La fotografía.

Increíblemente rápido paso la semana sin ninguna novedad, el domingo llegué a casa del señor Schmidt un poco desvelada por el día anterior de trabajo, toque el timbre, él me esperaba ya con la maleta en mano y me pidió que me quitara mis tennis como de costumbre, era un hábito que nunca había visto en mis años de vida, extraño pero higiénico, y pase a su casa. Era un día soleado pero ventoso, el estado perfecto.

Él señor Schmidt me pidió que me mantuviera en la casa el mayor tiempo posible, me pidió que cuidara sus plantas aromáticas «es un hombre bastante peculiar, sin duda», también me pidió que ventilara la casa y le diera aseo al estudio de trabajo todos los días por que los materiales requerían cuidado extremo, sentí un tirón en el estómago de pensar que tenía que cuidar algo tan delicado cuando yo era señora manos de mantequilla.

—Yo se que te pido demasiado pero por favor en serio mantente en la casa el mayor tiempo posible me llegara por correo en la semana una documento importante y necesito que no se pierda, el servidor de correos ya va 3 cartas que entrega en la dirección equivocada y este documento es importante para mi-creí leer en sus ojos esa pedida de discreción que no dijo con su voz cuando su mirada agua marina hizo contacto con mis ojos, tal vez lo imagine.

—No se preocupe estaré al pendiente de su correspondencia, si no llamare a correos, el director es amigo de mis papás-sonreí y me acomode el bolso.

—Quiero recordarte que todo lo que necesites puedes tomar, comida bebidas, puedes disponer de un cuarto si quieres o de la ducha, de la piscina —Su gesto relajado me dió me animó, pero volvió a sentar su mirada en la mía.

Me dio pena ese contacto visual, sentí mis mejillas arder.
Me agradeció amablemente y a los 5 minutos llego su taxi, el señor Schmidt tomo su maleta y ya casi llegar a la puerta me comento acerca del cuarto de camaras de seguridad y reafirmó que podía hacer lo que quisiera mientras no dejara un desorden, se despidió con un apretón de manos formal y frío, podía oler su fragancia a madera y almizcle, su olor me hacía sentir relajada, me agradeció con una sonrisa y me dió las llaves de su casa.
Salió y me quede sola.

Mire hacia el ventanal, se asomaban unas nubes grises en el panorama, cuando llegue estaba un soleado atardecer. Me senté en un silloncito con vista hacia el enorme ventanal y contemple el atardecer,escuche el auto arrancar, me pareció una casa inmensa para un hombre solo.

Él señor Schmidt me dijo que el estudio se encontraba en el segundo piso, en el primer cuarto hacia la izquierda de las escaleras, me gustaba la decoración, era simple pero elegante, la casa era enorme podía perderme, me sentía algo ajena a la casa y me daba cierta incomodidad al moverme o tocar algo, me senté en un rincón de la sala, en un sofá gris sin tocar nada «¡Como si tocar algo hiciera una reacción alérgica en mi!».

No me anime a tocar nada hasta el día siguiente, el lunes por la mañana llame a papá que estaba en su oficina y le dije que iba hacia la casa del señor Schmidt se sorprendió del otro lado del teléfono con exclamaciones burlonas, salí temprano de la universidad. El pronóstico del clima había anunciado climas templados y cómodos, pero se equivocó, estaba más nublado más opaco que inicio de película de Tim Burton. A medio camino me atacó la lluvia, llegue al mirador de milagro, caía lluvia a raudales, tanto que no parecían las 10:00 am, si no un día punto de ceder su luz. Suspire y abrí con pesadez la puerta. La enorme puerta de madera, pesada.

Me quité la mochila, la deje en el suelo, y luego mi chaqueta, el cabello me goteaba de lo empapado que estaba, me quite los zapatos y pise descalza hasta las pantuflas, camine buscando alguna toalla para secarme busque un baño pero no lo encontré, tal vez en el segundo piso, subí las escaleras y camine hacia la derecha con vergüenza, abrí puertas para encontrar un baño, encontré la pieza de Kendall, o al menos eso deduje por el olor de su fragancia, sentí pena hasta estando sola y rápido la cerré fingiendo que no vi nada, abrí la siguiente pieza y era un cuarto claro tenía muchas sabanas y cobijas, encontre una toalla al fin, me sentí incómoda entre cada almohada, toalla o cobija y abrigos que no son míos, salí en busca del baño y encontré que junto a ese cuarto había un tocador junto al baño, era un tocador antiguo y hermoso, abrí la toalla y comencé a secarme con temblor en el cuerpo por el inesperado frío, tenía piel de gallina mis vellos erizados parecen ir contra gravedad , me acerque ya más en confianza y me di cuenta de los detalles, un cepillo fino, un alhajero dorado con pinturas de flores, un perfume y una foto, era una foto del señor Schmidt junto a una mujer rubia ambos vestidos de azul, estaban sentados en un muelle ambos sonriendo abrazados parecía una escena familiar o amistosa no supe cómo interpretarlo, me pareció bonita la imagen, aunque no me parecía muy similar a la imagen que me había creado del dueño de la casa.

igual abandone el lugar con una sensación extraña en mi pecho, como si algo me raspara dentro del pecho y la garganta, luego me bañe esperando no resfriarme, no suelo resfriarme constantemente pero cuando lo hago siempre termino en cama. Me dio pena tomar una ducha en casa ajena pero debía hacerlo y después estaba en el baño, no quería andar en la casa con la toalla pero tuve que caminar hacia la entrada por mi celular para avisarle lo que había sucedido, corrí esperando que no hubiera cámaras del tramo del baño hacia la entrada aunque lo dudaba. Tenía dos llamadas perdidas de papá y un mensaje.

Le marque y me contó que estaba en la oficina y de repente comenzó a hacer mucho viento, luego la lluvia se soltó, le conté que me había tomado por sorpresa la lluvia camino al mirador, me dijo que el señor Schmidt le llamó, y le paso mi contacto para comunicarse conmigo, le dije que estaría al pendiente. Abrí el mensaje, de repente comencé a sentir como si el corazón se me fuera a salir,se que soy extraña a veces pero sentí que tal vez había cámaras por todos lados me encogí deprisa y mire hacia todas partes, el mensaje decia: Buenos dias Claire, olvide decirte en el segundo piso en la habitación de puerta marrón instale un cuarto para ti, hay un par de sabanas,cobijas toallas y mi asistente se encargo de llevarte una pijama aunque no se si sea de tu agrado y talla, también te pido que consumas lo que hay en la nevera para que no caduque, también te deje guantes especiales para que limpies el estudio, cuidate de la lluvia,gracias,

Me dejo frita, camine hacia el segundo piso y efectivamente había una habitación espléndida, con vistas al océano y un mueble con todo lo que me dijo, la pijama estaba sobre la cama doblada con un listón rosa, me pregunté si habría cámaras y me cambie de inmediato la toalla. corrí nuevamente hacia al primer piso tanto como me lo permitieron las pantuflas, agradecí por todo a Kendall Schmidt, aunque con cierto recelo y rubor en mis mejillas.
Me sente en el suelo de la impresión, estaba helado pero no importo.

Limpie el estudio como me indico y quede exahusta, había un instructivo de como hacerlo, hecho a mano una letra preciosa por cierto, con guantes mis manos quedaron cocidas. limipie todo, el estudio y también el agua que escurrí de mis ropas mojadas. Después cheque el refri como me pidió, encontre de todo sentí un poco de confianza había una nota que decía come todo lo que quieras. Me preparé una ensalada e hice mi tarea ahí mismo, parecía que el cielo iba a caerse a pedazos, la lluvia era interminable.

Al terminar eran casi las 10, deambule por el saloncito y la terraza, hable con papá y a las 11 me fui a dormir.

La semana paso con relativa importancia todos los días limpie eo estudio, trate de limpiar los primeros dos pisos todos los días, con excepción de lo que suponía el cuarto del señor Schmidt al cual no me atrevía a asomar y el tercer piso que pense no era adecuado, por que no lo menciono, recibí 3 mensajes de Kendall, me sentía aliviada cuando hablabamos por que me pedía limpiar el estudio, y me recordaba que me sintiera comoda y tranquila sin incomodarme, la casa era verdaderamente cómoda y espaciosa, podía hacer tareas, el cuarto de baño era lindo y relajante, el dormitorio muy comodo, y papá estaba tranquilo, un día nade en la pisicina la cual estaba cubierta, era muy íntima con cristales obscuros y todo para sentarse y secarse.
El sabado pedí salir del trabajo más temprano que de costumbre y a las 11:00 pm estaba en casa de Kendall, me sente en el gran mueble con vista al ventanal, no se veía más que tempestad y lluvia, y una densa oscuridad me quede dormida observándolo en la plena oscuridad de la casa.

Comentario personal: Hola espero que les este gustando, y me gustaría observar sus comentarios para saber si les esta gustando la historia, Gracias

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