Nagisa había logrado que karma se le acercará y de hecho, había logrado volverlo un poco a la normalidad. Le había calmado un poco; Pasaban algunas noche antes de dormir viendo las estrellas, haciéndose compañía y pensando si sus seres queridos estarían bien, Por las tardes se escuchaban tiros y gritos, pero pronto dejaron de escucharse y esperaban que fuera por la mano de midori.

Nagisa había notado que karma de relajaba cuando estaba con él viendo las estrellas, y sobre todo cuando...
Karma se acostó en el piso chillando y jugando con la mano de nagisa.

-¿Qué pasa akabane? - Nagisa apartó su mano mano y luego la acercó para acariciar el pecho del zorro.

Quien al instante se relajó y movió su cola en señal de felicidad. Sacando la legua con una extraña sonrisa. ¡Era muy tierno!~
El zorro abrió sus ojos que ahora eran más humanos, nagisa abrió su mano frente a el y el zorro puso la pata en su mano. Era como tener la mano de un humano en su palma....

Desde ese día le había estado acariciando y eso tenía gran y notorio efecto en Él, ya que esta ves karma parecía entender lo que le era dicho y además respondía a su nombre.
Era un gran progreso y una carga  de estrés menos para el zorro, esta ves tenía fe en el iba a volver a ser humano si el conejo de orejas caídas seguía con él.

Pero así como había momentos de fe, había momentos de "amnesia" en los que no recordaba a nagisa o a alguien más. esto pasaba cuando pensaba mucho en sus amigos y en lo que podria hacerle a ese conejo es estaba junto a él, pasaba cuando mostraba sus inseguridades y las dejaba salir.
Entonces atacaba a nagisa y cazaba a otros animales, casi desapareciendo del mapa para el conejo.

Karma sólo piensa como animal en esas ocasiones pero aveces cuando ve a nagisa dormir fuera de su cama por esperarlo todo el día y noche, se le remueve el corazón y sólo quiere abrazarlo para ocultarlo del frío y golpearse por hacerle tanto daño al dulce conejo que a pesar de todo lo que le ha hecho, no lo ha dejado sólo.

¿Porqué tenía que ser un zorro salvaje y tan complicado? se preguntaba karma con ira, llorando en silencio...
Se odiaba por se lo que es, por lo que había pasado y por lo que le había hecho al conejo. Era un monstruo...

De sus Llanos nocturnos, el conejo nunca se enteró.

Al llegar la mañana, todo parecía normal, a excepción de que Algo en nagisa había cambiado.... algo que le preocupaba a karma; el olor de nagisa.
Un olor dulce salía del conejo indicando que estaba empezando el celo, y debía cuidarlo, ya que si alguien le montaba le perdería para siempre. Perdería a la única persona que le había está cuidando sin importar que.

No podía permitirlo.
Era su único amigo y no le iba a dejar ir.

I

ntento una y otra ves que se quedara dentro de la cueva, rogandole pero este no quiso escuchar o más bien ver que no quería que se fuera e insistía en salir de la cueva a explorar obviamente con segundas intenciones.
Por más que lo intento, no lo logró, una mañana no encontró a el conejo bajo el como era constumbre.

"¡Joder!" Karma había ganado algo llamado conciencia después de relajarse un poco, allí decía todo lo que nagisa no entendía aunque igual no le escuchara. Estaba corriendo por el bosque tratando de encontrar el aroma del conejo azul. "¿¡Donde está ese tonto conejo!? ¡fracase en intentar protegerlo!"

No quería estar sólo, sólo quería saber si el conejo estaba bien.

Pensaba mientras olía un árbol que tenía el olor de Nagisa, había pasando por allí, pero ¿a dónde había ido después de eso? ¡no encontraba su aroma! Y además había algo extraño con ese lugar, en frente había una especie de cuerpo gigante de serpiente que no tenía ni inicio ni fin y que ademas era blanco y rojo y flotaba...¿qué sería eso?

-¿Qué pasa zorrito-chan?

-¡El zorrito!

"Ah, la diosa y las hadas..." el zorro miro a la diosa midori preocupado "¿Cómo le explicó lo que pasó con nagisa?"

-Pareces angustiado zorrito ¿qué sucede? Estas muy cerca de la frontera -entonces la diosa recordó que no podía hablar y que además no estaba con el conejo lastimado de hace unos días, con eso pudo deducir por que estaba tan preocupado y tan cerca de la frontera protegida por el gran-... bueno, eso no importaba ahora- ¿Nagisa se a ido por su celo, No?

"¡Si!" Asintió con sorpresa el zorro.

-Te ayudaré a encontrarlo. haditas, necesito su ayuda -informó midori.

Así las haditas se dividieron con las misión de encontrar al conejo, mientras que midori buscaba con su poder y karma le buscaba desesperado.
¿y que hacia Nagisa? bueno, nagisa estaba con otro conejo que, aclaró, no estaba en celo.

Nagisa se preguntaba porque el otro conejo no le prestaba tanta atención como le gustaría, por suerte había otro conejo que si le buscaba y le quería montar.
Era un chico conejo, salvaje, Moreno, y de orejas negras.

Era bastante lindo, un cachorro de él le gustaría asique le gustaría ser montado por él.

Nagisa estaba a un lado de un manantial acostado cuando sintió que aquel chico conejo Moreno se subía sobre él, susurrando cosas... algo tiernas y lazivas.
Pero en cuanto el chico estuvo sobre él unas luces le atacaron y se llevaron a nagisa.

-¿¡haditas!? -dijo nagisa ahora en el piso mientras las hadas hacían un campo de fuerza para ocultar su aroma de los conejos.

-¿Qué que estas haciendo? ¡Zorrito-kun te está buscando!  -Gritaron confundiendo a nagisa.

-¿Akabane? -Pregunto levantándose- Calmense chicas, estoy bien, ¿Porqué estaría buscandome? Le dije que se quedara en la cueva.

En eso, en tiro se escuchó.
Los animales levantaron sus orejas mirando hacia el lugar, ya que fue un tiro cercano. Algunos empezaron a alejarse pero Nagisa no se movió...

Olía a sangre....

Pero sangre de......

-¡RAG! -de bosque salió un zorro de tamaño descomunal con una herida en el pecho y cojeaba, por lo que aparentemente era una herida de bala.

-¡Akabane-kun! -se acercó nagisa para auxiliar al zorro pero retrocedió al ver sus ojos.

Eran los de una bestia y no dejaba de gruñir, otro disparo que impactó en la pata de karma, empezó a correr al igual que nagisa y las hadas. El conejo supo que karma huía de los colonizadores que le cazaban, y por más que él estuviera siendo una bestia ahora, no podía dejarle sólo.

2 tiros alcanzaron a karma, quien cayó rodeado de sus 7 agresores, colonizadores y cazadores. Nagisa cayó de rodillas sobre el zorro, tratando de que no se levantará y protegerlo de esos hombres.

-Asique, un conejo macho y Omega protege a un zorro macho alfa. Que peculiar -burló uno de ellos.

Karma trató de elevar su cabeza para salir de debajo de nagisa pero el dolor y el conejo hicieron que bajara su cabeza que pronto fue cubrida por el pecho de nagisa, intentando protegerlo. Intentaron tocar al zorro y el conejo sólo gruño y pateo la mano.
A lo que los hombres rieron.

-Bien, yo me quedaré con la piel del conejo.

-Y yo con la del zorro.

Estaban por ser agredidos de no ser por el rugido que a lo lejos se escuchó.
El bosque se quedó en silencio y sólo los gruñidos y sonido de algo acercándose prevalecía.

Un grupo de hombres, que iba muy detrás de ellos gritaron. Lo que había llegado se los había llevado.... los hombres huyeron y en cuanto a nagisa y karma....
Karma no se podía mover del dolor, sólo agonizaba.
Mientras que nagisa se negaba a abandonar al futuro "cadáver" del zorro pase lo que pase.

Nagisa por primera ves, se dispuso creer en los dioses de su pueblo y rezaba para que el zorro estuviera bien.

Continúa