Anabelle

Nuevos rayos de luz se filtran por la ventana jugando con el blanquecino cabello de mi compañero de cama. ¿Cómo un vampiro podía dormir tanto? Y... ¿Dónde guardaba su sarcófago?

Dudas existenciales...

Aunque las verdaderas dudas se formaban al recordar la conversación que tuvimos durante la cena después de que Arion y yo, ehm, ya saben. Pensar en ello me había mantenido despierta gran parte de la noche y de la otra parte se había encargado Arion.

*

—¿Cuántos murieron? —Arion apretó los labios — ¡¿Cuántos?!

—Casi todo el clan reunido por Ashton, fue contribución popular... —suspiró, y de inmediato pensé en lo peor —. Por lo menos diez de mi clan...todos por obra mía.

Llevé las manos a mi boca ahogando un grito.

—¿Alguien que...?

—No —respondió a mi pregunta inconclusa—, Dick, Val, Agniet, un matrimonio antiguo y dos aspirantes. Es todo —le miré expectante, no había dicho su nombre—. Quedaron a cargo de Evan.

No sabía cuánto aire estaba conteniendo hasta que lo liberé provocando un giro de ojos por parte de Arion.

—¿Y Athan?

—Está con el trono, no es parte del clan ahora.

Nos explicó como habían llegado los enviados y habían luchado junto a ellos.

—¿Renunciaste? —abrí mucho los ojos.

—Hipotéticamente, para que una renuncia se lleve a cabo debe ser validada por un consejo, apoyada por los miembros y por el que pasaría a ser el líder.

—Eso quiere decir...

—Que aunque el idiota de Ashton piense que me humilló y obligó a dejar atrás todo, yo sigo siendo el legitimo líder del Clan de Atenas. Presenté la renuncia frente a Athan porque en caso de querer validarla sería él a quién correspondía el puesto por herencia y antigüedad en años vrykolakas.

Miré a Eris, lo único que podía llevar a Arion a validar su renuncia era yo. Y si Athan tomaba posesión del clan estando de lado del trono...significaría muchas cosas y ninguna aspiraba a ser buena.

También cabía la posibilidad de que él no estuviese involucrado en los planes del trono. Sin embargo, la cercanía que Arion describía de su hermano para con los enviados, no era una buena señal.

—Dentro de todo ¿Cuál es el plan? —inquirió Eris.

—Armar un solo bando, el trono y nosotros, hay gente infiltrada que nos servirá para sacar a los prisioneros. Atacar desde dentro —Eithan explicó —. Tenemos que evitar a toda costa que Ashton llegue a Grecia, porque nuestros secretos llegarán con él, todos sabemos que si eso sucede el trono no medirá bandos y harán lo que mejor les acomode a ellos; y eso también incluye tomar y deshacerse de lo que les genere peligro.

Eris y Arion se tensaron.

Lo que les genere peligro...

Un híbrido. Es decir...

—Anabelle —concluye la morena.

Toda mi piel se eriza al oír mi nombre.

—Es posible que vayan por ella, entre grupos se esparcen rápido los secretos, somos pocos los que sabemos la verdadera naturaleza de Ana, pero entre ellos se encuentra Ashton y nada nos garantiza que no...

—Me entregue para cumplir sus delirios de rey —le interrumpo—, de igual forma, no creo que sepan lo que conlleva mi estado.

—Eso no nos dice nada, con el trono nunca se sabe —habla Arion con enojo—. Vamos a atacar a Ashton desde dentro y matarlo antes de que pueda decir Grecia.

Oírlo hablar así me daba repelús.

—¿Y eso qué? ¡No es sólo Ashton! —se me escapa— ¿Qué pasa si ya lo saben? ¿Si quieren saber porque soy lo que soy? ¿Y si planean crear más como yo?

Tres pares de ojos me miraron con auténtico asombro y los de Eris gritaban:

"¡Ya nos exhibiste, idiota!"

Cerré los ojos al notar que comenzaban a arder.

—¿De qué hablas? —preguntó Eithan de forma pausada.

No contesté.

—¿Anabelle? —sentí a Arion tenso, pude ver como apretaba los puños.

No pude evitarlo, miré a Eris implorando por ayuda, ella frunció los labios y suspiró.

—¿Sabías algo de esto? —la confrontó el guardián.

—¡Ahora se callan! —estalló Arion— Tienen 30 segundos o voy a usar la coacción.

La morena pasó la mano por su rostro.

—Elliot hablaba cuando estaba conmigo, pensaba que dormía o que estaba demasiado afectada como para saber de que hablaba. Él no estaba con Ashton, no del todo, solo lo utilizaba para mantenerse al tanto de lo que sucedía con su intento de ejército y con el clan de Atenas. Ashton solo cree que un inestable más poderoso de lo normal, pero no es así, Elliot ha estado explotando su potencial y contribuyendo con gente para crear vampiros tan poderosos como él o tal vez más y descubrió que lo único que puede llegar a ser más poderoso que un Vrykolaka antiguo o un vampiro sobre estimulado como él, es un híbrido.

Los chicos se quedaron en silencio, yo ya sabía aquello, así como también conocía todos los detalles que había dejado por fuera entre ellos que precisamente ella era una de las víctimas.

Creí que podía salirse con la suya pero no había una gota de idiotez en nuestros chicos, digo, si eran idiotas...¡Ya me entienden! Pero también eran muy suspicaces.

—¿Cómo llegó a ese punto? Si tú no eras prácticamente nadie de importancia para él.

Eris se vio ofendida por su elección de palabras.

—¡Gracias, Capullo! —las groserías con su acento griego se escuchaban muy graciosas— Ese chico, él pensó que yo podría ser fácilmente un conejillo de india pero siempre terminaba tirándole algo a la cabeza y él usaba la niebla conmigo. Solía hablar de más...y daba mucho miedo.

Comprimió su rostro al recordar el dolor, automáticamente Eithan la levantó y puso sobre su regazo para susurrar algo que no alcancé a oír; aunque probablemente Arion si, pues apartó su rostro, intenté coger su mano pero me rechazó.

—Puedo no ser la única —rompo el tenso silencio—, pero mi cambio tardó tres años en manifestarse y hasta ahora soy la única híbrida "consolidada"

—No es como si sepamos lo que eso significa —expresa Eithan—. El trono nunca reportó un caso así, la única información podría tenerla el libro de la vida y justo ahora está perdido.

Eso era, requeríamos aquél importante tomo, la clave estaba ahí.

Miré a Eris.

Todo estaba dicho y sabía que, así como nosotras habíamos ocultado información, ellos también ocultaban algo. Como por ejemplo, el motivo por el que Arion había matado a su propia gente o cómo lo había hecho. Y Eithan se había callado lo de la sangre y como sospechosamente sabía que beberla aumentaría mi fuerza y disminuiría los efectos dolorosos del cambio.

Solo miradas y la sombra de una próxima elección.

*

Arion era...impresionante. En todos los sentidos, en todas las formas y todas las situaciones; a estas alturas aún no podía creer todo lo que era capaz de hacer. Se miraba tan relajado, tan ausente y libre de cualquier maldad que pueda atribuírsele, casi...angelical.

Si que estaba enamorada ¿Arion, Angelical? Esas eran dos palabras que no pegaban juntas. Había pensado una palabra que tampoco me iba mucho "Enamorada" era lo único que describía esto que me oprimía el pecho al verle.

¿En qué momento fuiste capaz de tanto Arion?

La razón por la que había erradicado esa palabra de mi vocabulario en los últimos tres años era porque se me hacía imposible llegar a amar a alguien de esa forma cuando no sentía amor por mí misma.

Siempre hice lo que se me pedía; ir al psicólogo, al psiquiatra, tomar medicamentos, ir a la escuela, hacer amigos, viajar a Atenas...viviendo sin vivir, siendo un títere que iba a todas partes en piloto automático, sin llegar a soltar mi verdadera esencia debido a aquél trauma del pasado.

¿Y ahora?

Había descubierto de lo que era capaz, tanto como híbrido y también como humana; sé lo que puedo llegar a hacer y cuáles son mis posibles límites, puede que la parte sobrenatural de mi misma fuera inestable, pero eso era lo que precisamente me hacía consciente de mi lado más humano.

Arion no me cambió, pero influyó en mi aprendizaje a largo de este camino. Al igual que Evan y también Ashton; los tres chicos eran parte de mi vida desde hace mucho tiempo y sin siquiera planearlo y los tres me convertían en lo que hoy era.

El abuso de Ashton me hizo ver como no puedo quedar atrapada en el pasado y abstenerme de vivir el presente, me enseñó lo que valgo y como nadie merece aquello que él me hizo y mucho menos sentirse culpable por ello; su obsesión por mi me mostró lo mucho que el amor puede llegar a torcerse al punto de no ser sano o positivo para ninguno. El amor te transforma...aunque no siempre el cambio resulta bueno, sino más bien destructivo.

Con Evan siempre me sentí protegida, recibía una especie de calor proveniente de él a pesar de ser un ser físicamente frío; al igual que a mí, su pasado le había afectado notablemente su presente y sin embargo, eso no lo detenía de ver por los suyos. Si llegó a amarme lo agradecía, porque eso significaba que aunque fuera difícil, dejar ir a quien amas era posible.

Y Arion...

Nunca supe cuánto tiempo había necesitado gritar hasta que él me hizo enfadar, nunca supe cuánto necesitaba llorar hasta que me encontré refugiada en sus brazos...sus intentos por protegerme y su búsqueda implacable...nunca supe cuánto necesitaba que me buscara hasta que me encontró.

Mis sentimientos se mantuvieron en un constante vaivén, confusiones, estragos, todo lo que me ha hecho aprender cómo controlarlas y como mantenerlas a raya de ser necesario. No más lágrimas o impulsos.

Me limpio una última lágrima para sellar esta promesa, un par de ojos cristalinos se posan en mi, alertas y con las pupilas dilatadas, su despertar no era para nada parecido al de un humano normal.

—Necesitaré una cámara —dijo con la voz ronca y sexy—. Te enmarcare para mi mesita de noche y despertar todos los días con esta vista.

Le sonreí, sentada en el alféizar el sol me enmarcaba, mi cabello estaba todo suelto sobre un hombro y solo vestía una camiseta blanca larga que no dejaba mucho a la imaginación.

—Tal vez deberías —comenté medio en broma—. ¿Debería posar? — exagero mi posición poniendo boca de pato.

En un parpadeo estaba frente a mí, entre mis piernas y acorralándome contra el vidrio.

—Prefiero despertar junto a la modelo, sin poses, al natural...sólo siendo tú.

Mi corazón se saltó un par de latidos cuando me besó.

—Tú...en serio debes dejar de hacer eso —jadeo.

—¿Besarte? —muerde mis labios.

—¡No! Eso puedes hacerlo hasta que muera, me refiero a la velocidad vampírica.

—Eso es imposible.

Grité cuando de un momento a otro estaba aterrizando sobre la cama con él sobre mí.

Había tomado una decisión...pero era tan difícil estando así. Si pudieran concederme un solo poder, sería el de congelar este momento y repetirlo una y otra vez.

Pero esta guerra necesita un final, y no lo conseguiremos sin encontrar el núcleo de la misma y a los aliados correctos para atacar a la raíz.

Alguien debía dar un paso, bajar la cabeza y actuar desde dentro. Sólo había dos personas con la capacidad suficiente, una como prisionera y el otro como autoridad; Eithan estaría demasiado expuesto, la otra opción era yo.

Un sacrificio. Y no necesariamente de vida física, estaba sacrificando la posibilidad de volver con mis seres queridos, estaba sacrificando mi poca estabilidad y sobre todo, estaba por sacrificar mi rotundo amor por Arion Vriklas y lo que sea que sintiera él por mí.

¿Valdría realmente la pena? No podía saberlo, ya no había lugar en el que entraran las dudas. Sabía que no era capaz de hacer esto con Arion y el clan sin perder más gente de por medio; yo sola tenía más oportunidad de tomar la información necesaria. Lo que Elliot y el trono ocultaban.

—¿Estás bien? —se detuvo Arion en medio de su conteo de mis pecas — ¿Deseas hablarlo?

—Estoy bien —sentí sonriendo.

Lo miré y adoré cada parte se su rostro y los detalles de sus ojos, eran como copos de nieve. Únicos.

¿Cómo lo haría? ¿Cómo iba a mirar esos ojos y decirle que después de todo lo que había pasado, lo que había hecho por mi yo no iba a elegirlos?

💙

Llevábamos dos días encerrados en el pequeño apartamento, sopesando planes y formas de para rescatar a los chicos sin dar con algo que nos garantice el éxito, sobretodo porque no tenemos idea de nada de lo que Ashton tenga entre manos.

Eithan no ha podido comunicarse por miedo a que descubra que no estoy en cautiverio y aunque estemos bajo el mismo techo, Eithan no es precisamente un vigilante. Le había estando dado respuestas cortas en llamadas que no duraban más de un minuto y eso nos resultaba perjudicial porque tampoco nosotros obteníamos mucho de lo que estuviese pasado del otro lado.

Por otro lado, estaba sufriendo mi propio debate interno; una decisión que estaba carcomiéndome.

Sacudo mi cabeza liberándome de todo el remolino de pensamientos que es mi mente y que amenaza con hacer explotar mi cabeza. Miro a Eris quien también parece sumida en los suyos propios.

—Ya no puedo pensar en ello —suspiro, frustrada.

La frustración es la única emoción que no logro ignorar.

—Hay que pensar primero en tus amigos, eso nos dará tiempo.

Como admiro a esta chica, no me quiero imaginar todo lo que habrá tenido que pasar para siempre tener su mente clara y enfocada sin enloquecer.

—Necesitamos una conexión y la única que tenemos es Eithan —no parece agradarle la idea, su ceño arrugado me lo confirma.

—Pero se supone que Eithan está contigo en que se yo, las Maldivas.

Llevamos horas dando vueltas al asunto, ya no teníamos tiempo, Ashton se irá a Grecia, no teníamos una fecha exacta pero si estaba claro que sería muy pronto.

—Tampoco sabemos qué tan equipado esta ahora, es de las personas que conquistan naciones con carisma y pasión. Está un poco tostado de la chaveta, pero es importante saber a que nos enfrentamos antes de sacar a los secuestrados.

Eris arrugó las cejas.

—Mataron a casi toda su gente ¿No? Es imposible recuperarse de la noche a la mañana. Además, nos quedan los infiltrados.

Y ni siquiera sabíamos si podríamos contar con ellos al final.

Eithan se reunió con nosotras en la sala de estar luego de colgar una llamada proveniente del otro lado. Arion había salido muy temprano a "cazar", en su estado era crucial que se alimentara seguido; según me había explicado, su cuerpo ahora era como el de un dependiente y sin alimento se deterioraba más rápido de lo que lo haría normalmente.

Sentí una punzada de dolor al pensar en ello, él se había puesto en riesgo por mí, había recurrido a esa tortura para ser más poderoso y así salvarme, se llevó hasta el límite y casi muere en el proceso.

Gemí de frustración, la decisión que había tomado cada vez era más difícil de asimilar y aceptar.

—Tu aura parece radio viejo, cambia de frecuencia cada dos por tres —el comentario de Eithan hace más que evidente la batalla interna con mis emociones.

Intento calmarme y no darle mucho para analizar, era demasiado perceptivo.

Pensé en caricaturas y canciones infantiles. Para dejar descansar los sentimientos.

Frunció el ceño y sonreí victoriosa. Gracias Barney.

El rubio carraspeo dejando el móvil sobre la mesa.

—Se lo está tragando con papitas, se ha concentrado en adiestrar a su nueva tropa, y esa parte es la que precisamente me preocupa, que haya conseguido gente tan pronto no me dice nada bueno.

Quedamos perplejas.

—¿Tropas? ¿Cómo es eso posible? —se adelantó a cuestionar Eris.

—En Atenas utilizó piezas clave, los más fuertes para poder igualar a Arion, ni siquiera sabía que tuviera una carta oculta, no me lo dijo hasta ahora. Eso quiere decir que no confía lo suficiente en mí. Incluso ahora no me ha dicho nada, si queremos descubrir que planea tengo que ir con él.

Ashton sabía que Eithan estaba con él bajo chantaje, tenía sentido que no confiara en él. Pero eso era antes; después de que Eris se "escapara" con Elliot, creímos que cedería. Por lo visto era aún más astuto y perspicaz de lo que pensamos.

—¿Qué pasará con la fachada? —inquirí.

La fachada...Eithan, yo, las Maldivas ¿Ubican?

—Ashton no te quiere cerca hasta el viaje, lo dejó muy claro.

—Qué pena que no es mutuo, porque yo no lo quiero cerca nunca más —replico con desdén.

—Elliot no ha dado la cara para delatarnos —agregó.

Ese era otro punto, Elliot se había esfumado. Eithan y Arion quisieron rastrearlo sin éxito alguno y Ashton no sabía nada sobre él desde el día de la batalla.

—Es la única opción —suspiré —. De otra forma no sabremos a que enfrentarnos.

Con los ánimos caldeados, nos mantuvimos en silencio. Eris fue la primera en ponerse de pie de forma brusca, pasando por nuestro lado dando largos pasos que acababan en pisotones. Se perdió en su alcoba dejando atrás a un muy frustrado Eithan que despeinaba su cabello sin saber qué hacer.

Miré mis pies.

No quería verme involucrada en sus problemas de pareja por lo que me abstuve de comentar algo. Estaban teniendo muchos problemas ya, casi siempre los escuchaba discutiendo desde que estaban justos. Eithan se quedó con la mirada perdida unos segundos más antes de ir tras ella.

Arion entonces apareció por la puerta como un huésped común, cerrando la puerta de tras de él y dejando su chaqueta en el perchero mientras silbaba por lo bajo una melodía que desconocía pero sonaba bastante alegre. Cogió del suelo un cuadrado contenedor, no me fijé en ella a primera vista, la vista de Arion flexionando sus músculos para recogerla distrajo mi atención.

Era una hielera portátil.

Fruncí en ceño, me guiñó el ojo yendo directo a la cocina. Observe cada uno de sus movimientos con suspicacia, mientras tanto él seguía silbando, dejó la hielera con cuidado sobre la encimera. Me fijé en que tenía algo diferente, sus mejillas estaban encendidas, a los vampiros no loes afectaba ni el frío, ni el calor, eso significaba que esa rojez solo tenía un significado.

Miré entonces el contenedor con mucha atención, entrecerrando los ojos en su dirección.

—Es increíble lo que pueden hacer unas enfermeras por una cara bonita —dijo confirmando mis sospecha. Elevé una ceja —. Y tal vez un poco de coacción.

Puso entre nosotros el contenedor y con un seco sonido extrajo la tapa dejándome su contenido. En un principio me asqueo, pero luego fue más que eso, había algo...estaba ahí, atenazándome y provocando un temblor en mis manos.

En cuanto el ligero olor rozó mis fosas nasales supe que había perdido el control.

*

Bienvenidos al comienzo del final muaajajajjajja *Cof cof cof cof*

Nos vemos en un rato y que el juego comience :3 No olvides votar y comentar