Respiré hondo, uno, dos, tres, controlate Milexa, volví a respirar hondo y contar en mi mente hasta que sentí mi respiración reconponerse. Al abrir mis ojos mi vista pasa al chico que tengo al lado sosteniendo mi brazo, con cara preocupada y luego al chico con una distancia prudente del sofá en donde estoy recostada viéndome con precaución. Y al momento recuerdo que es por él que me encuentro así, mi ira regresa y me levanto de golpe.

- Mili, tranquila... - escucho a Alex pero lo ignoro.

- Lárgate, lárgate-pero no se mueve y eso hace que mi ira crezca-¡Que he dicho que te largués!, hazlo vete como lo hiciste hace años y me dejaste sola-digo y veo por el rabillo de mi ojo como Alex se va alejando.

¿Qué acaso alejo a todos?.

- ¡Alex! - gruño y el me mira sorprendido.

- Es que creo que mejor me voy, supongo tienen...

-¡No me quiero quedar con este imbécil!- veo a Alex venir a mi lado y volteo hacia el otro chico- ¡que te largu...

Y me callo cuando escucho el llanto de una niña, veo que él la levanta del suelo y la toma en sus brazos tranquilizando sus lágrimas.

- ¿Es-es tuya? - pregunto y el asiente - tengo una sobrina y no me has dicho.- susurro con una pizca de decepción en mi voz.

-¿Cuántos años tienes chiquilla? - pregunta Alex acercándose a la niña cargada en brazos de mi hermano.

- Tengo dos-responde tímida escondiéndose en el cuello de su padre mientras de sorbea la nariz.

Sus pestañas se encuentran húmedas por las lágrimas, los ojos son iguales a los de su padre, la nariz es pequeña y sus labios son finos, su cabello es castaño oscuro. Es hermosa eso es claro.

Pero no me atrevía a hacercarme a la pequeña.

- Se llama, Eva-dice Gideon y es la primera vez que habla.

Alex le ofrece sus brazos para ser cargada y Eva mira a Gideon este asiente y ella tímida acepta sus brazos.

-Venga me la llevo para que hablen - dice y me da una sonrisa tierna antes de desaparecer por las escaleras.

- No me dijiste que tenias una hija. - digo iniciando y el suspira.

- Lili. - dice dulce, pero presionó el botón equivocado.

- ¡No. Me. Llames. Así!, acepto Lexa de Uriel, el Mili de Alex, el Lixa que me dice mamá y el resto que me conocen pero ese no, creo que soy la persona con el nombre que tiene más diminutivos así que di cualquiera menos ese. - puntualizo y el suspira pasándose las manos por sus cabello.

- Milexa, la embarre a lo grande, lo sé pero tú también me tienes que entender- dice tratando de explicar pero no quiero escuchar.

- Entender que te fuiste de la casa y nos dejaste solas, porqué no solo fue a mi también a mamá, se te olvidan las palabras de papá "si algún día me voy tú..." - mi voz se rompió pero él terminó por mi.

-... Serás el hombre de la casa y cuidarás de ellas", como olvidarlo sí lo repetía siempre-por aquel recuerdo siento mis ojos cocerse y mi cuerpo caer sentado en el sofá dándole la espalda a Gideon.

-Puedo...? - pregunta señalando el otro lado del sofá y yo asiento.

- ¿Sí aún te acuerdas porqué lo hiciste?¿Por qué nos dejaste? - el esconde su rostro en sus manos.

- Fui un cobarde lo sé, pero no podía estar en ese lugar todo me recuerda a él yo... Me quería ir.

- Pero nosotras también nos fuimos, no esperamos el mes, cuando estábamos dispuestas a decírtelo no te encontramos.-seco mis lágrimas y miro sus ojos cristalizados y rojos.

- Lo sé, pero me di cuenta tarde. Las fui a visitar cuando tenían tres meses de haberse mudado iba a volver, pero no las encontré luego mi vida se baso en ir de bar en bar-dice y lo miro con mala cara- y no, no me acostaba con todas la chicas del bar, no creas que fui tan imbécil de que mi Eva naciera de una chica de una noche.

- Vale al menos aprendizte algo de papá- sonreímos melancólicos.

- Daniela, así se llama la madre de Eva, es mi prometida, primero eramos novios y bueno sabes que pasa cuando no nos protegemos y...

- Vale entendí, solo espero la trates bien. Felicidades por tu compromiso. - digo y trato de sonreírle.

-¿Y Lilia?, supongo esta en casa de los tíos-dice divertido.

- En realidad si, esta allá-respondo.

- Por qué tu no estas con ella...

- Digamos que me tuve que venir después de año nuevo por un asuntitito-digo haciendome la inocente.

El ríe y luego me pide un abrazo y se lo consedo, extrañaba los abrazos de mi grandulón, el es mi hermano mayor y no voy a mentir que verdaderamente lo extrañaba y supongo que mamá se alegrará al verlo.

Me quedó un buen rato hablando con mi hermano y luego subo a donde esta Alex, mi hermano ya se iba y se tenía que llevar a su hija.

Bajo a inventar algo de desayunocpn Alex Y uriel detrás-o mejor dicho Uriel iba hacer el desayuno por levantarse más tarde-.

- ¡Uronaito Mili y yo tenemos hambre! -grita Alex desde el comedor a la ventana de la cocina.

- ¿Que tiene mi pequeña? - pregunta Alex, sacándome de mi trance.

-¿Umm?.

- Tienes la mirada perdida, estas en cualquier lado menos acá. - dice tanta prestandome atención que me hace sonrojar.

-Recordando pero da igual, mejor comemos hay viene Uron- el me sigue mirando con duda pero asiente empezando a comer el desayuno que nos trajo mi amigo.

Al terminar llevo a Uriel y Alex a la puerta y luego los veo desaparecer en el auto juntos. Ya sentía que tenía mucha compañía hoy, ahora me quedaré sola de nuevo, con estos ánimos ya no quiero volver a casa de mis tíos mejor me quedaré en casa a esperar el primer día de clases.

Necesito despejar mi mente.

Escucho mi teléfono sonar y abro el mensaje:

*El Anormal *

Gracias, mi pequeña Mili.

Será idiota el Alex.

Yo:

De nada pero ya cállate.

*El Anormal*

Extrañaba tu rudesa, hoy estabas muy apagada?

Dejo pase ese mensaje y no le respondo.

* El Anormal*

Heyyy aún me tienes como que soy tu amorcito.

Já quisiera.

Yo:

No. Si alucinas, ese mismo día te cambie a Alex, pero ahora te cambie.

* El Anormal*

¿Como qué? Tu príncipe azul;)

Yo:

Sueña que es lindo.

* El Anormal*

Ayer soñé que una linda chica me hacía caricias en la mejilla mientras dormía. No te hablé de eso Mili? Lo recuerdo tan real.

¿Ahora que hago?.

¡Por qué te hago caso conciencia!.

¡¡¡Te odiiioooooo!!!

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