Pov Milexa.

—Yo...

Mi palabra quedó en el aire, separé mi mirada de él, no tenía el valor de mirarle a los ojos mientras le hablaba.

—Tú...—dice dándome empuje a que empezará hablar.

Suspiro.

—Pasó lo de mi padre ya estaba destrozada por ello, el único que me sostenía con cada tristeza luego de él era mi hermano y el también se fué, y hay estabas tú te conocí y fuiste como la lusecita en mi oscuridad, confundí lo de una amistad a pensar que estaba enamorada, me fui de casa para estar contigo, pensé que era lo mejor que eras el amor de mi vida  y que estaba haciendo lo correcto, pero no era así tu me refugiaste y calmate mi llanto y mi mente creo escenarios que no eran ciertos no veía la verdad, era como si me estuviera cubriendo una cortina de la mentira a la realidad, no te amaba Wilmer no de esa manera y... Al darme cuenta de ello quise huir sabía que te haría daño pero más te haría quedándome hay sin amarte. Lo siento de verdad lo siento no fue m intención, y también lo de Alex.-digo al recodar ver su mejilla algo moreteada.

Los hombros de wilmer se fuero relajando poco a poco, pasó sus manos por su rostro y bajó su cabeza suspirando, y luego subió la mirada hacía mi.

-Si te soy franco el que me hayas dicho la verdad me tranquiliza un poco y hace que no me sienta culpable de que te hayas ido, pero no me hace sentir mejor , en el momento que te fuiste me sentí fracasado conmigo mismo, para mi tú eras mi todo, si me hubieses dicho antes tal vez las cosas hubiesen sido distintas, lo abría entendido por más que me costará, te recuerdo que él amor no se obliga ni se exige era algo que entre tú y yo siempre estuvo presente, en el momento que uno de los dos no quisiera nada con el otro lo hablaríamos lo prometimos y tu no lo cumpliste por lo que antes pensé que te fuiste porque te había echo algo malo, no le conté nada a mi familia ¿sabes por qué? No quería quedar como un idiota diciendo  que estaba mal por una chica, siento lo que pasó ayer me descontrole y se que estuvo mal, como hombre tengo principios y me equivoque.

Asiento lentamente , lo que decía era cierto, sus palabras quemaron dentro de mí. El echo de saber que hasta ahora el aún se siente mal por mi culpa me hizo sentir mal a mi también el echo de que dejamos de ser parejas no quita que algún día lo deje de querer como un amigo.

-Me… ¿disculpas?- pregunto con miedo a que se niegue.

El suspira para luego asentir.

-Sí, Lixi te disculpo y te entiendo por lo que pido me comprendas a mi también.

-Comprenderte como… ¿en que?

-En que no puedo ser tu amigo, no aún y necesito curar dejarlo todo atrás, todo el amor que te tenía poco a poco se convirtió en resentimiento, debo borrarlo dejar de verte como algo más que una amiga y así poder empezar de cero.

Y yo pensando que esta era la parte donde todo quedaba olvidado y volvíamos a ser amigos, pero no era así.

Mis ojos empezaron a acumularse de lágrimas, respire profundo para no echarme a llorar pero fue inevitable que dos gotas saladas salieran de cada lagrimal.

-Entiendo- digo, le doy  media sonrisa triste para luego levantarme y él me sigue-solo quería explicarte y disculparme.

-Hace frío afuera.

-No importa ya llegaré a casa.

-Te puedo dar una sudadera.

-No gracias, enserio estoy bien así.

-No te puedes resfriar dame un segundo y te buscaré algo.

Trate de negarme pero fue imposible, me gustaba el frío además no me resfriaría tan fácilmente, pero él siempre fue alarmante

Espere unos segundos más cuando el baja, me extiende la sudadera azul marino con un logo en el medio, espera que me lo ponga y abre la puerta por mí, pasé el rayado de la puerta pero antes de dar el siguiente paso me detuvo.

-Milexa…- volteo a mirarle con duda- ¿puedo preguntarte algo?

Asiento lentamente y confundida.

-¿Qué sentías cuando te besaba? -pregunta algo nervioso mientras sostenía la puerta.

-No Wil...

-Solo quiero saber antes que te vayas… De nuevo.

Vale, eso había dolido fue como una puñalada de metal frío, pero era la verdad yo había fallado, pero a veces la verdad duele y si le soy sincera lo lastimaría más y eso es algo que no me gustaría ver, no de nuevo.

-¿Qué sentías tú?-pregunto desviando su pregunta.

-Calidez, tranquilidad, mi pecho se sentía suave y mi paladar dulce  cada vez que mis labios rozaba los tuyos,- una media sonrisa triste se forma en sus labios ante el recuerdo-es lo que se siente al estar enamorado ¿no?-asiento lentamente.

-Eso creo…

- Ahora no desvíes mi pregunta, Milexa y solo dime la verdad que no te importe yo, solo imagina que no estoy si es que se te hace más fácil.

Suspiro para luego recordar lo que sentía al besarlo, pensé recordar algo agradable al menos cálido así como él lo describía hace unos segundos, pero no encontré algo parecido no encontré nada más que frío, y aunque me costará diría la verdad.

-Nada… Solo frío, nostalgia y presión en mi pecho-lo dije todo tan lento hiriéndome a mi misma con cada palabra, mis ojos se llenaron de lágrimas y se deslizaron por mis mejillas llegando a mis labios.

-El sentimiento nunca fue mutuo, solo jugamos a estar enamorados durante una largo rato yo perdí al enamórame solo, es mejor dejarlo así como si fue un largo juego o una obra de teatro inventada por nosotros.-me da una media sonrisa y extiende sus brazos hacía mi en forma de abrazo.

Al principio me sorprendió que después de todo estuviera siendo amable y que quisiera un abrazo de la persona que más lo ha lastimado hasta ahora.

Me acerque a él y le recibí el abrazo, sentí que se lo daba  a Uriel, un abrazo amistoso el cual no pasaba de ahí, de amista. Era irónica la diferencia del punto de vista cuando los sentimientos se juntan a cuando están en su lugar.

Me separe de él y seco las lágrimas de mis mejillas.

-No te tortures más, yo pregunte y tu solo respondiste, ya te disculpe y tu a mi ¿sin resentimientos?-extiende su mano hacía a mi y yo la estrecho.

-Sin resentimientos.

-Adiós, Milexa.

-Adiós, Wil.

Me despido de él y bajo los tres escalones que siguen luego de la puerta para empezar a caminar hacía la casa de Alex, eran las siete y treinta  aún era temprano.