《Cuarenta》

Narra Jos

Aliste otro pan tostado con nutella al pequeño plato verde, el cuál ya estaba a punto de estallar por tantos panes.

Coloqué las fresas frescas sobre la pila de panes y acomode el plato en medio de la barra de cerámica blanca.

Saqué dos cucharas de uno de los cajones de madera que conformaban la cocina, y las coloqué junto a los platos hondos que estaban llenos de cereal aún sin la leche.

Todo estaba listo. Ahora sólo faltaba mi linda acompañante.

Escuché el rechinar de los escalones de madera, ella venía bajando, sonreí emocionado, y sin dudar, corrí hasta ella y la cargue, para poder llenar su rostro con besos.

________ rió, aunque no como lo había hecho al despertar. Había algo distinto ahora, sólo que no lograba ver lo que era.

--- ¿Pasa algo? ---parecía algo preocupada, pero después de unos segundos, sonrió y me miró para negar con la cabeza.

--- No, nada. ---caminó, dejándome atrás.--- Huele bien, ¿Qué hiciste? ---sin estar seguro de su respuesta, sólo pensé en actuar normal.

--- Mí especialidad ---sonreí, caminando tras ella.--- Cereal.

--- Y sin leche, muy bien hecho. ---se burló, llevando un cereal de chocolate a su boca.

--- Se supone que tu te sirves la leche. ---replique en mi defensa.

--- Si, claro. ---rió y tomó el galón de leche para poder vaciar un poco sobre su cereal.

Me acerqué para poder abrazarla por detrás. Acomode su cabello en un lado de su cuello, y besé con cuidado su hombro desnudo. Ella se estremeció y sonreí.

--- Comamos. ---se apartó.

Enseguida tomó asiento, y llevo una cucharada de cereal a su boca. No dijo nada más. Yo estaba confundido. ¿Qué pasó con la cariñosa _______ que me había despertado esta mañana?

Rodee la barra y me senté en el otro lado, justo frente a ella. Noté que su mirada estaba únicamente sobre su cereal, no me miraba en ningún momento.

--- ¿Está rico? ---pregunté intentando llamar su atención. Ella sólo asintió con la cabeza.

Vacie algo de leche en mi cereal y tomé una cucharada. Mantuve la mirada en ella, pero simplemente no me veía. Dejé la cuchara en el tazón, haciendo un ruido molesto.

--- ¿Qué ocurre contigo? Y no se te ocurra mentirme.  ---insisiti algo desesperado. _______ tardó unos segundos en alzar su mirada.

--- Todo está bien...

--- Por un demonio, nada está bien. ---dije molesto por su respuesta.--- Amenos que claro, padezcas de una bipolaridad extrema y no lo haya notado nunca. ---bromee serio.

Ella dejó la cuchara en el tazón de la misma forma que lo hice yo.

--- Ya déjalo. ---insistió seria.

--- No, ahora dime que te pasa.

--- ¡Estoy perfectamente!

--- Sé cuando mientes. He pasado la mayor parte de mi vida junto a ti, no puedes engañarme. ---contra ataque.

________ suspiró y me miro devastada. No me gustaba esa mirada en lo absoluto. Nunca era algo bueno.

--- Debo decirte algo importante... y necesito que me digas todo lo que sientes al respecto... por favor... no te enojes o te pongas triste, aún no está decidido. ---murmuró algo preocupada.

--- Sueltalo. ---hablé un poco aterrado.

--- Mí padre llamó hace un par de días. ---comenzó.

--- ¿Él está bien? ---no dudé en preguntar. Ella asintió.

--- Si, el está perfectamente. ---respondió.--- Me dijo que había conseguido algo muy bueno para mi... ---Asenti.--- Él... bueno él quiere que vaya a estudiar a Inglaterra por un año.

¿Escucharon eso? Fue una maldita bomba que había estallado justo frente a mi.

Yo estaba atónito. ¿Qué podía hacer?

--- ¿Irás? ---fue lo único que dije. Ella dudó, y eso no era una buena señal.--- Está bien si aceptas ir, es una gran oportunidad, quiero decir, yo no importó mucho...

--- Basta, Jos. No digas eso. Tú me importas realmente mucho. Siempre me has importado tanto. ---dijo tomando mi mano, acariciandola con su pulgar.

--- También me importas, ________. ---hablé.--- Por eso creo que deberías ir. ---agregué intentando sonreír.

¡Jos Mentiroso, Hijo de Perra!
Ni yo me creí esas sucias palabras hirientes. Lavare mi boca 10 veces después de esto.

--- ¿Realmente crees eso?

¡JÁ! Ni en un millón de años. Lo menos que quería ahora era volver a perder a ________.

--- Completamente.

Matate Jos. Eres un caso sin remedio.

--- Bueno, no estoy muy segura de poder dejar éste lugar por tanto tiempo. Dejar a mamá, la escuela, la ciudad... y a ti. ---hizo una mueca.

--- Hablaremos todos los días.

--- Cállate. No quiero imaginarlo... No puedo dejarte. Te veo cada día de mi vida desde que tengo memoria.

--- Me seguirás viendo.

--- A través de una pantalla. ---aclaró con una mueca.

--- Algo es algo, ¿No lo crees? ---ella bufo, y lleno su boca con una mordida de pan tostado.

--- Supongo que debo decidir antes de ésta noche.

--- ¿Qué? ---exclame.

--- Si, prometí decirle a papá una respuesta de mi parte hoy en la noche.

--- ¿Y que dirás?

--- No preguntes o me dará un terrible dolor de cabeza. ---Asenti rendido.

Mi mirada se desvió de sus ojos hasta su mano, aún estaba el yeso sobre el dedo de la chica.

--- ¿Cómo vas con eso? ---pregunté intentando cambiar el tema y despejar el ambiente pesado que de había creado.

--- Es abrumador. ---respondió alzando su mano en el aire.--- No puedo mojarlo.

--- ¿Cómo te lavas las manos? ---reí.

--- Digamos que es una misión imposible. ---rió también.

Entonces un extraño sentimiento de necesidad invadió mi cuerpo. Por alguna razón sentía que no volvería a ver a _________, y eso me hacía no querer alejarme de ella, por lo que... pensé en hacer algo totalmente diferente.

Me puse de pie y rodee la barra en la que estábamos desayunando, ________ me miraba confundida.

Besé sus labios, comiendomelos con cada movimiento. La cargue y la senté en la barra blanca. No dudo en abrir sus piernas para poder rodear mi cintura con ellas. Sentía su calor. Podía oler su aroma a lavanda.

Por alguna razón, no quería detenerme. Y Ella tampoco.

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