El regalo perfecto
Capítulo 2. En busca del regalo perfecto
Corría ya sin fuerzas por las calles de Yokohama, el aire frio golpeaba su cara, podía ver su aliento salir por su boca pero nada de eso le importaba ya, solo una cosa, algo especial, algo único ¡no lo lograba encontrar!
Volvamos a días antes, mientras Dazai y Chuuya invitaron a Atsushi y Akutagawa a cenar, fue una cena normal. Cuando Chuuya saco el vino para platicar ― se acerca navidad
― Ni siquiera hemos tenido tiempo de decorar
― Creo que este año lo haremos el mismo 24
― ¿celebran navidad? – pregunto Atsushi y los mayores lo voltearon a ver
― ¿Qué no la has celebra?
― No... en el orfanato no se hace
― Oh, cierto. Atsushi-kun jamás ha tenido una navidad
― Mmm... ¿ustedes viven juntos?
Atsushi se puso completamente rojo ― N-no, e-e-esa co-cosas son...
― No – hablo por fin Akutagawa ― amo mi espacio personal
― Mmm... - Chuuya suspiro y sonrió al albino ― Atsushi ¿quieres adornos?
― ¿adornos?
― Dazai y yo tenemos muchísimos
― N-no es
― Oh vamos Atsushi-kun, tómalos o Chuuya ira a adornar tu casa sin compasión. Aprovecha que puedes hacerlo tu
― Es-está bien. Se los agradezco.
Después de aquella cena, Chuuya y Dazai llamaban al menor incluso cuando se veían en algún hotel. Akutagawa terminaba de arreglar sus mangas mientras Atsushi apenas abrochaba su camisa cuando el teléfono sonó – maldita sea es la séptima vez
― Lo siento – menciono tomando el teléfono y contestando
― Esta temporada me cuesta trabajo conseguir habitación de hotel – dijo para sí mismo el azabache, el albino seguía al teléfono. Miraba la pizarra de tarifas ― quizá... debería comprar la habitación por todo el mes.
Escucho a Atsushi reír y volteo a verle, el albino había colgado ya. ― ¿Qué sucede?
― Dazai-san y Chuuya me preguntaron si quiero cenar con ellos para navidad
― ¿navidad? ¿siguen con eso?
― Si, preguntaron si adorne
― ¿lo hiciste?
― Si – menciono sonriente ― es lindo
― Ah ya
― ¿estarás con tu hermana?
― No, trabaja
― Oh, yo estaré libre, la agencia tendrá una cena. Kyouka saldrá con Naomi y Haruno
― Bien por ellas. – lo volteo a ver ― Espera, ¿tendrás tu casa sola?
― Si, ¿Por qué? – pregunto sonriente ― ¿quieres cen
― Veámonos, así no tendré que pagar hotel, reservaré para después
― Ah... claro
― Saldré
― Hasta luego
Akutagawa salió de la habitación, siempre salía primero y se iba por su rumbo, Atsushi termino de arreglarse y pudo salir.
Era 24 de Diciembre, Chuuya había pasado toda la mañana corriendo hasta que Akutagawa lo miro ― Chuuya-san ¿Qué sucede?
― Osamu se escapara de su fiesta navideña, tendremos tiempo para decorar y cenar juntos – decía mientras revisaba papeles
― ¿tan importante?
― ¿Qué harás tú?
― Iré a casa de Jinko
― Heeey - dejo los papeles ― ¿cenaran? Eso es increíble
― ¿cenar? No, solo iré a tener sexo
― ¿es en serio?
― ¿Qué tiene?
― Es navidad Akutagawa. La primera de Atsushi
― ¿Y?
― Pensé que serías menos... perro
― ¿Perdón?
― Es su primera navidad, ¿Qué te cuesta consentirlo?
― No le veo sentido en ello
― Escucha, tu eres una persona que tuvo siempre a su hermana, cuando llegaste aquí cenaste con todos, no fue diferente. ¿no es así?
― La cena fue deliciosa, se sintió cálido y acogedor
― Y ¿Cómo sería para un chico que jamás tuvo compañía? Claro, si las ratas no cuentan
Akutagawa abrió los ojos, miro a Chuuya ― ¿Qué hago?
― Consigue el regalo perfecto.
Akutagawa salió corriendo en ese momento y Chuuya sonrió, ― es un pendejo. – Miro la hora ― MALDICIÓN
Volviendo al comienzo de la historia, Akutagawa había corrido por toda la ciudad aquella tarde, nada era bueno, nada era especial... nada era, nada. Tomo aire, lo necesitaba y como si una bendición lo abordará, la luz de un faro ilumino una tienda, era un ramo de flores, perfecto. El mafioso sonrió, fue por el sin dudarlo.
La noche había llegado mientras Akutagawa iba a casa del agente, le había mandado mensaje, igualmente iban a verse. Compro un pollo en el camino y también un pastel pequeño. ― ¡hey tú! – Escucho a lo lejos y volteo ligeramente ― ¿Qué haces por estos rumbos?
― Maldición... - se quejó. Dio media vuelta
― Perro mafioso
― Agente, no tengo que hablar. No estoy de servicio – respondió al rubio de lentes
― ¿harás fechorías?
― Es noche buena, solo visito
― ¿por estos rumbos?
― No tengo que dar explicaciones.
Kunikida estaba listo para cualquier cosa, Akutagawa se preparó, pero el rubio no estaba solo. Suspiro, tuvo que salir de allí, fue perseguido por Tanizaki, Yosano, Kyouka, Kunikida y Kenji. Entre escondite y escondite, las flores se habían ido cayendo, el pastel se había revuelto y el pollo había salido volando en algún callejón. Los había perdido, 3 horas después de lo que había quedado con el agente. Usaba su habilidad para ir entre los techos, oscuro como una sombra, hasta que llego al departamento del albino. Rashomon usaba un hilo ligero para abrir la puerta, pudo ver a Atsushi, estaba recostado en la entrada, miro alrededor, no había muebles, solo un pequeño Kotatsu donde Atsushi dormía, arriba en la mesa, había un pequeño pino con unas cuantas esferas pequeñas y una pequeña caja envoltorio debajo. Las paredes eran las más adornadas, pues sin muebles el agente lo había colgado todo.
Akutagawa sonrió ligeramente, dejo las flores o más bien lo que quedaba de ellas, las dejo en la mesa; puso la caja de pastel en el refrigerador deseando que se arreglara mágicamente. Finalmente se sentó al lado de la cabeza del albino. Esté sonreía en sueños. El azabache lo acaricio y Atsushi se levantó en un grito producido más en un maullido ― ¡NYAAH! – Grito y el azabache mordió sus labios por no reír ― ¿A-Akutagawa?
― Jinko, ¿Qué pasa con ese grito? ¿dijiste "Nyah?"
― Yo no digo "Nyah" – respondió en un quejido ― ¿qu-que hora es?
― Las 23 horas – menciono ― lo siento, llego tarde
El albino sonrió ― para nada, bienvenido. – El azabache y el albino se miraron, después Atsushi reacciono – ah, cierto. Prepararé el futon no tengo otra cosa o
― Jinko, hoy no quiero acostarme contigo
― ¿eh? ¿entonces por qué viniste?
― Celebremos navidad
― ¿na-navidad?
Akutagawa tomo al albino entre sus brazos, lo acomodo ente sus piernas y fue cuando Atsushi miro las flores ― wuaaaaa que lindas – menciono alegre y el mafioso dejo su frene en su hombro
― Lo lamento, intente conseguir algo único y especial pero fue un fracaso... la comida se perdió y el pastel probablemente este hecho un asco... Te falle en tu primera navidad
Atsushi giro ligeramente y tomo las mejillas del mafioso ― ¿de qué hablas? Esto es fabuloso – menciono alegre
― El siguiente año será mejor
― Ah, - Atsushi tomo el envoltorio ― para ti
― ¿Qué es?
― Bueno... no querías celebrar pero planeaba dártelo después de hacerlo
― No lo haremos hoy, lo juro
― Ábrelo
― Se debe abrir mañana
― Solo hazlo Ryu
El mafioso sonrió, abrió el paquete, era un peluche tejido a mano de Rashomon, ideal para su celular. Akutagawa no dijo nada, solo abrazo al albino con fuerza ― Feliz navidad Jinko
― Feliz navidad Ryu
Ambos chicos se habían acomodado en el kotatsu y pasado allí la noche, al día siguiente habría Chazuke para el desayuno.
...
Espero que tengan una bonita cena navideña
Feliz navidad
¡Gracias por leer!
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