¡Especial Navidad!¡Reiji festejando!
Se acercaba la Navidad, una fecha que si su queridisima prometida Aitana no se hubiera antojado de hacer una enorme fiesta sería tranquila.
Sip, lo que oyen, mi futura esposa quería hacer una fiesta, tener un arbolito y cantar juntos, utilizando sus ruegos que me hacían caer ante ella desde que la conocí es como termine en la vergonzosa situación de tener que hacer los preparativos, con su ayuda claro está.
Primero fuimos a buscar un árbol de Navidad y adornos, las cosas no podían ser fáciles, ir a una tienda y comprar un árbol grande no fue una opción para mi futura esposa, ni mis hermanos, era obvio, ellos no harían ni la mitad, tuve que ir acompañado de Aitana a buscar un pino bajo la nieve, la verdad, no fue tan malo, caminamos de la mano hasta que ella vio uno grande.
-¡Reiji-Kun! Este es lindo-La peli roja me sonreía de manera agradable ante mis ojos.
-¿Estas segura? Hay muchos árboles por aquí.
-Quedemonos con este, no quiero caminar mucho más.
Se reía haciéndome sonreír, al fin y al cabo era una vaga. Tuve que sacar todos mis dotes de fuerza para cortar ese árbol y subirlo en la carreta que alquilamos para llevarlo a casa. Se veía bien, pero faltaban adornos, los cuales seleccione yo, luces, una estrella en la punta y algunas bolas y adornos lo hicieron simple y bonito.
Mi desgracia no terminaba, iban a buscar regalos para intercambiarse, me tocó intercambiar con Subaru,la verdad es uno de los hermanos más tranquilos y quería darle algo, esta idea la verdad me gustó, salí con mi prometida a buscar algo, no sabía que regalarle a Subaru, en los años que lo conozco nunca había pensado en regalarle algo, Aitana compró unos audífonos de alta calidad, pude imaginarme para quien eran, así que los pague a pesar de sus reclamos.
-Solo ayudame.¿Qué le regalo a Subaru?
Me rasqué la mejilla algo avergonzado, me daba vergüenza no saber que detalle darle, en mi opinión personal merecía un regalo, algo que le gustara mucho, todo eso se esfumó cuando ví unas botas blancas, eran de hombre, altas y de un material fino.
-Llevaré esto.
-Buena elección querido, son muy lindas y creo que a él le gustaran.¿Vamos a comprarlas y nos vamos si?
Sonriente deje un beso en su frente y caminé junto a ella a pagar las botas, para envolverlas en casa más tarde.
Mi otra ocupación fue el día 23,antes de noche buena fui al súper mercado con Aitana, a buscar ingredientes para una tarta y una buena carne para noche buena.
Horas estuve, largas horas en la cocina, buscando la perfección en la comida, se que no la apreciarian pero no me esforse por ellos, si no por Aitana, no quería quitar el brillo de sus hermosos ojos azules al arrepentirme.
Esa sonrisa me podía llevar muy lejos, así que sonriente le dijo los últimos detalles a esa tarta para luego guardarla, tenían mucha navidad, muñecos de nieve hechos con merengue y pequeños detalles como sus ojos, manos y sus sombreritos eran hechos con chocolate, picados por una mini aguja que tenía de manera fina para que quedará perfecto.
Hice un cordero enorme, todos teníamos que comer y como la fecha era especial para Aitana tenía que hacer algo a lo grande.
Luego limpiar bien la casa, cosa que obligue a todos a ayudarme, unos limpiaron la Sala, otros los cuartos, yo me encargue de mi biblioteca y laboratorio, y los demás de las afueras, Aitana me ayudo con mi parte, esto de la Navidad era algo agotador para mi.
Llegó la Navidad e hize todo un horario para acomodarnos a esta fiesta, dos horas para cada cosa,eso es algo que nadie pudo interrumpir, ya que al nunca habernos dedicado a esto fue algo que apoyamos los 7.
Lo primero que hicimos fue un desayuno especial, hice galletas de gengibre para la ocasión, Aitana sonreía ante las locuras de mis hermanos, era un día festivo, no me iba a a entrometer en lo que hicieran hoy, me comporte más agradable con todos solo por ella.
La fiesta iba bien, hasta el indeseable de Shuu aceptó cooperar y ser algo más decente este día, las horas pasaban rápido Ayato,Raito y Aitana se habían retado a bailar en lo que los otros mirábamos y nos reíamos de la escena.
Todos estábamos conviviendo como si no hubiera diferencias entre nosotros, era feliz de ver esto, y probablemente lo haría por la eternidad, solo por verlos a todos felices, a lo mejor al otro día nos volveríamos a llevar mal, pero mientras estemos así aunque sea un día al año vale la pena sacrificarse un poco.
-Cariño, no has dejado de sonreír, la Navidad te gustó.
-Aparentemente es agradable, según lo que he leído las personas conviven como familia y todo es lleno de alegria, mi familia no es así pero verlos de esta manera ahora me ha hecho cambiar de parecer ante esta fecha, quiero darte las gracias por convencerme de festejar.
Dije mirando sus hermosos ojos azules.
-D-De nada cariño.
Su cara se torno roja,ella era tan hermosa.
La noche llegaba y teníamos que comer de nuevo, saque el Cordero y les servi a cada uno, acompañado de arroz y vegetales.
Aitana sonriente me dijo lo deliciosa que estaba la comida, ellos igual, cosa que me sorprendió, agradecí sus halagos y comimos la cena, nos reíamos de las tonterías de Raito y Ayato, por primera vez Kanato no parecía un psicópata, por un momento todo era paz.
Luego de una cena tranquila ellos bailaron y yo fui a mi laboratorio con una taza de café, sentandome a leer con tranquilidad, en lo que de vez en cuando sorbia un poco de mi café. Una hora después la puerta de abrió, esa mal educada era mi prometida, que vino sonriente a sentarse frente a mi.
—¿Qué te parece la Navidad?
Sonreí y cerré mi libro, palmeé un poco mi pierna invitándola a sentarse en estas, ella obedeció y en lo que se sentaba comencé a hablar.
—Fue una experiencia maravillosa, nuestros hijos tendrán que celebrarla con nosotros muchas veces.
Ella sonrió emocionada, me abrazo, dejándome sentir su perfume dulce y la suavidad de sus cabellos en mi rostro, acaricie estos con suavidad.
—Estoy feliz de que una idea mía te haya agradado.
—Aitana, cada vez estoy más convencido de que todo de ti me gusta.
Ella me sonrió mirándome con esos ojos azules que tanto me llamaron la atención desde que llegó, nos besamos y estuvimos dándonos amor y caricias hasta que fueron las 12,dictando el fin de la navidad.
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