25. Veinte días



Veinte días, eso era lo que el trono nos daba para presentarnos en Grecia y afrontar el juicio al que seriamos sometidos. Veinte días para devolver el libro de la vida, veinte días para sacarle la información que necesitamos. Veinte días para elaborar una defensa y salvar a nuestro clan de la extinción. 

Vente días en los que va a consumirme la ansiedad.

Paseo de un lado al otro  en mi habitación con la foto que he estado escondiendo durante mucho tiempo, de nuevo intento hurgar en lo profundo de mi mente sin lograr obtener absolutamente nada que me resulte familiar en ella a excepción de mi rostro ahí. Es de aproximadamente unos 20 o 25 años atrás, no sabría decir con seguridad, pero mi rostro se ve muy joven e inocente; me rodean los que supongo son mi familia verdadera y luzco una enorme y sincera sonrisa mientras cuelgo de la espalda de un hombre maduro de cabellos castaños.

Mi padre.

Mi mente asimila que es el, pero al observar con detalle, una y otra vez, no siento nada, no me genera calidez o lo que se supone que tendría que sentir al estar viendo a mi progenitor. Lo mismo pasa con las otras personas en la foto; cuatro en total, dos hombres, incluyendo al que quiero creer que es mi padre, una mujer de cabello negro azabache muy hermosa y una chica de pelo cobrizo cuyo rostro es apenas visible pues parece haberse reído justo en al momento de que la instantánea se tomó.

Puedo sentir la energía de alguien viniendo, también puedo saber con precisión de quien se trata, es por ello que no oculto lo que ha entre mis manos y le dejo acercase y mirar por encima de hombro.

—Te pareces un poco a ella —su dedo va a parar al rostro de la mujer—. Cuando no te habías jodido el pelo con peróxido.

Se me escapa un bufido. Pero si, en mi apuro por ser rubia, mi cabello había sufrido en manos de un fuerte decolorante y un par de tintes.

—Quisiera poder recordar algo, saber quienes son, si están vivos —expreso mis sentimientos en un susurro anhelante—. Se que las respuestas están mas cerca de lo que pienso, por algo Elliot las encontró tan fácilmente. Y también tengo miedo, de lo que pueda hacer cuando las tenga. Han pasado mas de veinte años.

Muerdo mi labio inferior dándome vuelta, los ojos de Evan lucen bastante índigos, lo que me da a entender que se encuentra muy bien alimentado. Su nivel de control en si mismo es mas elevado de esa forma, también el mio.

—Podría ser arriesgado.

Asiento dándole la razón, ya había pensado en eso. Tentaría a la cordura de esos mortales a desaparecer. Y si en verdad descubriera que son mi familia no me gustaría remover el dolor y la perdida del pasado.

Solo guardo la foto y decido cambiar de tema. No saber nada de mi vida antigua me hace más daño del que debería. Porque debería ser más fácil para mi seguir y olvidarme si alguien me extraña, si alguien me llora. Debería ser más fácil saber que no tengo a nadie a quien perder. Y eso es precisamente lo que duele.

—En unos años, cuando todo comience a envejecer, si podemos salvarnos del trono claro esta. ¿Que harás? Pienso en eso, Arion y yo no tenemos ataduras mortales en Atenas, tendremos que irnos y volver en muchos años ¿Sera fácil para ti alejarte de ellos? De tus padres.

Reconozco como su rostro se altera y se oscurece su semblante.

—Incluso estando en el mismo pueblo estamos alejados.

Giro mis ojos, esa excusa ha sonado tan barata que ni el mismo es capaz de tragársela. Todos conocemos lo protector que es Evan con su familia. Incluso a la distancia siempre esta cuidándolos y si se aleja de ellos no solo es porque sienta culpa, sino por miedo a que este mundo del que somos parte termine dañándolos.

—Sinceridad, enfrentalo.

Sonríe, creo que se ha vuelto algo nuestro. Enfrentarlo juntos. Arrugo la nariz por el empalagoso pensamiento.

—Creo que me iría, no podría fingir por mucho tiempo el no poder envejecer —se contiene de decir algo mas. Levanto una ceja invitándolo a continuar—. Siempre he sabido que me inventaría alguna muerte, pero no sabría si mi madre soportaría perder otro hijo. Se que me quedaría cerca, donde pueda asegurarme de que mamá envejezca bien, de que papá tenga en su funeral ese traje que me pidió específicamente —sonríe—. Se lo haría saber a Eva de forma sutil, probablemente ella me olvide si me voy mientras aun es pequeña —su sonrisa se vuelve anhelante—. La vería crecer en las sombras y alejaría a los imbéciles de ella, la protegería de todo como debí hacerlo con Ella.

Procuro darle espacio mientras se recupera de su visión del futuro. Cuando ya no te queda nada que perder no tienes miedo de lo que pasara en cinco, diez o cien años. Cuando lo tienes y sabes lo que significa perderlo te aferras a la brevedad de los momentos, porque en esta vida si algo es de conocimiento popular es que el tiempo humano es arena escapándose dentro de nuestras manos.

Respiro profundo antes de exponer la idea que ronda en mi cabeza sobre el futuro. Pensar en ello parece sencillo cuando olvidas la posible muerte que se encuentra respirándote en la nuca.

—Antes creía que solo me iría y le daría la vuelta al mundo, quería conocer todo como nunca antes he podido apreciarlo. Despacio y sola...

Su ceño se frunce y me mira pareciendo ofendido por mi declaración, por ello dejo de hablar.

—¿Entonces quien te daría sexo a nivel mundial?

Por extraño que parezca eso me hace reír, de verdad, como hace tiempo no lo hacía.

—Hablo en serio, para, estas loca —masculla en confusión cuando no dejo de reírme pero pelea con una sonrisa—. Lo inestable se te fue a la cabeza.

—El mundo se nos viene encima, Evan. Pienso en mi inescrutable pasado y mi incierto futuro. siento muy rápido y temo por personas que nuca antes me importaron. ¿Qué es esto? Jamas vi mas allá de mi amor por Ashton cuando esta apresada en sus redes —confieso.

Busca con ansias mis ojos y los encuentra cuando lo miro fijamente.

—Es vivir —me contesta—. por primera vez sientes lo que es vivir, preocuparte por alguien más. Temes porque estas viva. Sientes porque estas viva. Lo que tenias antes no era vivir, pasamos tanto tiempo atrapados dentro de nosotros mismos que nos cohibimos de lo que verdaderamente significa vivir. 

—¿Entonces estar verdaderamente enamorada, sin obsesiones de por medio, significa estar viva?

—¿Eso es una indirecta de que te pondrás rosa y me declararas tu amor infinito?

Me avergüenzo como nunca pensé que podría hacerlo, tengo que mirar a todas partes para evadir sus burlones ojos y sonrisa ladeada. No me gusta sentirme así tan vulnerable. Miento. Si me gusta, pero me asusta como no tienen una idea.

—No quiero comparar esto con nada, pero no tengo otro punto de partida para saber que es...diferente. Sé que si te vas, no sería el fin de mi vida, si no me quieres podría soportarlo y seguir adelante. Sé que el amor por mi misma debe ser mayor a cualquiera que tenga por otra persona, solo mírame —agrego con un poco de arrogancia. Tomo aire—. No me estoy aferrando a tí y eso es bueno...creo. Por el otro lado, es frustrante no saber lo que piensas o sientes porque vives ocultándote de mi, es molesto ver como Elya y Katherine parecen entenderte a la perfección e incluso consiguen hacerte reír y bromear. Me preocupan tus episodios de inestabilidad, esos que intestas disfrazar. Yo más que nadie sé lo significa perder el control de tu mente y cuerpo de esa manera. 

Después de no parar de pensar en Evan y lo que le sucedió en el tejado y posteriormente en la biblioteca cuando discutíamos, me di cuenta de cuan parecidos eran esto a lo que solía pasarme cuando me comencé a volver inestable, es solo que yo nunca traté que contenerlo, solo deje que me consumiera.

No quiero caer en un eterno circulo vicioso con Evan, es por ello que me alejo. No quiero cometer los mimos errores del pasado. No tengo mucho más que decir, hemos estado demasiado tiempo en este tira y afloja desgastante. Y ya estoy por darme por vencida. Dice que me admira, que siente cosas y luego me ignora, ya tuve demasiado de eso. Duele, lo admito. No quiero que el me deje ir.

—Antes de toda esta mierda de los vampiros yo lo tenía todo, una familia que me amaba, popularidad, buenos amigos y a Ella —me giro y el traga con dificultad—. Yo no...concebía mi vida si no estaba ahí, era mi amuleto. Mi razón de ser. Mi hermana era mi vida entera.Ella tenía dos años menos que yo, pero siempre intentaba seguirme él ritmo. Intento convencerme de que fue un accidente, cada día de mi vida después de ella lo he hecho. 

>>Yo tenía dieciséis cuando robamos el carro de papá para pasear por el pueblo, fuimos al lago a nadar y de repente...ella solo...

Se silencia, me acerco a el y lo tomo de la mano para acabar ambos sentados en mi cama. Puedo apreciar como sus ojos están perdidos en la nada, recordando.

>>Solo desapareció, grité su nombre, una, dos y mil veces. Ella no volvió —sus labios se presionan juntos, me mira—. La busqué desesperado y no estaba, simplemente se esfumó, en un abrir y cerrar de ojos sentí como perdía lo más importante para mí.

Un surspiro provoca que su cuerpo se sacuda y el aire, al chocar con mi cuello debido a la cercanía, eriza mi piel.

>>Lo que siguió fue la policía encontrando su cuerpo. Mi madre no me culpaba pero ya no me veía como antes; papá no me hablaba. Y yo...yo comencé a actuar como si ella nunca hubiera existido, pensé que así dolería menos. Seguía siendo el mejor, una estrella. Y al llegar a casa me atormentaba el no tenerla, el haberla perdido por mi culpa.

—No fue...

—Lo fue en parte, que nadie intente decirme un carajo sobre eso. Fue mi idea y no medí las consecuencias, fue estúpido e irresponsable —percibo una gran alteración en él.

Respira y se calma a sí mismo. Entonces me atrevo a tirar de él para quedar acostados, no se resiste, por el contrario, estrecharme entre sus brazos parece calmarle y toma una profunda respiración antes de continuar.

>> Cuándo conocí a Ashton, lo admito, fui un imbécil. Pero él estaba mal, su familia me adoptó como un hijo y al igual que él, no me juzgaron. Entenderás que cuando de la noche a la mañana paso de ser un desahuciado a querer ser el rey de Atenas me golpeó fuerte. Y me sentí mal porque en cierto modo creí que ser su amigo me hacía mejor persona solo porque tenía cáncer. Vaya pedazo de mierda estaba hecho —ríe—. Ashton se equivocó, lo sé pero fuera de eso aún quiso salvarme —cierra los ojos—. A veces deseo que no lo hubiera hecho. Luego de toda la mierda de descubrir lo sobre natural, me sentí en deuda con el mundo. Me alejé de mis padres por su seguridad, Eva era solo un bebé y ellos se daban una nueva oportunidad, yo solo era el estorbo que les había quitado a su hija. No iba a hacerlo de nuevo, amé a Eva en cuanto la vi —sonrie y creo ver sus ojos cristalizarce—. Ese fue el cierre que necesitaba. Nunca dejaría de castigarme pero me ayudó a dejar que Ella se fuera por fin.

>>Y también yo.

Frunzo el ceño.

—¿Qué dices?

Vuelve a posar en mi sus ojos.

—Que ya no tenía nada por qué quedarme. Los Sahirs se habían ido de Atenas y nada me ataba a este lugar mas que los breves vistazos de mi familia volviendo a ser felices —suspira—. Verás, contemplar el suicidio siendo inmortal es jodido.

Lo sé, lo entiendo. Como si yo no lo hubiera sopesado también, sin embargo un punzante dolor en mi pecho me hace saber cuanto lamento que el se sentiría de esa forma. ¿Así se siente estar enamorado? Me duele por él, es de las personas más honestas que conozco, admiré siempre su capacidad de lanzarte las cosas en cara sin pelos en la lengua. Su forma de cuidar de sus amigos es entrañable y es un amante excepcional. ¿Pensar que podría nunca haber conocido a Evan? De haber sucedido así, yo no seguiría aquí. Porque cuando ni yo misma confiaba en mí, él lo hizo. Cuando no encontraba un lugar donde encajar, él se volvió mi lugar y cuando mi mente amenazaba con largarse al mundo inestable, él me contuvo.

>>Ana apareció como una señal, nunca pensé que volvería. De hecho, creí que había muerto. Y de repente, sentí que necesitaba una redención, por no poder salvarla antes, por el mismo Ashton, por Ella y por mí. Entendí que el amor es una mierda extraña, solo deseas que esa persona esté a salvo, que sea feliz. Inclusive si no es junto a ti, creí que la amaba, pero amaba más lo que su felicidad y estabilidad representaba; lo sigo haciendo. Es lo que me impulsa a ir al juicio, no porque la quiera para mí, sino porque lo merece. Y no es la única —la intensidad de su mirada dice mucho, hace que no sienta celos de la pelirroja, porque lo entiendo—. También lo perdí todo, también cometí errores. Amé y fui destruido. Y temo que por fin estoy obteniendo un poco de esa inestabilidad de la que todos alardean —su pecho vibra en una risa floja—. El punto es, sé que te sientes perdida. Qué esto está sobrepasandonos a todos y jugándonos en contra. Agniet, se que lo amaste y te jodió, se que el amor duele y arde como el demonio. Sé que el pasado te afecta. No estoy para una charla motivacional, no sé cómo poner lo que siento en palabras. No creo en esta existencia como una segunda oportunidad divina; pero si creo que debe valer la pena vivir esta pequeña eternidad regalada...es solo que tengo miedo de vivirla, de ser demasiado feliz, de tener lo que mi hermana no pudo.

Evan posee la culpa del sobreviviente, tiene este fuerte sentido de protección que lo impulsa a querer salvar a todos, sin detenerse a ver por si mismo.

—Tu creíste que yo podía tener una segunda oportunidad, dátela a ti también. ¿Quieres que viva? Entonces vive conmigo. Y si salimos vivos de Grecia, se tu quien me de sexo a nivel mundial.

Una risa ronca se le escapa y es tan atractivo que no puedo evitar apretar mis piernas. Él no pasa por alto e movimiento y somo testigos de esa energía crepitante que lleva tanto tiempo entre nosotros. No solo es química sexual, es algo mas y ambos lo sabemos. 

—Quiero comenzar a vivir, Vriklas —susurra comenzando a estirar su cuerpo por sobre el mío.

—Ya has comenzado...lo hemos hecho —me corrijo.

Aún me queda tomar una gran decisión, a Evan aún le queda mucho por luchar consigo mismo. Hemos dado el primer paso y para los siguiente tenemos veinte días. Veinte días para vivir. Veinte días para enfrentarlo.

***

Veinte días tiririri, para el desmadre, tiririri.

Adivinen quien se quedó dormida \(*O*)/

Creo que falta algo pero no sé si subirlo.

¿Se han dado cuenta como cada capitulo de los últimos que he subido parece cerrar un tema que se toco en el libro? ¿Será este un indicativo de que se acerca el final?

No she.

Besos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top