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