➸❛Yo no se mañana❜
❛—¿Que es el dolor para ti?❜
❛—No ganar el oro.❜
Eso hubiera contestado a los ocho años. Pero ahora podia definir el dolor como vivir siendo otra persona para agradarle a los demás eso era dolor para mí. Por años oculté quién era yo por culpa de mi padre, siempre me destrozaba a mí mismo para conseguir algo que yo no podía alcanzar, los estándares de mi padre, deje de amar el patinaje y comence a aborrecerlo pero cuando escape a Praga y me refugie con mi abuela, ella me mostró una etapa distinta de mi. Comence a romper los estándares del patinaje, usando trajes brillantes junto a canciones pop y con piedras de plástico en mis pómulos salía a presentar mi patinaje, buscando innovar el patinaje y quebrar las reglas pero el día en que se me ocurrió hacer un back-flip aterrizado en un sólo pie, fue mi perdición y de nueva cuenta odié patinar. La prensa me asfixiaba además de que en ese mismo campeonato europeo gane la plata y Seung el oro todo porque el sí encajaba y yo no, recuerdo que me quité la medalla de plata cuando subí al podio, la prensa me atacó tanto por mi vestuario como por mi actitud en el podio, pero ellos no sabían lo mucho que me había esforzado. Después de aquello me tomé un año libre de las competencias ya que queria que las aguas se calmarán y después regrese con un estilo diferente, uno que si encajaba pero al final no era yo. Pero, ahora ya estaba en un cuarto de hotel, con los minutos contados para irme y sinceramente, no estaba listo.
Me miraba en el espejo del baño y reeconsideraba mi propia decisión sobre regresar a mi patinaje, a mi estilo. Tenía las miradas en mi tanto de la prensa como la de mi padre, sabía que iría a verme competir y no estaría contento con mi decisión, para nada contento. Me mordí el labio al no saber que hacer, estaba en debate sobre ser o no yo mismo, si mantenerme en los esquemas de la competencia o romper estos y sobre todo, si presentar mi back-flip o no. Mi mente era todo un lío.
—¡Emil!
Escuche la voz de Mickey fuera de mi cuarto así que salí del baño y abrí la puerta. Usaba su sudadera de Italia junto a un pantalón negro, estaba seguro que usaba el traje de color morado que usó aquel día en la competencia. Entro a mi cuarto y se sentó en la cama, cerré la puerta y me senté a su lado.
—¿Y como están?—pregunto Michele, mientras señalaba mis patines haciendo referencia a los demás patinadores, que previamente habia hablado con todos—, ya sabes, me preocupa como estén ahora.
—Están nerviosos, pero creo que poco a poco se les va quitando.—le dije, mirando al piso con una sonrisa—, incluso Seung Gil.
—¿Sabes? Extraño esos momentos de amigos con Sara, Leo incluso con Seung...—confesó mi amado mientras miraba la pared—, y aún más extraño los momentos junto a ti y Candelaria. Pero me alegra saber que poco a poco continúan y siguen adelante, pero...¿Que hay de ti?
—He estado bien.—murmure mientras miraba a Mickey, con una sonrisa—, mucho esfuerzo y-
—No me refiero a eso y lo sabes....
Claro que se a que se refiere pero no lo quiero admitir. Mi cuerpo comenzó a temblar mientras el nudo en mi garganta se formaba, mis ojos se cristalizaron pero aún así sonreía.
—Ya veo...—Mickey seguía mirando la pared, pero con una sonrisa en sus labios—, no puedes aferrarte al pasado por siempre, Emil y por más que duela, a veces debes dejarlo ir. Incluso si es la cosa que más amas en el mundo.
Sabia que esas palabras las decía por Sara, se que Michele no es capaz de amar a otra persona que no sea su hermana o el patinaje, se que Michele no es capaz de dejar ir a la persona que creció junto con él y lo amo con todo su corazón pero sobre todo, se que Michele no es capaz de fijarse en otra persona que no sea su hermana. Ya habia pasado tiempo desde que decidieron irse por su lado pero aún Michele no lo aceptaba, estaba igual que yo con Candelaria, que no la puedo olvidar porque fue y será un pilar importante en mi vida.
—Pero....—Mickey me miró con sorpresa—, ¡No quiero!
—¡No quiero que pase la misma cosa una y otra vez!—dije, con lágrimas amenazando con salir de mis ojos—, ¡No quiero perder a alguien que amo, de nuevo!
Recorde la llamada de Candelaria, me había llamado una hora antes de que ella se quitara la vida y me pidió que la fuera a visitar a su cuarto y lo hice. Platicamos un rato cuando me confesó que habia tomado una gran cantidad de fármacos y no le quedaba mucho tiempo, comenzó a decirme tantas cosas que me partieron el corazón. Escuche su último suspiro y sentí como su cuerpo se desvanecía entre mis brazos, aún la extrañaba.
—¡No puedo perder a alguien que amo, de nuevo!—las lágrimas salieron de mis ojos y no las retuve, sólo dejé que fluyeran—, Yo...no quiero estar solo...de nuevo.
—Pero nunca estuviste solo...—Mickey mostró una sonrisa—, Candelaria siempre estuvo contigo, en las buenas y en las malas, ella te acompaño a todos sitios aunque no la veas y no fue él único. Y por más sólo crees que estés, nunca lo estarás.
La mano morena de Michele se puso en mi mejilla, limpiando algunas lagrimas con sus pulgares. Tenía una sonrisa sincera, de esas que te llenan de esperanzas cuando crees que no hay.
—Emil, eres y siempre serás ese pequeño niño al que siempre debemos de cuidar.—Mickey suspiro un poco.
Mis lágrimas seguían fluyendo y a la mente me vino el recuerdo de como fui a los brazos de Michele después de la muerte de Candelaria. Parecía un niño buscando el consuelo de su madre, pero yo buscaba unos brazos y un calor que me protegiera.
❛—¡Candelaria se fue!¡No quiero que tu también te vayas Michele!¡No quiero estar solo!❜
—Esta bien, Emil.
Mire a Michele y a su lado mire a Candelaria, se me hacían tan parecidos en todo aspecto. Ambos me protegieron a su manera, me consolaron y jamás me dejaron solo, incluso sus facciones delicadas y lo profundo de su voz me eran tan similares, uno tenía un calor de amor con ternura y otro un calor de protección con amor. Me fue inevitable no ver tanto los ojos violáceo de Michele como los ojos castaños de Candelaria y sus voces se escucharon mezcladas ante mis oídos.
❛—Nunca te abandonaré❜
—¿Lo prometes?
Sentí como Michele me abrazaba con fuerza y como Candelaria se ponía atrás de mi, abrazandome. Sentí el calor de ambos, un calor especial que me hacía sentir seguro de todo pero también amado, los dos eran pilares que mantenían mi templo y ahora, aunque uno ya no esté físicamente ahí sigue, ayudando a mantener el templo equilibrado.
❛—Lo prometo.❜
Ahora estaba ahí, a minutos de salir a la pista de hielo. La división femenina ya habia acabado y ahora tocaba la masculina, pero para mí suerte era yo quien cerraba la división masculina así que tenía tiempo para pensar. Georgi estaba conmigo y retocando los brillos de mi cara pues estos se habían caído debido a las lágrimas que solté hace unas horas.
—Emil, tranquilízate un poco.—me pidió Georgi mientras daba un golpecito a la brocha para quitar los excesos de brillo dorado—, lo harás bien y no debes de estresarte antes de tiempo.
—Dios Georgi, Viktor puso la vara alta con un puntaje de 89 es mucho.—comenté comenzando a jugar con mis dedos—, no se que pase conmigo, ¿Y si fracaso?
—¿Y si dejas de subestimarte y pensar en el futuro?—Georgi comenzó a poner brillo dorado en mi lagrimal—, deja de pensar tanto en el futuro Emil, porque no gozas tu presente. ¡Es el turno de Michele!
Gire mi silla para ver a la pequeña televisión donde se veía a Michele, cuando bajó el cierre de su sudadera reveló el traje morado que usó en una competencia, entró a la pista y se puso en la barda donde abrazó a Sara además de que hicieron un intercambio de palabras antes de que Michele se alejara de la barda y fuera presentando. Toque con una mano mi pecho mientras que Georgi seguía acabando de retocar mis brillos de la mejilla.
Su coreografía me dejó mudo en su totalidad, sus elementos técnicos eran difíciles pero de gran puntaje, sólo podia ver como el puntaje técnico subía cada vez más y se preparó para dar el salto firma de Sara que era un Triple Luzt-Triple Loop y finalizó la coreografía con una hermosa sonrisa además de que le lanzaron rosas que las niñas recogían y le entregaban a Mickey. Como era común los comentaristas decían su opinión del programa mientras pasaba en cámara lenta algunas partes.
—Fue un buen programa de parte del italiano, sin duda puede superar la marca de Viktor pero es cosa de los jueces.
Claro que fue un gran programa y casi sin errores, pronto pasaron al Kiss & Cry donde estaba sentada Sara junto a la entrenadora de los hermanos. Michele jugaba con el anillo que le regalé mientras esperaba su puntaje, cuando la voz de una mujer se escuchó por el megáfono y reveló la puntuación hasta a Georgi se le cayó la brocha con diamantina.
Un puntaje de 93 puntos, superando a Viktor...
—Estoy seguro de que esto no saldrá Georgi.—conteste con nerviosismo mientras me miraba al espejo del cuarto, dándome cuenta de que el ruso negó con la cabeza y recogía la brocha—, son 93 puntos.
—No pierdes nada con salir afuera a demostrar de lo que estás hecho,—mire como guardaba la brocha en una caja metálica además de que guardaba el maquillaje en una mochila—, sólo ve ahí y callale la boca a todos los que piensan que no lo vas a lograr.
—Emil...—mi abuela abrió la puerta del cuarto—, es hora hijo.
Mire a Georgi y este me sonrió. Me levanté de la silla, apreté mis agujetas y salí de ahí, dispuesto a mostrar que ya no iba a ver más cosas aburridas si no estrambóticas. Cuando estuve en el ojo de todos mire a mi padre que sólo me miraba frío mientras que los hermanos Crispino estaban en las gradas, en primera fila. Baje el cierre de mi chamarra y me la retire, revelando el traje llamativo que usaba; mi padre tenia una mueca de desaprobación pero no me importo, me quite las guardas y se las entregue a mi abuela. Cuando entre al hielo me fui a la barda y admire como mi abuela ponía una foto de Candelaria en un marco de madera. Entrelaze mis manos con las de mi abuela.
—Recuerda hijo, da lo mejor de ti pero disfrútalo.—me dijo, mientras yo asentí con la cabeza—, ignora a los demás, no pienses en nadie más que en ti, tu puedes.
Asentí con la cabeza antes de soltar las manos de mi abuela y tomar impulso para patinar por toda la pista, saludando a la gente. Cuando dijeron mi nombre escuché como aplaudían las personas y mire para las gradas notando que los hermanos desenrollaron una bandera Checa. Y ahí estaban ellos una vez más, apoyándome. Finalmente me puse en el centro de la pista y cerré mis ojos.
La música inundó el lugar y yo comencé mi coreografía. Era una pieza clásica del tango pero con lírica así que fue una ruptura de esquema. Me deslizaba en el hielo mientras que mi mente recordaba cada una de las cosas que viví los últimos dos años de mi vida y me reí de los cambios tan drásticos de mi vida, si me hubieran dicho que todo se iría al diablo el mismo día que Michele me besó después de su borrachera en la discoteca me hubiera reído ante semejante tontería pero ahora no sólo me besó si no que tambien pasaron muchas cosas entre el y yo, cosas que la prensa se encargó de difundir.
Primer salto, clavado.
También si me hubieran dicho que regresaría a Las Vegas me hubiera reído pues juré jamás pisar de nuevo aquella ciudad pero ahora, aquí estaba, presentando un programa que más que saltos eran otros elementos pues la sorpresa vendría con mi back-flip. Jamás pensé regresar aquí, podia irme a todos lados del mundo menos aquí porque me traía muchos recuerdos no tan agradables como el maltrato de mi padre o el suicidio de mi madre, eran recuerdos que aún siendo una persona adulta me daba terror recordarlos o soñarlos. No había noche en donde soñaba el cuerpo de mi madre columpiarse del techo, era tan escalofriante recordarlo.
Pero ahora, sentía que eso ya no importaba, que nada de lo que viví en mi infancia importaba porque eso ya no me podía lastimar. Antes soñaba con el cuerpo de mi madre columpiandose ahora soñaba con el cuerpo de Michele con mis marcas de propiedad, antes soñaba con los gritos furiosos de mi padre ahora soñaba con los gritos animados de mis amigos y antes soñaba con un Ángel que me cuidaba pero ahora sueño con Candelaria en una nube, cuidándome desde arriba. El tiempo pasa rápido, el tiempo cambia, uno cambia.
Segundo salto, clavado.
Ahora, el mundo del patinaje repudiaba mi estilo de patinaje pues no usaba trajes elegantes si no trajes llamativos, lo repudiaban porque usaba música de Lady Gaga en vez de piezas clásicas pero lo repudiaban por no ser como ellos pensaban. Pero ahora, no tengo miedo de mostrarles que no soy uno más del montón y me preparé para mi salto.
Back-flip, perfectamente aterrizado y en un pie.
No escuche las porras de nadie lo único que escuchaba era la música pero eso sólo me hizo sonreír ampliamente, los dejé mudos porque sabían que esperaban un programa para nada mi estilo pero pues no, esos tiempos se acabaron, los tiempos en que era otro tipo. Ahora era tiempo de ser yo, verdaderamente yo.
Segui mi programa realizando los últimos elementos técnicos hasta que finalmente acabe. Espere un momento a recuperar el aire y fue ahí donde escuché los aplausos junto a algunos gritos, les habia gustado mi programa. Sonrei mientras recogía algunas rosas que tiraron y hice una reverencia a la gente.
Después de todo ese show ahora estaba en el Kiss & Cry junto a mi abuela. Estaba nerviso pues sabía que a los jueces no les agrado que hiciera mi salto pero mientras no sacara menos de 80 todo estaba bien para mi. Finalmente escuché la voz de la mujer que anunciaba mis resultados a la vez que estos aparecían en la pantalla, cuando lo miré casi me daba un infarto.
—95 puntos...—murmure impactado mientras mi abuela me abrazaba con entusiasmo—, ¡95 puntos!
—¡Emil!
Los hermanos Crispino se acercaron a mi corriendo y se me abalanzaron. Sara me felicitó mientras me abrazaba con fuerza pero por otro lado Mickey se acercó a mis labios, uniéndonos en un beso que estoy seguro todos admiraron pero ahora ya no sentía miedo de nada.
Porque si pude revelar quien soy en verdad, también puedo revelar a quien amo en realidad. Una persona llamada Michele Crispino.
¡Hola aquí A.A!
Headcanon: Emil suele pensar que Candelaria lo cuidó cuando no estaba Michele y que Michele está ahora porque Candelaria no está con él.
¡Video para que se den idea de la coreografía de Emil!
¡Chicos ya estamos a dos capítulos de finalizar esta historia! Ya estamos a nada de acabarla así que pues bueno, espero la estén disfrutando.
Por cierto, yo solita voy a hacerme autospam. Próximamente se vendrá una historia también de esta pareja así que esperenla
¡Los quiero, no salgan de sus casas!
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