Capitulo 12

Capitulo 12: El final del camino de luz.

Ya había pasado un buen tiempo y Aome e Inuyasha aun no regresaban de su paseo, mientras que Sesshomaru tambien había desaparecido sin mediar palabra. Rin, Shippo y Kirara ya estaban descansando acurrucados, sin embargo, el resto del grupo estaba inquieto. Jaken no paraba de caminar de un lado a otro desesperadamente sin saber que hacer, mientras que Miroku lo observaba curioso y Sango revisaba los alrededores con su traje de exterminadora ya puesto.

-Tranquilos, de seguro están solucionando las cosas.- Sugirió Miroku para calmar los aires.

-¿Entonces por que Aome aun no regresa? - Pregunto sarcásticamente Sango.

-Son cosas del amor.- Respondió con simpleza, haciendo que Jaken lo observara con sus grandes ojos entrecerrados.

-¿Qué sugieres, sucio Monje?- Pregunto enojado el demonio verde.

-Yo solo digo, que quizás Aome esta calmando el temperamento de ambos.- Los otros dos rodaron los ojos por la idea, sonaba mucho mas lógico que estuvieran muriendo siendo atacados por Naraku.

La conversación fue interrumpida por la voz adormilada de la pulga Mioga.

-Sean mas discretos, algunos tratamos de dormir.- Se quejo parado desde una piedra a la vez que rascaba uno de sus ojos.

-¿Pulga Mioga? Pensamos que estarías con Inuyasha.- Dijo Sango.

-¡Pero si el joven amo esta...! Aquí ...- Susurro esto ultimo asustado, mientras que se ponía a revisar rápidamente todo el alrededor en busca de cualquiera de los hermanos.- ¡¿Donde están?!- Chillo alarmado el pequeño demonio.- No puede ser, madrecita Santa, cuídame a los muchachos- Susurraba plegarias sin parar.- Sabia que

no debía quedarme dormido.

-¿Qué sucede?- Pregunto el Monje.

-Esta noche debían permanecer juntos- Dijo sacudiendo sus patitas como fideos reflejando su pánico.- Las emociones de ambos estarían sin control de otra forma y atraerían criaturas compuestas de malos sentimientos.

-¿Por que te preocupas? No existen seres mas reacios a sentir que ese par de hermanos- Dijo Jaken con normalidad.

-¿Eres tonto? Sus emociones están siendo multiplicadas esta noche.- Le grito enojado Mioga.- No hay sentimiento mas peligroso que la de un demonio atormentado. Peor ahora que son dos híbridos.

-Eso explica las actitudes de ambos, pero ¿Híbridos? Sesshomaru pareciera haber vuelto a su sangre pura. - Dijo Sango confundida, a lo que la pulga solo negó angustiada.

-Tenemos que encontrarlos.- Dijo apurado Mioga.

-No, lo único que conseguiremos alarmándonos ahora será empeorar la situación, tenemos que pensar con tranquilidad- Dijo sabiamente el Monje, ya que mas sentimientos negativos solo conseguirían hacer a la criatura mas grande y fuerte.

-¿Entonces..?

.

.

.

Un terrible sentimiento de soledad atacaba a Sesshomaru. Lo único que quizás lo consolaba era que cuando todo aquello acabara su hermano contaría con buenos amigos, aunque anhelaba ser el quien lo acompañara sabia que no tenia derecho de ni si quiera plantearse el pedirlo.

Frustrado y cansado de tener sentimientos humanos, golpeo una árbol, casi derribándolo de un solo golpe, antes todo era mas fácil, sin sentimientos, pero ¿Era mas fácil o era vacío? Sesshomaru ya no lo recordaba, ya no recordaba como se sentía la indiferencia. Se dejo caer sobre sus rodillas exhausto de pensar, de ser el.

Pasaron unos minutos, en los que solo se dedico a repasar sus recuerdos mas recientes los cuales compartía con su hermano hasta que un extraño resplandor llego a sus ojos desde su cadera, asustado, desenvaino a Colmillo Sagrado quien comenzó a vibrar. Un cálido sentimiento inundo el pecho de Sesshomaru repentinamente, agradecimiento era lo que sentía para con su espada, aquella que por años despreció le había mostrado algo que nunca pensó conocer o siquiera imagino que necesitaría experimentar y aunque pasara el resto de su vida lamentando sus sentimientos, jamás dejaría de agradecerle por mostrarle lo que realmente es vivir, aunque fueran tan solo unas semanas de su eterna existencia.

Un camino de luz blanco apareció frente a sus ojos, un camino creado por su espada. Casi sin dudarlo, se levanto y corrió hacia donde indicaba el camino, sintiendo con cada paso que daba como su cuerpo se hacia mas liviano, como si su alma poco a poco comenzara a descansar. Sintiendo por primera vez la libertad en su máxima expresión. No paro ni siquiera cuando el camino desapareció ante sus ojos, sentía que debía seguir corriendo y así lo hizo. El aroma del lugar era pesado, era evidente la presencia de algo maligno, pero debajo de todo ese repugnante olor, percibió el dulce olor de su hermano y el de un humano. Ni siquiera se dio cuenta cuando desenvaino nuevamente a Colmillo sagrado, dio un salto a un árbol esquivando las extrañas piedras que lo atacaban. Fue desde la sima donde lo vio empujando a la humana lejos del peligro, listo para atacar. Sesshomaru en vista del nerviosismo de su hermano, no tardo en dejarse caer con su elegancia natural, aterrizando justo en frente del albino. Segundos bastaron para que agitara su espada creando un portal gigantesco que absorbió las malas energías que los consumían.

Todo fue silencio por unos instantes, hasta que el mayor de los hermanos se dio vuelta a la misma velocidad con la que había acabado con el problema y se acerco a Inuyasha, acaricio su mejilla con cuidado, revisando si es que estaba herido, para finalmente atraerlo bruscamente hacia su pecho y abrazarlo de forma protectora haciendo que el menor escondiera la cara en su cuello. Inuyasha jamás estuvo tan agradecido de volver a tener su estatura bajita en comparación a Sesshomaru. Correspondio el abrazo ciegamente, ni siquiera notando que su hermano lo estaba guiando hacia el escondite de su amiga. El albino mayor le tendió una mano a la muchacha sin que la otra soltara la cabeza de su hermano, Aome la acepto casi sin dudar, al ver un aura tan protectora y amable en el, de hecho fue tal su impacto que casi se lanzo a los brazos de Sesshomaru para abrazarlo mientras sollozaba. El demonio correspondió paternalmente y los envolvió ambos menores en su estola para luego volar hasta el pequeño campamento que tenían.

Al llegar con el grupo todos observaron con preocupación a la joven viajera, quien seguía llorando en el hombro del demonio mayor.

-¿Aome? ¿Estas bien?- Se acerco rápidamente Sango para consolar a su amiga, quien asintió separándose levemente de la esponjosa estola para verla.

-Tuve mucho miedo- Susurro.- Estábamos caminando con Inuyasha cuando una extraña energía nos atacó. Luego Colmillo de Acero creo un camino de luz que nos guio durante un trecho pero luego... ¡Desaparecio! Si no fuera porque Sesshomaru apareció y nos salvo no se que hubiera pasado.- Explico apresurada la azabache mientras un escalofrió le surcaba la espalda y se terminaba de separar del mayor, para luego observarlo con agradecimiento- Fue un golpe de suerte. Gracias.- Le dijo finalmente a lo que el albino con orejas de elfo asintió con una expresión suave, muy alejada a su seriedad típica.

Inuyasha por su parte se negó a mirar a cualquiera que le hablara y soltar a su hermano, parecía un niño pequeño con una rabieta, pero realmente no quería que el mayor lo apartara. Afortunadamente su deseo se cumplió y el de estola no demostró ninguna intención de separarlo.

Sin decir nada, pero a la vez todo con una mirada, el mayor se alejo junto con su hermano y subió a un árbol algo apartado pero en donde aun alcanzaba a llegar la luz de la fogata. El resto del grupo se dispuso a escuchar las quejas y reproches de la preocupada pulga para así darle privacidad a la pareja.

Sesshomaru estiro sus piernas en la rama mas gruesa del árbol a la vez que apoyaba su espalda en el tronco mientras que su menor se acurrucaba sobre el sin ninguna vergüenza, o quizás con demasiada, fuese como fuese el mayor lo dejo ser por unos minutos hasta que decidió hablar.

-Yo también seguí un camino de luz- Susurro con tranquilidad cerca de una de las orejas caninas de su hermano haciendo que esta se sacudiera levemente. Inuyasha se separo del pecho de Sesshomaru al escuchar esto.- Lo creo Colmillo Sagrado.

-El que seguimos con Aome era un camino de luz dorada creado por Colmillo de Acero.- Comento en respuesta el menor.

-Supongo que fue un pedido de ayuda de Colmillo de acero a Colmillo Sagrado. - Analizo en voz alta a la vez que inconscientemente acariciaba un mechón de cabello del otro. Inuyasha observo detenidamente al demonio frente a el, sintiendo como su corazón saltaba desbocado en su pecho, empeorando cuando dejo de ver los ojos ámbar para ver los pálidos labios. Fue la misma voz grave de su hermano que lo detuvo antes de hacer realidad su deseo. - Es hora de dormir, Inuyasha. Hay mucho que entender mañana. - Cerro los ojos a la vez que apoyaba su cabeza en el tronco relajadamente. Para el menor era raro ver a su hermano tan relajado frente a el en una forma tan similar a la demoniaca, así que lo observo otros segundos con dedicación.- Seguiré aquí mañana Inuyasha. Ya puedes dejar de mirarme.- El nombrado se sonrojo furiosamente.- Y si no es así, Colmillo te enseñara el camino.

-No quiero que te vayas.- Sentencio repentinamente el menor, haciendo que el contrario abriera los ojos para observarlo.- No quiero que Colmillo me tenga que guiar de nuevo.-Sesshomaru no supo bien que responder, pero acomodo la cabeza del menor nuevamente en su pecho haciendo que se recostara sobre el como respuesta.

-Duerme.- Y lo ultimo que escucho el albino mayor fue un dulce "gracias" de un adormilado Inuyasha.

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Hiii! Seguro ya notaron que publique dos capítulos a la vez. Gracias por esperar tanto! y bueno, pronto estaré corrigiendo estos capítulos también.

Atte.QCCLV.

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