》Veintidós《

>C a p í t u l o V e i n t i d ó s:
Sorpresas y más sorpresas

Sonreí de lado mirando como varios mechones de cabello caían sobre el rostro de _______. Me incliné lo suficiente como para depositar un beso en su hombro desnudo.

Me senté en la orilla de la cama mientras me vestía sin hacer el menor ruido posible.

Salí esquivando las prendas de ropa de ________, y cuando abrí la puerta de la habitación, me encontré a Alonso, en la pequeña sala de la segunda planta. Parecía estar concentrado leyendo un libro.

¿Alonso lee "50 sombras de Grey"?... vaya.

Cuando me miró salir, me sonrió dejando a un lado su libro.

- ¡Fantástico ya acabaron de hacerlo! -exclamó animado.- ¿Podríamos salir a comer los tres? Tengo ganas de pizza.

¿Cómo es que Alonso siempre encuentra maneras de avergonzarme?

- Por favor dime que no escuchaste nada. -estaba realmente apenado.

Alonso frunció el ceño y puso una cara de asco de la cual me hubiese reído si no estuviese tan preocupado por saber si había estado afuera todo este rato.

- ¿Qué tan enfermo mental crees que estoy? -preguntó ofendido.

Pues...

Mi silencio le pareció dar una respuesta, y enseguida puso los ojos en blanco.

- No los escuché, par de calientes. -replicó.- Me fui a comprar comida a una tienda cerca de aquí apenas los vi encerrarse en tú habitación.

Eso era un grandísimo alivio. No quería que Alonso estuviese al tanto de todo lo que pasaba en mi vida privada.

- Perfecto. -sonreí caminando hasta las escaleras, pero me frené en seco para volver a mirarlo.- Y ya no leas esa basura sexual. Mejor vívelo. -señalé su libro y luego le guiñe un ojo. Y el me miró mal.- Pero no con mi hermana, que te mato. -finalicé bajando por las escaleras.

Baje el último escalón casi bailando, y comencé a tararear una canción cualquiera. Estaba de un muy buen humor hoy, y eso era totalmente extraño en mi.

Fui hasta la cocina, aún bailando y moviendo mi trasero de un lado a otro desenfrenadamente. Abrí la nevera y asomé mi cabeza, buscando con la mirada algo de beber. Y tome una caja de jugo de durazno.

- La amo, ella me ama, nos amamos, somos una bolita de puro amor, ohhhh ohhhh. -canturree mientras bebía de la pajilla del jugo.

- Buena canción, Nemo.

Di un brinco enorme, soltando la caja de jugo y ahogándome con el líquido que intentaba pasar por mi garganta. Tocí sin poder hablar y luego miré apenado y sobre todo aterrado hacia la sala, donde estaba sentada una castaña bonita de ojos verdes.

Era Alice. Y por alguna razón estaba en mi sala, bebiendo un té.

- ¿Qué carajos contigo? ¿No sabes tocar o que mierdas? -exclamé al verla tan cómoda, leyendo el mismo libro que Alonso.

Una sonrisa divertida apareció en su rostro, pero yo no estaba feliz, me habían dado el susto de mi vida y además me habían escuchado cantar algo totalmente ridículo.

- Tranquilo, no soy ninguna acosadora si es lo que crees. -comenzó negando con la cabeza mientras rodaba los ojos.- Alonso me llamo para ayudarlo con algo de suma importancia.

- ¿Qué podría ser tan importante que ni siquiera me aviso de tu llegada?

- Oh bueno, mencionó que estabas en pleno acto de reproducción sexual con _______, supongo que no quería interrumpir algo tan hermoso. -me sonrió y mis ojos se abrieron grandes cuando termino de hablar.

- ¡ALONSO! -grité molesto.- ¡A LA PRÓXIMA QUE LE CUENTES A ALGUIEN SOBRE MI VIDA PRIVADA, VOY A MATARTE!

- Querrás decir vida sexual. -corrigió Alice.- Muuuuy sexual.

Escuché los pasos veloces de Alonso bajando las escaleras, y luego me miró a mi y a Alice y suspiró.

- Alice eres una chismosa. -se quejó Alonso.

- Por algo somos familia, ¿no? -sonrió guiñándole un ojo.

- Sólo... ni una palabra más del tema. -aclaré, mirándolos a ambos.

Entonces la puerta del baño de abajo se abrió de pronto, y todos miramos en silencio a un chico moreno de cabello oscuro, saliendo de éste con el libro "50 sombras de Grey" en sus manos. Parecía estar realmente concentrado en su lectura.

¡¿QUE TIENE ESE LIBRO, QUE ES TAN FAMOSO!?

Ah... ¡¿Y QUE HACE ÉL AQUÍ!?

- Alice no entiendo, porque si Anastasia se quiere cojer al Christian Grey, ¿porque no sólo lo viola y ya? Sabes creo que este...

Alzó su mirada y me miró, y logre reconocerlo. Era el mismo chico que había atrapado una vez en la cama de Alonso. ¿Pero que carajos hacía aquí?

Me sonrió extrañamente. Y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

- Hola, guapo. ¿Porque tan solito? -soltó.

Por favor díganme que preguntó si tenía algo de beber y que no me intento ligar.

- Muy bien, regresaré a mi habitación. -hablé incómodo, tomando la caja de jugo.

- ¿Te acompaño? -insistió mordiendo su labio.

Lo miré con los ojos Bien abiertos y el ceño fruncido.

- Ni siquiera sé tu nombre, pervertido. -dije y escuché a Alice aguantando una carcajada.

- Alan, pero puedes llamarme Daddy. -alzó ambas cejas repetidamente.

Tanto Christian Grey le ha afectado el cerebro.

- Si bueno... ¡Adiós! -exclamé dispuesto a subir las escaleras y escapar de esa incómoda conversación.

Pero entonces _______ apareció frente a mi, bajando las escaleras, portando una sudadera mía, la cual le llegaba poco más abajo de su trasero.

Dios mío... necesitaré un balde porque estoy babeando.

- Cisne... pero que bien se te ve esa sudadera. Deberías quedártela. -le sonreí mordiéndome el labio inferior al ver sus piernas.

- Basta Jos. -rió ella, pasando junto a mi.

Miró a todos y luego les sonrió.

- ¿y bien? ¿Qué ocurre aquí? -cuestionó al ver los libros en la mano de los demás.

- Pero que piernas... -escuché decir a Alice y le lance una mirada asesina, a la cual me respondió con una risa nerviosa.

- ________, ¿Porque no mejor damos un paseo? Los chicos están ocupados por aquí. -dije mirando a la antes mencionada, esperando que aceptara mi invitación.

-Suena bien.

- ¿Entonces nos vamos ya? -preguntó Alonso, uniéndose a la conversación.

- Tú no irás. Estas ocupado, ¿recuerdas? -le dije intentando decirle que me dejara a solas con _______.

- No, de hecho ya acabamos el capítulo de hoy. -dijo inocentemente.- Muy excitante, por cierto.

- Pues lean otro. -dije casi ordenándole y mirándolo mal.

- No, estamos cansados de eso. ¿Qué tal si vamos a algún delicioso puesto de tacos? -interfirió Alice.

Fantástico. Mi intento de estar a solas con _______, terminaría igual de fallido que mi intento de cuando viajamos a Australia.

- Eso estaría Perfecto. Hagámoslo. -dijo ______.

Fracasado Canela, me dicen.

- Yo me apunto. -finalizó Alan.

Mis ojos se abrieron aterrados de tener que pasar toda esta noche junto a ese loco pervertido.

- No, de ninguna manera. Tú ya te vas. -hablé empujándolo por la espalda hasta la puerta. Él intentaba hablar pero le respondía con un gran NO.

- Ash, ¿porque siempre me corren? -se quejó molesto, ya afuera de la casa.

- ¡Adiós! -le exclame cerrándole la puerta en la cara.

No iba a soportar ni un minuto más a ese chico. Era totalmente extraño.

• • •

Habíamos terminado de comer en un lugar algo elegante de la Ciudad de México. Finalmente nos habíamos inclinado más por la idea de comer pizza.

Ahora caminábamos por las calles de la Ciudad, mirando las luces de ésta, los autos y los restaurantes cercanos.

- ¡Era obvio que era un chico vestido de mujer, Nemo! Nadie más te miraría más que un Travesti. -exclamó Alice riendo a carcajadas.

- Cállate. -dije rodando los ojos.- Y ya te dije que no me digas Nemo. -agregue arrugando la nariz al verla.

- Nemo, Nemo, Nemo. -prosiguió, moviendo la cabeza a los lados repetidamente, mientras comenzaba a hacer un pequeño baile.

Detestaba que me llamara así. Pero después de aquel día que me embriague hasta más no poder, y comencé a decirle a todo el mundo que yo era el verdadero Nemo de la película, Alice no ha parado de llamarme así.

- ¿Porque Nemo? -preguntó ______ con una ceja alzada.

- Ammh... luego te cuento. -sonreí nervioso, esperando a que no volviera a preguntar eso. Ella asintió con una sonrisa comprensiva.

Después de varios minutos caminando, comencé a notar que nos alejábamos de la civilización poco a poco. Ya no había tantos autos, y la oscuridad se hacía cada vez más presente.

- Deberíamos volver. -hablé mirando a nuestros alrededores con atención.

Justo íbamos pasando por un callejón realmente oscuro.

- Pero nos estamos divirtiendo. -replicó Alice, recargada sobre el hombro de su primo mientras esbozaba una sonrisa.

- Pues tendremos que continuar la fiesta en otra parte. Aquí es peligroso. -hablé firme, Alice y Alonso me miraron mal, pero de todos modos comenzaron a caminar hacia el lado opuesto junto a mi.

Me detuve en seco. _________ se había quedado ahí parada, sin mover ni un músculo.

- Jos. -me llamó. Podía escuchar el temor en su tono de voz.

Todos la miramos, y caminé hasta estar a la par suya.

- ¿Qué ocurre? ¿Todo bien? -pregunté comenzando a asustarme por su repentina actitud de temor y al parecer también shock.

- Mira... -susurró.

Mi mirada siguió la suya, y logre ver un pequeño y mal cuidado local de tatuajes. Un grupo de chicos salía riendo a carcajadas del lugar.
Algunos -sino es que todos- estaban tatuados de pies a cabeza. Uno de ellos, al parecer el jefe de la banda, comenzó a mirarnos con una sonrisa horrorosa.

Empezó a caminar hasta nosotros, noté que _______ comenzaba a temblar, pero yo no podía dejar de mirar al chico. Había algo familiar en el.

- Jos, vámonos. -dijo Alonso firme y con algo de temor.

Seguí mirando y mirando, mi ceño ya estaba fruncido de tanto mirar.

Pero finalmente lo vi.

La iluminación era mala, pero sin duda, ese rostro era el de Logan Riggs.

Y de algo estaba seguro. Él no se iría a casa esta noche, hasta que haya pagado por lo que le hizo a ________.

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Sé que las estoy dejando con la intriga pero si votan y comentan mucho subiré capítulo el Jueves.

185⭐️ + 100💬 = Nuevo Capítulo el Jueves.

Las quiero demasiado!!💜

-iQueMxnkey

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