3-Emily

Tn ya se encontraba un poco mejor de la herida que tenía en la cabeza pero sobretodo notó como muchos chicos le miraba al caminar por los pasillos. Estaba tranquilo, había encargado unas gafas nuevas e iba directo a la biblioteca donde saludó a la mujer mayor antes de tomar asiento para disfrutar de la lectura.

—Veamos...hoy toca...vampiros—leyó para sí mismo abriendo el ejemplar—mmm, interesante.

El chico leía tranquilamente ya que los alumnos no iban a esas horas pues quedaba justo después de las clases. Y ninguno tenía ganas de leer más después de eso. Pasaba y ojeaba las páginas con interés, realmente el libro prestado por Miércoles le gustaba.

Una figura apareció al cabo de un rato, al voltear, vio a Yoko.

—Hola—saludó ella antes de sentarse—venía...a...bueno, saber como te encuentras—dijo finalmente.

—Bien, algo mejor—se tocó la cabeza—fue un golpe duro.

—Te defendiste muy bien—comentó la vampira—no sabía que eras tan fuerte.

—No me gusta la violencia, pero es la única cosa que entienden algunos idiotas.

Ella le preguntó respecto al libro y le dijo que era de marginados. Cuando vio que era de vampiros, la joven le contó algunas cosas que sabía por su familia y un poco de sus antepasados. Él tomaba algunas notas porque resultaba interesante saberlo de primera mano.

—Ya veo...entonces hay diferentes tipos de vampiros—anotaba—los que no pueden ser tocados por el sol...los que sí...los que se transforman a voluntad...

—A mi por ejemplo si puede darme la luz, aunque siempre llevo gafas porque mis ojos aún son sensibles por mi edad y...—continuó explicando mientras él escribía en su libreta.

Estuvieron un buen rato allí y fue muy útil para el chico quien le dio las gracias por todo y le recordó que irían a tomar café a Jerichó. Ella asintió feliz y regresaron a sus habitaciones. La vampira pidió ayuda a las chicas para saber que debía ponerse para aquella salida.

—¿Qué tal esto?—preguntó con unas prendas.

—No te queda—contestó la loba—demasiado colorido incluso para mí.

—¿Y esto?—tomó otra.

—Demasiado abrigado para las fechas que estamos—respondió Divina.

Tras un rato, pudo decidirse por fin por uno que le quedaba muy bien. Ahora solamente faltaba que llegase la hora. Tn estuvo puntual, arreglado y examinando el teléfono antes de verla salir.

—Te queda muy bien—dijo él—incluso te has recogido el pelo.

—Si, quería darle un nuevo look—contestó—¿vamos?.

—Claro, después de ti.

Al fondo, Miércoles, Bianca, Divina y Enid miraban todo deseando suerte a la joven. Excepto la pelinegra quien miraba con curiosidad y decía que deseaba ver a la vampira morderle el cuello para ver cuanta sangre brotaba.

—Si le hinca el diente será de otra forma—comentó Bianca ganándose unas risas por parte de sus amigas.

Por otro lado, Yoko estaba nerviosa sentada al lado de Tn. Se había preparado unos temas de conversación pero ahora tenía la mente en blanco. El chico miraba la venta y de vez en cuando comentaba lo bonito que era el paisaje a pesar de que en ciertas épocas, era algo triste.

—¿Qué te gustaría ser?, es decir, ¿de qué quieres trabajar?—preguntó éste.

—Ah, pues...todavía no lo he decidido...aún ando indecisa—contestó avergonzada y mirando sus manos.

—Bueno, aún es pronto. A mi me gustaría ser profesor...aunque es difícil—comentó mientras le iba explicando de donde venía su inspiración.

Nada más llegar a Jerichó acudieron a varios de los establecimientos. Tn quería unas cosas que a Yoko le resultaron extrañas.

—¿Y eso?—preguntó mirando unos regalos.

—Son para Emily—respondió con una sonrisa—va a venir a Nevermore a estudiar y quería comprarle algunas cosas.

—¿Quién es Emily?

—Mi novia.

A Yoko le cambió la cara del todo, sus ojos que no se podían ver por las gafas reflejaban un poco de dolor que el chico no alcanzó a ver.

—Es broma, es mi hermana—por primera vez en mucho tiempo la vampira tuvo ganas de golpear a alguien—ya os dije que no tenía novia.

—Será mejor ir ya a por ese café—comentó ella.

Tomando el café, la vampira se relajó un poco. Aunque pensaba que no tenía motivos para enfadarse pues a fin de cuentas apenas lo conocía de unos pocos días al chico. Tuvo ganas de conocer a Emily y llevarse bien con ella pues a fin de cuentas podría ser su familia en un futuro.

En ese instante se percató de lo que pensaba, Tn le había logrado robar el corazón en apenas unos cuantos días. Pensó que tal vez era una de esas atracciones antes que amor pues ella no era de las que se enamoraba tan pronto.

—Tranquila Yoko—se decía en su cabeza—poco a poco.

Entonces vio el cuello de Tn y sintió las ganas de abalanzarse. Algo que no le contó al chico porque le daba vergüenza, era que los vampiros pasaban por un estado similar al celo. Y escuchó una voz de pronto.

—Hola—dijo una voz femenina.

—¡Emily!—ambos se abrazaron—que gusto verte hermanita.

—Eh, solamente eres tres minutos más mayor que yo—decía ella.

La chica era algo parecida a Tn en llevar gafas y color de pelo, aunque los ojos eran diferentes. Ella saludó a Yoko y se sentó, estaba cansada del viaje. Pero la cara le cambió al ver los regalos que le había comprado el chico.

—Siempre sabes que elegir—dijo mirando estos—por cierto, he escuchado por parte de papá y mamá que te has peleado.

—Algo así—sorbió relajado su café antes de mostrarle la herida.

—Deberías tener cuidado.

Yoko y ella se presentaron y Emily no tardó en percatarse por sus gestos que estaba interesada en su hermano, aunque no dijo nada en ese preciso momento. Estuvieron charlando alegremente, la vampira no le dio importancia porque ya tendrían citas más adelante.

Luego, ya siendo tarde, fueron a la academia donde Emily fue entrevistada por ellas. Enid le decía que aprovechase para caerle bien a su futura familia. Tn estaba contento de verla allí pues era muy inteligente y siempre estaban juntos.

—Bueno, me voy a mi habitación—dijo éste levantándose—ah, toma—le entregó un libro a Miércoles—ya lo leí—también le dio uno a la gótica que le llamó la atención.

—Gracias, seguro que es interesante.

Antes de ir a su habitación, pasó por la enfermería a revisarse, todo iba muy bien y la herida cerraba sin problemas.

Nada más levantarse a la mañana siguiente, recibió un correo informativo de la academia donde ponía que pronto se celebraría un pequeño evento deportivo que no era la famosa Copa Poe. Y todos sin excepción debían de participar.

—Interesante...espero que sea como los programas de preguntas y respuestas...aunque no vendrá mal hacer deporte—pensó antes de salir del cuarto para ir a desayunar.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.


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