Nadie tomaba aquel accidente como algo vergonzoso mas que Adrien y Nathanaël pues habían quedado como unos pervertidos enfrente de todos.

El rubio como segundo intento por acercarse a su compañero decidió hablarle en el receso cuando Nathanaël estuviera solo mientras coloreaba y tiraba bolas de papel tirando sus malos dibujos.

— Hola Nath.

Nathanaël dejo su dibujo de lado y miro al rubio esperando otro "insulto"

— ¿Que quieres?

— Yo... Quería hablar contigo... —Adrien comenzó a ponerse nervioso.

—... Te escucho.

— Ummm... Yo... ¿Hola?

Nathanaël rodó los ojos y se agacho a recoger las bolas de papel para ya irse de ahí y buscar otro lugar.

Cuando estaba apunto de levantarse su cabello se había enredado en la cremallera del rubio.

—¡A-Auch! — Chillo Nathanaël.

— ¡Oh, por Dios, no te muevas! — Asustado trato de alejarlo jalando su pelo pero eso lastimaba mas a su compañero.

— ¡M-Me duele!

Dejando la escena a la imaginación.

Justo en ese momento todos los demás entraron al aula y contemplaron la escena.

Adrien los miro con una sonrisa nerviosa y Nathanaël suspiro pesadamente.

— Yo te ayudo, Nath. — Hablo entre dientes Marinette mientras se acercaba con unas tijeras y cortaba un gran mechón de pelo del pelirrojo provocando que se asustara al igual que Adrien.

— ¡N-No tenias por que! — Grito asustado el rubio al no saber como ayudar a Nathanaël quien tenia los ojos como platos. — De-Deja te ayudo.

Pero fue detenido por el menor.

— Adrien,solo no te acerques a mi. - tomo sus cosas y se fue.

De nuevo.