Días opacos, el dolor constante en su corazón y pesadillas que lo atormentaban casi a diario, en todas aparecía él, su lindo Omega.

Abrió los ojos de golpe, su respiracion agitada y su corazón oprimir de forma dolorosa, otra vez despertaba de un mal sueño llorando

Tapo sus ojos y soltó un grito lleno de dolor en medio de la noche, sus ojos lloraban y sus puños estaban cerrados con fuerza. Se odiaba. Cuanto se odiaba.

Las luces se prendieron al instante apareciendo por la puerta el nazi todo ojeroso cargando consigo el pomo de pastillas anti depresivas recetadas por el doctor familiar

Nazi: Es otra pesadilla Ale solo es una pesadilla --Corre a abrazarlo--

Lloraba, temblaba y ya rasguñaba sus mejillas. La supuesta muerte de su novio lo había afectado se sobremanera.

Alemania: Me odia --Solloza-- Es mi culpa --Solloza--

Nazi: No claro que no! Perú es incapaz de odiarte...Te ama...te ama con todo el corazón...Lo que paso no es tu culpa...

Alemania: Lo es...lo es --Solloza-- Perú... --Llama-- Lo quiero abrazar --Solloza--

Nazi: Todos lo extrañamos...pero ahora está con su mamá...

Asi habían sido los días desde que Perú desapareció, simplemente se hizo humo...pero la investigación no había parado, no con el persistente Nazi quien si bien se había resignado a hallarlo vivo al menos quería darle digna sepultura.

Alemania temblaba en sus brazos, lloraba y llamaba a su Omega. Realmente no sabía cuánto más su hijo pasaria por aquellos episodios cargados de dolor, no estaba asimilando los hechos, estaba afectando si salud, sus calificaciones, todo se había ido a la reverenda mierda

Alemania: Es mi culpa --Solloza-- Yo debí cuidarlo...y-yo debía protegerlo de todo para que nunca le pasará nada --Solloza-- le he fallado --Solloza--

Día del secuestro...

La música resonar en el inmenso baño, el agua caer cual lluvia cálida sobre él relajando todos sus músculos era una sensación esquisita, sensación que se detuvo cuando la lluvia se detuvo, cuando la música bajo su volumen y a muy su pesar el alemán tuvo que terminar su ducha.

Cogió una toalla grande y se la amarró a su cintura y luego otra más pequeña que dejó sobre su cabeza, salio de la ducha y se quedó frente a su espejo empañado

Sonrió con placer al ver aquel chupetón hecho por su hermoso Omega, lo acaricio con cariño y de sonrojo un poco en cuento recordó los que había dejado en la parte trasera al bicolor peruano.

Lo amaba. E incluso amar era poco...

Salió del baño secando sus cabellos rubios y se sentó en la cama mojandola un poco, tomo su celular y vio la última foto del bicolor, no se contento con eso, vio la carpeta llena de fotos de Perú. Asi es, Alemania tenía un repertorio entero de fotos DE Perú no CON Perú...esa era una carpeta aparte

Vio las fotos, muchas eran eróticaa enviadas por el bicolor, una de las últimas lo hizo suspirar. Esa en la que Perú estaba en su cama con solo un poleron mostrando a la cámara su lindas piernas desnudas y parte de sus nalgas también...se veía sexy e inocente...

Estaba tan concentrado que no se fijó en el momento que una ventana fue abierta al no tener seguro. tampoco se percató de los pasos...o de la mirada azulada que lo miraba.

No hasta que escucho esa risa

Alzo la mirada topandose al compañero de clases de su novio, claro que en ese instante no lo sabía pues para empezar no lo conocía y traía consigo una máscara.

Alemania: --Se pone de pie-- Tu...¿quien eres? ¿Como entraste?

Se puso a la defensiva, aumento el olor de sus feromonas al tope buscando intimidarlo, dejo el celular desbloqueado en la cama  y lo vio atento

Canadá: Tienes que cuidar más de ti Ale, tus ventanas están abiertas...Oye en verdad te llamas asi? 'ale'?

Alemania: Actualmente solo hay dos personas que pueden llamarme asi y tu no eres una de esas ¿Que quieres?

Lo siguiente no lo recordaba, solo que despertó atado en una silla amordazado con sangre bajar de su sien, un horrible dolor de cabeza que solo empeoró cuando sus fosas nasales captaron el aroma de su Omega y la de otro alfa...

Un aroma... nada más que eso y mensajes que no escribio fue lo único que quedó.