Y si que Canadá había tenido toda la razón, la segunda bocanada se sintió increíble,todo le parecía divertido, se sentía flotando y sentía que todo iba se maravilla...

Canadá: Te gusto --Acaricia su mejilla-- ¿te gusta?

Perú: Si --Susurra-- Me gusta mucho...se siente bien...

Canadá: Tengamos sexo...--Susurra-- ¿quieres?

El menor no se lo pensó, solo se lanzo a besarlo, ese día la noche había sido la más candente de su vida,el mejor de los sexos...

La sensibilidad en su cuerpo se había agudizado, sencillamente su cuerpo había sido embriagado por la lujuria y el placer carnal.

La mañana siguiente había sido la cosa más rara, su cuerpo se sentía pesado, no había olvidado nada del día anterior claro esta... Y recién los arrepentimientos empezaban.

Sintió un ardor en su cuello, tocó somnoliento el collar metálico del que una cadena gruesa de acero sujetaba...Se levantó de golpe, vio a Canadá alistandose metros más allá...

Las palabras no salían de su boca...

Canadá: Al fin despierto --Suspira-- Hey ya está hecho el desayuno, date un baño y haz lo que quieras...

Canadá terminaba de acomodar su cabello dejándolo tan impecable y lindo, Perú quería preguntar el porque de la cadena pero no sabía él porque no podía decir aquellas palabras...

Miedo....

Miedo a su respuesta quizá o miedo a que se enoje...

¿y si había cambiado de opinión? ¿si lo seguiría pegando?

Canada: No me veas así...Amor esta cadena es para que tú puedas salir a explorar la casa, es tan larga que podrás caminar con libertad...no has salido de este cuarto así que...te estoy confiando esto...solo no intentes huir.

Asintió

Canadá: Bien, te amo.

Beso sus labios y se fue, seguramente a la academia, Perú sintió una calidez en su pecho...

Canadá estaba confiando en el...era lindo...

Acaricio sin darse cuenta la cadena...sonrió...