➸❛Te amo y más❜
Decir que estaba nervioso era poco, porque me estaba muriendo. Hoy presentabamos nuestro programa largo y yo ya lo tenia listo pero mi cuerpo decidió hacerme una jugarreta pues durante mi calentamiento un día previo a la última etapa de la Grand Prix, pues aterrize mal un salto causando que me lastimara el tobillo pero estaba bien, nada que no me permitiría patinar. Pero aún así no sabía lo que me podía deparar si la herida se profundiza más debido al esfuerzo pero el que no arriesga no gana nada y lo sabía más que nadie. Habia ganado el oro en el Skate América, la plata en el Skate Canada, bronce en el Trofeo Èric Bompard y plata tanto en la Copa de China y Copa de Rusia y para sellar el oro en el Trofeo NHK. Ahora era la final de la Grand Prix, en Turín, Italia esperando mi turno para el programa largo.
La lista del programa masculino estaba Viktor, después estaba Michele y por último yo siendo el que la lideraba. Sara había sido eliminada en la Copa China debido a que tuvo una lesión en la pierna, por eso ahora ella estaba conmigo en aquel cuarto, haciendo el trabajo de Georgi quién estaba arreglando a Leo para su presentación. Desde el día del Skate America el mundo miró de lo estaba fabricado y como iba por ahí con mi amado sin preocuparnos si nos veían ademas de que también se descubrió que Sara tenía una relación con Seung Gil aunque ya todos se lo esperaban la verdad.
—Emil, ¿estas seguro de esto?—pregunto Sara pegando las piedras de plástico de diferentes azules en mis pómulos—, te puedes causar una herida más profunda si decides ejecutar tus saltos.
—Estoy seguro preciosa, iré a patinar así...—comente—, además, no es la primera vez que patino con una herida en la pierna o con una potencial, estaré bien.
Sara no se convencía de mí decisión pero no dijo nada y procedió a poner sombra abrillantada azul oscuro en mi lagrimal. En la pequeña tele se reproducía el programa de Jean y tenia que admitir que la pelea por entrar al podio era brutal pues todos lo hacían bien y con elementos técnicos difíciles así que era más motivo para presentar lo que hasta la fecha a sido mi programa más difícil por la combinación de back-flip con triple salchow pero estaba seguro de que lo lograría además no tenia muchos saltos pero si otros elementos técnicos. Aun así me preocupaba que la herida me causara molestias a la hora de tener que patinar pues no queria otro accidente más en mi lista para ser sincero.
Cuando Sara acabó de arreglarme me paso una venda larga, me quité el patín y me enredé la venda desde la planta del pie hasta por encima del tobillo, apretandola lo más que podía. Sentí la mano de alguien tocar mi hombro así que al levantar la vista miré la sonrisa de Sara diciéndome que todo estaría bien y se fue del cuarto, cerrando la puerta a sus espaldas, dejándome solo. Cuando acabe de vendarme el pie lastimado me coloque mi patín, ajustando bien las agujetas.
No creo que salga mal esto.
—Emil, estas a tiempo de retractarte cariño.
Mi turno para salir ya había llegado y estaba en la barda con Mickey, Sara y la foto de Candelaria pues mi abuela estaba en las gradas junto a mi padre. Michele me pedía que cambiara los saltos para evitar lastimarme pero el puntaje de Mickey fue demasido alto pues fue de 283 puntos así que tenia que alcanzarlo para ganar ese oro. Le di un abrazo a Sara, acaricié la foto de Candelaria y por último le di un corto beso a Michele antes de deslizarme por la pista mientras me presentaban.
—Representando a República Checa, Emil Nekola.
Me puse en el centro de la pista y espere a que la musica sonara y cuando lo hice comence mi danza dejándome llevar por el ritmo.
Antes patinaba no por gusto si no por obligación de mi padre, no era capaz de amar lo que yo mismo creaba, al contrario lo detestaba con todo mi corazón pues no podía disfrutar el patinaje como debía de hacerlo siempre concentrandome en hacerlo perfecto y sin ningún error de cualquier tipo pues sabría que si algo salía mal, por cualquier cosa, me esperaría un castigo al llegar a casa y no podía llorar mientras alguien me abrazaba porque nadie sabía lo que me pasaba y no queria decirlo por temor a que mi padre me aumentara el castigo. Siempre decía que estaba bien y que no tenía tiempo de hablar, siempre me decía que no pasaba nada malo y que sólo me estaba enseñando disciplina mi padre, nada más que eso.
Combinación de spin, lograda.
Pero después llegó la primera luz de mi vida, Candelaria de la Iglesia. Ella junto a su hermano me ayudaron a escapar de Las Vegas a Praga siendo ella la que me acompañó hasta la puerta de la casa de mi abuela, Candelaria por años fue el soporte de mi vida y con ella obtuve muchos logros tanto en pareja como individual, fue la tercer mujer que amé en mi vida después de mi madre y abuela, claro, pero fue la primer mujer que amaba hasta que decidimos separarnos y cada quien por su rumbo siendo ella la que se iba a Las Vegas y yo quedándome en Praga. Cuando reapareció en mi vida me llevé mucha alegría de volver a verla aún con la herida que yo le causé, pero a su fallecimiento me dejó nuevamente solo. Pero jamás olvidaré que con ella hice muchas cosas en mi vida tanto buenas como malas, se llevó la mayoría de mis primeras veces.
Primer salto, clavado.
Pero también vino otra luz a mi vida, Sara Crispino. Con ella aprendí muchas cosas además de que con ella fue la primera vez que me emborrache y me dejé llevar en alguna fiesta. Me acompaño en muchas etapas de mi vida y jamás se alejó de mí cuando pasó lo del campeonato europeo del 2014 al contrario se tomó un descanso para asegurarse de que yo estuviera bien, me llevo a Italia para que conociera lugares hermosos y me olvidara de lo que la prensa decía de mi. Sara fue la primer persona que logra impresionarme en el surf pues domina las olas como domina el hielo, mantiene aquella elegancia que la caracteriza. De Italia a Las Vegas me llevo, pero siempre tendiendome la mano para evitar que volviera a caer en aquel abismo oscuro.
Y finalmente llegó Mickey a mi vida. Él fue mi luz en todo momento y uno de los motivos porque seguía en el patinaje artístico, siempre alumbró mi sendero aunque él no se diera cuenta de ello, pero lo hacia en compañía de su hermana. Él fue mi segundo amor y el más poderoso, se llevo mi primer beso, mi primera vez, mi primer escape a una playa entre más cosas. No tenia miedo de gritar cuanto lo amaba y cuanto lo deseé en mi vida, aunque la prensa se encargara de decir la naturaleza de nuestra relación eso me sirvió más para reforzar mi relación con Mickey, apoyándonos en las competencias y fuera de estas, demostrándole al mundo nuestro amor sin algún miedo pues al final era tan natural como una relación heterosexual.
Y ahí estaba yo, patinando no porque me obligaran si no porque queria, amando lo que yo mismo cree además de no concentrarme en la perfección si no en disfrutarlo pero algo cambio pues antes no patinaba por nada pero ahora patino por una mujer que se llevó los primeros años de mi vida, por otra mujer que me mostró las maravillas del mundo y a como no morir por tomar alcohol y por el hombre que más amo en mi vida. Me preparé para mi salto en combinación, y no lo dude cuando me puse de espaldas.
Back-flip en combinación de triple salchow, logrado.
Pero al aterrizar la combinación pasó lo que temía, sentí una punzada horrible en mi tobillo pero no tenía tiempo de quejarme. Segui mi programa como se tenia previsto aún con el dolor de mi tobillo, estaba en las finales y no podía darme el lujo de fallar, no ahora.
Por mi hermosa madre que me ve desde arriba..
Por mi amada Candelaria...
Por mi preciosa amiga Sara..
Y por mi amado italiano, Mickey.
No podía fallar.
No les podía fallar.
Finalizó mi programa libre y estaba en el sofá donde esperaba mi puntuación y la que decide si gano medalla o no. La voz de una mujer se escuchó en los megáfonos diciendo mi puntuación tanto de mi programa corto como el libre. Entrelaze mis manos con las manos de los hermanos Crispino pues no podia afrontar mi puntuación yo solo.
—La puntuación combinada del patinador Emil Nekola da un total de....—hubo una pausa que para mi duro años—, 298.00 puntos, consiguiendo el oro.
Mi boca se abrió ampliamente al ver mi puntuación, sólo por dos puntos no llegué a los trescientos pero de que me llevé el oro me lo llevé. Comence a reírme mientras abrazaba a los hermanos con fuerza diciéndoles cuánto los queria, duramos unos minutos así hasta que abandonamos el Kiss & Cry y con ayuda de unas muletas me fui a detrás de bambalinas, por así decirlo.
Sara me abrió la puerta del cuarto y cuando logré entrar cerró la puerta. Como pude me senté en la silla que estaba en el espejo y dejé las muletas a un lado, me las habían brindado cuando les mencioné que no podia apoyar mi pie sin caerme así que tendría que presentarme a la ceremonia de medallas con mis muletas. Cerré mis ojos y suspire con pesadez, estaba agotado por todo lo que pasó estos dos meses con las competencias donde no pensaba más que entrenar, pero por fin podia darme un merecido respiro.
—¿Cansado?
Abrí los ojos al escuchar esa voz y nuevamente encontré a Candelaria que estaba sentada en el sillón de piel con la misma ropa del día de la bañera. Le mostré una sonrisa al saber que estaba ahí aunque fuera un producto de mi imaginación pero ahí estaba, conmigo.
—Como no tienes una idea, Can...—le dije, sobando mis cienes—, pero ya acabé todo esto, descansaré tan pronto salga de aquí.
—Tu madre está muy orgullosa de ti, siempre estaba al pendiente de ti y de su yerno.—me confesó mientras jugaba con su arete ovalado—, créeme cuando te digo que no hay día en el que no le diga a todo el cielo lo orgullosa que está de ti.
—¿Y tu?—pregunté, mirándola con una sonrisa mientras rascaba mi barba—, ¿Estas orgullosa de mí?
—Siempre lo estuve Emil, me tocó verte crecer como persona y puedo decir que estoy orgullosa de ti y siempre lo estaré. Además no me tengo que preocupar por cuidarte pues Michele lo hace a su manera pero te cuida.—se levantó del sillón y se puso enfrente de mi—, sólo vine a decirte que, estoy muy orgullosa por la persona en la que te haz convertido, espero que sigas haciendo lo que amas Emil, sin volverte a preocuparte por el que dirán.
Me dio un beso en la frente y se alejó de mí, sentí su palma sobre mis ojos causando que los cerrara. Pude escuchar su risa antes de escuchar un suspiro, cuando abrí los ojos ella ya no estaba conmigo pero sonreí mientras me miraba al espejo, al final, todos estaban orgullosos y felices y si ellos están así, yo también lo estoy.
—¡Emil Nekola, de República Checa!
Cuando la luz me alumbró agite mi mano con alegría y comence a impulsarme con las muletas sobre aquella alfombra roja, escuchaba como la gente me aplaudía y eso me llenó el corazón de felicidad, saber que les gustaba mi trabajo. Cuando llegue al podio me ayudo Michele y Viktor a subir al primer lugar, así que cuando me subí me incliné un poco para que la señorita de vestido elegante me pusiera mi medalla de oro. Alze mi cabeza y mostré mi medalla de oro al público mientras el himno de mi país se oía por todo el lugar causando que mis lágrimas salieran a flote.
Era la primera vez en muchos años que ganaba la Grand Prix siendo yo mismo, con mi estilo. Me sentí orgulloso de mí mismo y de mi patinaje, demostrando que no estaba mal bailar con trajes estrambóticos y coloridos que con trajes elegantes y aburridos, demostrando que no estaba mal bailar al ritmo de Lady Gaga que con música clásica, demostrando que no estaba mal arriesgar todo por el oro que mantenerse al márgen....
Mire a Michele por un momento y él se subió a mi lado como Viktor para que se tomara la foto, ni siquiera nos importó lo que la gente así que uni mis labios con los de mi hermoso italiano escuchando los aplausos de fondo. Pude demostrar muchas cosas esos dos mese de competencias pero sobre todo...
Demostré que puedes amar a un hombre en vez de una mujer
O que puedes amar a una mujer en vez de un hombre.
Demostré que el amor de los demás hacia ti, es un gran apoyo.
¡Hola aquí A.A.!
Pues nada bebés, les dejo aquí la coreografía de Emil bebé.
¡Mañana ya es capítulo final!¡Esperenlo!
¡Los quiero y no salgan de casa!
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