"Como desees"
El castaño sonrió mientras que abría los ojos, retirándose el casco negro de realidad virtual antes de levantarse de aquel cómodo asiento en el que había estado durante la prueba. Se estiró tras dejar el casco en dicho asiento notando el gran contador frente a él. Marcaba que aún quedaba una hora y media para que todos los equipos pudieran terminar con la prueba especial.
—Solo use media hora.—Hablo en voz alta volteándose para inspeccionar el resto de los equipos, la mayoría seguía en su asiento usando aquel casco negro y solamente unos pocos habían terminado con la prueba.
La prueba era algo especial y peculiarmente peligrosa. "El genio", ese era el nombre que se la había dado, esto debido a que usando cascos de realidad virtual los competidores verían como sus verdaderos deseos se hacían realidad. Sonaba algo muy bello e inofensivo, Bam así lo creyó hasta que Khun le explicó que podía ser una de las pruebas más peligrosas siendo que tenían un tiempo límite para disfrutar su sueño hecho realidad y salir de ahí. Incontables regulares habían quedado atascados en aquella prueba, algunos solamente participaban con el propósito de nunca salir de ahí. Si todos los integrantes del equipo lograban salir de aquel mundo de sueños, como recompensa podrían incrementar su poder. La prueba era bastante tentadora como para que Bam y sus amigos se negaran a participar, cada quien tenía sus propios motivos para querer ganar nuevos poderes.
—¡Bam! Tú también terminaste rápido.—El castaño volteó a ver a Shibisu, este se acercaba con una sonrisa con sus manos metidas en los bolsillos de sus pantalones de su traje de ejercicio.
—Sí, solo me sentí más motivado a hacer mi sueño realidad.—Y no era para menos. En aquella fantasía el castaño había vislumbrado una pacífica vida en compañía de todos sus amigos, estando convencido de conocer sus raíces aunque por obvias razones no sabía ningún detalle. El mundo de las ilusiones no era perfecto como para darte las respuestas que buscas.
El pecoso asintió soltando una suave risa.—¡Te entiendo! Es como si el cansancio de todos estos años hubiera desaparecido y ahora me siento como cuando estábamos en el piso de las pruebas. Sigamos trabajando juntos para cumplir nuestros sueños, Bam.
Bam sonrió de manera brillante, Isu había sido uno de sus primeros amigos y no se imaginaba llegar al último piso sin el.—Por favor, siga cuidando de mí y mi equipo —Pidió con amabilidad.
—No lo dudes, debo cuidar a todos mis retoños.—Como siempre, el mayor gustaba de bromear sobre su papel como "padre" de todos ellos.—Aunque es raro, creí que Khun sería el primero en despertar de ustedes tres.—La vista de Shibisu paso hacia el joven de cabellos azules que en ese momento solo se alcanzaban a vislumbrar las puntas debido al casco.
Bam no lo dijo en voz alta pero el también creía que al retirarse el casco el Portador de luz se encontraría frente a él, con una sonrisa socarrona diciéndole que le había hecho esperar demasiado. Quizás el ojiazul solamente estaba teniendo un buen sueño y despertaría en cualquier momento.
—Sera un problema si Hatz despierta antes que él, ya sabes cómo ese par adora pelear. —A pesar de los años Khun y Hatz seguían teniendo sus peleas.
—Creo que sería peor si el Señor Rak se levanta antes. —Murmuró recordando cómo sus amigos gustaban de competir en casi todo, aunque Khun siempre decía que Rak jamás podría ser una competencia digna al tener un intelecto inferior sabía que en realidad consideraba al Portador de lanzas como un digno oponente. Pero eso no impedía que todo aquello terminara en una pelea de por lo menos una hora hasta que Khun decía que no valía la pena.
Shibisu volvió a reír, dándole toda la razón al Manipulador de ondas. —Bam, iré por algo de comer. ¿Quieres algo? —Ofreció pero el castaño se negó con un simple movimiento de cabeza y una pequeña sonrisa, el mayor se despidió prometiendo volver pronto.
Bam se apoyó contra la barandilla. El lugar era circular con incontables pisos, no era algo extraño siendo que reunían a todos quienes estuvieran subiendo la Torre, en el medio se proyectaba el gran reloj que contaba cuanto tiempo tenían para poder terminar con la prueba. Comenzó a sentirse ansioso por la tranquilidad de la prueba, tras tantos años estaba acostumbrado a tener que pelear, a ser traicionado por quienes creía que le apoyaban aunque fuera para su propio beneficio, le dolía el estómago de solo pensar en la posibilidad que aquella prueba se tornara demasiado peligrosa y sus amigos estuvieran en peligro.
Respiró hondo intentando alejar todos esos pensamientos. Ya no era un ingenuo como lo fue durante el Piso de pruebas, sabía que la Torre causaba desdicha y dolor pero no podía dejar que esos pensamientos nublaran su juicio. Aún debía aprender a no reaccionar ante sus instintos ya que estos no siempre eran correctos.
Decidió distraerse recordando en lo que el casco de realidad virtual le había mostrado, aunque lo había disfrutado le había parecido extraño como no había visto a cierta cabellera rubia ser parte de su sueño. A pesar de las traiciones de Rachel ella aún era una persona muy importante para él, había sido su primera amiga y aún ocupaba un lugar en su corazón. Lo mas curioso fue la cercanía de su mejor amigo en aquella realidad, Khun parecía llenarle de atenciones pero no era muy distinto del Khun original, quizás porque ese parecía poder actuar con mayor libertad. Esperaba poder cumplir aquel sueño, incluyendo a Rachel en él.
Bam comenzaba a entrar en pánico, faltaba media hora para que la prueba terminara pero la única persona que seguía conectada tanto de su equipo como el de Shibisu, era Khun.
—¿Qué le pasa a la tortuga azul? ¿Se está haciendo el dormido para evitar la vergüenza de que el Gran Rak Wraithraiser le venció? —Dicho eso el cocodrilo comenzó a reír estruendosamente, de no ser porque aquellos cascos encima los aislaban de los ruidos del exterior estaban seguros que Khun había despertado.
—¿Qué haremos? Aunque no me guste admitirlo, Aretes es nuestro mejor estratega. —El espadachín miraba al castaño con preocupación, no quiso agregar como obviamente el que Khun quedara atrapado en la prueba los afectaría a todos en un nivel emocional.
Bam aun así comprendió el significado tras sus palabras. No querían perder a nadie más.
Aún tenían media hora para que Khun abriera los ojos, pero era incierto si es que el chico de cabellos azules lo lograría siendo que se perdía la noción del tiempo estando ahí adentro.
—Vamos Khun, no importa que tan bueno sea el sueños debes de despertar. —Aunque era inútil Shibisu intentaba mover el cuerpo del Portador de luz, pero sin éxito alguno. Shibisu chaqueó la lengua pensando en que debían hacer, él era el siguiente al mando, sus habilidades como estratega no alcanzaban las del chico de ojos azules pero aun así eran bastante buenas. Tras unos minutos pensando en todas sus opciones disponibles con los resultados que podían tener, llegó a una conclusión.—Tendremos que usar la conexión.
—¿Estas seguro? —Anak estaba sentada tras Khun con sus manos en el casco. —Estoy segura que puedo quitarle esta cosa.
Shibisu preocupado se acercó para quitarla de ahí, cargándola como si se tratara de una niña pequeña para el desagrado de la Princesa de Zahard.
—Lo siento, Anak. Sé que intentas ayudar pero el encargado de la prueba dijo que si a alguien le retiraban el casco perdería todos sus recuerdos y sería enviado al primer piso. No podemos arriesgarnos. —Bam se disculpó con la chica de piel verde, no quería ganarse unas de sus miradas malhumoradas. Después volteó a ver a Shibisu con decisión. —Haremos la conexión, yo lo haré.
—Bam, ¿estás seguro?
El castaño asintió tomando asiento nuevamente, su lugar había estado justo al lado a Khun.
—Yo quiero subir la Torre con Khun. —Explicó con simpleza mientras que volvía a ponerse el casco esperando a que Shibisu comenzará el proceso.
El pecoso soltó un suspiro de resignación, no podía hacer nada si es que el castaño estaba motivado de salvar el solo a Khun.
—Bam, recuerda que debes de convencerle para que vuelva. Si Khun no sale, tu también quedarás atrapado. —Comenzó a darle las indicaciones. —Vuelvan lo más rápido que puedan. —Lo último lo pidió con una voz lastimosa.
—No se preocupe, volveremos. —Prometió el castaño con una sonrisa brillante.
Shibisu asintió decidiendo confiar en sus palabras, Bam siempre conseguía volver después de todo y era la única persona capaz de hacer que Khun le escuchara, no tenía razones para no creer que podría rescatar a Khun.
—Conexión. —Murmuró presionando un pequeño botón en el casco de Khun. De este un pequeño cable rojizo salió conectándose por sí solo al de Bam.
—¿Khun? —Parpadeó varias veces acostumbrándose a la luz del lugar. Se encontraba en una pequeña cocina, esta tenía las paredes pintadas de blanco y los muebles de madera dándole un aspecto hogareño. Frente a él había dos tazas con café recién hecho, confundido las tomó en sus manos sintiendo que eso era lo correcto por hacer.
Escuchó algunas risas y gritos de la habitación vecina, eran voces que le parecían demasiado conocidas. Por un momento recordó su tiempo viviendo con el equipo Cerdo Agridulce cuando aún usaba como nombre Jyu Viole Grace, a pesar de las presiones por FUG había pasado un buen momento con Wangnan, Yeon y el resto, le había hecho sentirse como en sus primeros momentos en la Torre cuando estaba con Khun y Rak.
En la cocina había dos puertas, una de ahí conectaba con el resto de la casa de dónde venían las risas pero tenía el presentimiento que debía usar la otra puerta, esta daba al jardín a juzgar por la pequeña ventana desde donde alcanzaba a notar el cielo oscuro. Llevando ambas tazas caminó hasta la puerta, haciendo malabares para poder abrirla sin que el líquido de las tazas se derramara, al momento de abrirla se sorprendió de la vista. La casa aparentemente estaba en una gran colina, notaba las luces de un pequeño pueblo a la distancia pero el lugar estaba lleno de vegetación. Le pareció curioso el reconocer algunos árboles de castañas plantados tan cerca de la casa, en el exterior había algunas luces pero en su mayoría era iluminado por la luz de luna y las estrellas en el cielo.
Las estrellas se veían iguales que las primeras que presenció en el piso de Evankhell, estas eran más hermosas, incluso su brillo era deslumbrante y una parte de Bam estaba seguro que no se trataba de una ilusión como lo era el cielo en la Torre. En su propio sueño había visto las estrellas, pero era como si estas tenían una magnificencia sin igual.
—Bam, ¿por qué tardaste tanto? ¿Ran estaba peleando con Anak?
Alejó su vista del cielo al escuchar aquella voz que había estado ansiando por escuchar a pesar de no llevar mucho tiempo separados, solamente le gustaba mucho la voz de Khun y apreciaba cada pequeña conversación que tenían siendo que se había perdido de esta por ocho largos años. Frente a él se encontraba Khun, su rostro a pesar de nunca mostrar huella de cansancio (Bam estaba seguro que sus genes tenían algo que ver en eso), pero su mandíbula no se veía tan tensa como cuando estaban por tener que tomar una prueba o enfrentarse a algún miembro de FUG que no se encontraba nada feliz con él como candidato a asesino de dicha organización. El chico de cabellos azules estaba vestido con sus ropas cómodas, siempre le daba gracia como incluso sus ropas de casa llegaban a tener tanto estilo y eran de telas bastante caras. Khun usaba un simple hoodie blanco con algunas líneas rojas, junto con jean oscuro tipo cropped. Era muy distinta a la ropa que había usado para entrar a la prueba.
El castaño no pudo evitar pensar que la vista de las estrellas no era nada en comparación del ojiazul, Khun era muy hermoso. Rachel era linda, pero en su primer encuentro con Aguero le había parecido alguien hermoso. Su pensamiento desde esa vez no había cambiado, quizás solo lo pensaba con mayor fuerza considerando lo bien que había madurado el Portador de la luz.
—Khun...—Sonrió mientras que su amigo tomaba una de las tazas de sus manos. Debía apresurarse para contarle lo que estaba pasando fuera de aquel mundo de ensueño, sobre como el reloj corría y debían de volver si es que querían volver al Tren Infernal y llegar al Piso de la Muerte.
Pero para su sorpresa el ojiazul cuando había tomado su taza también se había inclinado uniendo sus labios. Bam abrió sus ojos con confusión mientras que intentaba registrar lo que estaba sucediendo. Sobre sus labios había una sensación cálida y suave, siempre se había imaginado que los labios del estratega serían suaves por todo el cuidado que ponía en su imagen pero no espero ser capaz de comprobarlo, además tenían un dulce sabor a vainilla. Comenzó a sentirse nervioso que el Portador de la luz sintiera su acelerado corazón, eso era algo que había anhelado por tanto tiempo.
Khun se detuvo abruptamente antes de alejarse, inspeccionándole con la mirada. Bam estaba seguro que había notado algo extraño pero le hizo preguntarse qué clase de relación tenía Khun con el Bam de aquel sueño por el que había tomado su lugar.
Los labios del ojiazul se crisparon antes de poner otros pasos de distancia. —Bam...— La taza del ojiazul cayó en la hierba, la tierra y el césped comenzaron a absorber el líquido que había estado conteniendo. Khun cubrió su propia boca cerrando sus ojos por fuerza antes de volverlos a abrir, había una humedad en sus ojos que amenazaba con salir. —Tú eres el verdadero Bam, ¿no es cierto?
El castaño se sorprendió pero también sintió su corazón encogerse al escuchar el tono tan desgarrador en la voz de su amigo, jamás lo había escuchado de esa manera sin importar a cuantas situaciones horribles se habían enfrentado juntos. Estaba viendo una faceta de Khun que había desconocido hasta ese momento, el orgulloso estratega parecía frágil, le miraba con temor de su reacción y con su pálido rostro rojizo.
—Sí, lo soy. —Mentirle no le llevaría a ningún lado, en ese momento lo más importante era convencerle de dejar ese mundo de sueño.
El estratega se quedó en silencio, seguramente pensando en las razones para que Bam entrara en su mundo de sueños porque el castaño jamás invadiría su privacidad a menos que se tratara de una emergencia.
—¿Cuánto tiempo queda? —Preguntó tras unos segundos.
Bam apoyó su peso en el pie contrario, sintiéndose claramente nervioso por lo que acababa de pasar pero intentando actuar con normalidad por el bien de su misión de rescate. Una vez que volvieran podría entrar en pánico sobre el significado de aquel beso.
—Cuando entre quedaba un poco menos de media hora. —Explicó admirando la expresión de sorpresa en el rostro del Portador de la luz, parecía no creerse que había pasado tanto tiempo. —Estábamos preocupados por si no conseguías salir a tiempo, así que decidí venir por ti.
—¿Menos de media hora? —La voz de Khun era incrédula, parecía no ser capaz de creer la situación en la que estaban. —¿Cómo pude ser tan idiota?
Volvió a pasar sus manos por su rostro, era una desesperación que jamás había visto en él.
—Debemos irnos.
Al final respiró hondo para comenzar a caminar hacia el bosque, para poder salir del mundo de ensueño también debían de encontrar las salidas aunque estas estaban en zonas visibles, así dejaban que los participantes decidieran disfrutar de su sueño "solo un poco más" hasta que el tiempo se terminara y estos no se dieran cuenta de que estaban cautivos.
—Espera, Khun. —Le llamó siguiéndole pero el estratega rechazaba verle a la cara.
—Bam, primero debemos de salir de aquí. No sabemos cuánto tiempo ha pasado. —Khun se excusó pero tomó la mano del castaño para guiarle hasta la salida.
Bam se quedó en silencio siguiéndole sin decir nada, pero no pasó desapercibido como su propio corazón se emocionaba ante el agarre de su mano.
Una puerta cerrada se presentaba ante ambos, de su interior emanaba luz que alcanzaba a notarse por sus bordes. Khun se acercó a está poniendo su mano en el pomo, solo debía de terminar de abrirla para que ambos volvieran a las instalaciones donde se estaba llevando a cabo la prueba. Pero se detuvo antes de girarlo para voltear a verle.
Aún con sus mejillas rojas y teniendo un brillo de culpabilidad en el rostro hablo. —No tenemos que hablar sobre lo que paso, eso solo nos incomodará y no quiero que eso nos distraiga de nuestra meta.
A Bam no le sorprendió escucharle hablar poniendo como prioridad su misión y cuidándole, Khun siempre hacía ese tipo de cosas. No necesitaba una explicación por parte del ojiazul para entender el tipo de relación que tenía con el Bam de su sueño, después de todo aquel lugar mostraba sus deseos. Pensó en sus propias ilusiones, como simplemente le había parecido extraño que ese Khun fuera tan cercano a él pero en realidad se trataba de sí mismo engañándose. Si no le ponía un nombre no dolería tanto si le pasaba algo a Khun, había sido todo un calvario estar alejado de él por tantos años como mejores amigos, si algo sucedía en su viaje en el Tren Infiernal como algo más...No estaba seguro de poder soportar tanto dolor, pero no era momento de seguir protegiéndose tan egoístamente ahora que sabía los verdaderos sentimientos de su estratega.
—Aguero. —Decidió llamarle de esa manera, presenciando con gusto como la expresión de este pasaba de herida a una de sorpresa. —No tienes que seguir cuidándome. Puede que no lo creas, pero ambos compartimos el mismo sueño.
Tras pronunciar aquellas últimas palabras se acercó al estratega en un beso suave y lento, era su primer beso (segundo, decidió no contar el error de Khun) y aunque su torpeza además de la presión del tiempo le impedía poder expresarle la profundidad de sus sentimientos con claridad, el sentir como Khun sonreía entre el beso fue suficiente para él.
Ambos se separaron compartiendo una sonrisa tranquila, sus manos como si se tratara de dos imanes volvieron a unirse antes de que el estratega abriera la puerta y por un instante fueran cegados por la luz tan brillante.
Bam volvió a abrir los ojos sintiendo como su mano izquierda aún era sostenida, con la derecha se quitó el casco solo para presenciar cómo sus amigos miraban bastante conmocionados sus manos aún unidas. Por lo menos Khun estaba despierto a su lado, mirando a su público con aburrimiento mientras que alzaba una ceja.
—B...¡Bam! Sabía que podrías conseguir que Khun volviera. —Un muy nervioso Shibisu le dio una palmada en su hombro.
—¿Acaso dudaron de él? —Khun se levantó de su silla aún sin soltar sus manos.
—Oigan montón de tortugas, ¿por qué están tan sorprendidos? Si la tortuga azul y la negra llevan tiempo haciéndose ojitos para aparearse.
Las caras de todos enrojecieron, Anak y Hatz comenzaron a reír con la información que Rak les había dado tan despreocupadamente mientras que Khun había deshecho su agarre con la intención de darle algunos golpes al cocodrilo quien se había unido a las risas. Pero Bam le detuvo levantándose de su asiento y tomándole de la muñeca antes de abrazarle, Bam siempre ignoraba los comentarios que en ocasiones no entendía o prefería hacer que no los entendía.
—Aguero, subamos juntos a la cima de la Torre. —Susurró a su oído con calma.
Sintió como el cuerpo del ojiazul se tensó un momento antes de relajarse, correspondiendo al abrazo. —Está bien Bam, veamos juntos las estrellas.
Con una sonrisa ambos volvieron a besarse sellando esa nueva promesa.
[___]
TOG no me pertenece.
La verdad llevaba tiempo queriendo escribir este OS, había escrito la mitad pero recientemente lo retome y en un principio no recordaba que intentaba con esto. Espero les gustara, y siento si hay ciertas incongruencias, hace tiempo que leí TOG y ahorita ya hay detalles que se me olvidaron.
Espero les gustara!
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