》Quince《
Al día siguiente ya era tiempo de irse. Lo cuál, sorprendentemente, no quería hacer, incluso a pesar de todo lo que había ocurrido, lo que había pasado la noche anterior... resolvió todos mis problemas.
Todos habíamos asistido a playa por la mañana, a disfrutar una última vez. Y no pude evitar lanzarle miradas asesinas a Alice, quien no había parado de mirar el trasero de ________. Era una maniática del sexo, por lo cuál no dudó ni por un segundo, que haya pensando en cosas sucias con mi chica.
Alonso se paseó por enfrente de la puerta abierta de mi habitación, usando una toalla blanca alrededor de la cabeza, ya completamente vestido. Pero cuando me vió metido en el celular con una mirada de concentración, entró en la habitación.
Y es que no había leído los consejos de Internet que solía leer a diario. Si mal no recuerdo... debería estar por el consejo número 4.
Mis ojos se abrieron como platos y mis cejas se alzaron. Volví a leer el consejo, esperando haberme equivocado en algo, más no era así, claramente decía:
"Intenta llegar a segunda fase"
Sonaba demasiado pronto, incluso para mi. Sólo iba por el consejo cuatro, no quiero ni imaginar cuando vaya por el ocho.
— ¿Viste los nudes de Paquita del Barrio o porque tan sorprendido? —comenzó quitándose la toalla de la cabeza.
— ¡Giuh! No bobo.
— Yo si... —entonces me miró traumatizado. Un breve escalofrío pareció recorrer su cuerpo entero.— En fin, ¿Qué pasó? —ahora sonreía, cambiando totalmente de ánimo de un segundo para otro.
— Sólo leía los consejos...
— Déjame ver eso. —me arrebató el celular de las manos, para después sentarse a la par mía.
La misma expresión que había aparecido en mi rostro, ahora estaba regocijando en el suyo.
— ¿Porqué no mejor saltamos al paso 5? Si suena bien... veamos, aquí dice: Tengan una noche loca de sex... —enseguida cerró la boca mirando la pantalla, para luego mirarme.— ¿Estás seguro que es el cinco? Quizás ya sea el número nueve o algo así
— ¿Y qué tal si... si lo hago? —pregunté dudoso y con temor a su reacción.
— ¿¡HACERLO!? —soltó como loco y enseguida miró a la puerta para asegurarse de que no hubiese nadie, luego volvió a mirarme y esta vez gritó a susurros.— ¡¿Acaso vas a atar a ________ a la cama y enseñarle tu canelón, Jos?! —susurró.
— No... si... tal vez.
Parecía que le iba a dar un infarto.
— ¡Ni siquiera se han besado! —exclamó en voz baja, pero mi silencio y mi rostro avergonzado le hizo saber que estaba equivocado. Enseguida cubrió su boca con sorpresa.— Por... todos... los... cielos...
Su ahora mirada perversa, me hizo sentir las mejillas arder por la vergüenza.
— ¿¡y hasta ahora me vengo a enterar!? Jos tú debes decirme TODO, hasta cuando tengas ganas de ir al baño.
— Supongo que está bien. —dije algo confundido con lo último.
— ¿Cuándo fue?
— El último fue ayer.
— ¡¿EL ÚLTIMO?!
— Shhhh, baja la voz rubia. —dije alterado.
— ¿Cuántos se han dado? —ahora parecía un Niño pequeño, realmente estaba emocionado.
— Tres.
— ¿¡TRES BESOTES!? —soltó de pronto y le cubrí la boca con una mano.
— ¿Qué tú no sabes lo que significa "silencio"?
El enseguida quitó mi mano de su boca.
— ¿Por eso tardaron en regresar? —preguntó, refiriéndose a anoche.— Cuando ambos desaparecieron. —agregó.
Asentí inmediatamente. Y la conversación de Cameron y ________ volvió a mi mente.
— Por cierto, ayer cuando fui a buscar a _______...
— Chicos, ya es hora de irnos. —interrumpió ________, asomándose por la puerta.
Ambos sonreímos inconscientemente cuando nos miramos.
— Enseguida vamos. —respondí sonriente y ella desapareció por la puerta.
Casi inmediatamente me puse de pie y tome mis maletas.
— Espera, ibas a decirme algo. —interrumpió Alonso.
— ¿En serio? Ya lo olvidé. —dije rápidamente, saliendo por la puerta para alcanzar a ________, dejando a Alonso en la habitación.
Mi sonrisa se borro al instante en el que reconocí la cabellera semi rubia y el bronceado de la chica frente a mi, ¿Quién le dijo a Cameron que podía quedarse aquí?
— Hey, good mornin' —me saludó alegre con una sonrisa de par en par que me causó escalofríos.
__________ pasó detrás mío, mirando de reojo a Cameron, ésta última le había lanzando una mirada terrible. Lo cuál no me gustaba.
— Cameron, you have somenthing in your teeths (Cameron, tienes algo entre los dientes) —le dije con una mueca de un respectivo asco, señalándome con el dedo índice los dientes, ella enrojeció y enseguida fue a mirarse al baño.
Sólo pude verla correr por el pasillo hasta el baño más cercano, cubriendo su boca mientras lo hacía.
Lo cierto es que sus dientes estaban bien, pero la forma en cómo había mirado a _______ hoy, y la forma en cómo la había tratado anoche, no me agradaban para nada. Se merece por lo menos eso.
Escuché una risita traviesa, y enseguida busque con la mirada por toda la cocina, encontrándome con la hermosa sonrisa de _________. Sabía que reía por lo ocurrido con Cameron.
Me acerqué a ella, rodeando la barra de la cocina que nos separaba.
— ¿Qué haces ahí riéndote como una niña burlona? —pregunté con aire divertido.
Recargue mi cuerpo en mi mano apoyada en la barra, parado a medio metro de ella.
— ¿Yo? Nada. —mintió tomando un trago de agua.
— ¿Entonces se puede saber porque no me has dado mi beso de buenos días? —repuse alzando ambas cejas.
— ¿Y porque debo dártelo yo? Alonso puede ayudarte con eso. —casi ríe a carcajadas cuando lo dijo y yo puse los ojos en blanco.
— No puede ayudarme si yo quiero tus besos. Pero, en cambio, tú claramente podrías ayudarme con eso.
— Si, bueno, tampoco es como que me hayas dado ya mi beso de buenos días.
— ¿Es Eso un reto?
— ¿Lo es? —cuestionó divertida con una ceja alzada.
Sonreí y sin avisar, presione rápidamente mis labios contra los suyos. Haciéndolos chocar de una manera exquisita.
Ella sonreía cuando me había alejado.
— Lo Justo sería que me dieras uno. —me cruce de brazos.
— Si pero acabo de recordar que iba a ayudar a Fer con algo. —dijo enseguida, haciendo una pequeña acrobacia para esquivarme y salir disparada hacia otro lado.
Sólo la escuché irse con todo y mi beso de buenos días.
Básicamente acaban de estafarme. Por eso no confíen en las mujeres.
Pero alguien había tomado mi cuello por detrás, y en segundos, me habían plantado un beso en la comisura de los labios.
— Buenos días. —susurró la voz suave de _________ contra mi oreja.
Mordí mi labio, y volví a escucharla irse.
Y vaya que buenos.
Me quede otros pocos segundos, mirando a la nada, recordando la textura de sus labios.
— Se nota que besarme anoche te resultó bien. —dijo alguien desde el otro lado de la cocina.
Miré exaltado, encontrando un par de ojos verdes y un cabello despeinado y extrañamente sexy.
Alice.
— Resultó más que bien a decir verdad. —le dije con una sonrisa.
— Y es una lástima para mi, realmente quería tocarle los pechos. —habló mientras ponía una mueca de tristeza.
— Nisiquiera lo pienses, Villalpando.
— Demasiado tarde, lo estoy haciendo justo ahora. —dijo con una mirada perversa, a la vez que alzaba ambas manos y hacía como si estuviese agarrando un par de pechos.
— ¡Alice! —la reprimí molesto y ella paró, soltando una fuerte carcajada.
— Vale, vale, lo dejaré. —dijo entre risas.
Entonces Fernanda apareció, seguida por Alonso y _________.
— Hora de irnos, dice mamá que quiere que cenemos juntos esta noche, y yo necesito tiempo para arreglarme y ponerme guapa, asi que vámonos. —me dijo.
— ¿Hablaste con ella?
— Si, duuuh. —dijo ella con obviedad.
La miré mal. Y tome mis cosas, colgando una mochila negra en mi hombro.
— Un momento. ¿Dónde están los gringos?
Todos se miraron para luego mirar a su alrededor.
— Ethan está abajo esperándonos. —aviso ________.
— Genial, vámonos.
— Falta la hermana guapa de Ethan. —dijo Alonso y Fernanda lo miró mal.
— Ah claro, ni siquiera la recordaba. —respondió mi hermana con cierta hostilidad.
Miré a ambos con el ceño fruncido, sospechando de lo que ocurría.
— ¿Ahora que? ¿Tenemos que jugar a las Pistas de Blue para poder encontrarla? —preguntó con molestia.
La miré con una media sonrisa.
Entonces la mencionada por todos, apareció, saliendo del baño con una gran sonrisa. Seguramente para presumir que ahora no tenía ninguna espinaca atrapada entre los dientes.
— Hasta que la mujer se digna a aparecer. —bufó Fernanda.
Cameron la miró confundida, para suerte de mi hermana, ella no hablaba nada de español o al menos es lo que ella creía.
Finalmente todos salimos del apartamento. En verdad no quería irme, Australia era hermoso, y a pesar de todo, en verdad quería quedarme.
• • •
Estábamos listos en el Aeropuerto. Nuestro vuelo sería anunciado en pocos minutos.
Fernanda escuchaba música junto a Alonso, con un auricular en el oído derecho y el rubio con el auricular sobrante en el oído izquierdo. Miraban a carcajadas algo en el móvil de Alonso.
Cualquiera diría que estaban saliendo.
Mis ojos se entrecerraron, y no podía apartar mi mirada de ellos dos. Quiero decir, ¿Mi hermana y Alonso? ¡Eso sería raro! Muuuy raro.
Le partiría la cara a Alonso si eso llegara a ocurrir.
_______ posó su mano sobre mi hombro, relajando hasta el más mínimo de mis músculos. Inmediatamente la miré.
— Con esa mirada pareces un asesino en serie, Jos. —dijo ella con una sonrisa y enseguida reí inconscientemente.
— Sólo miró que Alonso... —hablé con la voz más firme.— Ya sabes para que no esté...
Entonces noté que Fernanda recargaba su cabeza en el hombro de Alonso, y que éste dejaba caer su mano sobre la de mi hermana.
— ¡WOW WOW WOW! —grite llamando la atención de ese par y de algunas personas que iban caminando por ahí.— ¡¿QUÉ OCURRE AQUÍ?!
Ellos me miraron confundidos.
— ¿De que mierdas hablas? —preguntó Yaya.
— Están sospechosamente cerca, de eso habló. ¿Alguien me va a explicar porqué? —Alonso iba a hablar pero enseguida lo calle cuando hablé primero.— ¡ASÍ QUE NADIE ME VA A EXPLICAR NADA, EH! Saben estos asientos son jodidamente amplios, los hicieron específicamente para evitar situaciones cómo estás, deberían aprovechar el espacio.
— Jos, detente. —me gruñó Fernanda.
— ¿Detenerme? No estoy haciendo nada. —me encogí de hombros.
Enseguida empuje a Alonso hacia un lado, separándolo por completo de mi hermana y me senté justo en medio de ellos.
— Así está mejor. —sonreí victorioso.
Miré a mi hermana y estaba que echaba humo, completamente furiosa.
— ¿Qué? Estaba cansando y me senté.
— ¡Jos deja de ser un imbecil! —me gritó ella con una notable molestia.
Enseguida se puso de pie, sin dejar de mirarme desafiante, luego miró a Alonso.
— Iré por algo de comer. —gruñó ella, alejándose y perdiéndose entre la gente.
_________ se sentó junto a mi, y miró la escena en silencio.
— Éstas chicas de ahora. —negué con la cabeza.
— Hermano, ¿que ocurre contigo? —me preguntó Alonso confundido.
— ¡TU ANDABAS DE MANOSEADOR CON MI HERMANA! ¡¿QUÉ QUERÍAS QUE HICIERA?! ¿¡QUÉ LES APLAUDIERA!? —grite exaltado.
— Jos tranquilízate. —me dijo ________.
— Nuestras manos se tocaron como por cinco segundos, ¡¿A eso le llamas manosear?!
— Noté tus negras intenciones con ella, Villalpando. No intentes hacerte la víctima.
— ¡Le estaba mostrando un video!
— Ah claro, no me imagino de que clase sería ese video. —me cruce de brazos.
— Pues de los que tú ves en las noches, no era.
Lo miré fulminante.
— Calmado, primo. —interrumpió Alice.
— ¿Así que estas negando que te gusta mi hermana? —le pregunté directo y él pareció quedarse Corto. No dijo nada.— Entonces te gusta.
— ¿Tendría algo de malo?
— ¡Es Mi hermana!
— ¿y que? Es su vida, además de que ella es mayor que tú.
— Ella Se ve mejor sin novio.
— Jos por Dios, deja de ser tan inmaduro. —interrumpió Alonso ya muy fastidiado.
No soy inmaduro. Sólo un poco protector.
Alonso se puso de pie y fue detrás de mi hermana, cuando me iba a poner de pie, _________ me detuvo.
— Déjalo.
Suspiré y traté de relajarme.
— ¿Crees que soy un imbecil?
— Bueno...
— Gracias. —dije sarcástico.
— Jos, Solo digo que... deberías dejar que Fernanda decida. Además, ¿Preferirías que tu hermana saliera con un desconocido o con Alonso? —dijo y como siempre logró hacerme entrar en razón.
— Alonso. —respondí y ella sonrió comprensiva.
Un alboroto nos hizo levantar la vista a ambos.
Cameron y Ethan se aproximaban hacia nosotros, la antes mencionada, no paraba de soltar carcajadas.
— Fantástico. —murmuró _______ al ver a Cameron.
— Guys. (Chicos) —comenzó Ethan con una notable alegría.— Cameron and i have a surprise for you. (Cameron y yo tenemos una sorpresa para ti.)
— ¿Cuál? —pregunté yo, y entonces notaron mi presencia.
— Well, Ethan and I have been talking for a while and I decided that... I'll move with you to Mexico! (Bueno, Ethan y yo hemos estado hablando por un rato y decidí que... ¡me mudaré con ustedes a México!) —estalló en una total emoción mientras le daba un fuerte abrazo a su hermano.— We'll be neighbors. (Seremos vecinos.)
Yo estaba totalmente sorprendido. Pero cuando me giré para ver a ________, parecía que se iba a desmayar.
— Isn't it great? (¿No es genial?) —chilló Ethan con emoción.
— It is... amazing (Es... asombroso.) —________ apenas si podía articular una palabra.
Sabía que sería el fin para ella.
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