Realmente creía tener algún tipo de problema. No consideraba su salud mental como óptima, no podía hacerlo.

Porque cada día en su calendario parecía tener una tonalidad en aquel gran círculo cromático que era el año.

Justo ese día, todo parecía amarillo.

La tranquilidad y felicidad podía palparse en el aire. Simplemente magnífico, tan fascinante.

Podía verlo a su lado y eso mejoraba todo, tan tranquilo, con sus ojos cerrados y labios entreabiertos al dormir, con aquella pequeña manía de arrugar su rostro entre sueños mientras parecía toda una obra de arte.

En su pecho no había más que felicidad.

Vaya que el amarillo es la el color que buscaba, pero no solo eso, sino también quería una tonalidad, pensaba que el pastel le iba bien.

Todo parecía tan suave, el algodón podía cubrir cada parte de su mente y hacerlo sentir en las nubes.

TaeHyung simplemente admiraba a su novio a su lado, con su piel similar a un lienzo que de a poco, había adquirido color.

Cada parte en JungKook era arte, solo bastante ver su cara o escuchar su voz para confirmarlo. No sé necesitaba ser un científico para poder darte cuenta de ello. Con el simple hecho de tenerlo en frente puedes saber que todos tus bloqueos artísticos de irán de viaje a la otro lado del mundo.

Era amarillo.

Aquel día, sus sentimientos, su despertar y aquel radiante sol que se colaba de manera traviesa por sus ventanas.

Todo eta amarillo.

Porque tocar las mejillas de su dormido novio lo hacía sentir tan feliz que no podía encontrar otro pigmento más ajustable a esa situación.

—Mnh...

Él lo sabe, también estaría algo irritado si lo estuviesen despertando y sabe, que posiblemente Jeon se enoje con él por estarlo tocando desde tan temprano. Sin embargo, era algo que no podía controlar ¿Quien se resiste a tomar un diamante si lo tiene en frente?

No podía separar sus manos del joven a su lado, eso sería sin dudas, el desperdicio más grande de su vida y a él no le gustaba desperdiciar.

Así que para calmar lo que podría ser un futuro berrinche de su mimada pareja, solamente se acomodó acariciando aquella cabello suave y largo que permanecía rebelde sobre la almohada.

—Tae por favor, es muy temprano

Bueno, quizás los mimos no fueron suficientes, ahora tenía a Jeon con sus ojos entreabiertos, o eso pensaba él, era complicado saberlo cuando se veía algo hinchados.

—Me gusta tu cabello— Cambia de tema rápidamente dejando sobre la frente ajena, un suave beso— Y me gusta más cuando lo atas en una cola.

JungKook, a pesar de estar aún medio dormido, no pudo evitar reír, si, sin duda su novio no tenía remedio, aveces era así, solo despertaban para decir cosas sin sentido, se acomodaban y volvían a dormir como si nada hubiese pasado antes.

Y sabe que Kim estaría insistente hasta conseguir algo de él. Por lo que sus brazos rodearon el cuerpo ajeno para estrecharlo de cerca.

—Quiero dormir.

Fue una afirmación más que completa para ambos. El mayor aún veía el amarillo a flor de piel, podía sentirlo y casi saborearlo, soltó una risa correspondiendo el abrazo y recordando que quizás, si merecían un descanso más largo.

Por lo que no volvió a hablar, sino que cerró sus ojos esperando a que el amarillo no desaparezca cuando los vuelva a abrir, porque no quería perderse las suaves sensaciones y menos los besos que sabe que recibiría al transcurso de esas horas, porque besar a Jeon era una maravilla y el ansiaba que su Adonis novio comience las cosas.