Día 2. Plan de conquista.

Jodido no diario que es mi diario:

Sé que dije que NUNCA te llamaría diario, pero conforme voy escribiendo más y más partes, me doy cuenta que en verdad lo eres. Sólo debo aceptarlo, necesito tiempo para procesar que estoy haciendo esta mariconada.

Ahora... ¿Cómo puedo decirte la pendejada que he hecho? Verás; le he dicho al idiota de Deku que salga conmigo.

¡LO SÉ, LO SÉ! ¡ES UNA ESTUPIDEZ!

Gracias a eso, mañana saldré con él. ¡Y aún no sé a dónde! ¿Cine? ¿Parque? ¿Bosque? ¿Cuarto? ¡¿Dónde?!

Espíritu de los diarios, sal de tu contenedor y dame un jodido golpe. Me lo merezco.

Lo malo de todo es que él sabe que hay alguien que me gusta. Y lo peor es que es tan idiota que no se da cuenta que es él. ¡Es un inútil!

Aunque no es el único: cara redonda y pelo pincho lo saben también. Debo ser menos evidente. Por el idiota no me preocupo, valora tanto que esté a su lado que nunca diría nada, pero ella... Me tiene agarrado de un huevo. Si ella le dice al idiota de las mitades que me gusta Izuku, me joderé enterito. Hará hasta lo imposible por alejarme de Deku y ella ganaría en automático con el tipo de los lentes.

Si ella hace eso, aunque trate de hundirla conmigo, el idiota de los lentes no me creería si le dijera que cara redonda quiere con él.

Debo encontrar la manera de separar también a cara redonda del cuatro ojos por si acaso, así ella se vería obligada a separar al bastardo de ellos dos. Pero si hace eso, podría optar por darle al idiota de Deku.

¡Joder, en qué lío me he metido!

Necesito otro enfoque.

¿Y si creo otra distracción para cara redonda? No, ella se daría cuenta que soy yo y movería sus piezas para alejarme de Deku.

Usaré seis planes al mismo tiempo, malparido diario.

• Enamoraré a Deku con cartas anónimas.

• Haré que el bastardo se fije en alguien más (sin que sea el tipo de los lentes porque puede ocurrir lo mismo con mi idiota inútil).

• Tendré pequeños detalles con él, sin opacar a mis cartas anónimas para que me tenga en cuenta.

• Ayudaré a cara redonda para que se aleje el bastardo del idiota de los lentes y de mi inútil.

• Me declararé al final.

Y si todo esto falla...

• Alejaré al bastardo de las mitades de Deku enamorándolo.

Así Deku se vería presionado a estar conmigo porque el bastardo lo estaría, con el paso del tiempo mi inútil se enamoraría de mí y sólo tendría que desechar al mitad microondas mitad refrigerador.

¡Soy brillante!

Aunque... Si esto lo fusiono con el segundo punto, todo evolucionaría más rápido, pero la idea de que el bastardo esté muy cerca de mi me molesta bastante.

Pero es un riesgo que estoy dispuesto a tomar.

Bien, querido malparido diario, ya no deseo escribir más así que... ¿Chao? ¿Bye? ¿Hasta luego?

Me da igual.

Katsuki esconde nuevamente su diario debajo de su colchón. Tiene las ideas claras de lo que hará y sabe que puede funcionar. El problema es que, a pesar de todo, tiene miedo que el idiota de Deku le salga con la jalada de que le gusta cara redonda. Aunque a ella le gustara el idiota de los lentes, Deku podría tratar de conquistarla. De ser así, tendría que moverse rápido y sin errores.

Se recuesta en la cama, suspirando. Mira al techo de un lindo color blanco. Vuelve a suspirar. Cierra los ojos. Y sueña despierto.

Una bonita ilusión donde un lindo Deku va caminando de un lado a otro, tomándolo de la mano. Volteando a verlo, sonriente, termina con las mejillas calientes debido a su belleza.

"Kacchan, ¿podemos ir allá?" dice de pronto su sol mientras señala a un árbol. Asiente con la cabeza y caminan a este para sentarse. Deku apoya su cabeza en su hombro mirando al suelo, a las piernas de ellos dos o simplemente a la nada, no lo sabe.

"Deku, hay algo que siempre he querido decirte" susurra con nervios.

"¿Qué pasa, Kacchan?", al voltearlo a ver puede encontrar esos ojos verdes observándolo con detenimiento.

"Pasa que tú me gustas" suelta sin decir más, recibiendo el sonrojo de Izuku quien parece echarse a llorar en cualquier momento después de aquella inesperada confesión.

"Yo... Kacchan, yo..."

—¡Hola, BakuBro! —Un pelo pincho interrumpe su sueño en el momento justo que abre la puerta de improvisto—. Quería hablar contigo y no soy el único. Mina, Sero, Denki, Jirō, Satō y Uraraka también vinieron.

—No creo que haya sido buena idea, Kirishima-kun... —susurra cara Redonda.

—Debimos tocar, bro... —Ahora es el Pikachu.

—Este wey ya está muerto, nomás no le han avisado —ríe la cinta adhesiva.

—Mas bien... Estamos muertos, sólo que no nos han avisado —la alien corrige agustiada.

—Les dije que no era buena idea. —Orejas extrañas se cruza de brazos.

—¿Qué mierda hacen en mi habitación? —pregunta Katsuki bastante molesto. Su burbuja acaramelada donde un Katsuki y un Deku estuvieran a punto de decirse cuanta pendejada cursi ha sido rota por su mejor amigo.

—¡Kaminari nos dijo que te gustaba Midoriya y queremos ayudarte! —brinca el sujeto de los pasteles deliciosos.

—¿Qué...? —Katsuki se pone blanco. ¿Cómo el Pikachu de mierda se enteró de que...?

Sus ojos buscan al responsable de todo aquello, y al encontrarlo, el susodicho se oculta detrás del pelo pincho, asustado.

—¡No me hagas nada, BakuBro! —pide aterrado—. ¡Cuando me enteré, supe que debía de ayudarte!

—¡¿Cómo mierda lo supiste?!

—¡Se te nota mucho; lo miras con bastante atención, a veces dibujas su rostro cuando no se da cuenta, susurras cosas tiernas cuando te refieres a Midoriya! ¡Es un caso serio! —exclama el Pikachu estúpido no tan estúpido.

—Bueno, en eso tiene razón —la chica de orejas extrañas habla—. Momo y yo también lo hemos notado, incluso ella quiere ayudarte, pero ahorita mismo está con Iida por asuntos de jefe de grupo.

—No me vengan con que soy muy obvio... —habla Katsuki muerto de nervios, avergonzado.

—Es que lo eres, BakuBro. —El tipo de cinta adhesiva en los codos también se mete—. Me sorprende que Midoriya y Kirishima hayan sido los únicos que no se hubieran enterado de nada.

—¡Es que el corazón de Blasty me parece tan tierno que no me parece que se lo gane un chico que supuestamente no tolera! —Pelo pincho hace un puchero—. Casi creí que teníamos algo especial. ¡Blastyyyyy! ¿Qué hice mal? ¿Tan poca cosa soy para ti? —Abraza a Katsuki, llorando dramático—. ¿Tan poco varonil soy para ti?

—Qué triangulo veo por aquí —susurra riendo la alíen a mejillas redondas, contagiándola.

—¡Joder, déjenme! —Katsuki empuja al pelirrojo, quien sigue con sus ojitos de perro a medio morir—. ¿Qué quieren a cambio?

—¡Uraraka dijo que la ayudarías con Iida así que quiero que me ayudes con...! —Pikachu mira a la chica de orejas extrañas amante de la música con insistencia. Ella lo mira sin entender.

—¿Es alguien que yo conozco? —pregunta.

Otra ilusa.

—¡Yo quiero que me ayudes con mis trabajos! —la alíen exclama sonriente.

—¡También yo! —el tipo de cinta adhesiva en los codos habla a la par.

—Me gusta como cocina así que me gustaría aprender más, claro, si así lo quiere. —el sujeto de los pasteles deliciosos declara levemente sonrojado.

—Yo vengo por voluntad, realmente no pido nada —la amable de Jirō Kyoka, a la que posiblemente ya no llame chica de orejas extrañas, opina sonriente.

—Realmente son unos idiotas —susurra Katsuki—. Muy bien, hagamos que este equipo funcione para tres motivos. Deben de saber que ya tengo planeado ciertas cosas y necesito a cada uno de ustedes, así que tenemos trabajo que hacer.

—¡Blasty! —exclama entusiasmado el pelirrojo, aparentemente orgulloso—. Mi bebé está creciendo. —El Pikachu lo abraza, igual de entusiasmado.

—Crecen tan rápido. —Se limpia una lagrimilla falsa.

—Es tan varonil —chilla varonilmente.

—Después arreglaremos eso de que el idiota del Pikachu y el pelos de incendio supuestamente son mis padres —habla Katsuki con los ojos en blanco.

***
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