O C H O
Cómo odia peinarse. Es algo que no acostumbra a hacer, pero ahí está, sentado delante de un mueble con espejo donde Mina se dedica a peinar con bastante esfuerzo su cabello rebelde. Ella parece demasiado a gusto con su labor.
—Ya deja de moverte, Bakugō, el gel no quedará bien si te sigues moviendo.
—¡Me vas a dejar calvo de tanto que tiiii...! —Se aferra al mueble, apretando los dientes con malhumor—. ¡Ya déjame en paz!
—Ay, Kacchan, sabes bien que si quieres impresionar a la chica que te gusta debes de hacer de todo para verte impecable. —Apunta Kaminari con una sonrisa mientras se acerca con colonia que rocía sobre su ropa, fragancia que lo hace estornudar.
—¡Ya te dije que no me llames así!
—Sí, sí, que "Kacchan" es solamente para Midoriya —comenta entre sonrisas amables Kirishima, trayendo a la mano dos pares de calzado que eleva para que el resto vea—. ¿Qué dicen? ¿Zapatos o deportivas?
—Los zapatos no combinan con el gesto jovial que lleva Bakugō.
—Y son escolares.
—¿Las deportivas?
Ambos hacen gesto de desagrado, Bakugō se admira en el espejo el gran destrozo que le están haciendo. No es hasta que aparece Uraraka con una maleta llena de...
—No, no vas ponerme eso. —Gira el rostro, alejándose de las manos de Uraraka que tienen consigo una botellita de líquido cristalino.
—Bakugō-kun, las mujeres y hombres usan maquillaje por igual, potencian tu belleza externa.
—¿Que no hay que mostrarle la belleza interna? —pregunta Kirishima perdido entre zapatos.
Uraraka arruga la cara—. Sí, necesitaremos dejarlo demasiado guapo para que Deku-kun no tenga que preocuparse por la belleza interna.
—¡Oye, tú, cara redonda, ¿a qué te refieres con eso?! —Cierra los ojos, pronto han vertido el líquido en su piel. Puaj, se siente extraño, aunque huele algo bien.
—Que eres desagradable con Deku-kun, así que si quieres que esa cita salga espectacular, más te vale arriesgarte a todo porque de otra manera... —Arquea una ceja, la escucha con atención, pero ella no dice nada más, haciendo que entreabra los ojos.
—¿Qué?
—Oh, ya sabes. —De nuevo es atacado con un nuevo líquido, aquel que lo embarra por debajo de los ojos y que esparce con un pincel gordo.
—Eggg... ¿Qué es?
—Todoroki-kun te lo quitará.
Y la mugrosa saca los lápices de colores. Maldita sea, sabe que ahora no se podrá negar al sufrimiento.
....
—¿Te sientes bien, Kacchan? —pregunta el interés romántico de Katsuki. Las mejillas infladas le parecen de lo más tiernas así que evita mirarlas más para no enrojecer cual mujer enamorada tras ver a su novio después de una semana.
—Claro que estoy bien, nerd. —Esa respuesta no parece ser del todo satisfactoria para Izuku, quien sigue mirando fijamente a Katsuki. Que no siga, muere de vergüenza por estar maquillado, no es demasiado, pero es obvio que hay mejora desde el antes al ahora.
—Bueno... —Parece dudar mientras achica los ojos, está seguro de que sabe qué ha ocurrido—. ¿A dónde iremos, Kacchan? —la voz ilusionada de Izuku le indica que debe pensar veloz para poder responder, pero es que le parece casi imposible si ese idiota pecoso le sigue mirando de esa manera.
¿Es tan extraño usar camisa azul cielo y pantalones color beige? Las chicas dijeron que parecía protagonista de k-drama, que sólo faltaba la gabardina, el auto del año y de fondo Hush de Lasse Lindh.
Aunque viendo a su pecoso con una camiseta que literalmente dice "camiseta" con unos shorts flojos y sus distintivas deportivas rojas, el contraste es tan obvio.
—Iremos a... —¿En dónde le dijeron que fuera? Todo el día anterior, esa misma mañana y la plática mental con si mismo fue bastante para él. Debería de haber una señal por alguien. Tal vez...
¡Bendito seas, Pelos de Mierda! Haces buenas señales.
Literalmente está apuntando al restaurante donde ha reservado usando a Kaminari como flecha.
—Vayamos a comer primero, ¿te parece? —su voz suena extrañamente calmada para su tan acelerado corazón. Después de todo, su cita es aquel que le hace enloquecer con pequeñas palabras.
—Pero... Ya he comido —dice Izuku algo apenado.
Oh, no.
“Pero todos nos esperan allá. Se supone que iríamos a comer, luego pasaríamos al cine, caminaríamos por el parque para llegar de nuevo a los dormitorios y ahí debería de haber pequeñas referencias nuestras de que nos gusta.”
“¡Cállate! No me concentro.”
—¿Por qué no vamos a caminar? —La dulce sonrisa de Izuku es totalmente irresistible. Lamentablemente, Katsuki es un ser mortal y no puede resistirse ante tan bellos encantos. El hechizo de Izuku parece ser totalmente bueno porque no se ha quejado en lo absoluto.
—Como digas —la respuesta suena bastante brusca, tanto que el pequeño Izuku se asusta por ello.
Las voces de Katsuki quieren matarlo a golpes.
La caminata a quién sabe dónde es de lo más incómoda. Ninguno ha dicho una palabra y eso parece suficiente para que Katsuki tache ese día como la cita más imperfecta en la historia.
De pronto algo los hace parar. Los ojos de Izuku han visto algo que para Katsuki desde luego puede ser la solución a ese terrible mal.
Un algodón de azúcar.
—¿Podríamos comprar uno? Podemos compartirlo. —Las mejillas sonrojadas más la sonrisa de Izuku y su dulce mirada son la combinación más perfecta jamás creada por el hombre por sus propias manos.
—Yo lo pago. —Izuku asiente.
Una vez el acto ha sido cometido, ambos se sientan en el borde de un muro. Izuku es el que sostiene el algodón de azúcar, lo come cual niño pequeño, consumido por el capricho otorgado. Katsuki come despacio, queriendo no quitar ningún pedazo por seguir disfrutando de esas hermosas mejillas regordetas satisfacerse hasta donde quiera. De alguna manera, Izuku le recuerda a una ardilla, una pecosa ardilla voladora.
Pero él lo ha comprado y ve justo comer un poco. Claro, sin dejarle poco y nada al pequeño niño hermoso y precioso que está sentado a su lado.
—¿Pasa algo, Kacchan? —pregunta Izuku mirándolo fijamente.
“Tiene algo en el labio. Quitaselo con la lengua pero sin babosearlo todo. Sexy, eh. Tienes que lucir seguro.”
—Ah... —Las mejillas de Katsuki se ponen rojas. Le quita el pedazo del algodón con los dedos y desvía la mirada—. Nada, sólo sigamos.
Izuku asiente algo más apenado.
Tal vez triste.
***
Este episodio fue extendido, se me hizo bien soso y dije naaah, que se vea que katsuki le invirtió tres pesos a su oufin y que izuku literal es izuku
Este episodio obviamente no se escucha con hush, solo con escenas bien romanticas
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top