16. | Ojos de vidrio |
bulimia | Kyungsoo recibe mensajes de su novio en un mal momento.
Kyungsoo inhala ásperamente y piensa que se siente extraño luego de haberse vaciado, o haberlo intentado al menos. Sus músculos de la zona abdominal se perciben débiles provocándole el sentimiento de querer recostarte en una cama tibia y acurrucarse con su alguien especial. Es esa sensación peculiar lo acompaña por lo menos unas cuantas horas recordándole cuán estúpido y necesitado es.
Da un vistazo a su móvil y lo que primero ve es la fecha, noche cualquiera de mediados de marzo, luego el mensaje que ha llegado hace menos de cinco minutos desde un número más que conocido. "Estoy ansioso por mañana", lee, sabiendo con certeza de quien es. El móvil cae y vuelve a inclinarse en la taza del baño, da unos cuantos escupitajos de saliva, bilis, y finalmente llegan esos restos de comida en pleno proceso con alguna especie de espuma blanca probablemente por la ensalada que comió. No debió esperar demasiado, piensa Kyungsoo, la comida ya se estaba procesando, consiguiendo sacar unos cuantos trozos de lechuga y ni rastros del trozo de pan que fue lo último que se metió a la boca. Da otra pausa y esta vez siente su teléfono vibrar. "¿Qué haces?", pero Kyungsoo no responde el mensaje, sus dedos envueltos de saliva y ácido estomacal no ayudan para nada.
No puede decirle a Jongin lo que acababa de hacer; no quiere mentirle, pero prefiere no mencionar nada sobre esa práctica que lleva haciendo hace unos meses. Kyungsoo no quiere volverse un enfermo o mal de la cabeza como todos ponen a las personas como él; pero aun así cree que a estas alturas, debe estarlo un poco. Mensaje. "¿Estás ocupado, bebé?" Kyungsoo siente su corazón un poco más vivo por la forma en que Jongin se ha referido a él, pero acaba por dejar su teléfono en el bolsillo de su pantalón. Se pone de pie con sus ojos fijos en lo que acaba de hacer y va al lavamanos, enjuagando sus manos con jabón excesivo y agua fría que luego tira a su cara y se seca con la toalla. "Sé que estás ahí, Kyungsoo, ¿por qué no contestas?".
Voltea al espejo de cuerpo completo y sus labios forman una línea tirante al darse un vistazo. Rechazo, repugnancia a su físico. "Hey, de verdad quiero hablar contigo, precioso". Su mano aprieta el teléfono con fuerza. No entiende por qué Jongin insiste en decirle cosas así, que en algunas ocasiones le hacen sentir relativamente conforme consigo mismo. No, Kyungsoo sacude su cabeza al pensar en ello, conforme no es la palabra, la que busca no es sinónimo de satisfecho, y piensa que le va mejor un 'solo no me odio tanto como otras veces'.
Siempre que vomita su cabeza pasa a un estado de desesperación, tristeza enorme, se pierde y necesita a Jongin pero nunca lo llama. "Quiero comerte, ¿puedo comerte, Kyungsoo?"; las manos de Kyungsoo tiemblan, porque esta particular vez sí siente el anhelo inútil de llamar a Jongin y decirle todo y pedirle que vaya ahora mismo donde él y que lo bese y se quede hasta el día de mañana. "¿Me extrañas tu a mí?". Kyungsoo mira largamente a la pantalla y es triste, porque se siente tan débil; incapaz de marcar un número telefónico y hablar.
Vuelve a caer y se aferra a la taza del baño, hundiendo sus dedos hasta el fondo de su garganta. Tiene esos espasmos en el estómago, la vista se nubla, deseos de llorar y ojos vidriosos es algo que lo acompaña desde el principio hasta pasado el final de esa especie de ritual. "¿Qué comeremos mañana? Espero que veas los mensajes pronto". Kyungsoo limpia su cara mojada con la parte trasera de su mano, se siente casi como si fuese humillado por los demás y nadie a la vez, recostándose en el frío suelo del baño a lagrimear como niño sin hacer nada más que fantasear con que Jongin entrará a abrazarlo y le dirá que está bien, que no necesita hacer eso porque ya he bajado demasiado de peso, que es atractivo y delgado como nunca, y que por favor no lo vuelva a hacer. "No puedo sacarte de mi cabeza, tengo un presentimiento extraño". Kyungsoo suspira. Si Jongin estuviese con él todo estaría bien, y luego, solo entonces, quizá podría mirarse en el espejo para darse cuenta de que en realidad sí ha cambiado y que ya no necesita vomitar cada vez que come, que efectivamente es alguien delgado pero que no se ha podido dar cuenta porque ha estado muy ocupado afligiéndose con ello. Pasan varios minutos en los cuales mira la pantalla de su teléfono a la espera de algún otro mensaje de Jongin. Hasta que finalmente llega.
"Mañana no podré viajar, mamá me acaba de llamar para avisarme que ha fallecido uno de sus primos y debo asistir. Lo siento tanto."
Pero Kyungsoo, después de todo, sabe que la realidad para él es otra de la que le gustaría. "Es algo de compromiso, te prometo que haré lo posible para conseguir otro día libre durante este mes". Y tiene la esperanza de que algún día dejará de ser un sueño y podrá mirarse y decir que sí, ahora sí es delgado, su cara lo está y es más lindo, sus piernas no son tan gordas y puede salir con Jongin sin sentir vergüenza. Que ya no existe esa molesta grasa en su espalda, brazos o muslos. "¿Estás bien, Kyungsoo?". Sueña con que algún día sabrá que lo ha logrado y podrá ser feliz y dejar de preocuparse de lo que piensen los demás. Poder amarse y amar a Jongin. "Eres hermoso, Kyungsoo. No lo olvides, ¿sí?"
Kyungsoo toma su móvil con la cabeza todavía apoyada contra el suelo, tecleando rápidamente una respuesta despreocupante. "Estoy perfectamente bien, Jongin. Me demoré porque no había escuchado cuando llegaron los mensajes, y no te preocupes, esas son cosas que pueden pasar. Supongo que simplemente deberemos esperar otro mes más, ¿no?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top