Ayer fui en busca de mamá a casa de mis tíos y como dije no iba a ir allá así que me quedé viendo las famosas series de Netflix, no le he hablado en toda la semana a Alex.

¡Que vergüenza hablarle después de eso!.

Así que hoy también era el primer día de clases después de las pequeñas vacaciones de invierno y pensaba pasar de él todo el día.

¡Ah!. Mamá ya se había enterado de lo de Gideon lloro mucho de emoción por que su hijo estuviera de nuevo con ella y además el de tener una nieta la conmovió más.

Estaba feliz o mejor estábamos, a pesar de que todavía tenía un pelín de rabia a mi hermano por irse.

Me encontraba saliendo de mi auto para entrar a la preparatoria. ¡Así es! MI auto cero bus escolar.

Ya me habían entregado mi licencia por lo tanto debía estrenarla hoy para ir a clases.

Estaba en mi loker ordenando mis cuadernos cuando siento unos brazos tomarme por atrás.

- Amiiigggaaaa, ¿por qué no viniste al baile de invierno? - esa es mi amiga, Ariza y compañera de aventuras.

- Sabes que no soy de eso. - cierro el loker y empiezo a andar a la cafetería y ella me sigue.

- Aburridaaaaa- dice y vuelco mis ojos cruzandome de brazos, estoy a punto de llegar a la puerta de la cafetería cuando veo por el rabillo de mi ojo tal chico de cabello negro venir hacia nosotras.

- Nos vamos - volteo hacia Ariza tomándola de los hombros dándole la vuelta y empezamos a correr-literalmente-.

Parecemos un tren como hacen los niños solo nos falta el ¡chuchu!.

-¿Pero es que ya no quieres tu famoso muffins?.

- Paso se me quitaron las ganas-digo y ella se frena de golpe y voltea a verme con la boca abierta.

-¿Por qué tu no... Oh mierda ¿por qué huimos de Alex Seguer? . - pregunta sorprendida pero luego cae en cuenta y me da una mirada pícara.

La tomo del hombro y la arrastro al salón de música que era el más cerca para entrar. Suspiro más calmada recostandome tras la puerta como impidiendo de que no abran.

- ¿Queee paso? - pregunta Ariza.

- Deja de alargar cada palabra- puntualizo y ella asiente.

- Vale pero promete que no gritarás - asiente frenética pero le doy mala cara y deja de hacerlo de inmediato.

- Mientras el dormía yo le acaricie la mejilla, ¡pensé que estaba dormido! Pero el muy imbécil solo finjia o eso creo...

- ¡Pero como que él están durmiendo y tú!... No me digas que.. Ahhh...

- No me chilles, Ariza dijiste que...

- Sí, sí, sí me callo pero cuenta-dice y termino contándole todo(omitiendo los detalles).

Y justo cuando termino de contarle suena el timbre de entrada a la primera clase.

- Nos vemos Lexa. - dice Ariza dándome dos besos sonoros en las mejillas cosa por la que hago una mueca-amargada.

Luego de despedirme empiezo a correr pero detengo mi paso lentamente al recordar las palabras de Alex
"hay que esperar diez más a que el profesor de química termine de follarse a la de inglés"y pues la clase de hoy es química como todos los lunes.

Empeze a caminar a paso lento hasta llegar al salón y escoger uno de los asientos de la primera fila y esperar esta vez quince minutos a el profesor de química llegando con su camisa arrugada.

Que el director no se entere por que lo echan a patadas del instituto.

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Luego de terminar la última clase del día - gracias al de arriba - me encuentro recogiendo mis libretas mientras todo el salón sale como abalancha, por mi parte prefiero esperar a que todos salgan para salir yo.

Tomo mi mochila para salir del salón pero cuando levanto la mirada encuentro (como cosa rara encontrármelo) Alex cerrando la puerta y pasándole el pestillo y mi corazón empieza a acelerarse.

- ¿Qu-que haces? - digo con voz temblorosa retrocediendo hacia atrás hasta chocar mi espalda contra el pizarrón.

- ¿Por qué te escondes? - muerde el lóbulo de mi oreja provocando que un leve jadeo salga de mis labios.

Alex me apega más al pizarrón él posa una mano contra este evitando mi escape, echa su cabeza un poco hacia atrás para mirar mis ojos y luego mis labios, se acerca lentamente cierro mis ojos esperando que me bese pero no lo hace.

En cambio toma mi labio inferior entre sus dientes jalandolo y mordiendolo levemente abro mis ojos y lo miro sus pupilas están dilatadas, su cabello desordenado, sus labios entre abiertos y siento que quiero besarlo.

Llevo mi mano a su nuca y lo atraigo a mí hasta chocar nuestros labios él no duda en seguirme el beso y así nos besamos con tanta necesidad y pasión que nunca había sentido, es efusivo y manda corrientes placenteras a la parte baja de mi vientre, el toma mi cadera con ambas manos y yo envuelvo mis piernas en su cintura sintiendo su ereccion contra mí y eso solo hace que me sienta más caliente, él me sienta arriba del escritorio.

Nos separamos dos segundos, Alex toma mi rodillas y me jala acercándome a él poniéndome en la orilla de la mesa del escritorio y me besa.

- Eres hermosa - dice entre jadeos y besos.

Su mano desciende por mis muslos y caigo en cuenta de algo:

Estamos en un salón de clases.

- Alex-digo tratando de llamar su atención pero esta ocupado besando mi cuello y eso ayuda menos- venga, tenemos que parar.

Levanta su cabeza para mirarme con su ceño fruncido totalmente confundido:¿Por qué? - su cara cambia a preocupación completa-¿te he echo daño?, Mili yo...

- ¡No!, es solo que... estamos en un salón de clases Alex-le digo y me mira con malicia.

- No me digas que te pone hacerlo en un salón de clases.

-¿Qué?, obvio no... O si - encarna una ceja y ya no sé qué digo - ese no es él tema Alex, no es debido hacer esto en un salón de clases.

- Ahora tú y yo seguimos reglas.

- Quizás tú no pero yo sí - digo y me apoyo de sus hombros y el toma mi cintura para bajarme del escritorio y acomodar mi falda.

- Engañate - vuelco mis ojos y me alejo de él tomando mi mochila del suelo ¿cuándo callo que no me fije? - ahora tendré que soportar un dolor de huevos.

Río y me dirijo a la puerta.

- Te haces una paja y solucionado el problema-me volteo a verlo y le doy un guiño - ¿vienes?.

- Salgo luego que desaparezca - señala su entrepierna que se encuentra abultado dejando vista su obvia ereccion.

- Suerte.

Le quito el pestillo a la puerta y la abro veo al rededor y no hay ni un alma en el pasillo así que salgo, encuentro algunos estudiantes en el piso de abajo y en el campus de la preparatoria, me dirijo al estacionamiento, subo a mi auto y choco mi frente contra el volante.

¿Que estoy haciendo?.

Ahora cada que cierro los ojos esas imágenes llegan a mi mente.

Se suponía que lo aceptaba como un amigo.

Pero... Ahora creo que me gusta Alex.

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