8. Lección de historia
—Entonces ¿Arion te invitó al cumpleaños de su hermana? —asentí— ¿Y has hecho que yo este invitada también? —volví afirmar con la cabeza—. ¡¿En que estabas pensando Anabelle?! ¿Sabes cuanta gente importante va haber en ese lugar? En el pueblo se rumorea que habrá más dinero en esa casa esa noche que en todo el estado, mi madre ni siquiera me deja salir hasta después de las once y voy a estar de aguanta velas ¡¿No pudiste al menos conseguirme una cita?!
Me levanté del piso a mirarla con cara de pocos amigos, Kate caminaba de un lado a otro por mi habitación, la misma que estaba hecha un desastre.
Hace dos horas, Kate había cruzado la calle con una enorme bolsa que había vaciado sobre mi cama, aunque su contenido estaba ahora desperdigado por todo mi cuarto, muchos vestidos, faldas y crop tops, incluso yo estaba enterrada en una pila de ropa.
Kate había entrado en pánico luego de no encontrar nada "Aceptable" según ella, para una fiesta de tal magnitud.
Ya eran las cinco y yo seguía en pijama (Si, no me había bañado, gracias por el recordatorio) era imposible arreglarnos y llegar al centro comercial a tiempo y mañana dudaba mucho poder resolver algo.
—Pero si solo es una reunión familiar —dije encogiéndome de hombros con parsimonia.
—¡Es exacto lo que te estoy diciendo! —esquivé una almohada acostándome de nuevo en el suelo y ahí me quedé—. ¿Acaso no los has googleado?
—No, aparte de mi cargador también deje en Nueva York mis tendencias psicópatas.
Kate bufó y salió dando pisotones de mi cuarto, me senté lanzando mis manos al aire por dejarme con la palabra en la boca.
Mi teléfono vibró en algún punto del caos que era el lugar y tuve que lanzar al aire muchas cosas para encontrarlo.
Arion V.
¿Estás ahí Roja?
No, me morí.
¿Tanto te emocionan mis mensajes?
No te creas tan afortunado.
La afortunada eres tu roja, irás conmigo a la fiesta.
Hablando de eso...
¿Qué?
Casi salto ante la hostilidad qué percibí en su respuesta.
Arion V.
Kate no quiere ser una tercera rueda y si ella no se siente cómoda, no creo que pueda ir lo siento.
Pensé en eso también, Evan va a llevarla.
—¡¿Qué?! —grité arrojando el teléfono a un lado.
—¿Qué? —preguntó Kate, regresó a mi habitación con un bolso entre sus manos.
—Nada, creo que te hallé una cita. —Mascullé.
—Genial, creo que encontré un vestido perfecto, es de mi hermana, ella está en la cuidad, me queda bastante bien. Y he traído esto —sacó del bolso un portátil—. Para que googlees a tu dios griego.
—Arion es griego —aclaré.
—Lo sé, duh.
*Cof cof, psicópata, cof cof*
Una vez encendido el aparato, tecleo el apellido Vriklas en el buscador.
Hubo varios resultados, el primero daba mención al trabajo del padre de Arion, sus múltiples negocios e inversiones.
Había varias fotos de la familia, de Agniet, Arion y su padre, también había otras personas que a mi parecer eran familiares, sin embargo, en ninguna mencionaban a su madre.
Solo había un artículo de hace cinco años donde anunciaba su muerte por una enfermedad.
No había otros de la señora y en general los detalles de la familia eran muy vagos.
Un artículo hacía mención de su apellido y también del nombre de nuestra localidad.
Familia Vriklas y la fundación de Atenas.
Kate dio doble click al encabezado y nos embarcamos en la historia de nuestro pueblo:
Fundada hace 180 años por los hermanos Argus y Athan Vriklas, ambos firmaron un acuerdo junto a otras familias que figuran en el acta de fundación, luego de que una disputa entre estas terminara con la vida de su hermano menor.
La familia era de origen griega y a ello se debe el nombre de la localidad, se desconocen los motivos de las disputas pero se especulan móviles meramente territoriales comunes de la época.
Los hermanos llegaron desde Europa a esta locación junto a otras dos familias, esto no era más que un caserío que creció con el tiempo, no faltaron las peleas y cuando la desgracia alcanzó a la familia de tres, se firmó un acuerdo de paz, en el mismo, el lugar fue bautizado con el nombre de Atenas como tributo al origen de sus fundadores.
Un dato curioso de la familia y su origen es que los hermanos no eran los portadores de ese nombre cuando se asentaron en el lugar, sino la familia con la que estaban en guerra, fue después de la muerte de su hermano y antes de acordar la paz, que tomaron posesión de él, cuando el mayor de los dos, Athan, se desposó con la hija de su enemigo, Helena Vriklas...
—Voy a detenerte ahí ¿Helena? ¿En serio? ¿Esto es Troya o algo así?
—Cállate y concéntrate en la historia Ana, aún no has escuchado la mejor parte
—¿La del caballo de madera?
No pareció agradarle mi chiste pues me miro desdeñosamente antes de seguir leyendo:
Como un intento de tregua, el padre de Helena, otorgó la mano de su hija a Athan y este, al desposarla, selló la paz cambiando su apellido y el de su hermano.
Argus Vriklas murió de neumonía un año después, su hermano, movido por el dolor se marchó del pueblo junto a su esposa y volvieron años mas tarde a instalarse en el pueblo junto a su único hijo.
—¿Esa era la mejor parte?
Alzó el índice en mi dirección y abrió un enlace externo, comenzó a cargar en la pantalla un dibujo de la época.
Mi boca se abrió exageradamente.
Era una familia de tres, pero no, no eran los tres hermanos, el dibujo era de diecinueve años después de la fundación del pueblo.
El pie de foto rezaba:
Athan y Helena Vriklas junto a su hijo Arion Vriklas, llamado así en honor su tío. 1859.
—La puta...
—Ajá —soltó Kate con una sonrisa triunfal.
Yo por mi parte, seguía con la boca abierta aferrada a la pantalla del portátil.
—Es...
—Sip.
No podía salir de mi estupefacción.
—Pero...
—Uju.
El joven era una copia menos rubia del Arion de esta época, solo sus ojos y su cabello eran diferentes, el Arion de hace siglo y medio tenía el pelo rubio oscuro al igual que su padre y los ojos azules más parecidos a los de Agniet.
La mujer era bellísima, muy blanca y de ojos azul-grisáceo, como el Arion actual. El chico no tenía nada de ella, era idéntico a su padre...y a sus descendientes por lo visto.
—No lo puedo creer, son muy parecidos.
—Diría que son los mismos si, uno, eso fuera imposible y dos, el cabello y los ojos son distintos.
—Esta biografía deja mucho que desear.
—Seguro fue hecha por estudiantes ebrios ¿qué esperabas?
Tomé mi teléfono e hice una foto del dibujo en la pantalla.
Un mensaje apareció.
Arion V.
¿Roja?
¿Ahora sí moriste?
Te veo mañana Arion.
:)
;)
—Tranquila, para todos es impactante el parecido.
—Hablas como si todo el pueblo estuviese investigando estas cosas.
Ella apretó los labios.
—Pueblo pequeño, infierno grande, Ana, en Atenas todos están atentos a lo más mínimo que suceda y que pueda ser la comidilla del mes, todos saben cuán ricos son los Vriklas, desde que empezaron a invertir en el pueblo han dado de que hablar y lo seguirán haciendo te lo aseguro.
Bufé.
El timbre de mi casa interrumpió nuestra conversación y recordé que mis abuelos estaban quien sabe dónde, quizá en los cultivos en las afueras del pueblo.
Bajé corriendo y me encontré con la cara de pocos amigos de Evan, incluso con gafas podía ver como brillaba el enojo en sus ojos.
—¿Quieres explicarme por qué debo ser tu niñera?
Vale, si estaba molesto. Traté de no parecer intimidada.
—No te pedí nada Evan, siempre puedes negarte —repliqué imitando su expresión.
El rió y murmuró algo inaudible.
—Lo haría si no debiera algo a Arion, lo menos que quería era ir a esa fiesta, te dije que te alejaras, Anabelle.
—No, solo me advertiste sobre ellos, Evan. Ni siquiera me conoces, no puedes decirme a quién tratar y a quién no.
—Porque no te conozco es que no debería ayudarte y aquí estoy una vez más.
—¡No lo hagas! Solo déjame en paz —grité furiosa.
Un brillo extraño en sus gafas me hizo dar un paso atrás, espantada, Evan se giró un momento antes de volver a mirarme.
—Solo procura estar fuera de mi camino después de mañana ¿vale? Y eso incluye a Agniet y Arion.
—¿Por qué? —solté—. ¿Qué ocultan Arion y tú? ¿En qué están metidos y qué tiene que ver Ashton en ello?
Creo que me excedí un poco pero la rabia me pudo, Evan no debía entrometerse en mis intentos por descubrir que tramaba Arion.
Evan dio un paso y luego otro quedando muy cerca de mí y obligándome a alzar la cabeza para mirarlo.
—Deja de buscar respuestas, deja de investigar y aléjate de nosotros, Anabelle.
Sus palabras fueron un balde de agua fría, miré al suelo buscando un poco de orgullo para echarlo justo cuando Kate bajó las escaleras.
—Anabelle...oh, hola Evan, vi la moto por la ventana pero no creí que fueras tú.
—Hola Kate, ya me iba, las veré mañana.
No lo miré hasta que estuvo sobre la moto, aún tenía esa expresión dura de hace un rato aunque parecía un poco culpable. Cerré la puerta y vi a Kate mirarme con sospecha.
—¿Qué fue eso?
Apreté los labios en una tensa sonrisa.
—Tu cita para la fiesta.
—¡¿Qué?!
—Lo sé —lloriquee—. Arion no acepta excusas, va un paso adelante, lo odio.
—No es cierto, te gusta, pero no quieres admitirlo porque es un poco imbécil.
—No me...
—¿Y por eso me llevarás a la fiesta? Si no quisieras ir te hubieses negado en lugar de buscar excusas, Arion lo sabe.
Poniéndolo de esa forma...
Tengo un problema.
—Espero que tu vestido sea fabuloso, sino Evan, Arion y yo te opacaremos con nuestras exóticas y bellas presencias.
Tengo dos problemas.
❄
Charlemos ¿qué les parece la historia hasta ahora?
¿Que tal mi Arion baby? Pinche Arion chingando desde los años taratata.
¿Y Evan? No tengo nada que decir de él.🌚
Locura y sangre en el siguiente capítulo.
Besitos, se me cuidan el dulce.💙
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