Capitulo 4

CAPITULO EDITADO


Dos semanas habían pasado desde la fiesta de Kelly, la maldita fiesta.

Las vacaciones se iban consumiendo de a poco y eso me entristecía. No quería volver a la rutina.

Luego de esa noche acepté salir con Treux. Me llevó al cine, a comer y pasé algunas tardes en su casa viendo películas. Él siempre me trataba como si fuera una princesa y eso me encantaba.

Luego estaba mi hermana quien ha perdonado a Dylan. Le grité millones de veces que no debía hacerlo pero finalmente la dejé en paz, de todos modos no iba a escuchar mis consejos. Cada persona comete sus propios errores y luego debe aprender de ellos.

Por otra parte, mi padre ha conseguido un ascenso en su trabajo y no pasaba mucho tiempo con nosotras pero él era feliz y si él lo era entonces yo también.

-Jade he invitado a Dylan ¿Te molesta?-Mi hermana ingresó en mi habitación haciendo que pegue un salto del susto. 

Por supuesto que no me molestaba. Estos días que mi hermana había vuelto a salir con él me pidió disculpas catorce veces por lo que había pasado en la fiesta, a lo que accedí en el intento numero catorce y lo perdoné... No mucho.

-Claro que no.

-Está bien-Y en un segundo cerró la puerta detrás de ella.

Estas dos semanas no he tenido ninguna noticia de Zac, no lo he visto y Sienna tampoco lo había mencionado. Estaba segura que estaba feliz viviendo su relación con Kelly. Que suerte para ellos.

El reloj marcaba las once de la noche, opté por ponerme mi pijama infantil ya que no había manera de que saliera de mi habitación a saludar a Dylan, quien por cierto había llegado.

Me acosté en mi cama y puse música en mi celular para relajarme cuando escuché que alguien golpeaba mi puerta.

¿Qué diablos quiere Sienna ahora?

Con mucha pereza me levanté de la cama dirigiéndome hacia la puerta, la abrí con mi rostro cansado y me sorprendió encontrarme con esos ojos.

¿Zac?

Estaba usando una camiseta blanca apretada que le hacia marcar sus músculos. No pude evitar estudiarlo con la mirada. 

Jade, compórtate.

Pero...¿Qué estaba haciendo aquí?

No pude decir ninguna palabra, solo nos mirábamos sin emitir sonido, hasta que recordé que tenia puesto mi pijama que consistía en muy poca tela y un poco infantil. Me escondí como pude detrás de la puerta y él rio por mi acción. 

-Jade ¿Quieres venir con nosotros? Iremos a ver a Dylan pelear-Oí la voz de Sienna.

Abrí los ojos sorprendida, casi un poco asustada. ¿Por qué querría ver como se pelean dos personas? No entendía.

-No es lo que piensas, soy boxeador-Interrumpió Dylan agitando su mano para saludarme.

Lo miré con desprecio y luego mi mirada se dirigó a Sienna, quien me sonreía esperando una respuesta.

Algo dentro de mi decía ¡Sí, ve! ¡Es tu oportunidad para estar con Zac!

Pero otra parte de mi me decía que no debía hacerlo, que debía quedarme viendo series y engordando.

-Esta bien, pero antes si no les molesta, necesito una charla a solas con mi hermana-Tomé a mi Sienna del brazo y la metí en mi habitación cerrando la puerta dejando a los dos hombres del otro lado.

-¿Tú me odias?-Le grité.

Sienna me miraba con cara de inocente.

-Zac y Kelly han terminado-Soltó.

Una pequeña Jade estaba bailando una danza de la felicidad en mi cabeza. Esa noticia me había hecho un poco feliz. ¡Meh! ¿A quien engaño? Me alegró mucho esa noticia, aunque de algo estaba segura y es de que nunca habría algo entre Zac y yo.

-¿Y qué se supone que debo hacer yo? ¿Consolarlo? ¿Secar sus lagrimas?-Ironicé.

Mi hermana comenzó a reír. No entendía el motivo de su risa.

-¿Qué es lo gracioso?-Pregunté de mala manera.

-Zac no esta triste, el fue quien la dejo-Agregó.

Segunda buena noticia del día.

-Esta bien, vamos-Dije con una sonrisa.

Eché a mi hermana de mi habitación y me cambié, la noche estaba fría así que me puse mis jeans azules con un jersey negro-. Me miré en el espejo y mi rostro estaba muerto, necesitaba maquillaje. Un poco de rímel y delineador hicieron que mi rostro cambiara por completo. Mi cabello opté por dejarlo suelto ya que hacía unas horas atrás me lo había planchado.

Bajé las escaleras donde estaban Sienna y Dylan muy pegados como mocos. Miré a Zac, tenía todo su cuerpo apoyado contra la pared y sus brazos cruzados. Me recorrió silenciosamente con la mirada y esbozó una sexy sonrisa. Ignoré eso y caminé hasta la puerta donde todos me siguieron.

Nos subimos al auto de Zac, era un Volkswagen negro y brillaba tanto que podía ver mi propio reflejo.

Tuve que sentarme en el asiento del copiloto ya que los otros dos tórtolos querían ir juntos en la parte de atrás. Algún día mi hermana pagará por todo esto.

Zac puso música y supuse que era para no entonar ningún tipo de conversación conmigo.

Luego de un largo viaje, llegamos a nuestro destino.

En la puerta había una gran fila de personas, la gran mayoría eran hombres y estaban fumando. Por suerte no tuvimos que hacer fila ya que estábamos con el chico que iba a pelear, Dylan.

Ingresamos al lugar y un olor a encierro con mezcla de humedad invadió mi nariz. Tomamos asiento cerca del ring donde había unos lugares vacíos. Sienna estaba en el medio de nosotros dos, por suerte.

-¿Dónde esta Dylan?-Pregunté.

Zac rio de una forma muy tierna y Sienna me miraba con cara de 'Oh hermana que estúpida eres'

-Se está preparando en el vestuario-Contestó Zac con la mirada en otro sitio. Era la primera vez que oía su voz en la noche.

Las luces se apagaron y los reflectores solo apuntaban al ring.

Por un lado se podía ver como entraba un chico cuya identidad desconocía, parecía bastante grande y todos sus músculos se tensaban con cualquier movimiento que realizara.

Y por el otro lado pude ver a Dylan ingresando mientras toda la gente de fondo les aplaudía y gritaba. Excepto por mí, yo no iba a alentarlo.

Sienna comenzó a gritar como una loca cuando vio entrar a su chico. La verdad que no sabia que detrás de la camiseta de Dylan se escondían todos esos músculos, aunque, Dylan me seguía causando rechazo.

La pelea estaba por terminar y al parecer Dylan iba ganando, o eso creía. Sienna le hizo un millón de preguntas a Zac durante toda la pelea y gritaba cada vez que su 'novio' recibía un golpe.

Finalmente la pelea terminó cuando el otro chico estaba en el suelo por un gran golpe que le había dado Dylan. Decidí ir a tomar aire, el olor a sustancias me hacía picar la nariz. Pedí permiso mientras algunos chicos me decían cosas que mejor no repetir.

Una vez fuera divisé un enorme parque enfrente del lugar. Caminé hacia allí sentándome en uno de los bancos con las piernas cruzadas. Sola con mi soledad era feliz

-No te gustan este tipo de lugares ¿Cierto?-Habló de repente Zac.

¿Me había seguido?

-No mucho-Dije arrugando la nariz-¿Me estabas siguiendo?-Finalmente pregunté.

-Tu hermana me lo pidió. No es muy seguro que una niña de diecisiete años ande sola en un sitio como este.

Lo miré con odio. ¿Niña?

-No soy ninguna niña, estas equivocado-Dije con calma.

Zac comenzó a caminar en mi dirección contraria alejándose de mi. Creí que iba a vigilar que nada me pasara o que nadie se acercara a mi. Básicamente no quería que se vaya.

-¡Zac!-Le grite.

Él volteó y me miró con esa mirada que me ponía tan nerviosa.

-¿Podrías hacerme compañía?-Pregunté sin miedo. Esas palabras raramente estaban saliendo de mi boca.

Me miró por varios segundos y se acercó a mi lentamente tomando asiento a mi lado.

-¿Por qué han cortado tu y Kelly?

Creo que es hora de que cierre mi maldita boca. ¿No?

Zac miró sus manos y luego nuestras miradas se juntaron. Su mandíbula hizo un movimiento extraño, como si quisiera hablar pero luego no lo hizó. Segundos después oí su voz.

-Ella no es el tipo de chica que me gusta.

-¿Y cuál es el tipo de chico que te gusta?-Me abofeteé mentalmente. ¿Por qué estaba haciéndole estas preguntas?

-Vayamos a buscar a Dylan y a Sienna-Cambió de tema levantándose del banco.

Asentí con un poco de vergüenza y lo seguí hasta adentro.

Comenzamos a buscar a mi hermana y a su amigo pero no había rastros de ellos por ninguna parte, cuando por arte de magia el móvil de Zac comenzó a sonar.

-Hola ¿Dónde estas?-Zac tapó su oído que estaba libre para poder escuchar mejor por el griterío-Si...Entendido...Adiós-Colgó el teléfono y me miró-Te llevaré a tu casa, Sienna esta en la casa de Dylan.

Perfecto, mas motivos para matar a mi querida hermana. Puse mala cara y me fui de ese despreciable lugar empujando a todos como si fuera la única persona allí.

Camine hacia el auto de Zac quien hizo sonar su alarma y me subí rápidamente. Se subió en el asiento del piloto y encendió el auto sin decirme una palabra.

Estuve todo el camino mirando la ventana aunque algunas veces miraba a Zac y nuestras miradas se encontraban y me hacía poner un poco incómoda.

Aparcó su coche en la puerta de mi casa.

-Gracias por traerme. La he pasado bien-Mentí con una sonrisa.

Una gran duda se hizo presente en mi mente. ¿Debía saludarlo con un beso o simplemente bajarme del auto?

-Sé que no la has pasado bien-Se volvió para mirar el volante.

Reí haciendo que se me salga una risa de chancho que me dio mucha vergüenza y rápidamente baje del auto. Camine hasta la puerta con la mirada en mis pies, me sentía un poco avergonzada.

Zac realmente era demasiado guapo y me hacia poner de este modo.

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