[Paso 5]
La fresca brisa choca contra su rostro obligándola a llevar sus brazos alrededor de su cuerpo como una manera de brindarse calor y no morirse congelada. Sin embargo, su intento parece inútil, cuando siente esa chamarra sobre su espalda que le brinda calidez al instante.
—Te lo agradezco—le dice al chico acompañada de una sonrisa.
—¿Te estabas divirtiendo?—le pregunta el chico actuado extrañamente nervioso.
—Pues, no tenia mucho tiempo desde mi llegada, pero si, era un ambiente agradable, espero que Hana la este pasando bien ahí dentro—le responde sin saber exactamente como actuar.
—¿Hana? ¿Quien es Hana?—le cuestiona dejándola incrédula al respecto.
—Es broma ¿Verdad?
—Ah, esa Hana.—dice en un intento de no quedar mal frente a ella.
—Si, si estas hablamos de la misma, entonces es un si.
El silencio se vuelve un fiel amigo y un tercero en ese instante, un mal tercio muy incomodo.
—Yo...
—¿Si?—dice mirándolo a los ojos en espera de sus palabras.
—MinA...
—Ajá...
Aquella se ve ensimismada en un pequeño trance del que no esta segura, lo mira, tiene a Lim SeJun frente a ella, pero no puede evitar no ver el rostro de ese chico, imaginárselo, a ese chico que todo el tiempo la insulta, ese que se ha inventado una serie de pasos estúpidos pero que estaban dando resultados, ese chico adicto al trabajo porque cree que es su responsabilidad cuando no es así, ese con el que puede bailar sin ser juzgada, al contrario.
—MinA..Me gustas—se atreve a decir por fin. Pero ella se sorprende porque su corazón continua latiendo con normalidad—Me interesas mucho, me pones nervioso, me haces sentir...extraño, no había conocido a nadie como tu.
—Jun...
Y es ahi donde se da cuenta.
—Sé mi novia, MinA. Qué este sea nuestro primer día.
No era Jun quien estaba dentro de su corazón, sino...
—Jun, yo...—susurro—No tienes idea de cuánto espere por esto, pero...
Repentinamente puede darse cuenta de que la música ha dejado de hacer presencia, en su lugar, un gran alboroto acompañado de murmullos la sustituyen. La peli negro no puede evitar preocuparse al instante.
—Debo, debo ir con mi amiga.—suelta antes de devolverle su chaqueta y prácticamente correr dentro de la casa.
—¡MinA! Espera...
La chica comienza a abrirse paso entre la multitud hasta dar con la sala otra vez, sin embargo, detiene su paso cuando logra entender lo que sale de las bocinas.
—De acuerdo. Ella es lo que todos piensan, es una carga, es imperfecta, por eso todos la molestan.—la confusión llega a ella cuando puede reconocerse así misma.
¿Era su voz?
—¿De verdad piensas eso de Hana?
—Lo hago.
—¿Qué?—balbucea acercándose a la castaña. Pero su corazón se comprime cuando nota una lagrima resbalar por su mejilla. —Hana...Escucha, yo jamas diría algo así.—murmuro intentando tomar su brazo, pero la contraria se aleja bruscamente—¡Jisso! Sabes que eso no es cierto, tu planeaste todo. ¡Lo editaste!.
—Por Dios MinA, no creí que fueras tan hipócrita. Las apariencias engañan, tienen razón.
—Jisso tu...Hana, escuchame, yo...
—Yo...necesito salir de aquí—murmura la castaña caminando con prontitud. Pero torpemente termina tropezando con la esquina de sofá, y una bebida termina sobre ella al chocar con alguien cerca.
Puede escuchar las risas de todos haciendo eco en su cabeza, se siente usada, traicionada, la vergüenza la consume y no puede moverse de ese lugar.
—Sálvenme por favor—susurra la castaña para si misma—Qué alguien me salve, por favor.
—¡Ya cierren todos la boca!—escucha que alguien grita, y al levantar la mirada puede encontrar a Seok Jin al lado de ese chico, Jungkook estaba ahí tambien. Y quiere desaparecer en ese instante.—¡Y apaga eso!
—¡Jin! Vamos, no te enojes, sólo estaba jugando.—interrumpe Jun apareciendo en escena.
—¿Como te explico Lim, para que lo entiendas? ¿Con manzanas? Esto no es un simple juego, estas metiéndote con la integridad y dignidad de una persona, debería darles verguenza. Maduren de una maldita vez.
Todos guardan silencio, sólo pueden escucharse los pasos de aquel peli negro quitando su chaqueta para colocarla sobre la espalda de la castaña. Ella ni siquiera se atreve a mirarle los ojos, el oprobio que enfrenta es más fuerte que ella, y el al ver lo que han causado, no puede evitar cerrar los puños con enfado y camina dispuesto a hacer cualquier tontería pero una mano sobre su brazo lo impide...
—P-por favor Kook, no lo hagas. Sólo quiero salir de aquí.
Jungkook no le cuestiona nada, simplemente la toma por los hombros y camina a la salida con Jin pisándoles los talones.
—No, no. ¡Hana, espera!—suelta la peli negro una vez afuera.—Jisso lo modifico todo, yo no seria capaz de, de...
La castaña se giro con rudeza para enfrentarla.
—¡Me abandonaste!
—No, yo no...
—Me dejaste sola con un montón de personas que en su mayoría desconozco aún sabiendo cuanto detesto todo eso. ¿Y todo para que? Para irte con un chico que ni siquiera te merece.
—Hana.
—Desde que empezaste con ese ridiculo plan de cortejo, te olvidaste de tus verdaderas amistades. ¿Crees que ir y golpear a alguien lo arreglaría todo?
—¿Si?
—¡No! ¡Chaeyoung no necesitaba una venganza, nos necesitaba a nosotras!—expreso dejándola sin palabras—Eres muy egoísta ¿Sabes? Sólo piensas en ti misma, todo el tiempo, no quieres ni hablar con tu propia madre. Estoy cansada de perdonarte siempre cuando ni siquiera te molestas en brindarme una mísera disculpa. Ellos no son tus amigos, MinA. Yo si. Siempre estuve para ti cuando me necesitaste, pero cuando yo te necesite...¿Dónde estabas?
MinA abrió la boca dispuesta a contestar, pero prefirió callar y bajar la mirada.
—Ni siquiera puedes contestarme. Prefieres lo que no quieres, porque no puedes aceptar lo que tienes. En este juego, MinA, tu sales perdiendo.
—Hana, vamos—interrumpe Jeon tomandola de la mano. Y sin decir nada mas, la lleva hasta su auto.
—Jin...—le llama antes de que el siga a los otros dos.
—No es a mi quien le debes una disculpa, ella está adentro del auto con ese chico que tiene pinta de fuckboy—responde con tranquilidad mientras señala el vehículo—Así que no deberías perder el tiempo conmigo.
—¿Por qué debería disculparme?—suelta frunciendo su entrecejo—Yo sería incapaz y lo sabes. Te juro que yo no dije nada de eso, lo último que querría era hacerla sentir mal. Es mi mejor amiga, es como una hermana para mi.
Un suspiro pesado se escucha por parte del chico.
—¿Sabes porque no solía sentarme con ellos durante el descanso?—decide hablar luego de unos segundos que se sienten como horas—Precisamente porque suelen pasar estas cosas y lo odio. Si, son mis amigos pero eso no significa que soy o deba actuar igual.
—Pero yo...
—Estabas bien MinA. Te creía diferente, pero ahora ya ni siquiera te reconozco.
—Sigo siendo la misma Jin. Soy yo, Kang MinA.
—No, te volviste demasiado común...te has vuelto igual a ellos.
—Oye...—exclama tragándose el nudo en su garganta. Aguantando a toda costa ese mar de llanto que tanto quiere salir.
—Pasó 5: Seguramente ahora cree que eres la mejor, así que viene lo más importante y lo que has estado esperando. Pedirá que seas su novia...Suerte en tu noviazgo. Se terminó la lección, me largo.—finalizo dandole la espalda.
—¡Jin!
Y la dejo sola gritando su nombre. Pero, una parte de él, le grita que ella estaba diciendo la verdad. Y si había dos versiones, él se propondría sacar una tercera, la verdad.
La observa dormir profundamente, después de tanto por fin lo había conseguido. Aquel, deja a un lado su plato con cereal, y apaga el televisor. Entonces, se toma un segundo para admirarla. La nota tan serena, tan tranquila como si los problemas fuesen insignificantes y el se siente pleno, como si supiera perfectamente que comenzaba a sentir algo por ella.
Durante ese instante..., no, durante algo más que un instante, medita la posibilidad de permitirse sentir algo, imagina como seria tomar su mano. Desea tanto ayudarla, ser el hombro en el cual se desquite cada que alguien logre herirla, porque lo harían, pero al mismo tiempo, desea mantenerla oculta del cruel mundo para que nadie se atreva a dañarla. Es ahí, donde se acerca, se acerca cada vez mas a esos labios rosados entreabiertos, puede sentir la respiración chocar con la suya, y cuando esta a punto de perder la razón, ella abre los ojos encontrándose con los suyos, y lo obliga a separarse.
—¿Qué? ¿Qué pasa?—susurra la rubia algo adormilada.
—Nada. Yo, buscaba el control remoto.
Pero Chaeyoung sabe que miente. Lentamente incorpora en la cama, y palmea su lado para pedirle que tome asiento, él lo duda un segundo, pero finalmente termina haciendo lo que ella ha pedido.
—Muchas veces me han hecho la misma pregunta, que si sé cuál es el origen de mi problema—comienza.
Él la mira con el entrecejo fruncido.
—Una vez...estuve enamorada, Park.—susurra tomando todo el valor que puede.
—¿Ah si?—cuestiona tragando saliva con dificultad.
—Fue antes de todo, antes de cambiarme de escuela, antes de mi problema, antes de que mi vida fuera..así—continuó tomándolo de la mano con un poco de temor.
—¿Y él .
—Jimin...—le interrumpe—Su nombre era MiSuk.
Dice mirandole a los ojos. El pecho de Park se comprime cuando observa esos maravillosos orbes cristalinos, es ahí donde conecta y lo entiende.
—Pero...MiSuk es, el nombre de una chica.
—Asi es Park, es una chica.—murmura temiendo peor.
—Ow—es lo único que dice.
—Si, ow. Nunca me había llamado la atención una mujer, todo era nuevo para mi.
—¿Dónde está ella? ¿Qué pasó entre ustedes?—cuestiona sintiéndose flaquear.
—Nunca hubo un nosotros. Resulta que, hay secretos que es mejor no revelar, yo debí quedarme callada—dice—De lo contrario, sólo tal vez...no me repudiaría tanto.
Un silencio los envuelve. Jimin deshace aquel agarre y se levanta con algo de inquietud. Chaeyoung no puede evitar derramar un par de lagrimas al creer que lo ha perdido, tal y como había sucedido esa vez, y cuando piensa que él se marchara por esa puerta para no volver jamás, Jimin termina por girarse para mirarla de vuelta.
—¿Y era bonita? Porque Chaeyoung, tú eres hermosa—hablo acompañado de una sonrisa—Salir del armario no será nunca una decisión que hayas tomado demasiado pronto, tú puedes decir: "Yo también". La felicidad le pertenece a todas las personas.
La rubia lo miro sorprendida y prácticamente se soltó a llorar ahí mismo de alivio.
—Espera, ¿Dije algo malo?—cuestiono Jimin acercándose con preocupación hasta quedar frente a ella.
—No Park, tú no dijiste nada malo—le respondió sonriendo plenamente, luego se lanzó prácticamente sobre él para envolverlo en sus brazos.
Repentinamente se separan, ella puede mirar sus ojos. Esos ojos que le gritan lo hermosa que es el alma de ese chico, lo transparente que era con ella. Es entonces dónde un impulso hace en su pecho y se abalanza hacia él capturando sus labios en un beso simple y muy romántico.
—Tú no podrías decir nada malo nunca, Jimin...—susurra separándose lentamente.
El castaño la mira sorprendido, pero es inevitable ocultar esa sonrisa que ahora adornaba sus labios.
—Yo...con el tiempo puedo amarte Chae—continúa el rubio separándose de ella despacio de igual forma—Tú puedes hacerlo también, es decir; comenzar un romance de por vida contigo misma y arreglar lo que otros rompieron.
—Jimin...
—Eres magia en un mundo ordinario Jeon Chaeyoung. No lo olvides nunca.
Por primera vez en su vida, sentía que alguien la conocía realmente, y se sintió bien. De hecho, se había sentido jodidamente increíble.
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