|| Séduction dans un parfum ⸙

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Pareja: Mika x Yachi

Temática: Moda 

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Una tarde.

Una tranquila tarde en Sucre, una tienda de modas ubicada entre los rincones más abarrotados de la bulliciosa Shibuya, una simple joven universitaria se encontraba disfrutando del susurro de las románticas canciones francesas que llenaban el ambiente. Daba esa sensación de respirar un aire lleno dióxido de carbono mezclada con el olor de las fragancias más refinadas como el vino, o los exquisitos perfumes tan embriagadores, cargadas de belleza que solo te hace suspirar en un respiro.

O eso era el acometido de la jefa de Yachi, el llegar a tener esa "fuerte esencia de estar pisando una pequeña boutique de Paris" estando en Japón. La joven rubia, siendo aún una estudiante de la carrera de diseño digital, se vio en la necesidad de encontrar un empleo de medio tiempo para cubrir los gastos que le demanda la carrera y también para demostrarse a sí misma ser una mujer independiente que es capaz de llevar el peso de la vida. . .

En fin, hoy era una tranquila tarde en Sucre para Yachi, ya que a la falta de clientela; como para no decir que no había ni una alma más que ella ; pensó en adelantar algunos de los pendientes y organizar un poco el staff de la tienda, señalar en el horario la llegada de la nueva mercancía y tal vez aprovechar para cambiar la canción y colocar una de sus favoritas en francés.

Secretamente, disfruta mucho la letra de Séduction. 

Para ella, Joanna describe a la perfección su imaginación la cual viaja a través de la letra. Pero antes de poder lograr su primer objetivo, la repentina campanilla de la puerta crispa sus nervios y del susto, su teléfono cayó directamente al perlado piso flotante del local.

"Ahí van 7000 yenes para cambiar la mica"

Se arrepintió mentalmente, a su vez que se agachaba rápidamente en recoger el aparato y atender a la persona recién llegada. Su vista de almendra no observó a la recién llegada para cuando dijo su primera frase.

— Bienvenida a. . . Sucre—. Lentamente, sus facciones tan fieles a sus sentimientos, representaron a la perfección lo asombrada que había quedado al ver tanta belleza frente a sus ojos, sus pulmones dieron un nuevo respiro y se llenó de toda ese impactante y abrumadora esencia más embriagadora y acogedora. Simplemente se quedó de piedra por un par de segundos.

Aquellos eternos segundos se llenaron del sonido del tacón resonando contra el suelo. Ella se estaba acercando. 

— Disculpa, ¿Solo te encuentras tú... Yachi?— Su voz cantarina diciendo su nombre lentamente, logró estremecerla de pies a cabeza. 

Tranquilízate, Hitoka y habla sin tartamudear-. se repitió mentalmente antes de responder, pero como siempre, no le funcionó a la primera. 

— Sí, si, yo estoy so...sola—. Fue peor de lo que pensó, se mordió la lengua en mita de su corta frase. Ahora quería la tierra le tragase y la mandara a volar lejos. Pero, no contó con ver después los maravillados grandes ojos de su actual clienta sobre ella. 

— Eso es fantástico, entonces podrías ayudarme a escoger algunas prendas—. Y con una pequeña sonrisa, el pobre corazón de Yachi comenzó a latir un poco más fuerte de lo normal.

— Claro, señorita—. Recuperó lo poco de dignidad al no tartamudear o morderse la lengua. 

「✥」

Ambas recorrieron por las varias perchas llenas de los modelos parisinos importados para la primavera, pasaron a ver los ligeros modelos para el verano, la cual todavía no pasa de temporada, y sin faltar revisaron las diversas prendas de los pastelosos colores que agradan a la vista, sobre todo a Yachi quien miraba como su clienta de un peculiar acento, de bellos ojos caoba y gran sentido a la moda, mostraba su brillante personalidad y entusiasmo al ver las prendas y sentir sus textura, hasta llegó a tener un poco de celos de los pedazos de telas, ya quisiera ser ella tener la dicha de ser acariciada con tal suavidad de sus blanquecinas manos.

Hitoka, calma tus hormonas.- se reprendió avergonzada de su propio pensamiento impuro hacia su clienta, y una completa extraña. 

— Yachi, ¿Y que te parece este de aquí?—. Llevaba más de treinta minutos revisando la mercancía y no podía decidir entre tantas cosas bellas y originarias de Paris, a lo que comentaba muy efusiva al tema.

— Me parece que se le acentúa a usted, señorita—. Contestó ella— podría combinarla con esta boina color vino—. Agregó con naturalidad, entonces por segunda vez, una sonrisa se dibuja en la bella clienta.

— Me parece una gran combinación visual, Yachi—. Alagó y a su vez, su cuerpo se giraba hacia la trabajadora. Sus manos cargada de la última prenda, pasaron a dejarlos sobras las pequeñas manos de la rubia. Pero ahí hubo un ligero roce entre ellas, y ese ligero toque provocó al instante una quemazón a la piel de nuestra pobre Yachi, y que el calor se encajara en sus mejillas— En dónde encuentro los vestuarios?

— Por aquí.

Guiando a su extraña bella cliente, Yachi le ofreció un vestidor y colocó las cuatro prendas que escogió para probárselas, solo agregó con un corto: "Tome su tiempo" para poder escapar y tratar de calmar su agitado corazón, sentía que lo podía vomitar en cualquier momento.

Hitoka, por favor cálmate, cálmate.- se repitió en voz bajita cuando había arribado al mostrador, quería confirmar con la cámara frontal de su teléfono cuan roja debía estar, tal vez como un tomate riñón. Y dicho y hecho, sus mejillas y orejas estaba coloreadas, y nuevamente se repite que está avergonzada de si misma. Ni siquiera con ella me sentí tan abrumada.- complementó con su voz interna.

Para cuando se propuso nuevamente a entrar al famoso "Spotify" para cambiar la música de ambiente, la llamada de su clienta provocó que su dedo se desviara a su ansiada canción privada, y no solo eso, comenzó en la parte más atrevida a todo volumen. Lo calló al instante y luego caminó lo más rápido hacia el llamado de la señorita.

— Si, señorita—. Agregó Yachi detrás de la cortina corrediza de ceda. Tragó un poco de su saliva antes de poder continuar— ¿En qué-.Pero sus palabras quedaron atrapados en el aire, pues la única respuesta fue una mano, que se corrió a un lado y mostró el cuerpo de la contraria envuelto en un hermoso vestido blanco con flores bordadas de un color palo de rosa.

— Necesito ayuda con el cierre, ¿podrías?—. Y antes de poder decir algo, su clienta se giró frente a ella. 

"Oh por Asahi"

El sudor se acumuló rápidamente en las palma de sus manos, y el ruidoso latido de su corazón estremecía a todo su cuerpo, sus ojos se dilataron al ver aquella bella espalda pulcra, perlada y... ¡Y por todos los santos budas! Era la más sensual que sus ojos hayan podido apreciar. No pudo responder por varios pesados segundos, pues su conciencia discutía en que hacer primero. 

— Yachi.

A su llamado, solo pudo tragar duro nuevamente y dar varios pasos nerviosos hacia adelante, para poder subir el dichoso y condenado cierre. Al estar cerca, tan cerca, pero tan cerca, pudo notar mucho más su espalda, las delicadas líneas que se formaban, eran muy femenina y a su vez demostraba estar en forma y certeramente atrayente. Lo deslizó hacia arriba con lentitud, y estaba cerca de llegar al final.

Oups, mom regard s'est égaré dans le reux de ton décolleté—. Había susurrado cuando el cierre llegó al final. La mirada de su clienta se reflejaba sobre el espejo, y al cruzarla con sus temerosos ojos, sintió lo penetrantes que eran aquellos ojos caoba... — Séduction—. Añadió sin apartar la vista— Es una buena canción, no te lo parece.

Yachi no pudo decir palabra alguna, solo asintió para luego regresar a su lugar. 

Al momento de esperar fuera del vestidor, Yachi caminó inquietamente tranquila hasta el mostrador, con la mirada perdida, sus mejillas ya estaban cansadas de estar encendidas como un semáforo en rojo, pero es que no sabría bien como interpretar a eso último, hasta confiesa que su "gay panic" ha sobre pasado los límites que podría soportar. 

Al rato llegó su clienta con las prendas que deseaba comprar y Yachi procedió a realizar el proceso de pago. Anunció el montó sin levantarle la mirada a la extraña belleza, ya que este era el punto en donde, tal vez, nunca más la vuelva a encontrar. 

Remuerde sus labios y toma la tarjeta extendida hacia ella, entre los tecleos rápidos sobre el teclado y el datax, la compra ha sido pagada con éxito. Así que no le queda más de otra que despedirse de manera habitual. 

— Muchas gracias por elegirnos, que tenga una buena tarde—. Lo acompañó de una ligera reverencia, así se esfumarían de una vez los hechos ficticios de "un volvernos a ver".

— No, gracias a ti.

Extrañanada por el tono de voz, Yachi sube su mirada y observa la tarjeta de presentación que le estaba dando su clienta con aquella dulce mirada. Antes de poder añadir algo, ella se inclina hacia adelante apoyando sus brazos sobre el mostrador sus rostros estaba casi a centímetros de rozarse y la estupefacción de Yachi era inevitable. Ella le susurra un: "Llámame" para luego retirarse con el sonido de la campanilla.

Cuando sus ojos avellanas la pierden de vista, puede dejarse caer al suelo. Apretó su mano sobre su pecho, logrando arrugar su uniforme. Siente que su oreja se quema, es un incendio voraz que podría quemar todo el Amazonas. 

Su mente es un lío con todo lo que ha pasado, y la deja agotada, pero su vista se fija en el nombre escrito sobre la tarjeta y aquella marca de labios en un color rosa suave. Solo acerca su pequeña nariz para embriagarse con ese dulce y seductor aroma a sandía.

.

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Me sentí realizada por escribir esta situación, escuchando a una de mis cantantes francesas favoritas, le debo una al algoritmo de recomendaciones de Youtube, ahre 

Aprovecho la oportunidad para desearle un feliz cumpleaños para Yachi!! y agradecerle a Smokun por realizar este pedido, no es tan gracioso como lo hubiera querido, pero espero que te haya gustado 👉🏻👈🏻 [Aún tengo pendiente el otro]. 

Un dato más, tal vez alargue un poquito de esta historia ya que la encontre super interesante, y que además, me gustaría buscarle un fin, ya que Mika x Yachi me pudo. 


Así que, sin nada más que agregar. 

Me despido. 

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