Capítulo Seis (6):no digas nada

- Espero me acompañes a comprar un vestido nuevo para víspera de año nuevo- le digo a Alex.

- ¿Acabas de adelantar ponerte este vestido por mi, Maddinson?- pregunta divertido, mientras me abre la puerta del copiloto invitándome a entrar.

Espero que entre y encienda el auto.

- ¿Ahora me llamas por mi apellido, Alexander?.-digo desviando la respuesta a la otra pregunta.

- Y tú por mi nombre completo Mili.

Me mira, su mirada se siente pesada, no la desvío por más que quiera hacerlo es como una competencia que si la desvía perderás la vida en ello.

- Estamos a mano.- el asiente y es el primero en desviar la mirada hacia el frente empezando a conducir.

- ¿Adónde vamos?- pregunto y el me ignora. Pregunto dos veces más y hace lo mismo. Ignorarme.

- ¿Me vas a contestar algo de lo que pregunte?- me da una mirada rápida.

- Sí, menos Adonde vamos. Conformarte con que no te secuestraré.- ríe, su voz es ronca y un poco áspera.

- ¿Como hiciste para conseguir mi número y ponerle?"tu amorcito"- digo replicando su voz.

Suspira- El día que te lleve a la preparatoria, mientras guardabas tu bici yo grabé mi número en tu celular, - dice y yo me quedo mirándole perpleja- ¿Qué?, no me mires así es por no tener contraseña, nena.

Era cierto mi teléfono no tenía contraseña para desbloquear más que pasar el pulgar por la pantalla. Pero no le da derecho a insulpar mi privacidad.

-Ya me caes mal de nuevo Alex- digo cruzandome de brazos y el ríe.

Luego de pocos minutos en auto con Alex llegamos al lugar que tanto espere saber cual era, me trajo a un club que parece ser muy costoso, tiene decoración de navidad, increíble, con juego de luces y efectos fantásticos. Al entrar es igual de asombro que por fuera, la música retumba en mis oídos, en el primer piso es techo abierto y hay demasiadas personas, en cambio el segundo piso hay pocas en comparación con el primero es más amplio y contiene un largo barandal que da vista al piso de abajo.

Alex lleva su mano en la parte baja de mi espalda guiándome y cubriendome con su cuerpo para no ser tropezada hasta llegar a las escaleras donde hay dos escoltas.

- Alexander Seager, tengo reservasion en la zona v.i.p- dice mostrando una pequeña tarjeta y el guardia de inmediato nos deja subir.

Arriba se encontraban muebles circulares pegados a la pared con mesas en el medio, personas bailan y otras están sentadas bebiendo y charlando por arriba de la música.

Alex me guía a uno de los asientos vacíos para dos cerca del barandal, al sentarnos llama a un mesero con su mano.

- Señor, señorita. ¿Qué desean?- pregunta y Alex se acerca a mi oído causándome un escalofrío cuando habla.

- Quieres una bebida ¿con o sin alcohol?.

-Con Alcohol, por favor-digo con voz baja al igual que él.

- Un whisky para mi y un vodka para Mili- demanda y el mesero desaparece por las escaleras.

En pocos minutos llega el mesero con nuestros tragos, el mio es un vaso con colores rojos y verde mezclándose entre si y una sombrilla de decorado en la parte de arriba.

- Wow, ¿seguro no tiene veneno?- pregunto con el vaso en la mano fingiendo duda.

- No, no tiene. Pruébalo es un trago de vodka preparado con frutilla- dice llevándose su vaso de whisky a sus labios sin quitar la mirada de mí y yo imito el gesto.

Siento mi nariz picar y mis ojos arder un poco al beber, miro a Alex quien me da una sonrisa engreída.

- Es rico, dulce pero fuerte- suelta una carcajada y yo lo sigo.

No se en que momento me levante de donde estaba con Alex y me puse a bailar una canción un poco lenta, -la cual no sé cual es- mis caderas se movian al ritmo de la música, subiendo mis manos lentamente hasta mi cabello batiendolo. Siento unas manos apoderarse de mi cintura, volteo asustada por saber quien es y mi mejilla choca contra un duro torso, al agarrar un respiro siento su loción varonil apoderarse de mis fosas nasales y de inmediato lo reconozco.

- Sigue bailando, soy yo- dice en mi oído y ese es el botón incentivo para yo seguir.

Alex me sigue el ritmo, sus labios rozan mi cuello y mis manos se van hacia atrás desordenando su cabello a paso lento, al acabar esa canción comienza una romántica él me gira haciéndonos quedar frente a frente, una de sus manos se acomodan en la parte baja de mi espalda mientras la otra acuna mi mejilla y con su pulgar acaricia mis labios separándolos, subo la cara para poder mirale y decirle algo pero el se adelanta.

- No digas nada- susurra y sus labios se apoderan de mi boca con euforia y ansias, lo beso de la misma manera que el a mí tomando su cuello para profundizar el beso, nuestros labios se mueven en sincronía, apegándome más a el rodeo su cuello con mis brazos su lengua roza mis labios pidiendo paso y sin duda se lo doy toda la música y algarabía a nuestro alrededor queda sordo para mis oídos, solo somos el y yo, besándonos como dos locos, de momento siento que me falta el aire y Alex igual, se separa un poco de mi descansando su frente con la mía, nuestras respiraciones están agitadas, sus labios están rojos e hinchados.

Nos quedamos viendo unos minutos, y no se porque sigo hay con él, mi corazón quiere irse salir hullendo pero mi cuerpo esta paralizado y mi parte razonable dice: "no seas cobarde".

- Creo que voy a por otro trago ya regreso- le notificó y el asiente

- Vale, vamos- empezamos a andar hacia nuestra mesa bebo un poco y tomo mi bolso sacando mi teléfono para revisarlo.

9 llamadas perdidas de "mamá".

- Mi mamá me ha estado llamando, necesito salir para hablar- le digo a Alex nerviosa.

- Vamos al auto, la música es fuerte no abra un sitio donde no se escuche- dice y yo asiento me ofrece su mano y la tomo bajando rápido por las escaleras, en la puerta pedimos nuestros abrigos.

Ya una vez en el auto veo el contacto de mamá en la pantalla, mi dedo tiembla por apretar "llamar", la mano de Alex se posa en mi hombro haciéndome sentir menos tensa presiono para llamar, primer repique nada, segundo repi...

Contestó.

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