La visita de Drácula había quedado ya atrás y los alumnos hacian vida escolar normal participando en la Copa Poe y otras actividades. También visitaban Jerichó donde la pareja tenía una serie de citas. Lo más extraño que escucharon fue que un oso estuvo suelto por el pueblo pero que por suerte, no hirió a nadie, solamente asustó. Luego de un buen rato, el animal se marchó y desapareció por completo.

Yoko estaba muy feliz, estaba enamorada y sentía que cada día que estaba con Tn era mucho mejor que el anterior. El joven por su lado seguía estudiando mucho el tema de marginados junto a Miércoles donde tenían algunos debates e incluso buscaban tomos de libros juntos.

—Ya veo, un día con la gótica de Nevermore—comentaba Yoko tumbándose después de poner la película.

—Así es...y supongo que tú con Enid y Divina—ella asintió—vampira chismosa.

—Eh, me gustan los cotilleos jeje.

Esos momentos en la cama viendo películas mientras estaban apoyados sobre el otro, tomados de la mano y en silencio, disfrutando de todo...eran los mejores para la vampira. Recordó todo lo que había pasado desde su llegada y parecía que el tiempo pasaba demasiado deprisa cuando estaba a su lado. Al mirarle, a veces le quitaba las gafas antes de besarlo. A veces la película era lo de menos, se ponía a morderse el uno al otro o incluso Yoko se colocaba encima a darle besos antes de llevar las manos del joven a sus caderas, invitando a éste a hacer cierto acto.

—¿Segura?—preguntaba él.

—Dios...no tienes que preguntar idiota—susurraba de manera tierna antes de besarlo.

Los días pasaron sin sobresaltos, parecía que todo iba perfectamente, por fin un curso tranquilo.

—Pues sí—dijo Enid de pronto—hoy iré a Jerichó.

—Oye Enid, ¿esos pendientes?—le preguntó la vampira viendo los pendientes en forma de cabeza de lobo.

—Oh, esto...es de ese chico...ya sabes...—jugó con sus dedos—el normie.

—Ah, ¿con quién te peleabas incluso para montar el evento?—ella asintió—¿entonces estáis saliendo juntos?—la loba volvió a asentir.

—Parece mentira la de veces que hemos peleado—se cubrió la cara sonrojada—ahora me siento que no puedo estar sin él.

Divina llegó al cabo de poco a la cafetería y les preguntó de que hablaban. Yoko le puso al corriente y la sirena la felicitó. La vampira estaba muy feliz viendo a su amiga loba contenta por salir con ese chico pues ella sabía perfectamente lo bonito del amor.

—Mi madre ha venido a verme—dijo Divina—tenía un compromiso y por suerte lo he evitado...diciendo que cierta persona era mi pareja.

—Espera, ¿quién es?—ella no dijo nada pero Yoko tenía una pista—¿no me digas que es el compañero de cuarto de tu hermano Kent?—la sirena asintió—vaya...¿y qué opina tu hermano?.

—Nada, pero bueno, lo importante es que me he librado aunque...creo que me gusta. Es atento, amable...no sé...podría tener una relación de verdad con él.

Yoko le dio unos leves codazos.

—Pues a por ese chico—reía ella provocando un rubor en su amiga.

En la tarde, Yoko paseaba un rato hasta que Tn terminase el trabajo de club ya que estaba en la biblioteca. Enid y Divina en una clase de apoyo porque había una asignatura que les costaba. En eso, apareció Miércoles quien dijo que su novio era muy inteligente, más que muchos de allí.

—Tenemos diferentes puntos de vista y eso es bueno, sabe mucho de ciertas cosas—comentaba ella a paso lento.

—Pues sí, a todo esto...¿te has enterado de que Enid tiene pareja?, e incluso Divina—dijo relajada.

—Como no saberlo...tengo a la reina de los chismes en mi cuarto—respondió suspirando—solamente falta Bianca por tener un novio ya que con Xavier...

—Bueno, dale tiempo al que escribe nuestras vidas...por poco estuve a punto de convertir a Tn en vampiro—se encogió de hombros mientras miraba a cierto lugar—pero él se negó, decía que bastante con que podía controlar la electricidad.

Caminaron un rato y hablaron, algo raro porque ellas dos no hablaban mucho. 

—Ya solamente te falta tener a ti pareja—le dijo a la pelinegra—¿o acaso ya tienes a alguien?.

—He sido tan débil que...estoy...estoy...—tragó saliva y puso una cara rara—saliendo con un chico de Jerichó...trabaja en la biblioteca—dijo finalmente—esa Enid me consiguió su número y todo y poco a poco...me ganó.

—Ya veo, me alegro mucho.

Miércoles comentó que seguramente iría a la mansión de los Addams. Y si le faltaba trabajo siempre podía trabajar de mayordomo, aunque lo veía más para Enid lo de tener mayordomo. O también ella podía trabajar en un rodeo con gente.

—No soy como esas que terminan siendo amas de casa...o trabajar en una tienda de ropa—comentó mientras paraba a sentarse y sacar un libro pues el lugar estaba vacío.

—Ya veo...—se sentó cerca—este lugar alberga toda clase de marginados...y allí afuera...personas que pueden respirar bajo el agua, estirar su cuerpo como si fuera de goma...o tener una gran fuerza y...—su teléfono sonó—oh, hola Tn, ah...vale...voy. Lo siento, debo irme.

—Sin problema.

Yoko fue hasta la entrada donde Tn ya esperaba, se besaron y emprendieron el camino a Jerichó mientras ella le iba contando los chismes. El chico le tomó de la mano, escuchando todo con una sonrisa y de vez en cuando la miraba. Emily, su hermana, estaba muy contenta por su relación ya que veía que estaba con una buena chica.

—¿Sabes?, estoy muy contenta...nuestra relación...—volteó sonrojada.

—Si, tenemos mucha...chispa—soltó relajado.

—Eres muy malo con esos chistes—él encogió sus hombros.

Esa tarde lo pasaron muy bien mientras Tn observaba a Yoko sonreír en todo momento probándose ropa, yendo de compras o tomando un poco de café. El chico estaba algo cansado por el trabajo y demás, pero se mostraba despierto por estar con ella. La vampira parecía tener muchas energías esa tarde y disfrutaba de cada momento. Vieron de lejos a Enid con ese normie comiendo helado y tomados de la mano provocando algunas risas en ellos. 

El chico le regaló algunas cosas románticas a su pareja y ella le daba pequeños besos, aunque tenían que aguardar a otro momento. La vampira se percató de que él estaba agotado y decidió que era mejor volver ya a la academia, ya tendrían otras citas.

—Y entonces...—hablaba ella en el autobús de regreso a Nevermore cuando notó la cabeza del chico en su hombro.

Al voltear, vio a éste dormido. Esbozó una sonrisa y le besó la frente mientras lo apoyaba un poco mejor para que estuviese más cómodo. Todavía no podía creer lo afortunada que era de estar con un chico que la trataba tan sumamente bien. Al mirar por la ventana, vio que ya era casi de noche y entonces se fijó en que unos pequeños murciélagos volaban por la zona.

Recordó el acuerdo con Drácula, algo en su interior decía que iba a poder cumplir y tener que hacer ese ritual. Pero no le pasaría nada pues tenía claro que Tn, era el amor de su vida. Sus padres habían finalmente atendido a razones...aunque nadie se atrevería a llevarle la contraria a Drácula. Y también vieron a su hijo feliz. Lo mismo sucedía con los padres de su novio quienes entendieron a la perfección la decisión de ella y la apoyaron en todo momento.

Al llegar a la academia, se separaron hasta la hora de la cena. Yoko en su cuarto tenía un pequeño álbum donde colocaba las fotos que se hacia con Tn y esa tarde colocó otra foto de ellos dos haciendo el tonto pero también una del chico con unos dientes de vampiros falso mientras le mordía el cuello y ella sonreía.

—Veamos...un título...un título para la foto...—le gustaba anotar títulos y frases—ya sé...colmillos de amor.

Cerró el álbum y Divina le dijo que era hora de ir a cenar. Ella asintió y ambas se marcharon a comer un poco pues la verdad era que tenía algo de hambre. En el comedor le esperaba Tn con esa sonrisa tan suya, se sentaron juntos y disfrutaron de una cena tranquila y en compañía de sus amigos.

Fin.

Espero que les haya gustado.

Un saludo y gracias por todo el apoyo  :)