capitulo 1

Capítulo 1: Un grupo muy grande

Sus ojos se abrieron lentamente, se sentía mareado, adolorido y cansado, su vista aún era borrosa y le dolían sus ojos por la cantidad de luz que entraba por sus pupilas, Pudo observar que estaba en un prado verde con unos cuantos arboles y arbustos pequeños que daban sombra. Estaba débil, podía sentirlo. Se estaba reincorporando mientras observaba sus manos, sus garras ya no estaban. Una ráfaga de viento rozo su piel arrastrando un mechón de su cabello frente a sus ojos, su cuerpo se tensó al ver este de un color tan oscuro, aprisiono su ropa entre sus dedos arrugándola con fuerza y rápidamente se paró de su lugar perdiendo un poco el equilibrio y apenas pudiéndose sujetar en el árbol que le daba sombra, logro recuperarse y más cuidadoso y a paso lento camino al rio que estaba a unos metros, sus aguas tranquilas le permitirían ver su apariencia. Cayó al suelo derrotado al verse reflejado como humano y llevo sus manos a su rostro, si, sus manos, su brazo antes cortado por su hermano estaba ahí nuevamente, se miró sorprendido su extremidad ¿Qué diablos estaba pasando? ¿Cuánto tiempo estuvo inconsciente?

—¡Chicos, miren Sesshomaru ha despertado! —Escucho como una voz infantil gritaba a sus espaldas. Se vio en la necesidad de voltear a ver tras escuchar tanto bullicio que se armó luego del anuncio del niño ya que su preciado olfato y audición tan desarrollados habían desaparecido. Que pesadilla.

—¡Amo Sesshomaru!—Gritaron sus dos acompañantes de siempre mientras corrían eufóricamente hacia él con la clara intención de abrazarlo. Habían esperado tanto por verlo consciente nuevamente, que les fue imposible contener las emociones a Jaken y a Rin.

—Deténganse — Su voz sonó demandante justo cuando estaban a escasos metros de abalanzarse sobre su persona haciendo que su pequeño sirviente callera de cara al no poder detenerse a tiempo mientras que la niña ignoraba por completo la orden y se aferraba a su cuello mientras unas pequeñas lagrimas resbalaban por sus mejillas.

 —Me alegro de que este bien, señor Sesshomaru — Confirmo la chiquilla las sospechas del milenario demonio, sabía que lloraba por él —  Estaba asustada, pensé que no despertaría —Ella no esperaba que él le correspondiera y tal y como pensó, no lo hizo, aun así no se sintió mal al respecto pues conocía bien a aquel hombre.

—Suficiente Rin, estoy bien — Dijo sin un rastro de sentimiento en sus palabras, sin embargo, si en sus castaños ojos, que le reflejaron ternura, ternura que solo ella podía leer en las facciones de su amo.

—Que mal agradecido eres, Sesshomaru —Levanto la vista al escuchar la voz de Inuyasha dirigiéndose a él —Ellos cuidaron de ti durante los días en que estuviste inconsciente y aun así los rechazas, deberías ser menos altanero ¿No crees? Después de todo creo que ya notaste tu nueva apariencia — El azabache guardo silencio mientras analizaba la figura de su hermano, él también había cambiado.

—¿Por qué Inuyasha y yo tenemos apariencias distintas? —Cuestiono ignorando el comentario de su medio hermano.

—La verdad es que ambos se metieron en un buen lío — Se atrevió a comentar Aome, siendo rápidamente observada por la gélida mirada del antes demonio.

—¿Pero de que hablas Aome? ¡Por fin seré un verdadero monstro! —  Dijo totalmente feliz Inuyasha, a lo que sus amigos lo miraron, Sango y Shippo como si fuera un tonto y Miroku y Aome con preocupación.

—Más bien tienes la inteligencia de una alimaña monstruosa— Contemplo Sesshomaru cortándole las ilusiones a su hermano — Lo más probable es que tu frágil mente de origen hibrido no pueda aguantar tanto poder.

—¡¿Qué dijiste?! ¡No deberías ser tan engreído! Te recuerdo que solo eres un humano ahora — Le sonrió burlonamente, sabiendo que tenía razón ganándose la desaprobación de los presentes, que adivinen, si, eran en su mayoría humanos. Un pequeño bufido se escuchó de parte de Aome.

—Aquí vamos otra vez —suspiro el monje a sabiendas de lo que venía.

—Pobre Inuyasha — Se lamentó Shippo mientras movía su cabeza de un lado a otro a modo de negación  — Aunque se lo tiene bien merecido.

—¡Inuyasha!—El nombrado se volteo a verla con terror esperando su sentencia- ¡Abajo!- Pero nada paso — ¡Abajo! — Y nuevamente nada paso, Inuyasha seguía de pie en su lugar — Pero ¿Qué paso? ¿El conjuro ya no... funciona?  — Cuestiono al aire impresionada la jovencita. Mientras tanto el ex demonio y sus dos pequeños seguidores observaban la escena, Rin reía suavemente por lo que estaba ocurriendo mientras que Sesshomaru y Jaken se preguntaban porque ese famoso conjuro que mantenía a raya a Inuyasha ya no funcionaba. Los demás se limitaban a tener la boca abierta como idiotas, o eso pensaba Sesshomaru.

—¿Soy libre? —  Susurro Inuyasha mirándose —¡Soy libre! —Afirmo en voz alta con sus ojitos llenos de ilusión y felicidad mientras saltaba y bailaba de felicidad. Era curiosa la mezcla pues su apariencia ya no era tan amigable como antes, pero su expresividad lograba hacer que se viera algo adorable. 

Sesshomaru observo que se parecía mucho a él y a su padre.

—Puedo adivinar que Inuyasha tiene mis poderes de demonio — Comento el mayor de los hermanos dándose cuenta de lo que pasaba, mientras se levantaba ganando la atención de los presentes, hasta de Inuyasha quien había parado de bailar para escucharlo. Sus piernas flaqueaban por la debilidad de su cuerpo a la que no estaba acostumbrado — Así como yo tengo su parte humana.

—¡Pero que brillante es usted amo bonito! —Felicito alegre Jaken mientras daba pequeños saltitos.

— Es lógico que tu estúpido collar ya no tendría efecto en ti Inuyasha, pues mis poderes son superiores a los de una sacerdotisa lo que anula el poder del conjuro de tu collar.

—Entonces esto es aún más grave de lo que pensaba — Hablo Sango con preocupación —Esa era la única forma que teníamos de controlar a Inuyasha cuando se convertía en bestia cuando aún era un hibrido, ¿Qué haremos ahora que el poder se desvaneció? Ahora que es un demonio completo es probable que seda a sus instintos.

—¿Insinúas que Inuyasha podría volverse loco por tanto poder?  — Pregunto Shippo asustado.

—¡Oigan, oigan! No hablen como si no los escuchara, no me descontrolare, pase lo que pase no les hare daño — Aseguro el albino con ímpetu.

—¿Cómo puedes prometerles eso? Ahora eres un demonio completo pero tu mente sigue siendo la de un hibrido sediento de poder, no puedes asegurar que este no te controlara — Tajo Sesshomaru, al parecer no le hablaba a nadie más que a Inuyasha, pues solo abría la boca para llevarle la contra. Todos miraban preocupados al mayor por su comentario — Para tu suerte, hermano, este problema no durara mucho- Sentencio tomando el mango de su espada

—¡Tú tampoco deberías asegurar esas cosas, Sesshomaru! —Le desafío de vuelta Inuyasha refiriéndose a la afirmación de que solucionarían el problema prontamente — ¡Ni siquiera sabes cómo es que terminamos así!

—¿Y tu si? — La cara de Inuyasha se deformo de la indignación que se acumulaba en su rostro, guardo silencio y volteo a ver hacia otro lado con aparente indiferencia. Él tampoco tenía ni idea de cómo empezó todo porque sus amigos junto con el sequito de Sesshomaru decidieron esperar a que ambos estuvieran despiertos — ¿Y bien? Responde Inuyasha — Provoco el mayor.

— ¡Eso es lo que nos explicaran ahora tonto!  — Exclamo cruzándose de brazos para luego darle la espalda. Todos habían guardado silencio durante la pequeña discusión de los hermanos, porque la verdad, ninguno quería problemas con ninguno de los dos. ¡Esos perros eran todo un plato!

—Este Inuyasha es un incompetente — Comento en voz baja Jaken mirando los gestos del menor —Es una decepción para la familia de mi amo — Continúo hablando con un tono algo egocéntrico.

—¡¿Cómo dices, bichejo del mal?! — Grito enojado el nombrado propinándole un golpe en la cabeza al pequeño demonio.

—¡Ay! Pero ¿Por qué tanta violencia? Si yo tan solo decía la verdad — dijo rapidemente Jaken acariciando la parte golpeada de su cabeza. El menor de los hermanos aun así escucho el comentario y lo volvió a golpear —¡Ay!

—Basta, Inuyasha —Advirtió el castaño mirando a su hermano.

—¿O qué? —Reto el de orejas de perro acercándose a Sesshomaru a forma de duelo, al ser unos pocos centímetros más pequeño que él no lograban intimidarse el uno al otro — A penas y puedes estar de pie ahora que estas sin tus poderes, yo de ti no estaría tan confiado — Siguió provocándolo mientras se tronaba los dedos. Sesshomaru lo miro con desprecio, que actitud tan desagradable tenía su hermano.

— El que no debería estar tan confiado aquí eres tú, hermano. Te recuerdo que aún no sabes ocupar tus nuevas habilidades — Contesto con su seriedad característica. Todos ya estaban listos para detener una posible pelea, colocándose Sango, Jaken y Rin tras el azabache, mientras que Aome, Miroku y Shippo atrás de Inuyasha.

—Pero mi colmillo aún está en su funda — Afirmo tomando el mango del arma para amenazar a su hermano, sin embargo, cuando desenvaino el arma no cambio, siguió en su forma de vieja espada —¿Qué? —  Y todo quedó en nada. Ocho pares de ojos observaban incrédulos aquella espada que se negó a despertar ante el llamado de su amo, aunque parecía no hacerle daño.

—¡Esperen, esperen! Lamento la tardanza — Llego saltando la pequeña pulga parándose en la espada aun desenvainada-¡Amo Inuyasha, no olvide que colmillo de acero no responde a las manos de los demonios y tampoco a la de los humanos ¡Fue hecha para un hibrido!

—¿Eso quiere decir que ni Inuyasha ni Sesshomaru podrán utilizar a colmillo de acero? — Dijo más como afirmación que como pregunta Aome.

—¿Entonces como Inuyasha podrá controlarse? — Pregunto el monje.

—Señor Sesshomaru —Llamo Rin ganando la atención del ahora humano — Vámonos ya, estas personas son muy complicadas — Todos observaron algo enfadados a la pequeña. El azabache la observo unos momentos sin responder, aunque la pequeña pareció comprender su silencio. Hecho el mayor volteo nuevamente a ver a la pulga para que continuara con su explicación.

—Joven Sesshomaru, lamento decirle que ustedes dos no podrán separarse mientras estén en esta situación, Inuyasha tendrá que defenderlo — Todos quedaron algo descolocados con el comentario.

¡¿En que diablos estaba pensando esa pulga?! Pensaba Sesshomaru ¿Confiarle su seguridad a alguien como Inuyasha? Estaba loco, la verdad es que su cabeza estaba hecha un lío aunque físicamente solo frunció levemente el ceño.

—¿Y por qué debería defender a alguien como Sesshomaru? ¿Acaso olvidas las veces que me intento matar?  — Inuyasha tenía un punto innegable a favor para no hacer el intento de ayudar en alguna ocasión a su hermano.

—Pero si no lo haces y Sesshomaru llega a morir usted también lo hará, amo Inuyasha — Continuo Mioga.

—¿Cómo dice? — Pregunto alterado Miroku.

—Así es, y lo mismo pasara con Sesshomaru si Inuyasha muere.

—¿Qué? ¡¿Qué?! —Grito Jaken alterado —  ¿Y eso por qué?

—Porque ahora es como si estuvieran en el cuerpo del otro, si Sesshomaru muere la parte humana de Inuyasha moriría con él y por ende Inuyasha perdería el control como bestia y al causarle conflicto con su origen, su sangre comenzaría a bombear tan rápidamente que su corazón resistiría tan solo unos minutos con vida en los que no tendría conciencia y luego moriría. Por su parte si fuera al revés la verdadera esencia de Sesshomaru se perdería y por ende conservaría la forma humana de Inuyasha, con esto la fortaleza de sus órganos fallaría por la cantidad de años que estos poseen ya que no hay que olvidar que el joven Sesshomaru si bien su apariencia es de alguien que recién a llegado a la adultez realmente es un ser milenario por lo que su muerte seria de desgasto físico. Básicamente Inuyasha moriría por una sobrecarga de poder que su cuerpo no soportaría muriendo de algo similar a la taquicardia y el joven Sesshomaru de vejez.

—Otro gran punto a recalcar es que sus espadas no funcionaran como antes que las ocuparían cuando quisieran, esta vez ellas elegirán cuando deberán ser usadas. Recomiendo que para solucionar el enfado de las espadas deberían visitar al viejo Totosai, quizás el sepa cómo solucionar esto un poco más rápido —La pulga vio las caras de horror de todos, en especial las de Aome y Rin, luego miro a los hermanos quienes se quedaron petrificados sumergidos en sus pensamientos —Lo mejor será que dejemos a este par solos, necesitaran pensar bien las cosas —Todos asintieron aun algo perdidos y siguieron a la pulga hasta donde habían hecho la fogata.

¿Ese final tendría si no defendía a ese tirano? Ya bastante tenía con defender a sus amigos como para tener otra carga, pero si no lo hacía y su hermano llegaba a morir le seguiría al otro mundo tan solo unos minutos después. Inuyasha no podía creer en el problema en el que se fue a meter.

—Bien. Hay que ir a buscar a Totosai — Rompió el silencio Sesshomaru, no pensaba sobre analizar la situación, estaba clara, su vida dependía del idiota de su hermano y no perdería tiempo en imaginarse su muerte si las cosas no se solucionaban pronto. Inuyasha solo asintió algo perdido mientras lo observaba fijamente dándole un toque sumiso, ya que su actitud suele ser bastante explosiva. Esto extraño a Sesshomaru, sin embargo, opto por guardar silencio, no quería seguir discutiendo con su hermano por estupideces que solo les quitaban tiempo. Con esto en mente camino con algo de dificultad hacia el resto del grupo.

Por un momento Inuyasha se dedicó a observar el caminar del azabache antes de comenzar a seguirle a cierta distancia. Su apariencia humana no era tan fea después de todo, pensó Inuyasha, se ve hasta frágil, complemento su anterior comentario mental. Sacudió su cabeza para eliminar todo rastro de ellos y así dar paso a los que le recordaban lo desagradable que podía ser su hermano.

—¿Y ya están listos? — Pregunto Aome — Esperemos que esto no sea tan difícil ahora que somos más —Comento positiva como siempre.

—¿Somos más? — Pregunto aun atontado Inuyasha.

—Así es, ahora somos un solo grupo y así será por un tiempo — Explico mientras tomaba cuatro palos con pescado asado en ellos —Así que espero que nos llevemos bien — y los entrego uno a Jaken que tomo el alimento con hambre, otro a Rin que lo tomo tímidamente y agradeció en voz baja, otro a Sesshomaru que lo iba a rechazar pues antes no comía esas cosas hasta que recordó que ya no era un demonio al escuchar su estómago sonar levemente y a regaña dientes lo tomo mientras desviaba un poco la mirada. Y finalmente entrego uno a Inuyasha quien la recibió sin dudar.

—Oye, pero... — Se cortó pensando un momento.

—¿Si, Inuyasha? — le ínsito a que siguiera con una sonrisa la chica

—¿Por qué fui al último que le entregaste? —  La cara amable de la chica se deformo a una ira, le pretendía gritar la famosa palabra del conjuro, sin embargo, no lo hizo pues recordó que ya no serviría. En cambio, por su parte Sesshomaru por primera vez no retuvo sus reacciones y...

—¡Ay! ¿Por qué lo hiciste? — Le grito a su hermano por su acción mientras sobaba el lugar del golpe. Sesshomaru solo lo observo para luego morder el pescado.

—Eres un tonto, Inuyasha —Comento enojada Aome.

Y así siguieron las peleas entre esos tres, que terminarían incluyendo a todo el grupo que solo observaba anteriormente. Quizás ahora lo vean como un disgusto, pero en un tiempo lo recordaran como una bella anécdota.

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