Microrrelato; una burla/alusión a la historia de La Cenicienta en la historia y el juego de palabras.

En la costumbre de levantarse antes de que el sol salga, ensuciarse las manos, trabajar como un sirviente sin paga ni respeto, Kyungsoo decide idear un escape. Pero la casona en la que vive está en medio de un bosque, lleno de criaturas que podrían acecharlo y comérselo vivo. Desiste. Llorar es algo que odia, pero cerca de las doce de la noche lo hace frente al pozo tras la casa. Bibidi babidi bu, se escucha, bibidi babidi bu. Una figura sale de entre las sombras y se presenta; es un hombre de la noche, mago secreto, poderoso. El chico no cree, pero el hombre responde que está a sus servicios. Mátalos, pide, y al pronunciar sus palabras mágicas, el mago acepta y lo hace. Bibidi babidi bu, un baño en sangre y gritos ajenos hacen eco en el bosque. Bibidi babidi bu, cabezas cuelgan en el tendedero. Con la sangre fría Kyungsoo agradece, y va a huir pero es detenido. La paga, pide el mago, de amor y cuerpo cada noche, solo a las doce; si no acepta, la muerte se acerca. Escucha con atención, ya es tiempo, pasos van al bosque, y se oye un Bibidi. Babidi. Bu.