El reporte de Heather
El reporte de Heather parte 1:
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Esa mañana nos divertíamos. Como siempre, nuestro espíritu de competencia aparecía en nosotros. Pero tenía que admitir que después de conocerlo, al menos con él, yo era muy buena perdedora.
Rompió su récord. Era el único que podía romper sus propias metas. Pero hey, yo tampoco iba tan mal. Y Fishlegs le hizo saber, cosa que lo frustró e inevitablemente reí.
—Dígamos que he estado experimentando con lo que come Stormfly y al parecer funciona y también te tiene muy enojado. —me burlé, claramente.
No pasó mucho para que llegara Snotlout y nos interrumpiera. Es decir, yo pensaba que estaba bien, mas no sabía que gracias a la información que él poseía, la atención de Hiccup hacia mí se esfumaría.
Sé que sueno egoísta todo el tiempo y pareciera que solo pienso en mí. Solo que, amaba tanto conversar con él, aunque fuera una discusión, un chiste, una anécdota; pero cada que podía oír su voz, mi día mejoraba notablemente. No lo entendía, pero me molestaba cuando dejábamos de hablar por mucho tiempo.
Nos llevó volando a la orilla de la playa. Su cara no representaba malas noticias y eso que nos llevaba con una persona que naufragó. Y eso era terrible.
—Solo recuerden, ¡yo lo vi primero —poseyó Snotlout y retiró lo que cubría esa pequeña barca —. Y que es mío.
Nos hizo una seña para que nos acercáramos y...
—Uy, ahora sí me gusta el barco. —comentó Tuffnut, coquetamente.
—Recuerde, yo me la quedaré.
— ¡Snotlout! ¡Es una persona! —lo regañé. Esa clase de cosas me indignaban mucho.
Hiccup la zangoloteó con suavidad y ella, mágicamente, despertó. Como cuando un príncipe besaba a su princesa, solo que algo más inocente que eso.
Al vernos, se asustó mucho. La muchacha tosió y nos pidió agua, ¡y los tontos se peleaban por que ella aceptara sus bebidas! Como si eso fuera un anillo o medallón de compromiso.
Finalmente, aceptó la del más patán de todos. Mala idea, chica. Yo no lo hubiera hecho.
La verdad, hasta ese momento, yo no sentía nada de repulsión por ella. Al contrario, yo también era mujer y la entendía perfectamente. Nos contó su historia y realmente estuve conmovida.
Y sí, no voy a negar que tanta amabilidad de Hiccup me generó mucha incomodidad. Pero, a fin de cuentas, él era así. Tenía la capacidad de realizar cosas que me disgustaban, pero encantaban, ambas al mismo tiempo.
Divisé un poco las cosas donde Heather naufragó. Sentí algo extraño en el pecho, pero me propuse continuar con mi día y trepé en Stormfly con mucho entusiasmo, recordándole a Hiccup nuestro entrenamiento de vuelos para patearle una vez más el trasero.
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Ahora estaba alimentando a mi pequeña Stormfly. Emociones sin iguales me invadían todo el cuerpo. Podría haber comprendido más a Hiccup, incluso haber sentido algo por él por mostrarme algo tan lindo, cosa que ya no pasa, por supuesto... Pero estas inmensas ganas de competir contra el mejor jinete de Berk nunca me abandonarían. Después de todo, somos Hofferson... la competencia impulsa la innovación.
En mi mente trazaba uno que otro plan respecto al vuelo de Stormfly, pero la chica naufraga estaba afuera. Al menos, eso creí ver. Y por supuesto, la seguí.
Comenzó a correr y le grité, pero hizo caso omiso. Ella se fue corriendo. Y en efecto, Heather...
Para nada me quedaría con esta inquietud.
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Los vi volando por la mañana. ¿Por qué todos estaban tan maravillados por ella? ¿Es que acaso tenía un concepto muy bajo de belleza al lado de Heather?
De todos modos, mi preocupación no era quién era más linda, sino por qué esa forma rara de escapar aquella noche. Temía que fuera algún enemigo y estos chicos como todos unos cabezas de carnero se encariñaran de ella y les rompiera su débil corazón tras enterarse que no es la quien decía ser.
—Parece que hay otra gallina en la casa del gallo.
Ruffnut y sus cizañas. ¡¿Qué no veía que ya estaba lo suficientemente estresada?!
—Así es, otro gallo en el gallinero —concordó Tuffnut —. Espera, ¿qué?
—Nada. Ella cree que estoy celosa, pero es algo coooompletameeente ridículo.
Y lo era. Por Thor, ni que Hiccup fuera taaaaaaan importante.
—Confía en mí, Tuffnut. Lo último que estoy es celosa.
Sí. Había molestia en mí. Pero estaba acompañada de algo más, una especie de... ¿señal de alerta?
— ¿Cómo están, clase? —saludó.
¡Maldito!
— ¡Ay! ¡Qué bueno que llegaste! —mencioné, irónica.
Hiccup, podías hacer lo que sea. ¡De verdad! Podías darte un besucón con la pelinegra. Pero a Astrid Hofferson NUNCA la dejan plantada.
Finalmente, él cabeza hueca recordó que tenía un maldito compromiso conmigo. Adivina, Haddock, ¡ya qué!
Y claro, Tuffnut entendió la metáfora del gallo y la gallina. Y yo estaba segura de mi punzada, así que cuestioné a Heather. Mentía. Mentía en todo.
Fishlegs le enseñó nuestro libro de dragones y ella lo quería observar. ¡Ni estando loca! Se lo arrebaté y me llevé a Hiccup muy lejos para decirle lo que sentía. ¡Pero malditos hombres! Nunca pueden confiar en lo que una fémina les dice.
Pero, se va a arrepentir, estoy segura.
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—Nadder Mortífero; espinas perforadoras, leal, poderoso... —leía la pelinegra.
—Inteligente y por supuesto, mortal —interrumpí, amenazadora —. ¿Qué crees que estás haciendo?
Llamé a Hiccup, con la esperanza de que él resolviera este conflicto y por fin creyera en mí. Pero agh, nunca confíen en los hombres. Nunca hacen lo que tienen que hacer y si lo hacen, lo hacen tarde.
Para nada indagó el porqué sus acciones. Fingió inocencia y él tan fácil la perdonó. ¡Hiccup! ¡Deja de ser tan incrédulo, por favor! Por supuesto me enojé y empecé a recriminar y confrontar lo que él no podía hacer.
Hasta que pude informarle a Haddock de su salida nocturna, logró hipnotizarlo con sus mentiras. ¡Qué desesperación! ¡Cómo es que son tan ciegos y no se dan cuenta que los está manipulando con su dulce y angelical rostro!
—Astrid. Basta. ¡Es suficiente!
— ¡Sí, Hiccup! Es suficiente.
Y me retiré. Ni modo, tengo que aceptar que esa chica era tan hermosa como para que ni siquiera a mí, ¡que soy su amiga y arriesgué tanto por él! Pudiera confiar en mí.
Estoy enojada. Aunque en estos instantes, moría de tristeza... sentía que mi palabra de amiga ya no valía por ser menos linda o simpática que Heather. Todo mi valor y credibilidad se fue, ¡solo por ser Astrid!
Mi hermanito jamás me haría esto... ¿Por qué fui tan estúpida al pensar que Hiccup era como Oliver? ¡Por Loki, no! Oliver sí hubiera creído en mí, yo... yo lo era todo para él. Y al parecer, nada para Hiccup.
Y olvídalo, Haddock. No lloraré por ti. ¡No sufriré por ti porque yo no soy como las demás! Yo soy una guerrera y no una fina damisela. Es más, púdrete, ¡si quieres!
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¡Sí! ¡Te atrapé! ¿Qué pretendías hacer con MI Stormfly?
—Agh. Te gusta sorprender a las personas, ¿verdad?
—Solo a las que se lo merecen ¡y no hagas tu cara de inocente! —la señalé. Esos trucos ya los sabía.
—Lo haría, pero eres muy lista para eso, Astrid.
Me quitó la confianza de Hiccup y quería quitarme a mi dragona... Quédate con el pescado parlanchín, pero con mi amiga ¡no te metas!
Maldita lealtad de Nadders tan mediocre.
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Ya saben, lo que Astrid mejor hace es regresar al bosque y desquitarse con cada pobre árbol que observe. Pero es que me sentía sola en este maldito mundo. Ni siquiera en mi propia dragona sentía que podía confiar. Y sí, entiendo. Es su instinto. De ella no me puedo quejar. Pero ah, bola de humanos ineptos, ¡buenos para nada!
Descubrí que ella divagaba en el bosque y absolutamente la seguí. Oh, gracias a los dioses por esta averiguación tan jugosa.
Corrí hasta donde Hiccup y abrí la puerta de un jalón. Lo pateé. Ya sé, qué romántico, ¿no? Muchas pueden criticar esa parte de mí... ¡Pues ahora menos lo trataría lindo!
— ¡¿Qué haces, Astrid?!
—Salvando nuestras vidas —respondí, tan segura —. Vi a Heather hablando con Salvaje. ¡Ella está trabajando con los marginados!
Y sí, su rostro lo decía todo. Para nada me creía, pero tenía como probarlo. O eso pensé.
Lo guíe hasta donde Heather dormía —osease, su cuarto— pensando que no estaría. ¡Pero no! Ahí estaba... Qué ágil.
—Astrid, ¿no crees que es posible que hayas visto otra cosa? Digo, está muy oscuro allá afuera.
— ¡Yo sé lo que vi, Hiccup! Esa niña no es quien tu crees que es...
— ¿Y quién es? —ladeó su ceja.
— ¡No lo sé! ¡Nadie sabe! —agaché mi cabeza. Estaba cansada de quedar como mentirosa o celosa —. Ella solo apareció, misteriosamente, en nuestra playa ¡¿no te parece extraño?!
— ¡No! Porque su barco fue atacado y toda su isla está sitiada.
—Lo único que está sitiado, ¡es tu cerebro! ¡No estás pensando claramente!
— ¿En serio? ¡¿Yo?! —se señaló. ¡Sí, tú!
— ¡Hiccup, los marginados podrían atacar en cualquier momento!
—Astrid, si una cosa sé es esto: Heather no está trabajando con los marginados.
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— ¡Se fue! —entré a su casa de golpe, con pánico.
— ¿Quién? ¿Heather?
— ¡No! ¡Stormfly! ¡La señorita inocente se robó mi dragón!
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—Heather, no puedo creer que haya hecho esto...
—Tú cerebro estaba sitiado. —mencionó Tuffnut, "sabiondo".
— ¿Sabes siquiera lo que significa?
— ¡Sí! ¡No! No es bueno, ¿cierto?
—No, no es nada bueno. —respondí, mirando con enojo a Hiccup.
—Astrid, yo... —inició Hiccup.
—Ahórrate lo que quieras decir. Me pides perdón cuando me devuelvas a mi dragón.
Me preocupaba no alcanzarlas, ya que Stormfly era demasiado veloz. Pero pudimos encontrarla a lo lejos.
— ¡¿Eso es pollo?! ¡¿Eso es lo que le has estado dando?!
— ¡¿En serio quieres hablar de eso ahora?!
Hiccup hizo unas cuantas maniobras y logré trepar en Stormfly, atrás de ella. ¡La tipa era fuerte y ágil! ¡Qué debilidad podía tener! ¡Era el mismísimo Loki!
Ahí lo tienes, Hiccup... por no confiar en mí. Y no, perder el libro para nada me alegraba.
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CHAVAS, TENGO UNA DUDA. SI EDITO ESTA PARTE, LES LLEGA NOTIFICACIÓN?
Es que no pretendo ocupar un apartado para escribir la segunda parte. Lo voy a escribir aquí mismo, pero me da miedo que no les llegue :'v lo hago porque pues acabé esta parte y por si no alcanzo a completar para mañana el cap, pues que ya tengan un avance :'c
Perdonen si hice a Astrid bien fiera pero pinche Hipololo me caga en este capítulo machín xd no lo amo para nada en ambas partes y hasta me dan ganas de que astrid lo mande directito alv jijijiji.
DIGAN MÁS CAPÍTULOS O ME QUEDARÉ CON LOS QUE YA TENGO PLANEADOS. HABLEN AHORA O CALLEN PARA SIEMPRE xdxdxd
DESLIZA MÁS ABAJO.
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El reporte de Heather parte 2:
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—Puedes escaparte de la cárcel cuantas veces quieras. Pero no podrás escaparte de la isla.
Quemé el bote donde ella se subiría e inmediatamente la llevé al calabozo de Berk, donde la encerré sin piedad.
— ¡Astrid! ¡Tengo que volver a la isla de los marginados!
—Sí, apuesto que sí. —afirmé, con ironía.
— ¡Es que no entiendes! ¡Alvin tiene a mis padres!
—Ah, ¿sí? ¿Y qué les pasó a los piratas?
Heather dio un suspiro y comenzó a relatarme su verdad. Justificó todo diciendo que necesitaba que creyéramos en ella. No lo hacíamos, ya no.
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Los jinetes ahora entrenaban. Todos esperábamos a que Alvin y su gente llegara de pronto. Lo estaban haciendo bien, pero no lo suficiente. Snotlout descoordinada y enfurecía cada que corregía sus pasos.
Al parecer, todos estaban muy presionados. Hookfang estaba muy ansioso y eso me distraía a mí y a todo el equipo.
—El combate es muy bueno. Pero Alvin no nos dará tan fácil el libro. —comentó Fishlegs, temeroso.
—Tal vez a nosotros no, pero a Heather sí. —mencioné, con astucia.
—Creo que Astrid ha estado comiendo mucha hierba de dragón. —le susurró a Hiccup, pensando que yo no lo había escuchado.
Por supuesto, lo golpeé.
Ambos estaban incrédulos ante mi idea de "liberar a Heather" y Fishlegs volvió con su mentada hierba de dragón. ¿Es que aquí todos disfrutaban ser golpeados?
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Al salir con mi nuevo cabello teñido de negro y esta ropa tan extraña que yo no frecuentaba, los gemelos corrieron hasta mí y me tumbaron al piso, pensando que de verdad era Heather.
Coloqué mis puños gemelos en sus rostros gemelos y los saqué a volar. ¡Qué no habían escuchado mi plan!
Enseguida escuché como Fishlegs suspiraba y Snotlout chiflaba. En cuanto Hiccup, solo mantenía una sonrisa y los ojos fijamente en mí. Bueno, ¿tenía que ser pelinegra para verme bonita? ¿Qué tenía de malo ser rubia?
Ahora, me tocaba a mí ejecutar la parte más peligrosa del plan y subirme a esa barca que me llevaría hasta la isla de los marginados. Hiccup me siguió y me preguntó si estaba segura, a lo cual, respondí con un no. Y era verdad, era convincente, pero no sé si lo suficiente.
—Te estaremos cuidando desde el aire. —me aseguró él.
—No necesito que me cuiden. —confirmé.
—Solo por si acaso... Me sentiré mucho mejor.
Y, no estuve ahí para verme, pero estoy segura de que sonreí como estúpida. Les di las últimas indicaciones.
Odiaba sentir esas cosquillas en el estómago al ver cómo se preocupaba por mí. Por todos los dioses, aquí estoy siendo una tonta, siendo totalmente leal a él. ¿En qué momento se disculpó conmigo? Es que, ¿ya se había olvidado cómo me trató cuando estaba Heather ahí?
No podía ser el plato de segunda mesa... ¡Él estaba tan maravillado con ella! y ahora que descubrió que no era quien aparentaba, me busca y apoya a mí... y sí, es todo lo que quiero. Es lo que más deseo, tener toda su atención. Pero no así... no a base de la desconfianza, de haberme llamado paranoica, de haber sido la mala de esa historia.
¡Maldito cosquilleo! Desaparece... tienes cosas más importantes que hacer, Astrid. Debes concentrarte, seguir. Él no puede ser todo para ti.
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Ya me aproximaba a la isla. Y he de decir que esta de noche tenía un aspecto sumamente macabro. Nunca en mi vida había sentido tanto miedo, pero vamos, soy una Hofferson...
Uno de los aliados de Alvin se me acercó y me recibió. Me dijo que pensaron que me habían atrapado, pero yo mentí y les dije que lo hicieron y escapé.
El muy maldito de Savaje había dado la orden de que me ejecutaran, bueno a Heather que soy yo... ustedes me entienden.
— ¡Me necesitan! Te lo probaré. He aprendido, he visto absolutamente todo. Ese libro sirve si sabes cómo usarlo...
Me llevaron hasta Alvin y traté de convencerlo de lo mismo que le dije a Salvaje, pero este era mucho más testarudo que el otro. Insistía en que el libro era bastante claro.
Yo no mentí. El libro parecía claro, pero alguien que no trata con amor a los dragones jamás sabría descifrar el contenido de él y pensaría a lo bestia.
Yo conocía a mis enemigos, y retándolo era la única manera en la que comprobaría que yo no estaba mintiendo.
Puso a uno de sus conejillos de indias y este solo estaba leyendo las letras del libro. De verdad eran idiotas estos tipos, no sabían absolutamente nada y rápidamente el cebo de Alvin fue atacado, pero yo, Astrid, demostraría que Heather había aprendido cosas tan brillantes en su estadía en Berk que los dejaría anonadados.
—Lo ves. El libro no lo es todo. —confirmé a Alvin.
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A la mañana siguiente, me enviaron a la arena de entrenamiento de dragones y esa sería mi oportunidad de recuperar ese dichoso libro.
Alvin dudó en cederlo, pero lo pude convencer. En mi mente imploraba que me hubieran encerrado con un Nadder, ya que, mi compañera era de esta misma raza y yo conocía al pie de la letra todos sus ataques, sus sentimientos, habilidades y pasiones. Pero ¡maldita sea! No pudieron darme algo peor que este mentado incendia todo.
Pesadilla Monstruosa... recuerda, Astrid, solo los mejores vikingos entraban en batalla con él y tenían la costumbre de incendiarlo todo.
Por primera vez en mi vida, quería que Snotlout estuviera aquí. Este dragón era muy obstinado y rebelde. Entonces, recordé que Snotlout ponía sus cuernos al piso y de esta manera lograba calmar el temperamento de este caluroso dragón.
De hecho, era bastante rudo con él. Era un lazo muy excepcional el de ambos, pues parecía que todo el tiempo estaban peleando, pero se cuidaban la espalda unos a otros.
Y lo logré. Al someterlo al suelo, el dragón se tranquilizó. E inmediatamente conectó conmigo.
Yo estaba por irme, pero entonces Alvin sacó a los padres de Heather intentando convencerme de que no me fuera. Demonios, era verdad.
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Alvin me había entregado a los padres de Heather y yo tendría que entregarle el libro, pero encendí al Pesadilla Monstruosa y lo tiré lejos.
No fui tan rápida. Todo mi plan se arruinó. Me tomó por el cabello y eso era mi perdición, pues el tinte quedó en sus manos.
Me obligó a llevarlos hacia Hiccup y esperaba que esta vez sí confiara en mí y pudiera leer mis pensamientos como antes.
Los marginados tomaron control sobre nosotros y logró debilitar a la mitad del equipo. Eran muchos, casi imposibles de vencer. Pero un graznido que reconocí se hizo presente, y pude ver cómo Heather y Stormfly estaban por los cielos, ayudándonos.
—Lamento no haber creído lo de tus padres. —me disculpé.
—Yo tampoco me hubiera creído. —mencionó, con pena.
Empezaba a creer en esta chica.
— ¡Vamos por tus padres! —Subí en Stormfly y volé.
Entre toda esta violenta pelea que cada vez se complicaba más, pero ahora con la unión de todos la podías sacar adelante.
No tuve noción cuando pasó, pero dispararon y yo caí a la par de Alvin, quien me agarró por mi ropa y corrió hasta dejarme cerca de un acantilado. Ahora yo era su cebo. ¡Cómo odiaba no poder hacer más!
Hiccup estaba por disparar, pero me di cuenta de que mi amiguito Pesadilla Monstruosa no me abandonó. Él mismo me salvó y tumbó a Alvin, a quien se le resbaló el libro de las manos y yo pude tomarlo. ¡Síííí! ¡Tenemos el libro!
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Heather ahora nos agradecía por haberla ayudado. Ahora, toda el aura negativa que sentía en ella desvaneció. Y yo solo veía a alguien que era completamente igual que yo: una chica.
Se lanzó a abrazarme y yo me extrañé. Mi Hofferson interno me dijo que no respondiera ese abrazo, pero la Astrid me impulsó a hacerlo... y este abrazo me hizo sentir como si... como si una pequeña amistad hubiese florecido.
Y desde que los dragones llegaron a Berk... hemos aprendido a esperar lo inesperado. Pero, de vez en cuando, algo o alguien viene y nos sorprende. Y cuando eso pasa es, como si odiaras verlos irse.
Al fin, el enojo había desaparecido. Éramos Hiccup, Snotlout y yo... despidiéndonos de alguien que en un principio erró, pero era un ser humano como nosotros y era su derecho a equivocarse.
Aquí finalizó nuestro enfado, pero ¿volvimos al amor?
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Okay, ya la otra parte era menos romántica xd voy a procurar elegir mejor los capítulos porque quiero que esto quede cursi a morir y sin poner relleno. Pero bueno, era necesario terminar con el reporte de Heather. Espero esto les llegue de actualización osino ya vali kk xd
Neta perdón que no sea tanto romance :'v
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