Como Un Ladrón.

Ella no estaba lista para el amor
hay cosas mucho más urgentes pensó
justo estaba por cambiar de dirección
cuando a lo lejos escuchaba su voz.

Y así se decidió
buscarlo y por instinto lo encontró
cuando lo vio
bajo la guardia y se debilitó.
La puerta se le abrió, se le paró el reloj
se le apagó la luz y entró como un ladrón,
la cama revolvió, buscando un corazón
y lo encontró mientras le hurgaba el pantalón

Chrome era una de esas chicas tímidas renuentes al amor. La que tenia a muchos chicos tras ella y esta siempre los rechazaba con el pretexto de "hay mejores cosas que hacer que tener un novio". Ganándose así, la envidia de muchas de sus compañeras.

Ese día, era un día tan normal como cualquier otro. Había ido a comprar ropa nueva, pero por alguna extraña razón no logro encontrar algo de su agrado. Desanimada decidió ir a dar una vuelta por la ciudad, sin embargo nada parecía entretenerla, estaba por darse la vuelta cuando una voz resonó en su mente.

-¡Espera! ¡No te vayas!

Chrome volteo buscando al dueño de aquella voz, no vio a nadie cerca, sin embargo su vista se poso en un joven de cabellera azulina que estaba tomando algo en una de las mesas al aire libre de una pequeña cafetería. Un leve sonrojo apareció en sus mejillas blancas, el viento soplo removiendo sus largo cabellos violáceos. De pronto sus miradas se cruzaron y el tiempo se detuvo.

El no esperaba a nadie aquella ocasión 
no hay nada urgente este día se terminó 
justo iba a casa después de la función 
pero alguien dijo que no se fuera no.

Así que decidió 
sentarse y por instinto la esperó 
cuando la vio 
subió la guardia pero no aguantó.

La puerta se le abrió se le paró el reloj 
se le apagó la luz y entró como un ladrón, la cama revolvió, buscando un corazón 
y lo encontró mientras le hurgaba el pantalón.

Mukuro es de esos jóvenes que se apartan de la gente, no por timidez, no, simplemente porque prefieren estar solos. El no tenía mucho de haberse mudado a esa ciudad, ese día decidió dar una vuelta, encontrando un cinema, entro solo para pasar el tiempo. La película término, ya no tenía nada importante que hacer. Iba convencido de volver a su casa cuando un débil, y apenas audible, susurro le dijo.

-¡Alto! ¡Espérala!

Algo dentro de él decidió hacerle caso a esas palabras. Miro alrededor y encontró unas mesas al aire libre pertenecientes a una pequeña cafetería cercana a las tiendas departamentales, pidió una y una taza de café y se dispuso a esperar que pasara.

No supo cómo pero sintió una mirada en su persona, busco al responsable y la vio. Sus ojos bicolor chocaron con los violáceos de aquella joven de cabellera larga. El viento removió sus cortos cabellos azulinos y sintió el tiempo detenerse.

Ella se enamoró y el tiempo se apagó 
desde ese día no piensa en otra cosa no, 
la cara le cambió, bandido se volvió 
no duerme y come poco a lado de su amor.

Ambos observándose, y sin darse cuenta se fueron acercando. Ella a él. El a ella. Al estar cerca ambos sonrieron. Chrome se enamoro de Mukuro, Mukuro se enamoro de Chrome. Ella se volvió alegre y él se volvió más social. Ambos cambiaron. Ambos ladrones se volvieron, pues Chrome robo el corazón de Mukuro y Mukuro robo el corazón de Chrome.