Chaeyoung acompañó a Mina a sentarse sobre el tejado en la noche. Era una de las pocas actividades que realmente disfrutaba la de piel azulada, pero no pudo evitar sentirse algo tímida con la más baja.

Estaba compartiendo algo realmente íntimo, ninguno de sus amigos se había dado el tiempo de estar ahí con ella.

Sus mejillas tomaron un color azul marino ante el pensamiento y ya estaba algo molesta con que le pasara eso con cada cosa que hacía Chaeyoung.

Miraron las estrellas, era un cielo realmente lindo.

Las luces de Mina rondaban por el jardín y se podían ver desde el lugar en el que estaban.

Mina estiró una de sus manos, tocando con su índice la nariz de Chaeyoung.

— Deja de mirarme así...

— No te miro de ninguna forma en especial, unnie.

El rostro de Chaeyoung se pintó de un bonito color carmesí.

— Sí, me miras como si fuera brillante, como la Luna. Yo no soy la Luna, ella está ahí.

— Eres más bonita que la Luna.

La piel azulada de Mina emitió luz, literalmente estaba brillando. Y tenía tanta vergüenza, que sólo quería tirarse del tejado. Su ser brillaba porque estaba experimentando lo que era ser amada por su alma gemela, su destinada.

— Unnie ¿Quieres bailar conmigo?

— No hay música y... No sé bailar. No bailo.

Chaeyoung se puso de pie y le extendió una de sus manos a Mina, quien se vio obligada a tomarla. Comenzaron con dos pasos adelante, uno atrás, juntas. Y aunque Mina ni sabía bailar, lo logró por Chaeyoung, mientras tarareaba una tonada lenta y calmada.

No pensaba hacer uno más pero sí JSJFJJW.