N/A: Aquí Emma no existe, amo a la nena pero quería fijarme más en la pareja de estos bebés porque siempre me desvío para el NorEmma xd💔

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Nunca le ha dejado.

Ray puede decir que, a pesar del sueño y cansancio, de las altas horas de la noche y el cielo recién pintado, nunca le ha dejado.

Ray jamás le ha negado aquella petición a Norman, porque es lo único que más adora y es quien, de alguna forma, le comprende sin necesidad de liberar algo de sus pequeños labios rosados.

Eso de cierta forma le hace bien, incluso cuando su orgulloso corazón en un inicio lo negó. Pero tener la compañía de Norman, la calidez que desprende su pequeño cuerpo acurrucado al suyo, incluso su aroma enternecedor, todo lo que era Norman siempre le llenada de una sensación que amaba. Que le daba una pequeña mancha de alegría en medio de sus terrores y pesadillas.

Es por eso mismo que ambos se encontraban así, uno al lado del otro, en la misma pequeña cama, con las manos juntas y las respiraciones sumidas en calma. No obstante, Ray comienza a sentirse algo incómodo, y ante ello, mueve un poco su cuerpo e inhala suavemente aire. El cuerpo de Norman siempre era cálido, y aquello en verano, a Ray le fastidiaba, pero nunca se negaría a dormir juntos... Incluso si en la cama ambos ya no alcanzaban del todo.

Norman se retuerce entre las sábanas para, luego, levantarse algo preocupado. Al de orbes lilas eso le aturde un poco, y por ello, toma la mejilla de Norman y hace de sus miradas chocar. Así se quedan por un buen momento, por lo que Ray decide volver a cerrar sus ojos para continuar durmiendo, pensando que Norman se había tranquilizado después de su abrupto levanto.

Pero no.

- Ray... - le susurra, bajito y trémulo al ya no sentir sus manos juntas. El nombrado alza su carita, hundida antes, en sus cabellos cortos y blancos, viendo sus ojos iluminados por la tenue luz que desprende la luna pálida del cielo. Ray, cansado, balbucea una pequeña y casi inaudible maldición para prender luego la lámpara de su derecha, reprochando con la mirada al niño que yace a su lado.

- ¿Si, Norman? - pregunta, con los ojitos apenas abiertos ante la repentina luz que le ha dado directo al rostro.

- Tú... ¿Tú le temes a algo? - la pregunta le ha desorientado, de tal forma que levemente frunce su ceño, buscando un trasfondo que, sinceramente, ni siquiera sabe si existe. Norman era un niño, uno inteligente, un genio en todo el uso de la palabra, pero que a pesar de todo aquello, seguía siendo un niño como todos. Pequeño, frágil (mucho más que cualquier otro), puro y dulce, tan melifluo y tierno, que a veces siente que se puede romper con facilidad. Como que su existencia fue hecha con la capa de cristal más delgada del mundo, y que con un solo movimiento, con la más mínima ventisca, esta se destroza.

Ray odia la simple idea esa, la aborrece tanto que su corazoncito le duele y su mente punza, su alma le quema como el infierno que le espera al ser tan cobarde y dejar que sus hermanos mueran.

- ¿Ray...

- Nunca pensé en eso. - miente de forma lacónica y casi fastidiado ante los orbes turbios y miedosos de Norman, quien pierde el anhelo de saber su respuesta con rapidez, ante lo secas que han salido las palabras de la boca del contrario. Sin embargo, lo ve separar sus labios, algo dubitativo - Realmente... Realmente no me di el tiempo para descubrir mis temores, pero bueno, si uno piensa siempre en estos, se limita demasiado.

- Si te pido algo... ¿Lo harías?- Ray asiente con suavidad, tratando de rectificar su actitud pasada para con el pequeño que yace bien pegado a su pecho, jugando con la tela de su pijama.

- Ey, pero sólo si está en mis posibilidades - agrega, causando que la sonrisita dulce del albino desaparezca para transformarla en una nerviosa y avergonzada. El azabache libera un suspiro cansino por ello - Anda... Dime qué deseas.

- Ray ¿Dejarías las luces encendidas por mí, por favor?

- ¿Eh? ¿Por qué?- interroga, alejando un poco su rostro para observar mejor el del más bajo, quien evita su mirada y susurra palabras que no puede entender - Mamá nos descubrirá y se enojará, además, nuestros hermanos también están durmiendo.

- Es que yo... No quiero que la apagues. - sincera, ahora mirándole fijamente.

- ¿Por?

- Le temo a la oscuridad.

- Oh... - habla bajito, y ahora de verdad que se siente responsable de ello. No lo duda, seguro sus hermanos mayores le habían vuelto a contar historias de terror, a pesar de que él les advirtió que no lo hicieran. Y allí estaba Norman, aterrado por algún monstruo ficticio, y no lo culpa, Ray también tiene pesadillas hórridas y repulsivas similares (pero con demonios que sí son reales).

- ¿Ray? - le llama, haciendo que el pequeño lo observe por unos segundos y sonría.

- Creo que sólo por esta noche, no habrá problema. - menciona tranquilo, pero tratando de que la luz no les llegue a sus demás hermanos, únicamente a ellos dos.

- ¿Y si quiero que estén prendidas todas las noches?

- Entonces tendremos que dormir en otro lado para no molestar a mamá.

Norman le sonríe y asiente feliz por ello, y cuando ya todo está bien, y siente que sus ojos lentamente se van cerrando, puede sentir los pequeños labios de Ray tocar su frente, mientras le balbucea con gracia que es cómico tener una frente amplia en una carita tan pequeña. A pesar de todo, Norman adora la compañía de Ray, así que solo lo deja ser.

Ray, por su parte, calma su corazón tormentoso con sólo esconder su rostro en el cuerpo del contrario, quien se mantiene en una calma tan bella... Que a Ray le da envidia. Quisiera tanto ser como Norman, seguir pensando como un niño y no como un adulto que vive una abominable realidad. Que tiene los años contados junto con su compañerito si no hace nada para huir de la muerte. Para huir de su madre. Es allí cuando, de pronto, siente su respiración faltar y su mente fallar, temblando por cosas que se han creado debido a su actividad onírica, no las puede controlar. Eso le desespera, lo asfixia en un mundo de terror en el que él jamás pidió estar, pero es en el que se encuentra.

Entonces, cuando sus manitas sudadas y carita perlada en transpiración comienzan a fastidiarle, y su caja torácica le pega con fuerza, sólo debe observar a Norman y tomar su mano. El niño se levanta y sonríe, limpia sus lágrimas y repite, como en cada noche que las pesadillas le invaden y no lo dejan dormir...

- Es solo un sueño, Ray, mientras las luces estén prendidas, incluso si no lo están... Mientras estemos juntos, todo estará bien.

El azabache asiente, y aunque no todo eso sea verdad, prefiere mil veces que sea Norman quien le consuele, en lugar de su madre. Porque ella también es un monstruo que solo finge amarlos a todos, para así, alargar más sus años de vida. Y la detesta tanto, detesta tanto su propia sangre, que hubiese preferido jamás nacer.

«Mamá ¿Por qué me tuviste?»

Ray piensa que es increíble que, a pesar de todo, aún le siga teniendo cariño. Pero allí está nuevamente, su respiración frenética y sus ojitos bien cerrados al escuchar sincrónicos pasos, es ella, ella viene por él para asesinarlo, así como lo hace en sus pesadillas. Con una flor clavada en su pecho y la sangre tiñéndola, mientras mamá le sonríe dulce y besa su frente con sus labios de veneno negro. Norman, al verlo temblar y sentir los pasos, tan sólo tararea una melodía, la que Ray una vez le enseñó, parece calmarlo, aunque sea sólo un poco, pero es suficiente.

El azabache se acurruca más a su lado, y la voz de Norman es tan suavecita, tan dulce y pacífica, que siente pequeña y efímera calma encerrada en burbuja falsa, donde Norman lo abraza más fuerte y continúa cantando, bajito pero con más cariño al sentir a Isabella cerca.

Apaga la luz, y dice que todo está bien, que ambos estarán bien porque sólo es mamá revisando los cuartos, y aunque a Norman le parezca extraño que Ray le tema tanto a Isabella, sólo se limita a abrazarlo, así como cada noche.

Las horas pasan, la calma envuelve, y Norman tan sólo sueña mientras Ray duerme.

Ambos, sin importar qué, nunca se han dejado.

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¡Hola, mi amada y amado lector! Sí, ya sé... No acabo con una historia y ya ando sacando otra, pero es que no puedo evitarlo. Desde el año pasado quería tanto hacer una cadena de One-shots NoRay, y justo que hoy es el cumpleaños de nuestro Ray bebé, pues aquí está <(°^°)/

La portada fue hecha por mi bellísima Ren_Lovely (●♡∀♡)

🌻¡Muchas gracias por leer, lo quiero mucho!🌻