Capítulo 6

—Agradece que únicamente habían personas normales, sino esas heridas fueran más grandes y profundas —sentenció Fukazawa serio, mientras finalizó de curar las heridas de mi rostro.

—Hey —pronuncie quejosa y cambie el vendaje de mi brazo—, pero mire el lado bueno. Conseguí expedientes e informes de la mafia y tengo recuperación acelerada.

—Estás en serios problemas.

—Un gracias no estaría tan mal —sentí su espesa mirada recorrer mi cuerpo indicándome que la había regado más de lo que ya estaba, si me va a regañar y matar que sea por algo bueno—. Sabe que digo la verdad, debería de estar orgulloso que una primeriza, no tan primeriza logró infiltrarse al edificio rival sin ser descubierta y ni un gracia o buen trabajo recibo de su parte —dije y finalice mi acción.

—Desde un principio te prohibí realizar esa "misión", sabía las diversas consecuencias que pudiste sufrir en esto, pero la señorita estuvo más necia para hacerla y llegó al grado de exasperarme hasta que consiguió el si —cruzó sus brazos enfrente de su pecho—. Lo que hiciste fue en cierta parte excelente, ibas tan bien hasta que se te ocurrió enfrentarte con ellos.

—De todas maneras me tocaba retornar a la agencia.

—Sana y salva, sin embargo, terminaste con una herida en el brazo y el rostro moreteado.

—Pudo haber sido peor.

—A eso me refiero, hiciste una idiotez que expuso tu vida, pudiste haber muerto. Debes tener más cuidado y no tomarte tan a la ligera las situaciones y desiciones.

—No lo hago.

—Por supuesto que si, eres demasiado impulsiva cuando tu cabeza está hirviendo y piensas con los pies en lugar de usar tu cabeza.

Chasquee la lengua al ya no tener mas argumentos.

—Reconozco que este trabajo es demasiado peligroso para personas de tu edad, eres muy buena en este ámbito, pero te hace falta mucha experiencia —moví mis labios—. No, el historial que tienes no cuenta ya que tuviste demasiada ayuda.

—Técnicamente asesine a las personas con mis propias manos.

—Mientras estaba alguna de tus personalidades sádicas poseyendo tu cuerpo y tú estabas inconsciente.

—¿Cómo sabe eso?

—Indague.

—Viejo acosador.

—Yo que tú empezaría a explicar todo lo sucedido —muevo mis labios, pero él prosiguió—. Hablo enserio quiero toda la verdad —resaltó las ultimas cuatro palabras.

—De acuerdo, le contaré todo. Solamente si me responde esta pregunta —rodeó sus ojos — ¿por qué me mando esa información mientras estaba en la mafia? —cuestione.

—Por supuesto que te lo diré —una sonrisa surco los labios, ¡genial! Funciono mi plan— una vez me termines de contar toda la verdad y dejes de evadirme el tema.

Después de una larga, pero muy larga charla con el viejo acompañado por un hermoso sermón y un castigo.

Tanto el doctor como Fukuzawa me dieron de baja durante una semana y como parte del castigo fui vigilada por todas las secretarías de la agencia mientras realizaba todo el papeleo.

Termine de arreglar el cuello de la blusa, seguido adherí una curita en la mejilla izquierda, luego visualice mi reflejo gracias al espejo —espero no queden cicatrices—. Toque levemente mi rostro quien poseía una diversidad de rasguños y heridas.

—¡Carajo! Los odio Port Mafia, por su culpa debo de maquillarme y odio hacerlo —solté un bufido e inicie a agarrar todo el maquillaje—. Voy a parecer peor que un payaso, detesto el maquillaje. ¿Por qué mi habilidad no curó mi rostro?

FlashBack

—Entiendo que gracias a tu habilidad logres acelerar la regeneración en tu piel, pero eso no significa que te desmandes. Si sigue así tendrá que dejar las misiones y trasladarla a otra área menos peligrosa.

—Estoy bien, solamente recéteme algo para suprimir el dolor y ya.

—No es lo mismo, —suspiro— lo que buscamos es su salud y bienestar. Es cierto, el medicamento suprimirá el dolor, pero cuando tenga más edad se le dificultará realizar ciertas actividades por repercusión de sus heridas.

—Da igual, más de algo tengo que morir. Solo deme los medicamentos.

—No es así de fácil —sostuvo un lápiz—. Imagínate que este lápiz eres tú, así es como estaba tu cuerpo desde que iniciaste en la agencia, casi intacto, sin ninguna quebradura de gravedad, golpes, quemaduras, entre otros —partió el lápiz a la mitad—. Justo como se encuentra el lápiz es cómo acabas al finalizar una misión peligrosa, las cuales son continuas.

—Por lo menos no estoy partida a la mitad.

—Si continuas así terminarás de la misma forma.

—Hay probabilidades, pero son muy bajas gracias a mi habilidad.

—Según tu opinión, crees que tu poder consigue "curar" tus heridas externas, pero no es así.

—Entonces, ¿qué es lo que hace?

—Está cinta adhesiva es tu habilidad, al momento en que se activa acapara cada centímetro de tu cuerpo —une las dos partes del lápiz—, es un tipo de tapón momentáneo, cierra tus heridas externas para que no mueras desangrada en medio del combate.

—Eso es bueno.

—Y muy malo a la vez. Puede ocasionar diversos factores como un derrame interno que puede llegar a perjudicar gravemente tu organismo y llevarte a una muerte dolorosa. —me quede callada, y él añadió—: ¿Por qué crees que te sacamos sangre una vez finalizas una misión?

Fin del FlashBack

Salí del recuerdo gracias al timbre de mi celular, indicando una llamada entrante. Tome el celular de la mesa, seguido visualice el nombre del contacto ocasionando una discusión interna en contestarle o no, la llamada finalizó, pero no pasaron más de 5 segundos para que sonara nuevamente y conteste.

—Si solo me darás tu sermón típico de no interferir en el "destino" entonces no me llames.

—Quiero asegurarme que no interferirás y cambiarás el futuro.

—Tengo el "destino" de todos en la palma de mi mano y puedo cambiarlo a mi antojo, ¡solo acepta que te ayude en esta ocasión!

—Sostengo mi respuesta anterior, imagínate logras evitar mi muerte, pero tal vez tú remplaces mi lugar.

—Es que es muy injusto que mueras después de encontrar tu objetivo que tanto buscabas.

—Bienvenida a la vida pequeña.

Solté un suspiro— Solo quedan 6 mes, 2 días, 4 horas y 43 segundos para tu muerte, aún tienes tiempo para cambiar de opinión.

—6 meses... a ver qué tal me va.

—Tan siquiera déjame decirte dónde vas a morir.

—No, déjalo así. Me enteré que te castigaron, ¿le dijiste todo?

—Todo, a excepción de la pequeña ayuda que tuve al ingresar a la Mafia.

—Eres una idiota.

—¿Qué querías que hiciera? ¿Matarlo? ¿Mentirle? ¿Drogarlo hasta que perdiera el conocimiento?

—Pudiste hacer lo de la droga.

—Es cierto, pude hacerlo más no quise. No puedo hacerle eso, no a la única persona quien tolera mis estupideces y sabe controlar mi carácter.

—Yo también lo hago y usaste esa táctica conmigo.

—Es diferente, muy diferente.

—¿Estás enamorado de él?

—Agradece que no estamos cara a cara porque ya te hubieras quedado sin herederos.

—Calmada fiera. Explica bien las cosas.

—Estuvo y ha estado en todo momento para apoyarme, más en mis peores momentos. Lo considero como un padre, un estresante padre sobre-protector que te regaña hasta por joder.

—No me lo creo, acaso la joven Konoe está demostrando una emoción aparte de burla —se escuchó varias voces— eso es nuevo.

—Ja, ja, ja, muy chistoso.

—Maldición —masculló con sus dientes—. Lo lamento, pero debo dejarte ya que surgió un pequeño inconveniente.

—Bien. No dudes en llamarme si necesitas ayuda.

—Gracias, te llamo más tarde. 

La llamada concluyó por lo que dejé el celular el bolsillo de mi gabardina y guarde todo el maquillaje en donde corresponde.

—Nuevo día, nuevo comienzo en mi vida —suspire–. Espero que hoy si me levanten el castigo.

━━━━━━✧❃✧━━━━━━

—¿Pondrá aprueba mi poder, viejo? —cuestione mientras daba ligeras vueltas en la silla rotatoria de mi escritorio.

—Por el momento no y ya deja de girar, no quiero que vomites —acogió un folder—. Al final ¿cómo lo llamaras?

—¿Qué cosa?

—Tu poder. ¿Qué nombre le pondrás?

—Ni idea, no tengo tanta creatividad para inventar un nombre, aparte —detuve la silla— ¿para qué necesito ponerle un nombre si después de todo lo activo sin necesidad de mencionarlo?

—Profesionalismo —eleve una de mis cejas— y organización. Al momento que se incorporen mas usuarios con poderes los clasificare, ya con ello será más fácil designarles las misiones.

—Solo está agregando algo demás, después de todo deberá colocar la utilidad del poder.

—Lo se, pero lo hago para el futuro 

—¿Y usted que nombre le pondría a mi poder? ¿Multiuso? ¿Fotocopia? ¿Cambia poderes?

—Ni se te ocurra colocar alguno de esos nombre horribles —lo fulmine con la mirada—. Encontraras el nombre adecuado para tu poder, solo es cuestión de tiempo.

—Eso espero —dije levantándome y acercando al viejo.

—Veras que si.

—Bueno, si me disculpa debo ver mi infor —me interrumpió con un fuerte golpe en la cabeza, y añadí mientras me sobe la zona afectada—... ¡Oiga!

—Aún sigues castigada jovencita.

—¡Venga, por favor! Ya a pasado mucho tiempo en lo que no he ido a misiones.

—Solo a pasado una semana exagerada.

—Mi cuerpo necesita adrenalina, no sedentarismo —elevó una ceja—. Ya aprendí la lección, no volveré a ser impulsiva en las misiones.

—Nada de lo que digas cambiará mi decisión —baje mi cabeza maldiciendo por medios de susurros— a menos que... no, será mejor que no lo hagas.

—¿Hacer qué cosa? —pregunte intrigada.

—Nada, aún no estás preparada para esto.

—Bueno, si no me lo dice nunca lo sabremos. Recuerde que es muy malo subestimarme, tan capas le sale el tiro por la culata, viejo.

—De acuerdo, me acompañarás a resolver un pequeño asunto; dependiendo cómo te comportes tomare mi decisión final si levantarte o no el castigo.

—Me va a tomar como su sirvienta, ¿verdad?

—Tienes 10 minutos para decidir —dijo dando media vuelta y se adentró a su oficina.

—¡Está muy equivocado si piensa que voy a ir a esa estúpida misión para ser su sirvienta!

—Aquí está el papeleo —dijo una secretaria entretanto dejó una gran pila de papeles sobre el escritorio.

━━━━━━✧❃✧━━━━━━

15 largos minutos transcurrió de una forma lenta, ocasionando la degradación de mi paciencia y menee mi pie a los costados —y después pregunta porque las mujeres se tardan tanto en salir—. Escuche el rechinar de la puerta por lo que eleve la mirada y visualice de reojo como salia de esta.

—Hasta que al fin sale, no que 10 minutos.

—Tuve un pequeño contratiempo.

Rodee los ojos mientras me separe de la pared e inicie a caminar y él imitó mi acción.

—¿Estúpida misión? —pregunto con burla.

—Era esto o que quemará todo, así que agradezca.

Negó con su cabeza junto a una leve risa.

━━━━━━✧❃✧━━━━━━

—¿Ya llegamos? —pregunte con voz monótona por sexta veces en tan corto tiempo.

—Podrías callarte por 5 segundos.

—No escucharía mis quejas si me hubiera dejado traer mi moto.

—Nunca tuve que haberte propuesto venir conmigo.

Chasque mi lengua– Agradecido debería de estar por tener mi presencia con usted, pues quien quisiera andar con un ansiado degenerado y pervertidor de primera que es un bueno para nada.

—¿Qué demonios dijiste? —pregunto con un aura un poco perturbadora y asesina.

—Nada —exprese con nerviosismo mientras una gotita descendió por mi cien.

—Eso creí.

Esta vez si me pase un poquito. ¿Debería disculparme? —lo analice— Naa, estará bien. En cierto sentido le gusta que lo rete o moleste de vez en cuando... bueno eso fue lo que escribió en su diario.

El tiempo había pasado y el cansancio fue recayendo sobre mis piernas, por lo cual me atreví a preguntarle por séptima vez.

—¿Ya llegamos?

—Si.

—¡Al fin! —me estire, pero detuve mi acción al ver el edificio de enfrente—. ¿Un hospital? —asintió— No me diga que quiere encerrarse en este sitio para luego llevarlo a un loquero.

—Eso sería para deshacerse de ti —me tensé—, cosa que nunca sucederá. El motivo que estemos aquí es muy diferente al que piensas.

—... ahora ya me hizo desconfiar en usted viejo, me regreso a la agencia —dije dando media vuelta e iba a iniciar a caminar, pero él me sujeto la parte de la nuca de la gabardina.

—Vamos —dijo, seguido camino hacia el hospital conmigo arrastrándome.

—Le anticipó, quemare el hospital si intenta de realizarme exámenes o internarme en ese sitio del demonio.

—Un hospital no es nada a comparación de lidiar contigo cuando estás en tu periodo menstrual, eso si es un infierno.

—No lo negaré, es algo natural esos cambio de humor y más si tienes cólicos.

—Con ellos o sin ellos eres peor que una mula cuando te hablo los más tranquilo posible, bueno, aunque eso es siempre.

—Mentir es malo viejo, sino le saldrá la nariz de Pinocho.

—Siempre te impones a mi autoridad, desobedeciste como siete reglas en menos de 5 segundos la semana pasada, estuviste apunto de quemar la agencia, casi te metían presa por una de tus estupideces y aún sigue tu "pequeña" lista de acontecimientos que haz hecho. Aún no se cómo puedo tolerarle y no matarte.

—No lo hace porque me ama y soy una clave importante en la agencia.

—Es él.

Al momento que dijo eso giré mi rostro para ver sobre mi hombro, intente de localizar que estaba señalando, pero cómo habían un sin fin de personas  decidí enfocarme solamente a los que se encontraban en la entrada del hospital, en el cual únicamente había una señora.

—Querrá decir ella —me libero de su agarre—... a menos que sea transexual, lo cual no me ofendería mientras no me falte el respeto —explique, posicionándome a su lado.

—Deja de decir estupideces, es un él y no es un transexual —explicó y eleve una de mis cejas.

Nuevamente dirigí mi mirada hacia enfrente con el objetivo de buscar al "chico" que había mencionada, sin embargo no pude seguir gracias a un fuerte zape en la parte de mi nuca.

—¿Y eso a qué se debió? Si no he hecho nada más que respirar —proteste.

—¿No estabas intentando de escapar? —negué— Ah, tómalo como advertencia entonces —le dediqué una mirada fulminante entretanto lo maldecía en susurros y sobe en donde me dolía—. Ya deja de estar invocando y enfócate en la misión.

—Eso estaba haciendo, pero se le ocurrió darme un zape de la nada para luego decirme que era como advertencia de algo que ni siquiera hice.

—Estoy seguro que estabas por hacer una idiotez.

—¡Por supuesto que no!

—Te conozco mejor de lo que crees y colocaste el rostro de "vamos hacer arder al mundo".

—No es cierto —dije rodeando los ojos y crucé mis brazos.

—Hay niña, ¿por qué siempre me llevas la contraria?

—Sigo siendo una adolescente —conteste apartando mi mirada de sus ojos y eleve mis hombros con desdén.

Ignore el sermon que me estaba dando, algo en particular llamo mi atención y fue como un joven de cabellera rubio trataba de cruzar la calle, su mirada detonó desespero e impaciencia mientras veía la calle y después al hospital, también distinguí que traía consigo una bolsa.

—¡¿Me estás escuchando tan siquiera?!

—Si, si, si. Debo ser respetuosa, hacerle caso, bla, bla, bla.

En eso el mismo chico que estaba viendo se atrevió a cruzar la calle corriendo, pero no consiguió llegar ni a la mitad cuando estaban a punto de atropellarlo —por fin, algo de acción—, corrí utilizando menos del 3% de mi habilidad y en cuestión de milisegundos me encontré enfrente, a continuación lo cargué al estilo princesa e inicie a esquivar las automóviles ya que quería algo de emoción.

—¡Oye, fíjate por dónde vas idiota!

—¡Salgan del camino!

Esos y muchos más tipos de gritos escuché entretanto continué esquivando hasta llegar al otro lado de la calle enfrente del hospital. Una vez en la acera dejé al chico en ella, él se encontraba completamente aturdido por lo que decidí hecharle una mirada rápida y deduje que era del campo por el tipo de vestimenta.

—Tranquilo vaquero, el hospital no se irá a ningún lado y deberías de mira hacia los dos lados antes de cruzar o ver si no hay un paso peatonal —dije, señalando lo último que mencioné.

—Much... —sus ojos se expandieron por completo— ¡ah! ¡¿De verdad es usted detective Konoe?!  —asentí— No puede ser, ¿acaso esto es un sueño?

—Hasta donde yo se está es la vida real y no un sueño o algún tipo de matrix.

—¡Konoe Midori, vuelve aquí! —dijo el presidente serio.

Huh, uso el nombre completo, esta enojado conmigo.

—Debo de irme, cuídate bien y sigue mi consejo, la cuidad puede llegar a ser peligrosa a los que no están acostumbrados a ella —dije, me despedí con la mano mientras caminé hacia el viejo.

—¿En qué estábamos? —pregunte una vez enfrente de él ocasionando un bufido de su parte.

—Una más y te juro que te castigo de por vida —advirtió e inició a caminar.

Viejo gruñón, parece como si estuviera con la regla hoy.

━━━━━━✧❃✧━━━━━━

—No funcionó —dijo molesto, entretanto abrí mis ojos.

—Es lógico que no funcionara y más con la cara de viejo pervertido que se trae.

—Es hora de pasar al plan B.

—¿Y cuál es?

—Secuestrarlo.

—Por supuesto que no.

—Venga, eso hice contigo y me funciono muy bien.

—Por que ninguno de los dos somos normales, pero ahora tiene que lidiar con alguien normal y una persona normal no secuestra a alguien.

—Pues nosotros no somos normales.

—Dígame algo que no sepa.

—Preparen las cosas —dijo en el intercomunicador e ignorándome.

Suspire— Sigo sin entender el objetivo de la misión, ¿debemos de proteger a alguien o estamos investigando a un criminal?

—Nada de eso. En vez de estar perdiendo el tiempo ayúdame a completar la misión.

—Por si no lo recuerda aún no me ha dicho nada acerca de la misión.

—Si me prestarás atención otra cosa sería.

—Por supuesto que le preste atención, solo lo ignore cuando inició con su sermón. En estas 5 horas que estuvimos aquí lo más relevante de esta "misión" —realice comillas con mis dedos— es que entró al hospital para hablar con alguien el cual no se si sea bueno o malo, lo termino bateando y ahora lo quiere secuestrar. ¿Sabe que eso es ilegal y puede ir a prisión?

—Lo se, pero no lo harán. Recuerda que los policías no pueden intervenir en los delitos demasiado violentos o difíciles de manejar —eleve una de mis cejas—. Ventajas de tener vínculos y ser jefe de la una agencia con personas sobrenaturales.

—Estamos en posición, esperamos su confirmación para ejecutar —dijo un hombre a través del comunicador.

—Definitivamente entre los dos la persona más normal aquí soy yo —le quite el intercomunicado y me dedica una mala mirada— ¿Puedo intentarlo?

—No estoy para bromas.

—Hagamos una apuesta —apague el aparato—. Si logro convencer a la persona que busca vaya a hablar con usted me dejará hacer misiones y no me castigará durante un año entero, pero si no lo consigo le haré caso al pie de la letra y tendrá mi respeto.

—Tentador... hecho —estiró su mano—, no te pondré ningún límite de tiempo.

—De acuerdo —dije, agarre su mano y cerramos el trato.

—Lección de vida, siempre indaga y cerciórate de tener la información necesaria y correcta antes de hacer un trato ya que la vida no es siempre justa. —dijo, las venas de mi frente se remarcaron, hijo de puta y él añadió—: Espero tengas una linda búsqueda.

—¡Es un tramposo viejo cochino! —dije estridente, fingiendo una sonrisa y aumente la fuerza en el apretón de manos.

━━━━━━✧❃✧━━━━━━

—Vamos ayúdame sólo esta vez, Haruno.

—Lo lamentó joven Konoe, pero no puedo darle esa información.

—Al menos dame su descripción física, rasgos generales.

—No puedo dársela, de verdad lo siento —fue lo último que escuché, seguido del sonido indicando que había colgado la llamada.

—Por supuesto que no lo sientes. Hay viejo inteligente, cómo lo odio aveces —dije hacia la nada.

Habían pasado tres días pidiéndole a Haruno que me brindara información de la persona la cual el presidente quiere hablar, sin embargo los resultados fueron negativos, también trate de conseguirlos por mi cuenta, pero el viejo me descubrió y me mando al demonio en menos de dos segundos.

Me encontré enfrente del mismo hospital que había venido con anterioridad con la esperanza de recolectar un poco de información, me encontré en la recepción esperando a que alguien se dignara en atenderme.

—Buenos días, dígame ¿en qué le puedo ayudar? —pregunto una mujer acercándose a la barra.

—Buenos días, necesito que me brinde toda la información y videos de las instalaciones de hace 3 días, de a partir de las 12:00 a 4:06 de la tarde. Es para algo importante —dije y ella me dedicó una mirada de "¿en serio?".

—Lo lamento, pero eso ya es información clasificada la cual no puedo brindarle a un niña.

—Joven, soy una joven no una niña, señora —me dedicó una mala mirada—. Por favor, necesito esa información.

—De acuerdo joven, ¿acaso pertenece a las fuerzas policiales, la CIA o algo parecido?

—Señor...

—Si no es así, le pido que se retire y le dejo en nuevamente en claro que no puedo darle esa información clasificada.

Le demostré la placa de la Agencia— Le pido amablemente que colaboré, esa persona que busco es de suma vitalidad y necesito encontrarla —ella asintió y me entrego un sobre—. Muchas gracias —fue lo último que dije antes de marcharme.

Abrí el sobre y leí su contenido, conforme avancé con la lectura las venas de mi frente y cuello se sobresalían, acompañado de un sentimiento de furia hacia el pequeño bromista que tengo como jefe.

Aún no había salido por completo de las instalaciones por lo que decidí sentarme en una de las tantas sillas de la sala de espera para controlar mi temperamento y no cometer la estupidez de ir tras de él y matarlo.

No crea que ya tiene ganada la puesta viejo —hice bolita el papel y lo tiré en la basura—. Tal vez me haya cerrado muchos lugares para recolectar información, pero encontraré la manera de ganar cueste lo que cueste.

—Disculpe, ¿podría ayudarme? Mi madre está...

—Ahora no niño.

—Señor por favor, necesito saber noticias de mi madre —dijo acercándose a otra persona.

Dirigí mi mirada hacia enfrente encontrando a un chico rubio acercarse a las personas preguntando por su madre —ese no es el chico de campo—, pero lo terminaban ignorando, así lo hizo por un par de minutos y se dio por vencido, seguido se acercó a mi y se sentó aún lado entretanto soltó un suspiro de cansancio.

—También tuviste una mañana difícil, ¿no? —inicie la plática.

—Como no tiene idea —sentí su mirada sobre mi cuerpo—. ¿Qué le sucedió?

—Mi jefe es un tonto y me complica mi trabajo, ¿y tú?

—Aparte que todas las personas me ignoran o me gritan, pues estoy muy ansioso ya que llevo 7 horas sin saber ninguna información de la cirugía de mi madre. Por cierto, soy Kenji.

—Si algunas personas de la capital son unos estúpidos y estoy segura que su madre estará bien, si mal no recuerdo este hospital contiene médicos capacitados.

—Gracias por decir eso.

Un momento de silencio inundó entre nosotros.

—Tal vez pueda ayudarte.

—¿En serio? —pregunto esperanzado.

—Déjame hacer una llamada y te digo —explique levantándome del asiento y me aleje unos metros entregando saque mi celular.

Busque el contacto y lo marque, espere unos segundos hasta que contestaron.

—Doc, que gusto hablarle, ¿no esta ocupado?

—Igualmente joven Midori y justo ahora acabo de entrar a descanso.

—¿Está de turno en el hospital?

—Por supuesto.

—Necesito que me haga un pequeño favor, y no no tiene que ver con nada de la agencia o tratar heridas a alguien fuera de.

—¿Qué necesitas?

Sonreí— La madre de un amigo está en cirugía en este hospital, el pobre está muy preocupado ya que no ha tenido ninguna información de esta.

—Comprendo, véanme en el área de juego de niños en 5 minutos.

—Gracias, hasta dentro de poco —dije y finalice la llamada.

Me acerque al rubio quien se levantó al verme, le dediqué una sonrisa y dije:

—Conseguí a alguien para que te diga cómo está tu madre, sígueme.

—¡Muchas gracias! —grito emocionado y se acercó a mi.

Caminamos hacia donde se encontraba el doctor mientras de a poco nos íbamos conociendo, tardamos un par de minutos hasta que encontré al doctor y nos acercamos a él. 

—Hola, muchas gracias por ayudar. Kenji te presento al Doctor Ayari, Doc el es Kenji —me di la vuelta e inicie a caminar—. Bueno los dejo para que hablen con tranquilidad y comodidad.

—Ni se te ocurra hackear el sistema de seguridad mientras que no estoy —advirtió el doctor.

—Oiga que poca fe tiene en mi.

—Midori.

—Bien, saldré a comer algo fuera del hospital, llámeme cuando termine su platica.

Me tomo bastante tiempo salir de las instalaciones por haberme perdido en esta, pero me detuve al escuchar gritos que me detuviera, giré mi mirada hacia atrás dejando a la vista a Kenji y me detuve.

—Muchas gracias por su ayuda, ahora estoy más tranquilo —dijo una vez enfrente mío.

—Me alegro haber podido ayudar. 

—Huy. Lamento no haberme presentado bien antes, soy Miyazawa Kenji. Es un placer conocerla Konoe-sama —se presentó realizó una leve inclinación de respeto.

—No es necesario que seas tan respetuoso usando honorífico, dime Midori —me sorprendí por mi actitud y escuche en gruñido del estómago del rubio—. ¿Te parece acompañarme a comer Kenji?

—Eh... muchas gracias, pero... no tengo dinero.

—Hey te pregunte si querías venir a comer, no si tenías dinero o no. Venga acepta que te invitaré, así podré demostrarte que no todas las personas de la cuidad son una mierda, por lo menos yo no... creo.

━━━━━━✧❃✧━━━━━━

Ya había pasado mes y medio en que conocí a Kenji junto a su difunta madre y no poder realizar ningún tipo de misión, sin embargo continué entrenando mi habilidad.

Me encontraba en el pequeño pueblo donde vivía Kenji ya que había perdido comunicación con el desde hace una semana, estaba hablando por teléfono con el propósito de calmar los nervios, pero no funcionaba.

—Podría recordarme, ¿por qué demonios estoy haciendo esto?

—Por idiota.

—También lo quiero demasiado presidente —realice una mueca—. Lo confirmo, no soy chica de campo, odio los malditos mosquitos —dije alejando a dichos bichos de mi con la mano.

—Nadie te mando ir a ese lugar y robarte mi billetera.

—Ya le dije que fue un accidente, aparte usted tiene mi billetera —sentí algo golpear en la úvula— ¡Puta madre! ¡Entró a mi boca, entro a mi boca! ¡Guácala! —grite realizando muecas, en eso vi un río y corrí hacia él.

—Por el amor a... ¡ya deja de usar ese lenguaje tan vulgar! ¿Y ahora que mosco te pico?

—Ese maldito mosco entro a mi boca.
—deje el celular en una roca cercana y sumergí la cabeza entera al agua, seguido tomó un poco de ella—. Espera, si este río tiene peces eso quiere decir que... ¿¡acabo de beber pipí de pez!?

—Ya deja de ser tan dramática y enfócate en tu misión, Midori.

—¡Odio los mosquitos! Arruinan mi belleza y succionan mi sangre.

—Escucha, estoy muy ocupado realizando el papeleo que alguien dejo —remarcó la penúltima palabra— y necesito terminarlo. Ten mucho cuidado y no seas impulsiva al tomar las desiciones.

Me acerque al celular entretanto escuché el tono de que la llamada había finalizado —no soy impulsiva al tomar desiciones, solo no soporte cómo trataban de mal a un niño y lo quise defender—, recogí el celular y guarde en la bolsa de la gabardina.

—Solo espero equivocarme esta vez de mi deducción, sino me llevaré otro castigo —dije hacia la nada e inicie a caminar hacia la dirección que memorice.

FlashBack

—Gracias...

—¿Por qué me agradeces?

—Por todo lo que ha hecho por nosotros, haz a sido el único apoyo que he recibido aparte del de mi madre.

—Tal vez no debería de preguntar, pero... ¿por qué están solos? ¿Acaso tú padre murió? ¿No tienes algún otro familiar que viva en la cuidad para apoyarlos?

Él agachó su cabeza— Soy una desgracia para la familia a excepción de mi madre, creo que con eso te respondo tus dudas.

—No se que haya pasado, pero ellos son unos imbéciles —con mi mano despeiné un poco de su cabello—. Eres una persona muy buena Kenji, tanto tu madre como tú no merecen estar con personas que no valen la pena.

—Eres una buena subiendo el ánimo, pero te falta.

—Que te parece ir por ramen.

—¡Si! ¡Me encantaría, vamos!

Fin del FlashBack

Tarde más o menos una hora y media hasta llegar a la dirección que me memorice. Solté un fuerte suspiro antes de tocar la puerta principal, espere unos segundos y escuché en rechinar de la madera por lo que una sonrisa algo forzada apareció en mis labios.

Al momento que abrieron la puerta pude distinguir a cierto chico rubio que buscaba, pero un tic apareció sobre mi ojo y una gran furia recorrió mi cuerpo ocasionando que empuñara mi mano —de acuerdo, voy a matar a alguien—. Su cuerpo era cadavérico, poseía varias curitas o vendajes alrededor de sus brazos y poseía su mirada perdida.

—Mi..Midori... ¿qué... qué haces aquí? –tartamudeó sorprendido y distinguí cierto brillo de esperanza en sus ojos.

—Te dije que iba a visitarte y estaría contigo cuando mas lo necesitabas —visualice el contorno de su ojo derecho de color morado—, creo que llegue a tiempo antes que pasara a mayores de nuevo —dije intentando de sonar lo más calmada posible.

Se cubrió su ojo con una mano— Me siento alagado que hayas venido hasta aquí con el propósito de verme, pero me apena decirte que no... no es el mejor momento.

—No me iré hasta que hable con tu padre, así que te pido que no compliques las cosas Kenji.

—Todo está bien, no es necesario que te metas en estos asuntos familiares, además estás enojada.

—No lo negaré, estoy enfurecida por lo que te ha echo ese desgraciado que estoy a casi nada de matarlo —vi que trago saliva—, pero no lo haré solo porque se que aun lo amas —aunque no lo entienda— y me meto en tus asuntos familiares ya que eres mi amigo y estoy preocupada por ti.

—Estoy bien.

—Por supuesto que no, apenas llevas medio mes y ya estas cadavérico, está a casi nada para que te mate ya sea del hambre o por los golpes que te da.

—Te juro que estoy bien, esto solo fue un accidente, él nunca quiso hacerme daño.

—No importa cuánto mientas, uno nunca puede engañar al corazón —agachó su cabeza—. Sabes que aquí solo recibes y te auto dañas, no puedo comprender por completo todo lo que está pasando en tu cabeza y no quiero dejarte solo en esa tormenta.

Él no pronunció nada, por lo que proseguí en hablar.

—Vi un puesto de dangos a un par de metros de aquí así que iré, tienes tiempo para ordenar y calmar tus pensamiento, vendré para saber tu respuesta o ayudarte a buscar una solución al problema si es que no encuentras otra mejor a la mía.

Tarde casi hora y media para llegar al restaurante, ese par de metros en realidad era kilómetros que debía a recorrer a pie ya que no había ningún vehículo que me diera jalón hacia el restaurante.

Estaba viendo por última vez el menú para cerciorarme de pedir ese tipo de comida o cambiar, en eso sentí un fuerte temblor acompañado por un estruendo.

—¿Qué demonios? —pronuncié, me levante y corrí directo a la salida del lugar.

Observé a casi la mayoría de personas asustadas señalando hacia el cielo, por lo que dirigí mi mirada hacia el y vi como la nube de la explosión iba desapareciendo de apoco.

No logró identificar el causante de la explosión, tal vez fue un regulador de gas que explotó.

Agudice mi visión y distinguí una gran capa de humo que salía desde el lugar que provino esa explosiónEso no fue gas, sino alguien con habilidad muy poderosa. Dai, infórmame al viejo de esto.

En cuestión de segundos me encontré en el lugar donde provino la explosión, un sin fin de personas gritaban por ayuda, algunas estaban heridas y otras estaban protestando por lo que había pasado. No perdí el tiempo e inicie a ayudar y evacuar el lugar.

Las mismas personas del campo se ayudaron para salir del lugar los más rápido posible, al asegurarme que se haya ido el último carro con las personas heridas decidí recorrer el lugar en búsqueda de otras personas heridas, pero ya no quedaba nadie.

Sentí la vibración del celular por lo que Dai contestó de forma automática.

—Midori, estoy en camino. ¿Encontraste alguna pista?

—Deduzco que la habilidad del atacante trata de crear algún tipo de hiperespacio.

—¿Por que lo dices?

—Algunas cosas destruidas del área rompe toda ley de la física —escuche otras dos fuertes explosiones— De acuerdo ese maldito está buscando algo —dije al visualizar el humo.

—Tardaré mucho en llegar... evacua todo el campo y trasládalos lo más lejos posible, de ahí ve a investigar, pero si encuentras al causante trata de retenerlo hasta que llegue.

—Entendió.

—Presiento que va tras tuyo así que ten mucho cuidado hija.

Dai finalizó la llamada y sin pedírselo sacó un mapa holográfico del lugar, sin demorarme un segundo mas inicie con la misión de ultimo minuto.

Me tarde más de lo que hubiera querido, ya el sol había caído y la luna se apoderó del cielo, me encontré un poco cansada al tener que utilizar mi habilidad de forma constante en el día y más hora que estaba buscando mas pistas del causante de todo este daño, pero no encontré nada más. 

En eso un tipo de luces amarillas iluminaron por mi lado derecho —ahora si te tengo desgraciado— y me dirigí hacia ellas. Me detuve al estar en el lugar y mi sorpresa fue muy grande al ver semejante caos enfrente de mi, detecté al causante de todo ese desastre y él desactivó su habilidad.

En total eran 3 hombres rubios, uno de ellos pude distinguir que era Kenji quien tembló del miedo, sin embargo estaba en una posición de pelea algo extraña —creo que el pobre no a peleado en su vida—. Me acerque lo más que pude para escuchar la conversación y traté en no ser detectada, entretanto prepare mi arma.

—No eres la persona a quien busco —dijo el hombre de cabello rubio—. Escucha mocoso, si me dices dónde esta les perdonare la vida —dijo el hombre que poseía esa monstruosa habilidad.

—Seguro habla de esa perra de tu amiga de la capital.

—¡Cállate padre! Ella no es una ninguna perra y jamás le diría a un bastardo como tú dónde está.

—Si eso quieres —sonrió– Te daré la oportunidad de que veas mi poder, aunque lo voy a malgastar contigo.

No me gusta en nada para dónde va esto.

—Hazme lo querías, pero no te daré nada de información de ella y mucho menos que le coloques un dedo encima —dijo y le lanzaron el granero.

¡¿Pero que mierda?!— pensé estupefacta al ver a Kenji sostener el granero cómo si de una simple pluma se tratase.

Utilice mi habilidad para poder sacar tanto a Kenji como su padre de la zona de peligro, una vez mi cometido me dediqué en colocar las partes del granero en el suelo para reducir los daños —si eso todavía fuera posible—. Al terminar decidí esconderme sobre unos árboles con el propósito que aún no me descubrieran y ver el tipo de enemigo que me enfrentare, dejé de utilizar mi habilidad y todo retorno a la normalidad. Si veo qué pasa a mayores intervendré, quiero ver el potencial de Kenji.

Ambos se sorprendieron un poco, a continuación fue Kenji quien tomó la iniciativa para el primero golpe dando comienzo a la pelea, en cuanto al padre del joven rubio se fue despavorido del lugar.

Deje que pelearan por un tiempo, por supuesto casi la mayoría de veces utilizaba mi habilidad para detener los ataque directos para matar que daba el rubio mayor.

La fuerza de Kenji es impresionante, pero es demasiado lento y torpe en sus movimientos, ¿cómo demonios no me di cuenta que tenía esa habilidad? , bueno para ser principiante no lo hace nada mal —Kenji fue estrelló contra unos árboles— de acuerdo, creo que ya es hora de intervenir.

—No eres más que un estorbo, incluso para aquella que consideras "amiga".

—¡Cállate! —grito y dirigió su puño hacia él.

Sin embargo el enemigo consiguió cambiar de posición ocasionando que el puño de Kenji quedase enterrado en el suelo y este último tembló con fuerza. Conforme fue avanzando el tiempo pude notar cómo perdió energías, sus golpes iban cada vez más débiles y se iba quebrando por culpa de todo lo que le decía su contrincante.

—Sabes que tengo la razón. Si ella de verdad fuera tu amiga viera venido a rescatarte.

—Ella es mi mejor amiga y deja de estar jugando con mi mente —llegó sus manos hacia su cabeza—, por favor porque sino me volveré loco —suplico entre sollozos.

—Me hiciste perder el tiempo —se acercó a Kenji— y ni siquiera lograste asentarme algún golpe, eres demasiado débil muchacho, ya mátate de una vez así le harías un gran favor a la sociedad.

—Yo... yo... un merezco vivir.. o ¿no?

—Ahg, odio el maldito debate que tienen los humanos antes de morir —un aura amarillenta rodeó en su mano empuñada izquierda—. Descuida, te daré un empujón.

En cuestión de milisegundos me encontré en medio de ambos, sostuve la mano del contrario y ejercí cierta presión en ella. El aura fue desapareciendo hasta ya no estar y una sonrisa surco en sus labios.

—Lo hiciste bien, Kenji, ahora me haré cargo de esto.

—Midori —exclamó mi nombre con asombro. 

—Impresionante, para ser mujer eres muy fuerte —dijo libertándose del agarre y tomó un poco de distancia.

—Así que eres de esos estupidos pertenecientes de la Mafia —dije dando unos pasos hacia enfrente y a su vez colocando a Kenji detrás mío.

—Y tú la idiota que se infiltró.

—¿Mafia? —preguntó en un susurro el rubio detrás mío.

—Exacto, es una persona muy peligrosa, pero descuida te protegeré con mi vida así que confía en mi, Kenji.

—Admito que eres muy buena escondiéndote al igual que una rata, pero tú suerte se acabo.

—Wou, pero gran ofensa me haz dado. ¿En serio es lo mejor que se te ocurrió? —lo analice a profundidad— Espera mismo sombrero estúpido... ¿tú eres el psicopata quién se cree el hermano mayor del enano?

—Verurēnu Pōru —un aura amarillenta rodeó sus puños y un tipo de cuadrilátero se generó alrededor nuestro, bien, que empiece el juego—. Ya deje la intriga y dime ¿quién o qué demonios eres tú?

—Tu peor pesadilla —posicione la palma de la mano enfrente—. Hurto arrepentido —pronuncie con una sonrisa maliciosa y un aura morada era expulsada de ella.

━━━━━━✧❃✧━━━━━━

—Fue un acto muy maduro de tu parte —coloco una de sus manos en mi hombro— estoy muy orgulloso de ti.

—No pude salvarlo y el mafioso escapo, no merezco su orgullo... —quite su mano con cuidado— ¿a dónde irá? 

—En este tipo de trabajo no siempre podremos salvar o capturar a todos, Midori. Llevaste acabo la misión con la suficiente madurez y no dejaste que tu talón de Aquiles te afectara. En cuánto a tu pregunta, el único familiar vivo que le quedaba era su padre, entonces lo más seguro es que el seguro social lo acogerá.

—Estar en un orfanato es una mierda, pero como usted también dedujo al igual que yo, la estadista de él en ese lugar será un infierno con eso de su habilidad —sentí su mirada—. Ni se le ocurra hacerse el loco en "no saber" que el chico tenía una habilidad

—Te tardaste mucho en descubrirlo, ¿cómo te ente...

—La uso evitando ser aplastados como tortillas. Y es normal que me tarde en enterarme o no quienes tienen habilidades, apenas llevo un par de meses en esto.

—Tienes razón, el chico sufrirá un infierno a menos que alguien lo rescate. —dijo y le mire confusa, por lo que añadió—: Por lo que veo lograste realizar un fuerte lazo de amistad en tan poco tiempo, habla con él y proponle venir con nosotros, no creo que se niegue.

—¿Lo dice en serio? —asintió y una sonrisa surcó en mis labios— Gracias presidente —dije e inicie a correr hacia dónde estaba Kenji.

—Midori —lo observé—, ya no estás castigada, de a partir de mañana retomas las misiones.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top