Haly despertó esa mañana con la alarma de su laptop que ella misma había colocado la noche anterior.
La única hija de los Kim se había pasado la noche entera buscando en línea, más información sobre la subasta que Yi Jeong le mencionó.

La pieza que él deseaba era muy rara y sus esperanzas de encontrar una réplica convincente caían en picada rápidamente.

Al final decidió comprar la pieza original antes que nadie, el mismo día de la subasta. El problema podía ser el dinero, seguro sería muy cara, pero ella estaba dispuesta a comprarla con tal de tener algo que intercambiar. Todo era parte del plan que para ser honesta, Haly aún no tenía totalmente claro, pero seguro funcionaría para acercarse con mayor facilidad si tenía algo que a Yi Jeong le interesaba.

Haly pensaba usar el dinero de su padre, más exactamente de la tarjeta de Suho que él había dejado descuidadamente en su auto el día anterior, cuando la llevo de regreso a la mansión. Al final de cuentas su poder de leer los pensamientos no era tan malo como pensó, ya que con ayuda de esa habilidad pudo descubrir la clave y los números exactos para usarla con total comodidad.

Sabía que su hermano no le reclamaría, por alguna razón le tenía aprecio y además estaba consciente de que la fortuna de los Kim solo le pertenecía a ella. Más tarde se preocuparía por esos detalles, por el momento sólo debía entrar y obtener la pieza que tanto buscaba.

—¡Lo tengo! ¡No puedo creerlo! ¡Lo conseguí! —exclamó levantando ambos brazos en señal de victoria, hizo una pequeña celebración interna luego de dar por confirmada la compra.

Haly había usado un seudónimo para conseguirla y una dirección ambigua que daba a la oficina de correos por donde recibiría el paquete. Eso también era parte de su estrategia para atraer la atención de cierto casanova, que seguro se comunicaría tratando de obtener la pieza.

Su móvil sonó al poco tiempo con un nuevo mensaje«—Pagaré el doble del precio. Dime dónde nos vemos». —decía el mensaje que llegó de parte Yi Jeong.

Al parecer tanto esfuerzo había válido la pena, no durmió bien esa noche por conseguir la pieza de arte, pero eso había dado frutos. Haly tenía la cerámica y ahora tendría una nueva oportunidad de hablar con Yi Jeong para hacer un intercambio. Esa era la forma más segura, ahora que sabía que Jandi ya estaba en la historia y era amiga de Min Ji. Por el momento sabía que sería peligroso acercarse, además de que no quería alterar demasiado la historia, con una advertencia debía ser suficiente para que Jandi no fuera engaña tan fácilmente como en el kdrama, pero eso tendría que esperar.

Haly se preparó rápidamente para responder al mensaje. Debía decirle donde se verían, de seguro Yi Jeong se sorprendería cuando descubierta que se trataba de ella, pero eso era lo que Haly esperaba. Finalmente se había decidido a pedirle que fuera su maestro de alfarería a cambio de la pieza.

Con aquel raro objeto en sus manos podía aparentar estar interesada en ese ámbito y sería una buena oferta para Yi Jeong que quería la pieza, ya que no le costaría más que un par de clases con ella. No había nada mejor que eso para acercarse y conseguir su objetivo, después de todo, ¿qué tan difícil sería que un casanova le regalará flores?

«Nos vemos frente al museo de la familia So, en Seúl. »—escribió antes de dejar su móvil y dormir un poco.

Continuará…