La frazada.
Cuando abrí los ojos fue para darme cuenta que estaba cobijada por una pequeña frazada, en el asiento bajo ventana, me había recostado ahí y al parecer me quede dormida.
«¡Pero yo no estaba precisamente cobijada cuando me senté!».
Persistía la lluvia intensa como cuando llegue, había una luz tenue encendida al fondo de la casa, cosa que tampoco había dejado encendida, caí en cuenta de todo esto en cuestión de segundos, mire de reojo hacia atrás y de inmediato me di cuenta que había alguien sentado como a 2 metros de mi. No me anime a voltear.
Sentí terror, ¿y si alguien se había metido a la casa?, ¿que estaban haciendo solo sentados en el taburete frente a mí?, sentí como el corazón me latía con fuerza, como si fuese a salirse, «¿que demonios hacen solo sentados? ¿Que clase de psicópata hace eso?». Trate de moverme para que pareciera normal, y en momento mire hacia el cristal, la luz hacía que se viera la sombra, sentí como si el corazón se me saliera por la garganta era Kendall, no se en que momento había comenzado a pensar y llamarlo de esa manera tan personal cuando no tengo tal confianza en él, ni siquiera hemos tenido una conversación profunda «estúpidas telarañas me hago en la cabeza y justo en momentos así», trate de tranquilizar mi cuerpo que estaba totalmente descontrolado, no sabía el motivo por el cual, mis sentidos y reflejos no funcionaban correctamente cerca de ese hombre, sentía un temblor general en todo el cuerpo que me generaba sacudidas, no quería moverme por el temor de ser descubierta que estaba despierta.
¿Qué hacía exactamente sentado ahí en vez de irse a dormir y por qué quedarse justamente sentado frente a mi?, me exaspero que no mostrará ningún afán por retirarse de ahí, es más, ¿a qué hora había salido su vuelo y que hora era exactamente?, ¿no se había mojado con la lluvia? ¿Acaso no llegaba el lunes?.
«Pienso demasiado».
Ya me dolían las caderas y brazos al mantenerme en esa posición en la que estaba, la lluvia comenzó a caer con mayor energía parecía un diluvio, incluso el viento comenzó a agitarse con mayor fuerza, tanto que las enormes gotas chocaban contra el cristal del ventanal, esas tormentas me producían agitación, pero mi timidez actual no me permitió moverme mucho. Hasta suspirar con pesadez me costo trabajo.
Me moví un poco por que la tensión comenzó a aumentar, la frazada cayó y dejó de cobijarme, cerré los ojos con aprehensión y nerviosismo.
Cuando abrí los ojos y me anime a ver por el reflejo del cristal, un enorme relámpago iluminó todo incandilandome, fue un enorme destello que iluminó todo de un púrpura intenso, esclareciendo toda la habitación. la rapidez con la que el relámpago vino fue la misma con la que se fue, así que cuando por fin mis ojos se acostumbraron a la oscuridad vi en dirección al taburete, estaba vacío, sentí un tirón en el estómago, ¿donde estaba el señor Schmidt?, me gire en automático y me encontre con la figura de él plantada junto a mi, tenía la frazada entre sus manos y me miró justo a los ojos.
El ruido de la lluvia y los relámpagos aumentaron mi actual estado de nerviosismo.
Por un momento nadie dijo nada ni hizo nada, aún con la escasa luz podía ver al hombre parado junto a mi, tenía un saco gris que le llegaba hacia abajo de la rodilla, pantalones oscuros y un sweater de cuello alto color negro, tenía el cabello rubio algo despeinado, algunos mechones caían sobre sus cejas y ojos.
—No quería asustarte, lo lamento—Dijo al fin.
Pase saliva.
—Solo quería cubrirte, está muy fresco—Presiono la frazada que estaba en sus manos.
No dejaba de mirarme, justo a los ojos, la lluvia y los relámpagos añadían un misticismo al momento.
—¿Está usted bien?—Dije por fin al ver que no se movía, me senté.
—He pasado mi hora de sueño y lo he perdido, el vuelo fue muy cansado —comentó con voz ronca y se frotó la cara con una mano con efusión—. No soporto la soledad en las tormentas—soltó aire con pesadez.
Me quede observando su gesto.
—¿Quiere un café o?—no supe qué más decir.
—¿Quieres tomar un café conmigo?—Me volteo a ver con el rostro cansado y el cabello despeinado.—¿o tienes sueño?, disculpa mi falta de sensibilidad ve a dormir, te desperté.
Lo observe, nunca había visto al señor Schmidt tan despreocupado, siempre lucía tan adusto, su cabello estaba considerablemente despeinado y el rostro enrojecido por frotarse el ceño, su ropa más casual que formal y el trato mucho más suavizado que de costumbre.
—No, no se preocupe si quiere podemos tomar el café— Dije parandome, observe con asombro que traía botines puestos dentro de su casa.
—Háblame de tu, me haces sentir mucho más grande de lo que yo me considero—Sonrió brevemente—llamame Kendall—camino hacia la cocina y encendió la luz.
Lo seguí unos pasos atrás, en silencio hasta que llegamos a la cocina, era un hombre alto y sin duda tenía un aire respetable como el que más, quizá era mi impresión debido a mi estatura todo me parecía impresionante desde abajo, a la manera en que nos conocimos, no sé de cualquier manera el señor Schmidt tenía presencia, o eso me parecía a mí, aunque su seriedad no representaba incomodidad. Tenía la impresión de que cuando se le conocía mejor era un tipo bastante agradable aunque singular.
—¿Quieres un café o prefieres un te, un chocolate, una bebida helada?—me preguntó.
—Un chocolate estaría bien—estaba nerviosa, choque contra el banco.
Me pregunto sobre la casa, la lluvia, y la escuela, nuestras preguntas y respuestas fueron cortas. Fuimos a la salita y nos sentamos sobre un sofa, no quería contarle que las tormentas que asustaban, y trataba de comportarme lo más serena posible, o trataba de aparentarlo.
—¿Te has sentido comoda en la casa?, te has tomado la molestía de limpiar y te agradezco, y me gusta como limpiaste el estudió.
—Si fue bien, no tuve ningún inconveniente, trate con el mayor cuidado los frascos y rollos.
Le pregunte acerca de su trabajo y nos quedamos hablando de ello,me di cuenta de que eran las 2 am y no se en que momento me quede dormida, desperte enmedio de una tormenta eléctrica, estaba recostada en el hombro de Kendall con la frasada puesta nuevamente.
Espero que les este gustando la historia y no olviden comentar para conocernos y saber que opinan de la historia :)
—Malviajada.
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