XII
El menor estaba algo confundido ¿Había escuchado mal?
-Cásate conmigo, eres la única razón por la que yo trabajo día con día y siempre me levanto en las mañanas a hacer el desayuno, la razón por la que me baño día por medio y por la que tengo esta casa, si estuviera solo, talvez viviría en una caja, pero tú me encontraste y me sacaste de esa infernal vida de escuela/trabajo/dormir y le pusiste todos tus colores con el primer abrazo, eres la persona que dibujó en mi vida una carita feliz.
Niki suspiró sacando algo de su bolsillo.
-Yo... no sabía cuándo dártelo, lo llevo conmigo desde hace 5 meses.... pero realmente no sabía cuál momento sería el correcto y hoy... simplemente lo sentí... así que dime ¿Te casarías conmigo?- abrió esa cajita dejando ver un anillo para nada bultoso dentro, un anillo sencillo, como a Sunoo le gustaba.
Al no escuchar respuesta de Sunoo siguió hablando.
-Yo estoy seguro que tú eres el amor de mi vida, ya vamos 5 aniversarios y... quiero vivir muchos más a tu lado, pero quiero que lleves este anillo en los próximos aniversarios, quiero que--
-Sí quiero- había tardado bastante en responder, pues estaba en un pequeño shoock, estaba procesando esas bonitas palabras.
-¿L-lo dices en serio?
-¿Cómo podría bromear con algo como esto, Niki?- sus ojitos se estaban llenando de lágrimas -Yo también te amo, te amo demasiado que aveces duele, pero contigo todo en bonito- se abrazó al otro cuerpo -Ya ponme ese anillo para poder presumirlo- entregó su blanca y delgada mano izquierda a Niki quien con una gran sonrisa hizo caso -Le presumiré a todo el mundo que me casaré con Nishimura Riki.
-Debería ser yo quién te presuma, ¿Recuerdas que en la universidad eras de los más populares? con tu cabello brillante y sedoso, esa linda sonrisa y tus hermosas mejillas, caminando por los pasillos con tu bolso violeta y tu colorida ropa, todos, hombres y mujeres te querían como su pareja.
-Tú eras aún más popular, llegaste de intercambio desde Japón y todos tenían su vista en ti, hasta yo- se puso algo tímido -Tu ropa negra que te hacía ver tan bien y tu actitud tan fría que por alguna razón me atraía, entonces me acerqué a ti y me trataste igual que a todos, pero no me rendí y al fin, tres meses después de estar siguiéndote me sonreíste y compartiste tu paraguas aquel día lluvioso donde yo no había llevado uno, me llevaste a mi departamento y te ofrecí un café caliente.
-Decir que sí fue la mejor decisión de mi vida, ahí supe que cocinas muy bien, que no eres como los demás, que todo lo contrario a ser un inútil que no sabe hacer nada, tú sabías hacer de todo, hasta cosas que yo no tenía idea, tus dibujos y esculturas eran tan... wow, que no pude evitar enamorarme de ti en poco tiempo y medio año después te pedí ser mi novio.
-Lo recuerdo bien, eras tan frío y seco con otras personas, todos te veían tan intimidante, pero cuando estabas conmigo era como si ese lobo se convirtiera en un cachorro y solo pidiera amor, querías abrazos y besos todo el tiempo.
-Y así sigue siendo- se miraron a los ojos, estaban a punto de besarse, pero un pequeño sollozo proveniente de una caja al lado de la cama los interrumpió. -Ah...- Niki por poco se olvidaba de eso.
-¿Qué fue eso?
-Anda, mira- se levantó de encima dejando a Sunoo ver lo que había dentro de esa caja de madera que tenía 6 hoyos encima.
El adorable chico se paró y abrió esa caja no tan pequeña encontrándose con la atenta mirada de un cachorro que meneó su cola al verlo.
-¿Recuerdas que me dijiste que querías un perrito?- vio como Sunoo tomaba en brazos al perrito -Ayer fui al refugio y cuando lo vi, de alguna manera, supe que este era nuestro cachorro.
Aquel perrito era una mezcla entre Husky y Golden retriever, sus ojos eran claros y su pelaje era blanco con manchas negras y cafés, era tan adorable y único.
-Niki...- Sunoo miró a su prometido y después al perrito.
-Creí que... podríamos criarlo juntos ¿Te gusta?
-Me encanta- lo abrazó con aquel adorable cachorro en medio, el cual tenía una sonrisa en el rostro aún sin saber qué estaba pasando.
-Ponle un nombre, se verá bonito grabado en esta placa- también le compró un collar y una cama que estaban ocultas por ahí.
-Vamos, estoy seguro que pensaste en un nombre cuando lo viste- lo miró.
-Me conoces tan bien- suspiró abrazando la cintura contraria -Pero es un nombre Japonés, por lo que no sé si te va a gustar, pero es Daichi.
-Me gusta, ¿A ti te gusta?- miró al perrito acariciando su cabeza -Oh, sí, sí te gusta- el cachorro se frotaba contra el pecho de Sunoo.
-Sunoo.
-¿Si?
-Te amo.
2/2
Ya va a acabar, noooooo.
Cami~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top