Capítulo 28 FINAL
☾Nota de la autora☽
Se recomienda escuchar la canción en el momento de su aparición en el texto.
Stephen.
Tras bambalinas podía escuchar el murmullo del público preguntándose qué estaba sucediendo, en especial cuando los músicos regresaron al escenario sin mí y con partituras en mano. Sin duda la presentación estaba resultando muy diferente a lo que imaginaron. No sabían que esperar de nosotros.
Subí al escenario una vez que los músicos habían colocado las partituras en su lugar y estaban preparados para darle cierre a todo. Me llevé las manos al pecho, miré al techo con un fuerte palpitar de inquietud. Lo que estaba a punto de hacer marcaría un antes y un después en mi vida, no estaba seguro de estar preparado, y aun así me coloqué tras el micrófono, cerré los ojos y me dejé guiar por lo que sentía.
—Para finalizar mi presentación —dije con voz pacífica—, quiero contar mi verdad. Lo que tras mi reflejo.
Para ti,
Lo que ves de mí es la realidad,
Mas tú no conoces
El papel que la vida me hace actuar.
Siendo así,
Yo puedo burlar mi mundo exterior
Pero al corazón jamás.
Hoy no reconocí
A quien vi frente a mí,
Mi reflejo no mostró
Quien soy en verdad.
Un día más
Que mi corazón tengo que ocultar,
Todo mi sentir.
Al final
Sabrán como soy que pienso en verdad.
Ese día llegará.
Hoy no reconocí
A quien vi frente a mí.
Ese en mi reflejo sé que no soy yo.
No quiero aparentar
Quiero ser realidad.
Mi reflejo no mostró
Quien soy en verdad.
De forma inconsciente mi mirada se centró en Hans. Sus ojos me atraparon y la expresión dulce que tenía en el rostro hizo que mi corazón palpitara desenfrenado. Lo vi ponerse de pie, salir de la mesa y colocarse justo en el pasillo donde habíamos bailado todos los graduados. Si la gente se percató de su actuar no me di cuenta, no podía dejar de mirarlo. Cantaba conmigo.
No debe ser así,
El fingir no es vivir.
El que veo frente a mí
No aguanta más.
Ya no voy a ocultar
El que soy
Nunca más.
Hans me sonrió.
Un buen día el amor
Me rescatará.
Y ese día quien yo soy
Se reflejará.
Al terminar la canción la audiencia guardó silencio. No necesité que nadie me lo dijera, supe que entendieron perfectamente lo que esa canción había significado, lo que inundaba el interior de mi pecho y me carcomía por dentro desde hacía tanto tiempo. No importó que algunos ya lo sospecharan, o que otros no tuvieran ni idea de ello hasta ese momento, mi sexualidad quedó al descubierto esa noche frente a todos, mi padre incluido.
Fue la primera vez en toda mi vida que me sentí orgulloso de haberlo expresado, en especial porque lo hice desde el fondo del corazón y con el apoyo de mi más grande amor. Estaba feliz, dispuesto a aceptar las consecuencias por ello.
Hans me dedicó una amplia sonrisa y, tras enviarme un beso con la mano, llenó el eco del lugar con sus aplausos. No le importó que los demás no lo siguieran en la celebración, lo hacía por mí, para mí... aplaudió mi valor, no mi actuación. Los ojos se me llenaron con lágrimas de alegría. Si existía una persona en este mundo a quien yo anhelaba entregarle todo, era a Hans. A mi Hans.
—Gracias, y buenas noches —dije al micrófono, me di la media vuelta y bajé del escenario. Solo entonces el público empezó a aplaudir y a gritar con furor, con alegría auténtica.
Miré hacia los músicos que me habían acompañado, ellos hicieron una pequeña reverencia hacia mí antes de ponerse a tocar para animar a todos a bailar. Cabe la posibilidad de que haya malinterpretado las cosas, pero siento en mi corazón que el silencio anterior del público fue una muestra de respeto.
Me quedé tras bambalinas un rato, sentado sin moverme cerca de la pared. Me llevé las manos al rostro y me cubrí la nariz y la boca. Las piernas me temblaban, no sabía cómo había conseguido salir adelante en la presentación, mucho menos entendía de dónde había sacado el valor para hacerlo, pero una frase rondaba en mi cabeza.
«Un buen día el amor me rescatará».
—Stephen. —Me llamó Hans, se estaba asomando con timidez por la puerta que estaba a un costado del escenario. Se acercó hacia mí con paso lento e inseguro—. Quería decirte que... bueno... —Hizo una pausa—, eso fue increíble. Felicitaciones.
Sin responderle me puse de pie, caminé hasta él y envolví su cuello entre mis brazos antes de acurrucarme en su hombro. Él correspondió el abrazo con fuerza, sentí que había soltado un suspiro silencioso al hacerlo. La sensación que tuve en ese momento fue muy diferente a todo lo que sentí durante la cita con Christian. Me atrevo a decir que era más natural.
—Gracias por todo, no sé qué sería de mí sin ti —susurré en su oído—. Prométeme que nunca me vas a dejar.
—Yo nunca podría dejarte —respondió. El tono grave de su voz tan cerca me sedujo.
Me separé de él unos centímetros, nos miramos a los ojos. Todo en mi interior me pedía que siguiera adelante, necesitaba más de él. Miré hacia sus labios rosados y deseables, tuve un cosquilleo en los míos al hacerlo. Hans se inclinó en mi dirección, yo cerré los ojos y permití que mi corazón tomara una decisión. Lo hizo.
Su respiración cálida me atraía cada vez más, mi corazón se desbocó y el estómago se contrajo. Estaba tan cerca, tan cerca...
«Bésame».
—¡Stephen!
Al oír que pronunciaron mi nombre y el sonido de pasos cada vez más cerca de nosotros, Hans y yo nos separamos de golpe. Puta vida la mía, justo en la mejor parte. Maldije en voz baja y sentí deseos de asesinar al que había interrumpido, que de hecho era el director, traía mi pago por el concierto. Lo perdoné apenas tuve los billetes en mi mano.
Una vez que el director se marchó, felicitándome por la actuación que había hecho, abaniqué los billetes en mi mano y me giré hacia Hans con una expresión de galantería en el rostro. Él me miró correspondiendo el gesto.
—El fin de semana te invito a comer —le dije.
—Seguro —contestó y me tomó de la mano—, pero por ahora, disfrutemos de tu graduación.
Me permití disfrutar sin restricciones de esa noche. Incluso cuando el ritmo cambió a uno más lento y apto para parejas, me tomé el atrevimiento de abrazarme a Hans y bailar con él... muy de cerca. Admito que habría deseado mil veces más que la noche terminara con un beso, cual película juvenil romántica, mas la oportunidad no volvió a darse.
●●●
Abro los ojos con pesadez. El sol está ingresando por la ventana y me molesta un poco. No me di cuenta del momento en que me dormí. Todavía estoy en la cama que se le asignó a Hans durante el campamento. Su olor ha sido reemplazado con el mío, odio eso. Lo extraño demasiado... me doy la vuelta sin levantarme, y al hacerlo, descubro a mi lado un crisantemo azul sobre una pequeña nota. La abro y leo.
«Anoche soñé que estaba abrazado a ti, luego desperté a la realidad de tenerte lejos. Sin duda mi corazón es un traidor, porque aun si mi razón está molesta contigo, sigues siendo mi sueño favorito.
Hans.»
Abrazo el crisantemo y la nota contra mi pecho y salgo de la cabaña rumbo a la de Víctor. No estoy dispuesto a pasar un día más sin Hans. No puedo. Cuando llego a la cabaña, entro sin detenerme a tocar. Algunos compañeros están en ropa interior, otros, todavía bajo las sábanas, se levantan de golpe y me miran con intriga.
Hans está casi al fondo sentado sobre la cama, Víctor reposa a su lado; ambos me miran anonadados, algo que ignoro por completo y me siento justo frente a Hans. Víctor se levanta de inmediato y se aleja para darnos algo de privacidad. Hans lo sigue con algo de súplica en la mirada antes de regresar su atención hacia mí. Sé que no quiere hablarme pero va a tener que hacerlo.
—Yo no te entiendo —le digo. Mi voz es suave—. ¿Por qué pasas días evadiéndome y luego me envías esto? —cuestiono mostrándole el crisantemo y la carta—. ¿Qué es lo que pasa?
Hans agacha la cabeza y empieza a juguetear con las manos. Sé que está nervioso, pero no entiendo por qué. Él siempre me dice todo, es algo que admiro de su personalidad, ¿por qué ahora de repente él...?
—Encontré tu cuaderno —dice apenado—, el que escribes con... él. No debí mirarlo, lo siento, pero no sabía qué era. —Ahora entiendo por qué no quería decirme nada. Leer ese cuaderno es como leer mi diario—. ¿Por qué te escribes con él? Me vas a dejar, ¿no es así?
Se me parte el corazón al oírlo. Me acerco a Hans y lo abrazo con ternura antes de besarlo en la mejilla.
—No seas tonto, no voy a dejarte. —Lo consuelo—. Hans, tú sabes que mi historia con Christian estaba incompleta, él se fue y yo solo me distancié sin darle motivos. Yo sentía que, para cerrar ese ciclo y dejarlo atrás definitivamente, necesitaba decirle lo que pasó. Perdonarlo no bastaba, era algo que debía cortar de raíz. Jamás pasó por mi cabeza dejarte por él. Yo solo te quiero a ti.
Hans se aferra más a mi cuerpo. Estoy consciente de que todos sus compañeros de cabaña nos están mirando, pero no me importa; y si Hans lo permite, estoy dispuesto a besarlo justo aquí, frente a todo el mundo.
—¿Me juras que no me estás mintiendo? —pregunta.
—Te lo juro —le aseguro—. Además tranquilo, él está muy lejos y no va a volver.
Me alejo un poco de su cuerpo y lo miro a los ojos, luego paso mis brazos por su cuello. Hans me toma por la cintura, se acerca a mí y cierra los ojos, yo hago lo mismo pensando que va a besarme, pero solo frota su nariz con la mía. Me siento un poco decepcionado, sin embargo, después se acerca a mi oído y me susurra que irá a la cabaña a pasar la noche conmigo.
Estoy ansioso porque llegue la noche, aunque en el fondo me pregunto si de verdad quedó satisfecho con la explicación que le di. De corazón espero que sí. Christian se marchó y Hans es quien está a mi lado, así que no tiene nada de qué preocuparse. Soy únicamente suyo.
●●●
Querido Stephen:
Lamento haberte lastimado, pero te juro que nunca tuve la intención de hacerlo. Soy una persona muy débil que no supo lidiar con haberse enamorado de esa manera, que vivió una enorme lucha entre su corazón y su moral, pero lo que siento es sincero y estoy dispuesto a demostrártelo.
Iré a visitarte el próximo mes, por favor recíbeme. Necesito verte y decirte a la cara lo que pasó conmigo en estos dos años. Es algo sagrado para mí. Tú eres sagrado para mí. Por favor.
Atentamente: Christian.
☾Nota de la autora☽
De corazón me disculpo si el texto se ve feo o está todo movido (porque se supone que la canción debe estar centrada, no de lado), pero el algoritmo mierdero que tiene Wattpad no solo pega las palabras (y borra las rayas de diálogo), también desordena todo el texto como se le da su puta gana, me tiene harta. En fin, por favor disculpen.
PD: No puedo creer que ya esté completa esta novela, jamás pensé que lo lograría. :'v ¡Mil gracias por todo su apoyo! Quiero agradecer a todos los que leyeron esta historia de principio a fin. ❤ :'3 Quería dedicar los últimos capítulos a todos los lectores constantes, pero me faltaron capítulos, así que dedicaré los primeros capítulos de "Como ave enjaulada" (la segunda parte de Magnet) a todos ellos.
Gracias de nuevo por apoyarme siempre, no saben cuanto los amo. ❤❤
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