Capítulo 12.
Volvíamos de Hogsmeade. Todos cargábamos con golosinas y muy felices charlábamos animadamente sobre lo delicioso que estaría el banquete, sobre que se acercaba navidad, pero sobre todo: El tipo que me había timado. Estaba algo molesta, había desperdiciado mi dinero en algo que no sirvió de mucho. Matthew se había disculpado mil veces, e inclusive quiso devolverme el dinero perdido, pero yo negué y le dije que nada que perdonar. Él no lo sabía.
Llegamos a Hogwarts, y primero fuimos a nuestra sala común, después pasamos al comedor. Tomamos asiento, mientras observábamos divertidos los adornos que le daban un toque divertido y escalofriante al gran comedor. Por fin, el delicioso banquete apareció y todos nos regodeamos de pensar en el delicioso sabor que nos esperaba.
— ¿Entonces? — Preguntó Matthew. Yo lo vi.
— ¿Qué?
— ¿Qué harás con tu abuelo?
— ¡No es ningún abuelo! —Repliqué entré divertida y molesta. Matthew y Beth rieron.
— ¡Ay, amiga! ¿Entonces, pasita? ¿Te gusta más? —La fulminé con la mirada—. Bien, no... ¡Oh! Al parecer mi ''Jack, Jack'' me requiere junto a él —Nos dijo, mientras miraba hacía la mesa de Gryffindor. Yo rodé los ojos.
—Anda con tu ''Jack, Jack'' —Le dije haciendo tono infantil. Ambos rieron y mi amiga se alejó, a la vez que nosotros la veíamos alejarse. Suspiré. ¿Qué haría para hablar con Remus?
— ¿Entonces?
— Supongo que, no sé... ¿Lo doy por perdido?
— ¡No! Nunca, sí de verdad lo quieres, haremos lo que sea...
— ¿Pero qué Bones? ¿Qué?
— No te preocupes Charly, yo pensaré en algo —Dijo alentándome con una sonrisa—. Provecho — Me guiño un ojo. Suspiré de nuevo y probé de mi plato.
El tiempo transcurrió tranquilo, pero no había pasado mucho como para qué mi amiga desapareciera tan rápido como lo había hecho.
— ¿Qué te parece un regalo, Charly? —Me preguntaba mi amigo mientras subíamos a nuestra sala común. El banquete había terminado pronto para nosotros.
—Sería interesante —Contesté—. ¿Qué podríamos obsequiarle?
— ¿Un libro? Me he fijado que le gus... —Se interrumpió, porqué hacía delante, estaba el mismo profesor. Se dirigía hacia nosotros, o más bien hacía atrás de nosotros. Al vernos sonrió y se acercó.
—Buenas noches, Señor Bones... Señorita Studdert —Nos saludó con aquella aterciopelada voz de la que era dueño. Le sonreí suavemente, mientras qué Matthew le dedicó un gesto.
—Hola, profesor —Contesté animada.
— ¿A dónde se dirigían?
—A nuestra sala común —Respondió Matthew nervioso. Nos miró alternativamente a ambos, y en su rostro se dibujó una sonrisa irónica.
—Ustedes dos, ocultan algo... Me ocultan algo ¿Verdad? —Preguntó viéndonos aún. Yo intenté no sonrojarme o dar signos para no delatarnos. Matthew negó rápidamente.
— ¡No, claro que no! ¿Cómo cree? En realidad tenemos mucho sueño, profesor.
— Ah. Entonces vayan, no les entretengo más —Dijo amablemente, nosotros asentimos.
—Hasta luego profesor —Dijimos al unisonó. Él sonrió y continuó su ruta. Me sentía extremadamente mal, serían por los nervios que ocasionó éste encuentro inesperado. Pero sentía muy raro.
— ¡Uff! —Exclamó Matthew. Yo sentía un enorme hormigueo por todo el cuerpo, me sentía mal. Matthew lo notó.
— ¿Charles? ¿Estás bien? —Preguntó tomándome del hombro. No respondí, no escuchaba bien a Matthew, y sentía la lengua paralizada, de pronto, todo se tornó curo, y no supe más de mí.
En medio de la oscuridad, unas voces comenzaron a molestarme. Haciendo que poco a poco abriera mis ojos. Los abrí; primero vi dos sombras borrosas, que poco a poco se fueron transformando en la sombra de Beth y de Matthew.
— ¡Mira! Ya despertó —Exclamó mi amigo.
—Hola Charly ¿Cómo estás? —Me preguntó mi amiga. Yo parpadee varias veces.
— Bien —Murmuré en un hilo de voz. Estaba algo sorprendida, ¿Qué me había pasado, para hablar así? —. ¿Qué me ocurrió?
—Te intoxicaste —Suspiró Matthew—. Lo siento... Fue mi culpa... —Dijo apenado. Detecté un sentimiento de culpa en él.
—No, no... No lo fue. No sabías, yo tampoco... Nos equivocamos ambos —Le dije intentando reanimarlo.
— Bien, ahora que sé que estas bien, me retiro amiga, tengo castigo con Snape — Me dijo Beth, yo asentí.
—De acuerdo, hasta luego —Respondí. Suspiré, ella se puso de pie y nos dijo adiós.
— Ah —Dijo antes de retirarse y miró a Matthew—. No sé te olvide contarle de lo mejor de todo esto —Le murmuró y se fue. Yo los miré intrigada. ¿Qué mejor? Matthew me miró.
— Él me dijo que no te dijera pero...Cuando te desmayaste, el profesor Lupin se enteró, aún no se marchaba del todo... Él te recogió en brazos, y él te trajo a la enfermería... Yo vine detrás de él y... Bueno —Se encogió de hombros—. Estuvo aquí gran parte de la noche, y en la mañana vino a visitarte... —Sonrió—. No sé movió hasta saber que tenías —Me impacté. ¡Me cargó en brazos! ¡Y se preocupó por mí! Eso era increíble. Aún no me la creía.
— Wow —Exclamé débilmente. Él sonrió, y unos instantes después entró el mismo profesor Lupin en persona. Yo giré mi cabeza para verlo un poco más de cerca. Ahí estaba él, hablando con Madame Pomfrey, con su acostumbrado cabello revuelto, y su sonrisa a medias qué me encantaba... En verdad me encantaba éste Profesor. Terminó de hablar con Madame pomfrey y con su sonrisa se acercó a nosotros.
—Señor Bones, puede retirarse, yo cuidaré de la señorita Studdert ahora... —Le dijo. Yo hice un esfuerzo por controlar mi emoción. Matthew asintió.
—Nos vemos luego Charles. Con permiso, profesor —Se despidió y salió de ahí. Yo lo miré alejarse.
—Hola Charlotte —Me saludó ahora el profesor a mí. Sonreí levemente.
— Profesor —Contesté suavemente mientras miraba como se sentaba en la silla que antes había estado Matthew. Sentí como sus ojos color miel examinaban ávidamente mi rostro. Mientras que un ejército de hipogrifos se adueñaba de mi estómago.
— ¿Cómo te sientes? —Preguntó con aquella aterciopelada voz digna de él.
— Bien, gracias —Respondí pasándome un mechón de cabello hacía atrás. Él asintió sin dejar de sonreír.
—Quiero saber una cosa, espero no te importé que pregunte...
—Claro que no, profesor.
— ¿Cómo te intoxicaste? Mejor dicho, ¿Con qué? —Preguntó mirándome. Yo le miré a los ojos, y algo me indicó qué ya lo sabía.
— Usted ya lo sabe, profesor —Dije avergonzada. Él sonrió.
—Eres una chica muy lista... Sí, anoche Madame pomfrey detectó cosas toxicas muy altas en tu cuerpo, y sorprendida preguntó a tus amigos. El señor Bones sumamente preocupado le contó la verdad...
— ¿Qué tanto dijo? —Quise saber, aún más avergonzada.
—- Lo suficiente —Respondió y su rostro mostró más amabilidad—. Dime una cosa... ¿Quién es el que te trae así? Es decir, eres una chica muy bella, ¿Por qué querer cambiar? —Me ruboricé bastante. Me hubiera gustado poder decirle ''Tú'' Pero como eso era imposible, tartamudee un poco.
—Pues, yo... —Suspiré, lo correcto era decirle la verdad—. Seguí los consejos de una persona... Me dijo que mis pecas eran repudiables y... Qué conocía a una persona que las podría eliminar — Al terminar bajé la cabeza avergonzada. Él me miró, pude sentir su mirada, y levemente con una mano me alzó el rostro, e hizo que lo mirará directo a los ojos.
— Hmmm Sí, puede ser... —Dijo mirándome. Yo ladee la cabeza confundida.
— ¿Qué puede ser, profesor?
—Qué seas la hija perdida de Lily Evans —Contestó con una sonrisa y retiró su mano de mi mentón. ¿De quién?
— ¿Am, de quién perdón?
—De Lily Evans, ya sabes... La madre de Harry Potter...
—Oh sí, ya lo recuerdo —Contesté. Me sentía algo tonta. Él me miró fijamente.
—Hasta tus ojos se parecen a los de ella, aunque no sean del color exacto —Murmuró por lo bajo y luego sonrió — ¿Sabes? Ella era la chica más linda de todo su curso. Nadie se le comparaba, y muy lista, tanto que llegó a ser premio anual. Lily era la chica más linda, y James Potter lo sabía... Luchó por ella, era un chico también muy apuesto, y le costó mucho trabajó pero al sinal... Las mejores chicas siempre son las más difíciles de conseguir... —Sonrió—. Tú eres una de esas chicas difíciles, Charlotte. No necesitas cambiar para gustarle a alguien, al contrario... El chico que quiera estar contigo, debe aceptarte y cambiar por ti, así como James cambió por Lily —Me volvió a sonreír, se puso en pie y me acarició el cabello suavemente.
—Gracias profesor Lupin —Agradecí sorprendida y conmovida.
—No agradezcas, además de un profesor, para los alumnos también soy un amigo — Me respondió con sencillez— Ahora sí me disculpas, debo marchar a mi última clase, Madame pomfrey dice que te tendré...Tendremos de vuelta a clases en tres días... Así que, hasta entonces. Cuídate —Dijo y me obsequió una barra de chocolate, yo le sonreí.
—Hasta luego profesor, igualmente — Y vi cómo se alejaba. Sé cerró la puerta tras de él y yo me quedé viendo cómo se iba. Me quedé pensando en su historia, me imaginé a yo cómo la chica y él como el chico, sólo que él no tiene que cambiar en nada, porque ya me gusta... Y creo que yo tampoco. Sonreí agradecida.
— Gracias Bones, siempre tu idea funcionó — Murmuré y comencé a comer suavemente la tablilla de chocolate.
r
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top