capítulo 01
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¡min yoongi!
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Solté un largo suspiro acompañado de una gran y amplia sonrisa. Mis manos sostenían mí barbilla, mientras que mi mirada se comía al chico de mirada gatuna y desaliñado.
Me había perdido en su mirada, incluso comenzaba a babear. Hasta que un leve golpecito en mi cabeza me hizo reaccionar casi al instante.
Miré fulminante en dirección de dónde provenía la pequeña bola de papel, esperando encontrarme con alguna o algún chico queriendo molestarme un poco, pero no era mas que mi estúpido mejor amigo, lanzándome miradas molestas desde la banca de atrás.
Su mirada totalmente aburrida intercalo con la mía. Tenía únicamente un auricular puesto, mientras que la otra colgaba por su torso. Jugaba con una pluma negra mientras me miraba.
—¿Éstas loco? —susurra mientras hace algunas señas con sus manos.
Hice una mueca, y éste sólo suspiro cansado.
—Lee el maldito recado —susurra esta vez llamando la atención de algunos compañeros de clase.
Desdoble la bolita de papel, preparándome mentalmente para lo que sea que mi estúpido amigo había escrito.
"Ya que no respondes mis mensajes, maldito bobo, te escribí esta elegante carta. Bueno lo que quería decirte es... ¡DEJA DE BABEAR POR EL SIN CEREBRO DE YOONGI! pareces un violador sediento de chicos feos."
Una media sonrisa se formó en mi rostro al leer lo anterior. Así que para no tener la atención de los presentes en mí, tome mi móvil y escribí un rápido mensaje.
"Si fuera un violador sediento de chicos feos, estaría babeando por ti, no por Yoongi."
Sonreí y lo envíe. Mi cabeza se giró un poco únicamente para poder ver la terrible expresión de mi querido amigo.
Así que simplemente terminé de admirar la increíble belleza de Yoongi, el chico por el que no había dejado de babear.
—Gracias —dijo Yoongi y enseguida todos aplaudieron, incluyéndome.
El timbre de clases sonó justamente cuando el profesor iba a nombrar al siguiente en pasar a exponer a la clase.
Me puse de pie y tomé mi mochila para después colgarla en mi hombro y mirar como mi molesto amigo —Jungkook—, caminaba en mi dirección.
—Para tu información, soy bastante atractivo, ciego retrasado —habla serio y suelto una ruidosa carcajada.
—Eres muy atractivo, Jungkookie, claro que lo eres —digo sonriendo y éste ríe conmigo.
Su brazo pasó por mi hombro, para darme uno de sus cálidos y fuertes abrazos.
—Es viernes de pizza, más nos vale ir a la cafetería antes de que...
Solté un grito sordo.
Yoongi, el chico por el que hace unos cuantos minutos estaba babeando, se aproximaba decidido hacia nosotros. Enseguida tomé el brazo de Jungkook para después alejarlo de mi cuerpo. —Hey —Se queja el pelinegro.
Le lancé una mirada fulminante y piqué sus costillas, indicándole claramente que se callara.
—Hola, Jimin —Saluda Yoongi con una media sonrisa.
Mis nervios estaban al borde de la catástrofe, pero a pesar de eso, intentaba no verme como un loco desesperado.
—¡Yoongi! —exclamé —. Hola, ¿qué pasa?
Traté de no perderme en sus lindos y oscuros ojos cafés, era como ver un mundo lleno de luces brillantes.
—Sé que no hablamos mucho pero... la próxima semana habrá una fiesta realmente genial a la cual me encantaría que asistieras... como mi acompañante —Habla para finalmente mostrar las brillantes perlas blancas de su sonrisa.
Morí, reencarne, morí y volví a reencarnar al escuchar lo que había dicho. Solté un suspiro interior y enseguida, mi sonrisa se amplió aún más de lo que ya estaba. —Me encantaría —digo finalmente.
—Genial, supongo que nos veremos el viernes próximo, ¿no es así?
—Tenlo por seguro —digo y éste suelta una tierna risa encantadora.
—Hasta el viernes —dice para después despedirse de ambos.
Apenas me asegure de que Yoongi había pasado el pasillo en el que me encontraba, solté un fuerte grito de emoción mientras daba saltos grandes.
Hasta que me percaté de que el único que estaba celebrando por lo que anteriormente había ocurrido, era yo. Jungkook se miraba serio, sus labios formaban una perfecta línea horizontal en su rostro. Sin duda alguna, no estaba contento.
Me paré frente a él, agitando mi mano frente a su rostro y este me miró mal.
—¡Vamos, Jungkook! ¡Celebra conmigo!
Este únicamente respondió con un gruñido de molestia y una mirada fulminante.
—¡Min Yoongi acaba de invitarme a salir y tú te comportas como un completo inepto!
—No me insultes así, jovencito —habla enseguida.
—¡Entonces dime algo!
—¿Quieres que diga algo? —pregunta y lo miro asintiendo—. Bien, pues digo que a mí ese cabeza de estropajo no me engaña.
—¿Estropajo?
—Sí, estropajo —habla serio—. ¿Que clase de persona ingenua se creería que el chico de sus sueños de pronto decide invitarlo a la fiesta más "genial" que haya existido, a pesar de que nunca han hablado en la vida? Ah, claro, tú.
Lo miré con el entrecejo fruncido.
—Quizás le guste —murmuré.
—No es por arruinar el momento, pero los chicos como él no cambian de opinión sobre los chicos de la noche a la mañana, Jimin —dice mientras mueve su cabeza de arriba a abajo.
—Sabes, eres un maldito estúpido.
—Sólo te digo la realidad.
—O simplemente estás celoso —digo repentinamente.
Jungkook abrió terriblemente grande la boca y ojos, haciendo que su rostro se mostrará totalmente gracioso.
—No estoy celoso, sólo intento proteger a mi mejor amigo, ¿está bien? —dice poniendo los ojos en blanco.
—Claro, celoso Jeon —sonrío.
Este simplemente me mira mal y suspira.
—Como sea, no confíes en el maldito estropajo de Yoongi.
—Sólo iremos a una fiesta, Jungkook, nada malo va a pasarme.
—Se nota que nunca haz ido a una fiesta... —murmura y lo miro furioso—. En mi sabia opinión, no deberías ir.
—Eres un retrasado, tu opinión no cuenta para nada.
—Bueno, supongo que como soy un maldito retrasado inepto y que tu eres el más inteligente de todos los chicos, no necesitarás de mi ayuda cuando el Señor Estropajo esté devorandote en una habitación oscura —gruñe.
Enseguida abrí mis ojos como platos y mis mejillas quedaron completamente ardientes y obviamente sonrojadas.
—Yo sabré que hacer, ¿de acuerdo? —hablé incómodo.
—Si claro, seguro también sabrás que hacer cuando te esté besando... —murmura tratando de hablar lo más bajo que le fue posible.
—¿Besar? —pregunté de pronto.
Su mirada fue hasta la mía, su ceja se alzó y asintió con la cabeza.
—Quieres decir que... ¿que me va a besar? —Pregunto perplejo.
—Y eso sólo será el principio, cariño.
Una "O" se formó perfectamente en mis labios, mostrándole a Jungkook lo sorprendido que estaba.
—Jungkook... —susurro.
Éste me mira atento esperando a que hablara.
—Yo no sé besar.
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