Final - Cuarta Parte

Namjoon & Taehyung

Namjoon espera pacientemente por Taehyung a un costado de la entrada de la facultad. El delgado y pelinegro chico se demora en aparecer, lo que ocasiona la ansiedad de Namjoon, quien a ratos duda de su actuar, se arrepiente de estar allí, no le parece tan buena idea, pero al rato vuelve a autoconvencerse de que debe hablar con Taehyung y decirle todo lo que se ha guardado durante tanto tiempo.

Rato después, un grupo de jóvenes entra a la facultad, entre ellos está Taehyung quien se sorprende al escuchar una conocida pero inesperada voz.

—¿Taehyung?

Mira hacia su costado y lo ve. Ve al alto y fornido chico quien espera su reacción con una expresión de incertidumbre en el rostro. Se separa del grupo y se acerca a Namjoon.

—¿Qué estás haciendo aquí? —le pregunta.

—Necesito que hablemos, por favor.

Taehyung suspira y cierra los ojos por un momento.

—Namjoon, te dije en el hospital que no puedo hablar contigo.

—Hoseok no está aquí. Te juro que es importante lo que tengo que decirte. Tae, no quiero molestarte, pero creo que nos debemos una conversación.

—Está bien, pero no aquí. Vamos a otro lado.

—¿No entrarás al ensayo?

—No. Vamos —le dice mientras camina hacia el estacionamiento.

—¿A dónde?

—Supongo que viniste en tu auto...

—Sí, claro.

Ambos dan algunas vueltas en el auto y luego se estacionan. Namjoon se ve nervioso, pero se envalentona para sincerarse con su examante.

—He pensado mucho en todo lo que ha pasado entre nosotros. Lo que te hice fue terrible y aunque sé que me perdonaste por eso, me arrepiento cada día de mi vida por haberte lastimado. Fui un cobarde y me jode haberte perdido. Escucharte decir que no me odias, me hace sentirme aliviado...

—Namjoon ¿Por qué me dices todo esto? ¿Por qué ahora? —lo interrumpe abruptamente Taehyung.

—Porque antes pensé que me odiabas, por eso no me acerqué, tampoco quería molestarte. ¿Te estoy molestando ahora?

—No. Pero creo que no es necesario que me digas todo esto.  Yo no te guardo rencor, pero recuerda que ahora estoy con Hoseok.

—¿Estás enamorado de él?

—¿Qué...?

—Eso, te pregunto si estás enamorado de él.

—Yo... mira, ese no es tu asunto.

—Sí, tienes razón, lo siento —le dice bajando la mirada.

—Namjoon, yo me alegro mucho de que te hayas recuperado. Lo pasé, bueno, todos lo pasamos muy mal cuando estuviste en el hospital, en coma. Yo estuve muy triste por eso y tuve mucho miedo. Pensé que morirías.

—¿Me fuiste a ver? —le pregunta con emoción.

—No, no pude, pero siempre... pensaba en ti.

—¿Aún sientes algo por mí? —le pregunta con voz suave.

—Namjoon, basta.

—Yo nunca he dejado de quererte, Tae.

La profunda mirada de Namjoon estremece el aún prendado corazón del joven de cabello oscuro. Sus rostros se acercan cada vez más, mientras los ojos de Taehyung se posan sobre la boca de un decidido Namjoon. Pronto sus labios se vuelven a tocar después de mucho tiempo.

—¡No! Lo siento, no puedo. Yo... estoy con Hoseok y él no se merece que le haga esto —le dice Taehyung mientras se aleja levemente de Namjoon.

Namjoon toma su mano y acaricia con delicadeza su palma con el dedo pulgar. Luego se va.


Jimin & Jungkook

Sentado en la silla que está junto a la cama, lo contempla. Mira su hermoso rostro esperando que sus ojos se abran. El pelirrubio está sumido en un profundo sueño, al que se opuso estoicamente mientras esperaba que el amor de su vida llegue a verlo.

Jungkook acaricia su cabello y lo acomoda detrás de su oreja para despejar el hermoso y sereno rostro de su amor. Los labios de Jimin son tentadores y su novio jamás ha podido resistirse ante el deseo de besarlos. Esta vez, no es la excepción. Con ternura, toca los labios de su novio y lo besa. Jimin despierta y sonríe, luego se lanza a sus brazos quedando colgado de su cuello.

—Viniste —le dice con la voz débil y los ojos entreabiertos.

—Perdóname, me demoré un poco.

—Pensé que te habías arrepentido de venir.

—¡No! ¿Por qué me arrepentiría? Lo que más quiero en la vida es estar contigo, te he extrañado tanto.

—También yo.

—Mi amor, estoy tan feliz de verte despierto, de escucharte. Tuve tanto miedo de perderte. Cuando salgas de aquí vendrás conmigo, ¿verdad?

—¿Eh? ¿A vivir? Por supuesto, mi amor.

—Viviremos juntos de nuevo y esta vez será para siempre.

Los ojos del pelinegro cautivan por completo a Jimin, quien siente que su corazón saldrá de su pecho.

—Jimin, te prometo que de ahora en adelante te protegeré siempre. Lamento tanto no haber podido hacerlo antes...

—Oye, eres mi novio, no mi guardaespaldas, tranquilo —le dice el chico de rostro pálido.

Después de algunos días, Jimin vuelve al departamento con su novio, el que a partir de ahora será su hogar definitivo. Un par de semanas más tarde, comienza a retomar muy lentamente sus actividades en la facultad.

Una tarde, al regresar de la facultad, Jimin se sorprende al no ver a Jungkook en el departamento. Lo llama a su teléfono, pero no le contesta. Se preocupa un poco, pero no demasiado, así que decide esperarlo recostado en la cama, al rato se queda dormido.

Pasadas las 10 de la noche llega Jungkook, entra con sigilo al departamento y luego a la habitación en donde se encuentra con el pelirrubio durmiendo. Se acerca a él, acaricia su barbilla y lo besa en la mejilla, lo que hace que Jimin despierte y lo abrace.

—¿Te esperé...? —le dice Jimin estirando sus labios.

—Te traje algo.

—¿Qué cosa?

Jungkook le muestra lo que trae escondido detrás de su espalda. Son Flores y un choco pie.

—¿Y esto?

—Lo olvidaste, parece.

—No, yo...

—Está bien, no me enojaré por eso —le dice Jungkook con una linda sonrisa en su rostro.

Jimin se levanta de un salto de la cama y busca en el closet una caja que le entrega a su novio.

—Ahora podremos intercambiar regalos. Espero que te guste el mío.

El pelirrubio extiende su mano y le muestra un hermoso prendedor del cual su novio le había hablado hace un tiempo. 

—¿Dónde lo conseguiste?

—Eso no es lo importante, mi amor. ¿Te gusta?

—Me encanta.

—Mmm ¿Más que yo?

—No, nada me encanta más que tú —le dice mirándolo fijamente a los ojos, con media sonrisa en su boca.

—Feliz aniversario de noviazgo.

—Feliz aniversario, mi amor. Este será el último —le dice Jungkook alzando las cejas y apretando sus labios.

—¿El último? ¿Por qué? Yo... no entiendo —pregunta el rubio con una expresión de sorpresa.

—Bueno, si te casas conmigo, entonces celebraremos aniversarios de boda.

Jimin lo mira con seriedad y con la cabeza ligeramente ladeada.

—Jungkook, si es broma, no es gracioso... —le dice con los ojos muy abiertos.

—Hablo en serio, ¿o no quieres casarte conmigo?

—¿Me estás pidiendo que me case contigo?

—¡Sí, mi amor! ¿Quieres o no? —le dice al borde la carcajada.

—Si, pero claro que sí. Pensé que era una broma tuya le dice con las mejillas sonrojadas de emoción o de vergüenza, quién sabe.

—Entonces ya está decidido, cuando terminemos de estudiar en la facultad, tú y yo nos casaremos, ¿te parece?

Como es habitual, Jimin se lanza a los brazos de su novio y se cuelga de su cuello. Jungkook lo sostiene por el trasero y lo besa. Primero en la punta de la nariz y luego en los labios. Sus besos son dulces, tiernos y silenciosos. El pelinegro comienza a recostar a su novio sobre la cama, sin dejar de besarlo. Cuando Jimin yace sobre las sábanas, su atlético novio se desprende de su camisa dejando ver su tonificado torso, lo que hace al caluroso rubio relamer sus labios, sentarse y comenzar a sacarle el cinturón y luego bajarle el cierre del pantalón. Ya en ropa interior, Jungkook arremete nuevamente con los besos, pero esta vez en el cuello y clavícula de Jimin. Pronto le ayuda a sacarse la camiseta para continuar besando su pecho y lamiendo con suavidad su piel. Con sus dedos, Jimin acaricia el cuello y nuca de su novio, tensando cada vez más los músculos de su cuerpo.

—Levanta tu trasero —le pide a su rubio y "nalgoncito" novio para poder bajar su pantalón y boxer.

La boca de Jungkook ya está en el suave y caliente abdomen de su amante. Baja por su muslo y luego por su pierna llegando hasta la rodilla y vuelve a subir, lentamente. La respiración de Jimin es agitada, siente la mano de su novio en su cintura, luego Jungkook se despoja de su ropa interior, se arrodilla y lo toma por las caderas y lo jala hacia él, haciendo que el pelirrubio suelte un pequeño quejido. Con una mano en la cadenciosa cadera del rubio y la otra en su mano por arriba de su cabeza, comienza a rítmico vaivén de sus cuerpos, lento al principio y aumentando la intensidad, toda vez que sus respiraciones se convierten en quejidos que retumban en las paredes de la habitación. Luego de amarse, esa noche, durmieron abrazados hasta el amanecer.

Finalmente, la vida de ambos empieza a tener un sentido positivo. Haberse mantenido unidos ante la adversidad y sobre todo haber confiado el uno en el otro, mantuvo la relación en pie, y la transformó en una relación fortalecida.


FIN


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Publicaré un pequeño epílogo.

Gracias a todos por leer 💜

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