➸❛Marry You❜
Después de haberse quedado como cuatro o cinco horas en la playa, comiendo, bebiendo, surfeando, nadando o platicando los patinadores regresaron a sus habitaciones de hotel quedando de acuerdo que todos volverían a salir a celebrar nada simplemente a celebrar en un restaurante que estaba en una zona donde abundan las tiendas y luces además de que el restaurante era elegante por lo que todos tenían que vestir de etiqueta. Finalmente se hizo la reservación —a nombre de JJ— para los 19 patinadores en el restaurante a las ocho de la noche por lo que tenían dos horas para arreglarse ya que eran las seis de la tarde.
Emil estaba en su cuarto, parado frente al espejo del baño y arreglándose el cuello de la camisa mientras la canción de Mia Martina en colaboración de Waka Flocka titulada Beast se escuchaba en su telefono. El se había arreglado lo más formal que pudo pues sus rebeldes cabellos ni con fijador se quedaban quietos así que no tuvo más opción que dejarlos alborotados pero tratando de que no arruinarán su imagen ya que al parecer la imagen en aquel restaurante era lo principal. Finalmente cuando acabo de arreglarse el cuello de la camisa se acomodó bien su corbata color granate sin arrugas o defectos pues una de las reglas que su padre le enseñó era vestir un buen traje y más si este era un traje de corte recto y chaqueta de tres botones que era el corte más elegante en trajes de vestir y eso bien lo sabía Emil. Abrocho por completo los botones de su chaleco de un color más oscuro que el de su corbata, agradecía que una maleta aparte tenía su traje más formal por cualquier situación.
Salio del baño para despues tomar su teléfono, quitó la música y salió al balcón de su cuarto dejando su espalda recargada en el barandal, con su mano izquierda sostenía su teléfono mientras que la derecha estaba dentro del bolsillo de su pantalón. Emil miraba el inicio de su Instagram encontrándose con todo tipo de fotos desde las adorables fotos de Pichit con sus hámsters hasta las fotos sensuales de Christophe pero al mirar la hora en la parte superior izquierda de su teléfono se volvió a meter al cuarto y se colocó su chaqueta negra. Otra regla que le enseñó su padre era que si no se la iba a abrochar completa la chaqueta solo se abrochar los primeros dos botones superiores y que el cuello de la chaqueta debía dejar expuesto dos centímetros del cuello de la camisa, los botones de ambas mangas abrochados y que tenía que dejar que el puño de la camisa se viera por unos dos centímetros mientras que la manga tiene que llegar a la altura de la muñeca, la longitud de la chaqueta debía de llegar a los nudillos.
El checo se miró en el espejo de baño antes de ponerse su pañuelo de bolsillo hecho de seda y de color blanco con orillas granates, poniéndolo en el doblado en punta antes de meterlo en el bolsillo exterior de la chaqueta del lado del pecho y finalmente se hecho su colina para volver a mirarse al espejo dándose cuenta de que ya estaba bien arreglado y de etiqueta. Tomó su teléfono junto a la llave de su cuarto y de la camioneta antes de salirse de su cuarto, apagando todas las luces.
Se fue hasta el cuarto de Michele pues sabía que ambos hermanos estaban arreglándose para la noche así que toco la puerta con sus nudillos, esperando que le abrieran. La hermosa figura de Sara apareció ante los ojos de Emil, vestida con hermosa vestido rojo vino coctelero que llegaba casi al piso pero dejaba ver sus tacones plateados. Emil sonrió ante la imagen de la morena y le dio una vuelta para admirar la belleza que Sara poseía, a los ojos de Emil Sara era una mujer hermosa sin ningún tipo de defecto y verla así simplemente hizo que se reforzará esa idea.
—¡Mi hermosa Sara!—Emil abrazo a su amiga, con una sonrisa—, te ves bien esta noche, querida estoy seguro que Seung Gil Lee no podrá quitarte el ojo de encima.
—¡Emil, que cosas dices!—río Sara para después acercarse al checo, evitando que su hermano la escuchara—, ¿Tú crees eso?
—Por supuesto Sara, me encargaré personalmente de eso.—el rubio entro al cuarto junto a la dama, cerrando la puerta a sus espaldas—, ¿Y Mickey?
—Esta en el baño arreglándose la corbata pero te suplico que le ayudes.—Sara se acercó a una bolsita donde estaban todos sus cosméticos—, lleva quince minutos ahí dentro, me preocupa.
Emil se acercó al baño pero cuando iba a abrir la puerta una sensación extraña se instaló en su pecho, similar a la de la noche anterior cuando sintió los labios del italiano juntarse con los suyos, era una sensación de felicidad, tristeza y amor que Emil no supo darle nombre. Pero cuando entro y miro al italiano recargado en la pared del baño mientras miraba su teléfono de manera desinteresada a el pobre rubio casi le da un infarto de verlo pues usaba un traje negro con la chaqueta desabrochada que dejaba ver el chaleco violeta oscuro que llevaba junto una corbata del mismo color pero aquel traje la favorecía en todo aspecto. Emil sacó su teléfono y le tomó una foto a Michele causando que este notara su presencia.
—Emil, ¿Que carajos haces aquí?—Michele guardo su teléfono en su pantalón y comenzó a abrochar los tres botones de la chaqueta—, ¿Sara te mandó?
—Ajá...—Emil miraba su teléfono—, estaba...eh...preocupada porque llevabas rato sin salir.
—En el baño hay mejor internet que en la habitación por una extraña razón así que por eso estaba aquí desde hace rato.—Dijo, acomodándose el pañuelo de seda en su bolsillo del pecho—, ¿Que tanto haces?
Emil no prestó atención a su pregunta pues estaba ocupado haciendo una nueva publicación de Instagram, pues tenia que mostrarle a sus seguidores a la hermosa persona de la que Emil estaba enamorado así que en la publicación escribió ❛¿Cristhian Grey?¿Eres tú?❜ aunque sabía que Michele lo mataría por poner esa publicación pero no le importaba. Finalmente subió la publicación a la plataforma con una sonrisa que Michele no tardó en cuestionarle, aunque el checo siempre sonreía esa sonrisa era distinta.
—¿Y esa sonrisa de idiota a que viene?—Michele rió mientras miraba al checo con una ceja alzada y una sonrisa de lado—, ¿Qué?¿Estas enamorado?
Emil se acercó al italiano hasta quedar muy cerca al punto que sus respiraciones se mezclaban una con la otra y sus corazones latian a todo motor. El sonrojo del italiano se hizo presente junto a un Dejavu, un recuerdo que no sabía cuando sucedió pero lo que si sabía era que Emil estaba en él, las escenas de un beso desenfrenado y lleno de pasión pasó por su mente siguiendo otra escena don él estaba en los brazos de Emil y contra la pared de su cuarto y finalmente el recuerdo de que después de salir a fumar un cigarrillo tuvo una pequeña discusión con el checo hasta que este lo llevo al hotel encima de su espalda, como lo hizo en la playa. Los violáceos ojos del europeo se cruzaron con los zafiros ojos del checo sin saber que decir pues los recuerdos que pasaron en su mente aún no sabían reales o producto de su imaginación.
—¿Que paso la noche del antro Emil?—preguntó en voz baja—, ¿Que paso entre nosotros dos?
Emil soltó una ligera risa.—Digamos que el alcohol se apoderó de ti y pues...—las mejillas de Emil se sonrojaron mientras desviaba la mirada de los ojos violáceo del italiano quien sintió la necesidad de seguir viendo esos ojos azules—, de verdad Mickey, eres todo un problemático pero aún así se te quiere mucho.
El rubio se separó de Michele y salió del baño, dejando a Michele con las mejillas sonrojadas y con el rostro tapado por sus dos manos de la vergüenza. Se habia besado con Emil, el estupido Emil Nekola que siempre estaba con él y su hermana, estaba ebrio así que no pensaba lo que hacia pero, pero, volver a recordar aquel suceso hizo que su corazón se volviera agitar mientras una mano estaba en su pecho y los dedos de su otra mano acarició sus labios por inercia.
Había besado al estupido Emil pero en el fondo de su ser, le habia gustado.
—¡I'm to hoot -hot damn- Say my name, you know who I am!
Leo cantaba junto a todos los de su camioneta la canción Uptown Funk a todo pulmón. La camioneta de Leo tenía una capacidad para doce personas así que para evitar gastar gasolina de las otras camionetas, Leo metió a los dieciocho patinadores en su camioneta, dejando a doce sentados sentados —incluyéndolo a él— y a los otros se tuvieron que sentar en las piernas de alguien pero se estaban divirtiendo todos, incluyendo Seung Gil Lee que iba sentado con Phichit en sus piernas. Pichit sacó su teléfono como pudo y puso la cámara frontal.
—¡Sonrían y digan patinaje que esto va para Instagram!
Los patinadores hicieron lo pedido pero Emil —que llevaba a Sara en sus piernas— abrazo la cintura de Sara y la de Michele para después mostrar su mejor sonrisa, Sara no se sorprendió por el gesto que tuvo el checo con ella y su hermano pues era bien sabido que cuando Emil abrazaba a alguien por la cintura significaba que apreciaba mucho a esa persona y que le pertenecía pero Sara sabía que a ella la abrazó porque la apreciaba mucho pero a Michele lo abrazó porque además de que lo apreciaba mucho también quería decirle al mundo que Michele era sólo de él y de Sara. Emil tenía un lado posesivo muy distinto al de su hermano pero al final decían lo mismo, ❛Oh no hermano, consigue la tuya❜
—Bien mis pequeños saltamontes, ya llegamos al restaurante.—Leo estaciono la camioneta en el estacionamiento del restaurante—, ahora bájense porque debemos estar cinco minutos antes de la hora de nuestra reservación.
Yuuri que estaba del lado de la puerta abrió esta para que todos los patinadores comenzaran a bajar de la camioneta y se fueran caminando hasta el restaurante donde rápidamente las miradas de las personas que estaban caminando por ahí a lo que Michele abrazo a su hermana de la cintura apegandola a su cuerpo y entrelazara su brazo con el de Emil. El checo miró a Sara con un gesto de duda ante sus acciones pues nunca había hecho eso con ninguno de los dos ya que con Sara siempre la abrazaba por los hombros o se pegaba a ella y con Emil, bueno, nunca tuvo ese tipo de contacto con él así que era lógico que ambos estuvieran desconcertados pero Sara decidió preguntó.
—¿Mickey todo bien?—preguntó Sara.
—No me gusta que miren lo que legítimamente me pertenece o amo...—Michele fruncia en ceño mientras su voz gruesa salió de su boca—, es todo.
—Mickey...—Emil se sonrojo por las palabras del italiano pero no dijo nada pues no tenia nada que decirle que no estuviera relacionado con sus sentimientos—, ¡Miren la fila no es tan larga!
Las mejillas del europeo estaban a todo color rojo además de que ardían, pues de sólo sentir ese tacto que hizo el italiano ya se estaba derritiendo en sus brazos pues de una o otra manera se sentía especial de que sea el primer hombre que Michele abrazaba por los hombros ya que todas sus 12 parejas no tuvieron esa suerte y Emil lo sabía. Y en el fondo de su pecho había un pequeño Emil que gritaba de entusiasmo ❛¡Yo tuve algo que nadie tendrá!❜
Emil 1 - Ex-parejas de Michele 0
Después de haber cenado los patinadores se dividieron para mirar lo que la ciudad de Chicago ofrecía de manera nocturna y se mirarían a las diez en el estacionamiento del restaurante para irse al hotel. Sara, Michele, Emil y Seung Gil Lee —quién iba con ellos porque no conocía a alguien más a quien amara molestar— iban caminando por las calles de Chicago con Michele y Seung a los lados y con Sara e Emil entre ellos dos. Las luces que alumbraban las calles eran hermosas además de que en las calles se podían transitar sin problemas.
—¡Miren!—Sara señaló una joyeria—, ¡Vamos!
Sara comenzó a correr junto con Emil quien le sorprendía tanto que la dama no se cayera por correr en tacones y el porqué iban ir a una joyería.
—Bien Emil, escucha..—Sara miró atrás, dándose cuenta de que habían dejado a los otros dos varones que los acompañaban atrás—, Mickey ama la joyería desde las baratijas de metal hasta su anillo de oro que le regalé, punto para enamorarlo es regalarle joyería, en especial collares.
—¿A Mickey le gusta la joyería?—Sara asintió con la cabeza—, ¿Desde cuando?
—Mi madre amaba la joyería más que nada en el mundo, al fallecer Mickey adoptó ese gusto de la joyería, por eso siempre lleva en una pequeña caja de madera sus anillos, collares, aretes, pulseras y perforaciones que compra en joyerías.. —Sara entró a la joyería en compañía de Emil, comenzando a ver—, pero lo que más le gustan son los collares y pulseras
Emil miraba los productos en las vitrinas de cristal, iban desde precios altos hasta algo económicos pero ninguno debajo de los $1000 doláres debido al uso de piedras preciosas. Sara se fue a mirar unas cosas que le parecieran bonitas mientras que Emil trataba de buscar algo para su amado italiano. Sí, el precio de las cosas era caro pero eso no le importaba para nada a Emil si se trataba de Michele así que sus ojos fueron a dar a un hermoso anillo con una amatista tan preciosa como los ojos de su amado.
—Buenas noches Señor, me llamo Annie y soy empleada de la joyería.—se presento la mujer con una sonrisa—, ¿Puedo ayudarlo en algo?
—Sí, ¿me puede decir el precio de ese anillo?—Emil señaló el anillo en la vitrina.
—¿Ése?—la mujer miró el anillo—, es un anillo de oro rosado de 18 kilates con halo torcido, diamantes incrustados y una hermosa amatista en el centro, tiene un precio de $1199. 45 doláres y es talla número siete.
—Me lo llevo.—Emil mostró una sonrisa—, pagaré con tarjeta.
—Perfecto.—la mujer tomó el anillo de la vitrina entre sus manos—, ¿En caja de terciopelo, bolsillo o se lo llevara puesto?
—En caja de terciopelo está bien.—el checo siguió mirando los collares que estaban en la vitrina donde la dama estaba buscando la caja para el anillo.
Los ojos de Emil ahora se posaron en un collar de plata de ley en forma de corazón con un topacio azul cielo llamo una vez más su atención además de que el precio era barato pues era de $28.90 doláres así que también lo pidió. Cuando le entregaron la cajita de terciopelo negro con el anillo dentro la guardo en el bolsillo del pantalón y el collar lo tenía en la mano pues tenia pensado ponérselo a Michele cuando saliera de la joyería. Iba llamar a Sara pero la vio contando el dinero que tenia a la mano mientras estaba parada frente a una vitrina que mostraban unos aretes de amatista por lo que a Emil se le ocurrió salir de la joyería encontrando a los dos hombres que platicaba sobre el posible campeonato europeo.
—Seung...—Emil llamo la atención del coreano—, Sara quiere le des tu opinión de algo aún esta dentro de la joyería.
—¿Enserio?—Seung metió las manos a sus bolsillos—, bueno iré a verla.
Seung entró a la joyería mientras que Emil se acercó sonriendo al Italiano quien sólo rodó los ojos al volver a ver esa sonrisa de idiota que el checo siempre le mostraba. Pero cuando le pidió que cerrara los ojos alzo una ceja para preguntar el motivo de la petición a lo que Emil le pedía que lo hiciera de favor cosa que Michele hizo con algo de fastidio pues no sabía para que. Era normal que desconfiara Michele Crispino de cualquier persona hasta de su amigo.
Siento algo frío contra su cuello y cuando abrió sus ojos noto un collar de plata de ley que tenia un colgante en forma de corazón y con una piedrita azul. Miro a Emil quien le sonreía mientras miraba al techo, con vergüenza y un sonrojo en sus mejillas, Michele también se sonrojo cuando escucho al checo decir que era un regalo.
❛—Es un pequeño presente, lo mire en la vitrina y pensé que te quedaría perfecto. Y veo que no me equivoque..❜
Lo único que pudo hacer Michele era sonrojarse aún más. No estaba acostumbrado a que le regalaran cosas mucho menos de ese calibre pues estaba seguro que cinco doláres no le costó a Emil quien alzó su mirada, cruzándose con los violáceos ojos de su Italiano mientras que los ojos de Michele se toparon con la mirada color zafiro del checo, ambos sin saber que decirse.
Sólo se rieron levemente antes de tomar un taxi que los llevara de una vez por todas al hotel, ya le explicarían a Leo porque se fueron sin decir nada y Emil le preguntaría mañana a Sara que tal las cosas con Seung Gil Lee.
Al llegar al hotel ambos hombres tomaron el elevador que los llevó a su piso correspondiente y los dos caminaron por los pisos de porcelanato blanco hasta el cuarto de Michele, al llegar Michele saco la targeta de acceso y la metió en su lugar correspondiente para después deslizarla, abriendo la puerta de madera negra. Emil entró al cuarto, tirándose en la enorme cama matrimonial que tenía la habitación que parecía que la acababan de limpiar, Emil escuchó como Michele cerraba la puerta y se sentaba a su lado pero sin mirarle, sólo mirando las puertas abiertas del balcón.
—Mickey, mírame.—Emil se paró de la cama y se puso enfrente del italiano—, aún queda algo más.
—¿Algo más?—cuestionó el italiano sintiendo como Emil le retiraba el guante de seda blanco de la mano izquierda—, ¿E-emil...Que haces?
Emil puso el guante blanco a un lado del moreno y sacó la caja de terciopelo de su bolsillo, abrió la caja, revelando ante Michele aquella gema preciosa que compartía su color de ojos, miraba la gema con sorpresa la cual aumentó cuando Emil deslizó el anillo en su dedo anular izquierdo hasta el tope dejando que el reflejo de la luna hiciera brillar tanto la amatista como los pequeños diamantes del anillo. Michele sintió de nuevo ese extraño sentimiento pues el anillo estaba en el dedo donde se pone el anillo de compromiso cosa que lo estremeció un poco pero al sentir unas caricias en sus nudillos dejó de mirar el costoso anillo y miró los ojos azules de Emil que tenían un leve brillo.
—Cuando Sara me llevo a la joyería mire este anillo en la vitrina, me recordó mucho a tus hermosos ojos violáceo...—Emil acarició los nudillos de la mano izquierda de Michele—, ni se te ocurra rechazarlo porque me enojaré contigo, quiero que lo uses en todo momento y cada que lo mires recuerdes el hermoso ser humano que eres y de lo mucho que te ama Sara y yo.
—Emil...—Michele se quedó sin palabras ante lo antes dicho por Emil—, no te hubieras molestado, enserio, esto vale una fortuna y una persona tan horrible como yo no merece esta joya ni el collar de plata.
—¡Joder Mickey, no seas así!—Emil fruncio un poco el ceño mientras se ponía a la altura de Michele para después tener las dos manos de Mickey entre las suyas—, tú eres un ser tan hermosa sin importar lo que las personas digan de ti, eres hermoso de dentro a afuera y si me preguntaran te mereces mucho más que una joya, nunca dejes que los comentarios negativos te afecten Crispino, tu eres fuerte y se que dentro de ti lo sabes.
Emil dejó las manos del italiano en su regazo y la cajita donde venía el anillo la dejó en la mesa de noche a un lado de la lámpara. Le mostró una sonrisa a Michele mientras alborotada sus hebras castañas y se fue directo a la puerta pues ya eran casi las diez de la noche y estaba seguro que Leo iría a su cuarto a contarle lo que hizo o lo que compró en las tiendas así que tendría que regresar lo más rápido que pudiera para quitarse el traje y ponerse ropa cómoda.
Tomo la perilla de la puerta y abrió esta pero un jalón en su corbata le hizo regresar a la habitación mientras que el sabor a cereza de aquella noche se volvió a juntar con sus labios. Emil no supo en qué momento su cuerpo actuó sólo y le siguió el beso a Michele pero a diferencia del beso de esa noche ambos estaban concientes de sus acciones y el contacto labial no era lujurioso o necesitado era lento y en cierto punto inocente. Las manos del checo abrazaron la cintura de Michele quien pasó sus manos en el cuello de Emil mientras sus dedos acariciaban su nuca.
Los dos se separaron y juntaron sus frentes. El rostro de ambos estaba con un potente sonrojo mientras que sus ojos tenían un brillo especial que nadie podía describir, Michele respiraba la masculina colonia del varón contrario mientras que él hacia lo mismo. Ninguno hablaba siendo el sonido del viento y de los grillos los que provocaban sonido.
—Quédate conmigo esta noche, Emil...—Michele susurro mientras acariciaba la nuca del checo, pero seguían sin mirarse—, Per favore, ti prego, stai con me...
¡Hola aquí A.A.!
Headcanon del capítulo: El padre de Emil le enseñó a Emil como usar un traje debido a que antes lo llevaba a sus juntas de negocios ya que queria que fuera empresario.
Headcanon del capítulo x2: La razón por la cual se sabe que Emil cuando abraza a la cintura es signo de posesión es que en una entrevista le preguntaron que como mostraba su amor o posesión con las personas contestando que las abraza por la cintura.
Les dejaré una fotito de las joyas que Emil compró para nuestro querido italiano.
Traducción: —Por favor, te lo ruego, quédate conmigo
Aún estoy en debate sobre lo que pasará en la habitación, tal vez con musiquita se me ocurra una idea buena UwU. Bueno, los quiero mucho y recuerden no salir de casa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top