➸❛Calma❜
—¡Sara!¡Preciosa!
Emil tocaba la puerta de la italiana pues le habia prometido ir a cualquier restaurante cerca de la playa además de un helado y Emil Nekola siempre cumplía con su palabra además de que estaba seguro de que Sara no lo olvidó. Al no tener respuesta volvió a tocar pero pegando la oreja a la puerta escuchando los pasos de Sara quien quitó los seguros de la puerta abriendo esta y sacando sólo la cabeza.
—Hola, preciosa.—saludo Emil, con una sonrisa—, ¿Puedo pasar?
—¡Oh hola Emil!—Sara abrió la puerta en su totalidad, poniéndose detrás de la puerta—, claro pasa justo iba a buscarte pero me iba a meter a bañar.
Emil entró al cuarto de su amiga notando como este olía a lavanda y sin esperar aprobación se tiró a la enorme cama en el centro de la habitación. Sara se sentó a un lado de su amigo poniéndose en posición de flor de loto cubriendo su entrepierna con una almohada pues aún usaba el vestido de lentejuelas plateadas de ayer en la fiesta. Hubo un silencio acogedor en la habitación donde lo único que se escuchaban eran los pájaros y el viento que hacia bailar las cortinas blancas de la habitación de la chica.
—¿Te vas a bañar cuando vamos ir a la playa donde te ensucias con la arena?—preguntó Emil, mirando el techo de la habitación—, mejor báñate cuando regresemos.
—Apesto a alcohol barato, Emil.—Sara tomó una almohada y se la lanzó en la cara a Emil, causando que los dos se rieran—, en lo que me bañó háblale a los demás para ver si nos quieren acompañar a desayunar al restaurante que esta en la playa.
—¿Vamos a estar en la mitad norte o mitad sur de la playa?—preguntó Emil, sacando su teléfono y comenzando a desbloquearlo—, la norte es más familiar y la sur es más para nosotros además el muy popular entre la comunidad LGBT dicen que es muy buena.
—¿Y como sabes eso?
—Tengo mis contactos, querida...—Emil alzo los hombros mientras hacia un puchero con los labios sin dejar de mirar su teléfono—, pero es mejor la parte sur tiene buenas olas, el agua limpia y arena blanca es hermosa y está permitido colocar sombrillas, sillas, tumbonas, bocinas y surfear y nadar esta permitido. Los restaurantes son buenos.
—Bien vayamos ahí, dile a los demás.—Sara tomo la toalla y le lanzo una maleta a Emil—, hazme el favor de buscarme mi traje de baño algo que mi hermano apruebe pero que me guste a mi. Me voy a meter a bañar.
Emil asintió con la cabeza y a la primera persona que le habló fue a Leo de la Iglesia quien aceptó ir a la playa, y así le marcó a los otros quince patinadores diciéndoles que si querían ir a la playa para desayunar, pasar el rato y surfear a lo que todos accedieron siendo Leo, JJ y Emil los que se ofrecieron a llevar a los patinadores en sus camioneta, en total eran dieciocho patinadores —contando a Leo, Sara, Emil y Michele— y en cada camioneta iban a ir seis personas. En lo que Emil llamaba a sus compañeros escogía el traje de baño de su amiga pues sabía que no podía usar bikini ya que Michele se molestaría mucho pero tampoco usaría uno completo porque Sara se negaría a ponérselo así que decidió un short negro junto a un sujetador morado, ambas partes eran lisas pero Emil sabía que era un balance entre los dos hermanos ya que dejaba a la vista los atributos de Sara pero también los ocultos.
Emil miró a la ventana que daba vista a la playa y mostró una sonrisa. Presentía que seria un buen día para todos.
Sara ya había acabado de bañarse y ya tenia su traje puesto debajo de un vestido blanco y con calzado unos zapatos de piso mientras que Emil le ayudaba a amarrar su pelo en una coleta alta Sara le hablaba a su hermano para confirmar si iría con ellos a la playa.
—¿Ira Seung Gil Lee?—preguntó Michele al otro lado de la línea—, si va ten por seguro que no me alejaré de ti.
—Sí, Seung Gil Lee...—Sara todo los ojos poniendo sus pulseras en su muñeca—, pero no te preocupes Mickey, él no está interesado en mi.
—Aún así Sara, no confío en él...—tosió un poco—, como sea los veo en el lobby en quince minutos como acordamos todos, adiós.
Sara cortó la llamada y se cruzó de brazos. Desde hace cuatro meses ambos Crispinos acordaron alejarse del otro para vivir sus vidas aparte, Sara quería libertad pero Michele no queria eso para ella pues le daba miedo que le sucediera algo por no estar a su lado además de que Sara iba detrás del patinador representante de Corea Seung Gil Lee y eso no le daba mucha confianza pues el coreano tenia la fama de insensible. Eran polos jodidamente opuestos que no podían estar juntos y eso lo sabía Michele pero también lo sabía Emil en su relación con el italiano.
Emil tomaba el ejemplo de Sara y Seung Gil Lee para retratar su situación amorosa con el italiano de ojos violáceo pues mientras más acercaba a declararse algo se ponía en su camino. Emil era un fuego ardiente, energético y animado mientras que Michelle era todo un hielo, frío, distante y cortante con todos. Eran tan opuestos pero Emil se esforzaria cuanto sea necesario para tener el amor de aquel hombre que se robó su corazón desde su etapa como Senior. El problema es que no sabía como conquistarlo.
—Emil, ¿Me escuchaste?
—¡Perdón!¡¿Te jale mucho el pelo!?¿Esta muy apretada?¿Te dejo el pelo suelto?—Emil dejo de peinar las hebras azabaches—, perdona Sara, estaba perdido en mis pensamientos.
—¿Que?¡No! Dije que ya nos podemos ir ya llevo la hielera y las frituras.—Sara levanto lo antes mencionado—, por cierto, ¿No llevaras algo tú?
—No, Leo se llevara las tablas de surf en su camioneta,—Emil comenzó a tocar los bolsillos de su pantalón de mezclilla blanco—, deja voy por mi billetera porque estoy seguro que la necesitaré para costear todo lo que tu hermosa mente y la de tu hermano quiera.
Emil salió del cuarto de la italiana y se fue al suyo, abriendo la puerta para tomar su billetera —que se quedaría vacía al final del dia— junto a las llaves tanto de la camioneta como de su habitación pero antes de salir miró la cajetilla de cigarrillos que le habia confiscado a el italiano. Estaba tentado a llevarse la cajetilla para fumar un cigarrillo en lo que tomaba el sol o admiraba a su amiga surfear junto a sus amigos pero decidió no hacerlo. La única razón por la que fumo el día anterior fue porque no razonaba sus acciones así que tomó la cajetilla y la tiro al cesto de basura. Prometió dejar de fumar y eso haría. Así que cuando tiro la cajetilla se fue de su habitación, cerrando esta con seguro.
—¿Lista Sara?—preguntó Emil.
—Vamos Emil.—Sara dio un pequeño salto sin soltar la hielera—, llévate tu las frituras y las toallas para ti, Mickey y para mi.
—Esta bien, está bien.—Emil río mientras cargaba lo pedido por la italiana—, bien vámonos que la mayoría ya han de estar abajo y todavía tengo que organizar todo.
Los dos amigos bajaron al lobby por medio del elevador el cual hizo una parada en el piso tres para después continuar su descenso a la planta uno. Cuando bajaron la mayoría estaban en el lobby mientras que JJ y Leo estaban recargados en la camioneta de Emil el cual se acercó a ellos con una sonrisa que rápidamente fue correspondida.
—¿Están cómodos?—pregunto Emil riendo—, no se vayan a ensuciar su ropa por el polvo de mi coche chicos.
—Ah Emil~—Leo hizo un gesto de satisfacción—, esta a toda madre tu camioneta, ¿No me la quieres vender?
—No.—Emil abrió la cajuela de su carro, metiendo la hielera en el espacio—, ¿Quién lleva las tablas de surf?¿O las volvió olvidar JJ por andar ligando con una azafata?
—¡Eso fue hace un año!—el canadiense saco su teléfono—, sólo están celosos de que yo tenga su número telefónico y ustedes no.
—¡Yo tengo el número de la piloto y de la sobrecargo en jefe!—Leo le saco la lengua a JJ quien no dudó en jalarla provocando que Leo le diera un manotazo para despues taparse la boca—, tú eres el celoso y el irresponsable que perdió las tablas.
—¿Desde cuando tener más números de señoritas es una competencia?—pregunto Emil, mirando sus contactos—, yo sólo tengo a Sara, Mila y de mi mamá.
—¿Enserio tienes el número de Mila?—Emil asintió con la cabeza ante la pregunta de su amigo mitad americano—, bien Jean Jacques Leroy perdimos ante Emil, como 5 personas tienen el número de esa belleza griega de pelo rojo.
—Yo no sabía que era tan prestigioso tener el número de Mila.—el checo se cruzó de brazos—, ni tampoco que era belleza griega, se que es hermosa pero no griega.
—En tu mente el concepto de belleza griega es él.
JJ señaló a un lado y Emil volteó a ver donde señalaba el canadiense, señalaba en dirección de los hermanos Crispino pero para ser más concretos a Michele. Michele lucia una camiseta blanca de manga corta que dejaba a la vista el tatuaje de ave que tenía en el brazo —y que compartía con todos los patinadores masculinos—, unos pantalones de mezclilla verde militar que se ajustaban bien a sus hermosas piernas y unos tenis converse de bota blancos. A los azulados ojos del joven checho su mayor se veía tremendamente sexy, como si el diablo lo hubiera creado para hacer que las personas cayeran al pecado y dejaran el camino de luz porque el cuerpo de Michele era una obra de arte fabricada por el pecado de la lujuria y exhibido en el museo de los siete pecados para que todos lo admiraran mientras él esperaba un comprador lo adquiriera de por vida y Emil quería hacer aquello pero sin necesidad de alejarse del camino de luz.
Emil quería esa pecaminosa y lujuriosa pieza de arte para él, no sólo para admirarla si no tambien para tocarla y hacerle recordar cuanto lo amaba y deseaba.
—She knows what I think about and what I think about.
En la camioneta de Emil la canción Sweather Weather de The Neighbourhood se escuchaba a todo volumen mientras la cantaban todos a todo pulmón incluso si se trababan pero lo hacían con alegría y emoción. En la camioneta de Emil iban Christophe Giacometti, Mila Babicheva, Georgi Popovich, los dos hermanos Crispino, Phichit Chulanot y él mientras que en la de Leo estaba Guang Hong Ji, Hikaru Fujiwara, Kenjirou Minami, Otabek Altin, Yuri Plisetsky y por supuesto, Leo y en la camioneta de JJ iban Seung Gil Lee, Viktor Nikiforov junto Yuuri Katsuki, Yuto Omiki, Cao Bin y él. Además de que en sus cajuelas llevaban cosas como toallas, sombrillas, bloqueador solar, frituras, bebidas, una bocina de Bluetooth —que le pertenecía a Otabek Altin— y otra de reserva que le pertenecía a Yuri Plisetsky además de que llevaban cinco tablas de surfear —una para Leo, otra para JJ, una para cada hermano Crispino y la última de Emil—. Todo listo para pasar un buen día en la playa.
Al llegar tuvieron la suerte de encontrar un lugar donde estacionarse las tres camionetas pues la playa estaba casi vacía por el sol. Cada quien tomó algunas cosas para poder colocarlas siendo Emil y Leo los que llevaban en sus brazos cuatro sombrillas grandes y JJ junto la ayuda de Sara llevaban las tablas de surfear.
—¿Donde nos pondremos?—preguntó Leo, mirando la enorme playa—, mientras no nos alcanzan las olas pero no estemos tan lejos esta bien.
—¿Que les parece ahí?—Sara señaló un lugar—, no estamos ni tan cerca ni tan lejos además nos da una hermosa vista del sol.
—Buena idea Sara.
Los cinco se acercaron a aquel lugar. Leo ayudó a Emil a clavar las sombrillas en la arena una cerca de la otra para que haya más sombra además de que Mila ya había rentado dos mesas de plástico para poner las bebidas y Emil le dio dinero a Mila para rentar dieciocho tumbonas así que acomodaron todo en sus respectivos lugares y cada patinador colocó su toalla en una tumbona para representar que era suya. Otabek pronto llegó con dos bolsas de hielo que vacio en la enorme hielera y con la ayuda de Mila y Sara metieron todos los refrescos junto cervezas a la hielera.
Todos se fueron corriendo al mar pues como la playa estaba casi sola era mejor aprovecharla porque más tarde estaría llena pero los únicos que se quedaron fue Leo, Georgi Popovich, los hermanos Crispino —quienes estaban ya en traje de baño al igual que Leo y poniéndose bloqueador solar— y Emil pues cada quien estaban haciendo algo.
—¿Que pongo?—Leo fruncia los labios mientras acariciaba un perro que se acercó a él de la nada pero se veía inofensivo—, al final Georgi se quedará aquí así que cuidará la bocina, ¿Verdad, mi maléfica?
—Claro, no quiero asolesrme....—Georgi separo la vista de su celular, y miro al castaño—, ¿Malefica?¿Porque Maléfica?
—No importa Georgi.—Leo le enseño una playlist de nombre "Música chingona H4k Full" a Emil que contenía música en inglés y en español—, ¿Pongo esta? Ya me quiero ir a surfear.
—Ponla.—Emil le dio play a la primera canción de la playlist, comenzando a escucharse en la bocina de Bluetooth—, nada más deja me quito mi ropa, ¿Crispino no vienen?
Emil se quitó su camiseta playera junto a su pantalón de mezclilla quedando en puro traje de baño color azul dejando sus prendas y zapatos en su tumbona. Sara se acerco a Emil escondiéndose detrás de él, el checo iba preguntar pero cuando miro a Michele con una expresión de enojo ademas de que la chica ya estaba en su traje de baño supo el porqué la dama se escondió detrás de él pero Emil sólo sonrió nervioso.
—¡Fue culpa de Emil!—dijo Sara, escondiéndose más—, ¡El escogió mi traje de baño!
—¡Porque tu me lo pediste, tesoro!—Emil de inmediato se mordió al lengua—, Michele no es lo que piensas.
—¿¡Tesoro!?¡¿Estuvo en tu habitación esta mañana y se atrevió a ver tu ropa!?—Michele formo un puño mientras alzaba más la voz—, ¡Corre Emil Nekola!¡Corre si no quieres que te golpee!
Emil tomó la mano de Sara antes de correr con dirección al mar con Michele detrás de ellos gritando que no huyeran pero cuando los dos amigos entraron al mar y se alejaron de la orilla Michele ya no hizo nada más que sentarse en la orilla mientras los miraba a ambos con enojo. Sara se reía con fuerza al ver a su hermano ahí mientras estaba en la espalda de su amigo Emil quien también reía ante la situación del italiano para despues soltar un suspiro que Sara no dudó en cuestionar con una sonrisa coqueta.
—¿A que viene ese suspiro enamorado Nekola?—Sara cuestiono, mirando a su amigo—, ni siquiera intentes mentirme, porque lo sabré.
—Me gusta Michele...—soltó sin más, sin despejar su mirada del italiano que los miraba con enojo por lo de minutos antes—, se me hace hermoso que un ser como él exista en mi vida y ver esa expresión hace que me enamore más de él. Es todo.
—¿Enserio?—Emil asintió—, ¡Dios sí!¡Rezar si sirvió para algo!
Sara comenzó a moverse de un lado al otro, causando que el checo también se moviera a su ritmo debido a que estaba en su espalda. La sonrisa de Sara no tenía precio, pues estaba feliz de que alguien además de ella amará a su hermano, significando que por fin la podía dejar en paz si Michele se enamora de Emil y si la dejaba libre podia ir detrás de Seung Gil Lee sin preocuparse de que su hermano la regañe.
—Preciosa no te muevas tanto que vas a hacer que nos vayamos para atrás.—Emil río mientras sujetaba a Sara—, y sí, me gusta tu hermano.
—Emil, emil...—Sara se bajó de la espalda de su amigo, flotando a su lado—, esta oportunidad es oro para mí y para ti, así que te enseñaré a conquistar a mi hermano.
—¿De verdad me enseñarías?—pregunto Emil emocionado recibiendo un asentimiento por parte de la morena—, ¡Gracias Sara!
Sara le susurró algo al oído, diciéndole que ahora trajera a Michele hasta acá en su espalda y cuando Emil le preguntó el porqué traerlo en su espalda, Sara le comentó que su hermano no podía entrar al mar sin su tabla de surfeo o acompañado de alguien más ya que le daba miedo hundirse o tocar algo extraño . Sara le daba porras a Emil mientras este se acercaba a su hermano que aún estaba en la orilla trazando algo en la mojada arena y por primera vez Emil pudo mirar el torso descubierto de su amado y no lo negaba, tenia un cuerpo perfecto a los ojos de Emil pero se regañó a si mismo por verlo de manera tan indecente. No quería profanar la hermosa imagen que tenía del moreno por culpa de sus hormonas.
—¡Mickey!—Emil salió del mar, sentándose a un lado del italiano—, ¿Porqué no te metes con Sara y conmigo al mar? Digo, para que estés con nosotros dos antes de surfear, las olas no están tan altas como para practicar surf.
—¡Aún estoy enojado contigo, maldito Emil!—Michele tomo una bola de arena mojada y se la lanzo al pecho—, no soporto que alguien vaya a la habitación de mi hermana sin estar yo presente, ¡Mucho menos si le dicen tesoro!
—Oh vamos Mickey, no seas así...—Emil se acercó al oído del italiano con una sonrisa soplo con delicadeza causando que Michele se estremeciera—, ¿Acaso estas celoso de que le digo apodos cariñosos a tu hermana y a ti no?
Michele sintió una pequeña corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo ante las palabras del joven checo además de que tenia una extraña reacción a su cuerpo pues lo sentía caliente pero no era por el sol además de que sus mejillas estaban oscuras por el rubor que no tardó en adueñarse de su rostro pero era extraño, nunca experimentó algo así ni con su hermana o alguien más, la sensación era nueva pero no sabía como describirla. El italiano separó al checo de sí, tirando su cuerpo en la arena mientras escuchaba la escandalosa risa de Emil él se tocó las mejillas con vergüenza.
—¡Vete a la mierda, Nekola!—Michele ocultaba su rostro entre sus manos—, ¡Yo no siento celos de nada ni de nadie!¡¿Tomaste agua de mar acaso!?
—¡Mickey!—Sara movió su mano con entusiasmo aún dentro del mar pero acompañada ahora de Mila Babicheva—, ¡Entra al mar con nosotras!
—Ya escuchaste Mickey, entra al mar.—Emil se levantó de la arena, poniéndose enfrente del mayor con una sonrisa—, entremos juntos si quieres.
—No necesito tu ayuda.—dijo mientras se paraba de la arena.
Emil alzó sus hombros y después se metió al mar, quedándose cerca de la costa para esperar a Michele y irse con las dos damas pero apenas el agua tocó los tobillos de Michele este negó con la cabeza para volver a sentarse en la arena, lejos del mar. Emil río ante las acciones del moreno pues le pareció adorable el hecho de que no pueda meterse al mar por miedo a que se hunda o que pisara algo, era como un niño. De nueva cuenta Emil se acercó al italiano con una sonrisa mientras le tendía la mano para que se levantara.
—Mickey, vamos con las chicas...—articulo sin dejar de sonreir—, yo te ayudo a meterte al mar, se ve que tienes un problema con él. Te cargo en mi espalda si quieres.
—Donde me dejes caer, Emil...—Michele rechazo la mano del checo y se paro por su cuenta de la blanquecina arena—, no te la acabas.
Michele se subió a la espalda del checho, juntando su pecho en su espalda y pasando sus brazos alrededor de su cuello mientras Emil lo sujetaba por los muslos internos. Ambos se encaminaron al mar y cuando ingresaron el cuerpo del italiano se tensó tanto por lo fría del agua como por tener contacto con el mar sin su tabla de surfear y Emil notó aquello así que con delicadeza le dio un pequeño apretón a sus muslos, haciéndole saber que aún estaba él.
—Tranquilo Mickey, estoy contigo...—susurro de forma dulce—, nunca te dejaría caer y si te caes tu caerías conmigo.
Michele se volvió a sonrojar y escondió su rostro en la clavícula del hombre que lo cargaba y lo llevaba con sus únicas amigas mujeres. En la mente de Michele se le vino un ligero Dejavu pues sentía que ya habia vivido ese momento pero no estaba en la playa si no que en algún otro lado pero con Emil cargandolo en su espalda y con un sonrojo en sus pálidas mejillas. Cuando llegara a el hotel buscarla en internet ❛¿Que significa si me sonrojo de la nada por culpa de las palabras de un maldito hombre que anda detrás de mi hermana? Yahoo Respuestas❜.
—Grazie Emil..—Michele habló en voz bajita para que el checo fuera el único que lo escuchará—, ma ti odio ancora.
Emil sonrió para sus adentros, sabía que iba a hacer un buen día para todos pero sobre todo para él además de que obtuvo un agradecimiento de Michele que no cualquiera tiene.
Y eso que llevaban sólo una parte del día y vendrían cosas buenas pero para Emil, todo lo bueno que queria ya lo tenía justo cargado en su espalda y tenía el nombre de Michele Crispino.
¡Hola chicos espero les haya gustado el capítulo de hoy!
Aquí va el primer headcanon del libro: Todos los patinadores decidieron hacerse el mismo tatuaje, las mujeres en la clavícula mientras los hombres en el brazo este se lo hicieron para representar su amistad fuera del hielo, les dejo unas imágenes del tatuaje UwU
Otro Headcanon es el del primer capítulo: Se menciona que Michele tiene una perforación en la lengua en forma de calavera, la razón por la que la tiene es para compartir algo más con Sara quien también tiene una perforación de la lengua. Aquí la fotito de la perforación.
Traducción: —Gracias Emil, pero aún así te odio.
Gracias por leer, no salgan de casa y cuídense esperen capítulo mañana o pasado mañana. Los quiero mucho, bye.
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