Sus días eran oscuros, realmente el no poder caminar estaba empezando a fastidiarlo, no podía hacer nada solo, no podía ir a por algo que quisiera, no podía ni siquiera ir al baño por cuenta propia...u eso era humillante

Más cuando Canadá se mofaba de él.

Canadá: --Suspira-- Realmente m sorprendo, te sigo queriendo a mi lado aún cuando no puedes ni abrír las piernas para que te la meta. --Se apoya en su mano-- Ahora si eres un total inútil jajaja

Tenía una libreta, allí escribía lo que quería decir...aveses las manos se le acalandraban y dolía hacerlo...

Perú: Tu me hiciste esto
.. por qué...no lo entiendo

Canadá: --Ve la libreta-- ¿que no entiendes? Te he dicho que no quiero que te alejes de mi. Además...ahora sí a nadie le importaras, ahora eres aparte de un fracasado un lisiado...pobrecito...aunque es mala suerte para mí, porque aún te quiero...

Perú:... Por favor... Ayúdame...quiero poder caminar y hacer una vida normal...

Canadá: Ja...vida normal?

Se apresuró en escribir

Perú:...Contigo...un vida contigo...

Vió como el canadiense termino de escribir y dejando a un lado la libreta tomo  su rostro y acaricio con cuidado sus mejillas mientras lo veía de forma fija a los ojos, el canadiense se puso a pensar ¿una vida normal a su lado? Eso quería decir que serían una especie de pareja? Bueno, tenían un hijo al que...bueno al que ya no estaba seguro de poder criar en casa, al final de cuentas, su pequeño cachorro se merecía competir y ser el número uno. Siempre.

Canadá: Estás diciendo que quieres ser mi pareja? --Sonrie-- Y andar por allí diciendo que eres mío y ya? --Rueda los ojos-- Oh vamos, Perú, me ves cara de imbécil?

Lo soltó y volvió a la libreta

Perú:...Pero...Canadá por favor, no aguanto más esto...por favor .. --Susurra-- Te lo suplico...

Canadá: ...No, o al menos no te lo cumpliré al 100% porque has defraudado mi confianza queriendo irte con el hijo de perra alemán y con ese detective de cuarta --Suspira-- estaba dándote mi confianza y tú la mandaste a la mierda. Así que tendrás que esperar a que me sienta seguro de poder confíar

El peruano lo vió y soltó un sollozo aún más doloroso y largo, un sollozo que se escuchó ahogado por los hilos.

Canadá:...A no ser...que por cuenta propia tú me hagas sentir bien.

Aquello era extremadamente difícil, no podía hacerlo. Con sus piernas que no podían moverse y con su boca cocida...

Pero tampoco era una opción quedarse así.

Solo asintió...