10-Drácula

Yoko junto al resto de vampiros del lugar se encontraban de rodillas, asustados ante la presencia del ser, nada menos que Drácula. El vampiro estaba de pie con un imponente presencia. Con un gesto de la mano, les hizo levantarse del suelo.

—Yoko supongo—dijo mirando a la chica quien estaba asustada.

Miércoles estaba apoyada en el pilar con Enid quien estaba detrás de ella, asustada. Su instinto le decía que era un grave error hacer algo que pudiera molestarlo. La pelinegra por su parte estaba algo nerviosa, pero no lo mostraba. Miraba al hombre allí parado.

—Si, soy...yo—tragó saliva.

—Acompáñame—dijo antes de voltear y darles la espalda.

—Vale...—estaba muy asustada.

Ambos empezaron a caminar por los pasillos de la academia en silencio mientras el resto de alumnos se iban apartando poco a poco al verlo. Muchos no lo conocían y otros sí, esos eran los que realmente se asustaban.

Salieron al exterior donde pararon en unas rocas a sentarse. Yoko se sentó todavía con el miedo en el cuerpo. El hombre ya sentado soltó un suspiro.

—Me ha llegado a mis oídos que planeas renunciar a tu longevidad—dijo éste—y todo por amor...¿sabes lo qué eso supone?.

—Si...señor...—respondió sudando como si hubiese hecho deporte.

—No, no lo creo. Pero antes de nada...háblame de ese tal Tn.

Entonces, la chica trató de hablar pero estaba muy asustada.

—No soy un monstruo—dijo Drácula—por mucho que digan, no escuches esas historias normies que mato niños y eso. Me dedico a gobernar a los vampiros para que no haya un caos. Ahora...relájate y habla de ese muchacho.

Ella lo hizo, respiró varias veces antes de cerrar los ojos, pensar en Tn y describirlo. Poco a poco iba esbozando una sonrisa ante la cara de Drácula quien también mostraba una ligera sonrisa escuchando a la chica hablar sobre el amor.

—Así me siento cuando estoy con Tn—dijo antes de abrir los ojos y mirar al hombre sentado a su lado—esos son mis sentimientos por él—se ruborizó—le quiero.

—Ya veo...uno de mis poderes que no muchos tienen en nuestra raza...es ver a través de los corazones de la gente—dijo—puedo ver sinceridad en tus sentimientos. Sin embargo, renunciar a la longevidad no es algo que tomar a la ligera.

—Lo entiendo...yo...yo...

—Puede que con el paso de los años me haya vuelto un poco más blando...pero haremos esto. Un trato entre tú y yo—dijo.

—¿Un trato señor?

—Así es, es el siguiente. Estarás con él y si dentro de muchos años siguen juntos, con una familia y eso...podrás renunciar a ello. No renuncies a tu ser por un amor que no sabes como será—respondió—es muy peligroso hacer el ritual. Únicamente yo sé hacerlo sin problemas, pero muchas personas lo han hecho sin mi aprobación o por ellos mismos...sufriendo toda clase de problemas como locura, depresión u otras cosas.

—¿Entonces podré estar con Tn?—preguntó con una sonrisa.

—Así es...pero solamente bajo mis condiciones...¿tenemos un trato?—le tendió la mano.

—¡Por supuesto!—exclamó emocionada—¡muchas gracias de verdad!.

Media hora después, Tn salió disparado contra el césped ante la mirada de Yoko que pedía clemencia a Drácula quien avanzaba firme y decidido. El resto de alumnos miraban expectantes al mismo tiempo que sentían miedo.

—¡Levanta muchacho!—exclamó mientras se aproximaba hasta él y lo pateaba.

Tn se pudo poner en pie y Drácula avanzaba tranquilo. El chico se ajustó sus gafas antes de lanzarle rayos con toda su fuerza que el hombre recibió pero pareció no hacerle efecto. Cuando intentó golpearlo, Tn esquivó y le intentó hacer una llave pero el hombre parecía anclado al suelo, no se movía. 

—Muy débil—fue enganchado del brazo y lanzado de nuevo.

—Joder...duele...uff...—el chico pensó como podría derrotar a un ser tan fuerte.

Se levantó y colocó sus puños en guardia, la electricidad no funcionaba. O al menos eso parecía porque hasta ese momento no le hacia el mínimo rasguño. Enid lloraba mientras Miércoles contemplaba todo en silencio. Yoko era sujetada por Divina y Bianca.

—Tendré que ir con todo—el chico empezó a liberar una gran cantidad de electricidad de su cuerpo.

En el cielo se formaron unas nubes oscuras y empezaron a sonar truenos. El chico apretó los puños y apuntó al hombre quien se sorprendió de ver la cantidad de poder que tenía el muchacho que tenía enfrente a sus ojos.

—A ver si esto es de tu talla—dijo antes de lanzar el ataque.

Un tremendo rayo impactó en Drácula provocando una pequeña explosión que hizo caer al suelo a todas las personas presentes en el lugar que contemplaban el combate entre los dos.

Cuando el humo se disipó, vieron a Drácula allí parado, sin inmutarse. Al moverse, simplemente se sacudió el polvo de la ropa mientras Tn caía de rodillas al suelo, agotado por haber usado todo su poder. Sudando, cansado y rendido ante el poder del ser, simplemente aguardó lo que estaba por llegar. Miraba a Yoko y solamente pudo esbozar una sonrisa antes de caer al suelo inconsciente.

—Bien hecho muchacho...no cualquier persona tendría la valentía de enfrentarse a mí por amor—lo cargó en sus brazos antes de llevarlo a la enfermería.

Yoko les dijo que Drácula le había puesto a prueba para determinar los sentimientos de su corazón, y que simplemente no iba a hacerle demasiado daño.

Tn despertó al cabo de una hora, ya algo descansado y escuchó todo lo que le dijo Yoko quien le pidió perdón. El chico suspiró aliviado de ver que seguía con vida y Drácula felicitó el haberse enfrentado a él sin dudar por amor a la vampira.

—Nunca pensé que diría esto, pero espero usar en un futuro ese ritual—esbozó una sonrisa—ahora he de irme, tengo asuntos que atender—desapareció ante la mirada de ambos.

—Podría ponerlo en mi CV, enfrentarme a Drácula y salir vivo—dijo antes de quejarse por un dolor.

—No te muevas, has hecho mucho esfuerzo—comentó ella antes de acomodarlo y besarlo.

—La próxima vez avísame...ufff...

—Tonto, ven aquí anda—le besó dulcemente antes de morderle el cuello un poco.

Tn estuvo descansando hasta recuperarse del todo, y gracias a ese combate se ganó la admiración de muchos alumnos. Incluso el respeto de Miércoles. La noticia se extendió gracias a la página de Enid quien le dijo que había sido valiente. Sus amigos lo felicitaron por haberse enfrentado a éste en un combate que los dejó helados. Pero Tn decía que lo había hecho encantado por Yoko, pero que esperaba no tener que hacer esa clase de pruebas en el futuro.

—Me alegra verte bien—dijo Enid sonriente.

—Bueno, todo sea por ella—tomó de la mano a Yoko—ahora debemos ir a una cita...mi pequeño murciélago.

—¡No me digas así!—exclamó ella roja antes de que los dos se fueran.

—Como me gustaría que mi pareja me pusiera un mote como...lobita...o dulce de caramelo—comentó Enid emotiva al verlos juntos.

—Yo veo más unicornio humano o loba peluda de colores—contestó Miércoles antes de regresar al interior de la academia.

—¡Pues creo que tener un mote sería muy dulce!

—¿Ya no estás con Ajax?

—No, y está tarde iré a casa de aquel normie que te comenté a por helado. Me debe una semana invitando a helado—contestó sonriente.

—¿Ese con quién siempre te peleas?

—Si, en cierta forma hemos hecho las paces...

—Ya veo.

Mientras tanto, Drácula regresó a su castillo a relajarse con una buena copa de un buen vino y algo de comer. Se tocó la zona alcanzada en el pecho, no lo había mostrado pero fue muy fuerte el ataque, haciendo que esbozase una ligera sonrisa.

—Ese chico es poderoso...Yoko estará bien protegida—dijo antes de beber un poco de vino junto a la chimenea mientras afuera llovía.

Se puso a pensar en la cantidad de normies o marginados que habían tratado de obtener el poder de longevidad o engañado a vampiros. Pero el chico era el primero que obtenía su admiración, cosa que hasta el momento nadie había logrado.

—Me he ganado un descanso después de trabajar—pensó cerrando los ojos para relajarse.

Y así, disfrutó del silencio en aquella enorme y oscura sala solamente iluminada por la llama del fuego de la chimenea.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo y el siguiente será el último.

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